Se apagó la voz de Pastor Londoño Pasos

Se apagó la voz de Pastor Londoño Pasos

Se apagó la voz de uno de esos grandes personajes de la época de oro de la radio deportiva colombiana: el maestro Pastor Londoño Pasos, compañero de don Alberto Piedrahita, tolimense; del «gordo» Campunzano, bugueño; de Carlos Arturo Rueda.

Costarricense pero tan colombiano como el pandebono, de Julio Arrastia Brica, argentino y tan antioqueño como Pastor; de Mike Forero.

Londoño Pasos murió víctima de una neumonía, pero en la memoria de los colombianos quedará el recuerdo de sus transmisiones radiales.

Aunque estaba retirado de las narraciones hace más de 20 años, aún seguía participando de un programa diario en Radio Popular, emisora de Medellín.

Dice Eje21:

Por décadas los colombianos recordaron cada escena del inolvidable partido en el cual empataron a cuatro goles Colombia y la Unión Soviética en Arica, Chile, relatada por este antioqueño de pura cepa que tenía como meta emplear una palabra nueva en cada encuentro deportivo.

“Las buscaba en los editoriales de El Tiempo”, recuerda.

Ahora es metódico en sus actuaciones. Ya no va a los estadios. Si ve partidos en televisión, baja el volumen y prende una emisora. Se ha vuelto espiritual, reflexiona y deja ver sus pensamientos en su programa diario que tiene en Todelar Medellín.

Su mano derecha es su hija, la sicóloga María Natacha Londoño Restrepo, con quien conversa sobre las más recientes noticias y quien le da las instrucciones actuales de la tecnología.

Diáfano en sus conceptos. Prístino en sus calificaciones. Conversar con él, es charlar con el catedrático que sabe y que nadie puede controvertir.

–¿Cuál fue el partido inolvidable que narró?

–4 por 4 entre la selección de la Unión Soviética y la selección Colombia, en el Mundial 1962 en Arica Chile.

–¿Por qué cuando decía puede ser gol y la jugada estaba en la mitad de la cancha, era gol?

–Porque que como yo practiqué el fútbol, me quedaba muy fácil darme cuenta de lo que posiblemente iba a pasar y de ésta manera poderme anticipar a las jugadas y resultado.

–¿Sigue escuchando la Hora del fútbol?

–No. Solamente escucho a Hernán Peláez en Caracol.

–¿Se cansó de narrar goles?

–Me cansé.

–¿Algún futbolista le agradeció una narración?

–Muchos.

–¿Por qué decía dame la miel?

–Eso era un dicho para darle un poquitico de alegría a las transmisiones.

Tuve el privilegio de tratarlo en mi época en Caracol radio y esa jovialidad de este hombre, su sabiduría, su memoria de elefante, su capacidad para transmitir emociones la llevaremos por siempre.

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