FOTO portada autoría de julian velazco

Marco Pérez es menudito de cuerpo pero de un espíritu fuerte, con una sonrisa siempre, atento, educado y eso sí un gran torero, un pequeño genio de los que aparecen de tiempo en tiempo como tesoro en el panorama taurino.

El prohibicionismo instalado en este régimen alegó un montón de palabras, se pronunció por defender al niño de Salamanca, de protegerlo. Mentiras !!!

Marco, sin signos de amargura pero con tristeza, desgranó sus sentimiento en una preciosa carta a los taurinos colombianos :

He llegado a Colombia junto a mis padres y mi apoderado, y me encuentro que me dicen que no me dejan torear por protegerme. Es falso. No me protegen de nada, lo que están haciendo es utilizarme y romper todos mis sueños y todas mis ilusiones.

Tenía mucha ilusión por debutar en Cali y por volver a Manizales. Agradezco de todo corazón a sus responsables, Alberto García, de Tauroemoción Colombia, en Cali; A Juan Carlos Gómez de Cormanizales, en Manizales, así como a Felipe Negret por su apoyo y ayuda. A todos ellos, gracias, su confianza y su respaldo.

Para todos los ganaderos y profesionales colombianos, y para toda la afición, les animo a continuar defendiendo nuestra cultura y nuestros valores. Les mando y les deseo mucha fuerza para mantener viva La Tauromaquia en el futuro.

Y a los políticos que me han utilizado y que han jugado con mis ilusiones, decirles que han conseguido su  bjetivo pero por poco tiempo. En unos meses cumpliré los 16 años y estaré junto a la afición de Colombia
defendiendo La Tauromaquia y la Libertad.

Me gustaría poder torear algún día en Bogotá, hacerlo también en Medellín y otras plazas colombianas que  ahora están cerradas. Vamos a defender nuestra cultura, vamos a defender la Tauromaquia y vamos a defender la Colombia Taurina. La próxima batalla, la ganaremos nosotros, puntualizó el niño que salió tres veces a saludar las ovaciones de una plaza que coreó: Marco, Marco……Mar…..co.

Quien esto escribe recuerda ese texto iluminador de don Miguel de Unamuno, el autor de «Niebla» .

Escritor y filósofo perteneciente a la generación del 98, cultivó en ensayo, el teatro, la novela y la poesía. Emblema de la cultura del momento, fue rector de la Universidad de Salamanca hasta en tres ocasiones.:

«Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho».