Pablo Aguado y Argentina funden en Huelva flamenco y toros
Argentina y Aguado. Cantaora y torero abrieron el primer paseíllo de una feria que se deja llegar a borbotones en las taquillas y que a la caída de la tarde onubense quiso ayer dedicar ese espacio en el que flamenco y toros encontraran la motivación necesaria para hablar de las colombinas 2022.En medio de todo, ese escenario magnífico que el Gran Teatro ofrece siempre a cualquier evento.Decía el conductor del acto, el periodista José Enrique Moreno, un acto cultural y evidentemente estas dos nobles artes del toreo y flamenco puestas en liza es a lo que aspiraban a sembrar en la noche.Fomentar el mundo del toro, la feria onubense. Y en ello entrelazado todo los nombres del matador sevillano Pablo Aguado y la cantaora onubense Argentina. Intimidades profesionales. Confesiones en torno al esfuerzo, la pasión y el aprovechar ese don que le deja a uno la vida. Entrañable Argentina en ese desgranar los comienzos, las inquietudes con las que también Aguado dejó expuestos esos sueños que despiertan en el alborear de la vida.Inicios entre capotes y muletas; pasión por ver “las películas de Marisol”, contaba la cantaora onubense.Destacó el moderador ese nexo de unión entre ambos protagonistas por beber de las fuentes clásicas de sus respectivos oficios.Deja Argentina un poso de hondura importante al hablar con el cariño que habla de su profesión. De esa admiración por las gentes que le preceden y dejan entre los cánones de la profesión su trabajo.“Con el tiempo cada vez más aprecias a los antiguos y con el tiempo aprendes a valorar a sacar la esencia de todo aquello que hacían”, explicaba Aguado.Temple, conceptos donde se juntan toreo y cante. Aguado hablando de temple. “Siempre confundimos temple con velocidad y no es así. Temple está mas cerca el compás que la velocidad. El temple es convencer al toro de cada vez embista más despacio”, resolvía Aguado.En su caso, Argentina buscando el temple “en ese sentirse ante el espectador pero sintiéndose primero cómoda con uno mismo”.“Puedes llegar a volverte un poco raro, pero tienes que buscar en esa profesionalidad para cuando llegue el momento de ponerte ante el toro o el espectador”, confesaba Aguado mientras que Argentina mecía en su voz el cante. Primero de los bonitos compases entrañables de ese acto.Reivindicación a la promoción ente de sus respectivas artes desde los medios de comunicación públicos.Te sientes cuando vas con alegría a dejar tu arte. La gente va a disfrutar, surgen cosas y esa es una de las cosas que crea un clima ideal para que el artista saque su arte. Necesitas esa conexión. Contaba un torero que en el año 2019 dejaba escrita en el albero onubense una de sus as intensas tardes toreras. No estuvo en el 21 pero vuelve a estar en los carteles de estas Colombinas y con la expectación por lo alto.“Yo me siento profeta en mi tierra. Quizás aquí es cuando mas nerviosa canto porque le canto a mi gente, a mi público y esa responsabilidad aprieta, pero es verdad que Huelva siempre me deja mucha alegría e intensidad” abrochó Argentina a la hora de hablar de su relación con Huelva.La misma alegría e intensidad porque Argentina volvía a dejar otro momento generoso de voz entre el temple de un fandango. A esas alturas de la noche la cantaora llevaba ya dos orejas en su esportón mientras que el sevillano no se ponía a gusto para dejar una pincelada con el capote que había en el escenario remitiendo al publico a verlo sobre el albero. Aún así Aguado quiso dejar patente su compromiso con la feria y con el aficionado de esta ciudadAun resuenan sobre el silencio del Gran Teatro el tintineo del compás de los zapatos de la cantaora. Argentina generosa. Pablo sobrio. Pura entelequia de una noche que cruzaba esa línea donde se funde el arte sin etiquetas.Pablo hablando de su tarde de Huelva. De sus sentimientos. En el quite, Argentina hablaba de tener los pies en la tierra. De lo efímero de un triunfo y del ansia de buscar mas allá del halago la motivación para el próximo clamor del público.