Politizar el toreo. José Luis Benlloch, director de Aplausos, maestro de periodistas, sensato, nada proclive a los excesos, fundamentado, serio, plantea algo que traduce lo que Pablo Moreno de Casa Toreros pidió al inaugurar la temporada en Bogotá: Los taurinos debemos salir del armario.

Y no se trata de adherirnos a una u otra banderia pues es imposible, dadas las sensibilidades de cada actor de esta vario pinta fiesta.

Pero sí de ser actores en ese juego de la política (todo es política, en el mejor sentido) para decirles que no somos tan pocos como muchos creen y que CONTAMOS como colectivo.

Aunque resulte reiterativo, el toreo no tiene ideología ni credo, es un sentimiento pero los tiempos que son nos obliga a dejar la indiferencia, a hacernos oír, a plantear en los foros que sea menester nuestra defensa del ritual taurino; politizar el toreo.

Dice el maestro:

Politizarse significa organizarnos, dejarnos notar como un grupo electoral. Demostrar que contamos en esa guerra de intereses que supone la batalla política. Que nos tienen en cuenta o de lo contrario lo notarán el día de las elecciones.

Insisto, politizarnos no es adscribirse a unas siglas a las que, por cierto, cada cual es muy libre de adscribirse o no; politizarnos es poner en valor nuestra opinión, que sepan que contamos en las urnas, que lo que están haciendo además de injusto es ilegal, y lo fundamental, lo único que entienden, hay que hacerles comprender que ignorarnos y/o pisotearnos tiene un coste.

Este portal comparte esa filosofía, pues el problema radica en que el anti taurinismo ha avanzado sin que poco ni mucho hayamos contribuido para enfrentarlos desde la civilidad, el combate ideológico, el del razonamiento.

Hablo de una batalla de ideas desde nuestro flanco taurino no de otra cosa, para que no se confundan y me acusen de algo que no he pensado, no he escrito, ni he promovido.

El tema del anti taurinismo a uno y otro lado del Atlántico nos lleva a esa situación de posicionarnos de una vez por todas en el escenario político.

Y reflexiona José Luis :

No somos los primeros que han pasado por una situación semejante. Recientemente remitían un comentario al Instagram de Aplausos, habribamos firmaba, en el que insistía en esa idea y apuntaba “debemos agruparnos y demostrar una tendencia electoral unánime, solo así salvaremos la Fiesta”.

Y ponía varios ejemplos

“el voto negro es una tendencia, decía, el católico es una tendencia, el latino es una tendencia. Y los políticos respetan los espacios sensibles que esas tendencias defienden”…

Y en España no es muy diferente, hay grupos minoritarios que los partidos tienen en cuenta.

Muy en cuenta por ese mismo motivo, que tienen sin duda mucho menos peso electoral que tendría el toreo organizado.

Con eso nos bastaría, con que nos tuviesen en cuenta, viniendo de donde venimos sería un logro que frenaría su vandalismo cultural e ideológico.