Me resisto a creer que la naturaleza sea tan esquiva y punzante. Se nos ha ido en una clínica de Medellín donde estaba recluido, Juan Ramón, hijo de don Ramón Ospina, el mayor de los varones, víctima de esta pandemia que arrasa con la vida y se aposenta en hogares tan queridos y significativos en nuestras vidas.-

Hace un mes partió doña Eufemia, la viuda del maestro periodista y narrador taurino.

Hace menos de una semana el virus acabó con la vida de la menor de las hijas, Luz Martina.

Y hoy su hermano Carlos Alberto que superó el Covid, y se encuentra en casa comunicó la muerte de Juan Ramón.

No tengo animo de escribir sobre la tragedia que sacude a esta familia.

A la que conozco hace muchos años y me da pena la tristeza enorme que los cobija en estas horas oscuras.

Mucha fortaleza estimado Carlos Alberto. De ella depende el sostén moral para tus hermanas y nietos. Confío en que los seres de luz que guían nuestros pasos te den el cobijo necesario para soportar este cáliz.

Un fuerte abrazo.