Solitaria oreja a Ferrera en mano a mano con Urdiales en Logroño, con la decepciòn de Zalduendo
Zalduendo que manejò el desaparecido Fernando Domecq quine dejò semilla en Colombia con una punta que lamentablemente se puede perder , es hoy propiedad de don Alberto Bailleres el llamado rey de la plata en Mèxico que seguramente estarà tan decepcionado como los aficionados en Logroño por el juego de unos toros sin » alma», vacíos, cancinos, que querìan huir, que se defendían por la falta de fuerza, ( la verdad descastados )que no generaron emociones diferentes al hastío ( apenas se salva del naufragio ganadero en el tercero) en el mano a mano Ferrera-Urdiales que no pasò de discreto para ser políticamente correctos.
A la fiesta tambièn la matamos con corridas como la de este lunes. Eso sì el esfuerzo y la disposiciòn de los dos toreros , intachable.
Muletazos que se quedaban en proposiciones in terminar, toros que se caían, que salían con la cara alta y distraìdos como turista en Venecia.
Venìa don Antonio Ferrera de indultar hace unas horas en Nimes un toro de Margè en esta etapa en que ha surgido el barroquismo, intentos por innovar, a veces fallidos ( como ese pasarse por detràs de la cabeza la muleta para dar el pase ) y apreciables en algùn momento y en otros ineficaz. Y estuvo mas que correcto con el tercero al que algún despistado pidiò el indullto ( lo premiaron con con ovaciòn en el arrastre ). Porque una cosa es la bondad y otra la bravura y èsta no apareciò.
Urdiales en su tierra no fue profeta. Sus tres no valieron una misa y ese arnedano de las buenas formas, de la quietud, de la envergadura de sus lances y pases quedò desdibujado . Apenas un puñado de conjuntadas series que no salvan su tarde. Y no se puede achacar al pundonoroso torero.
El torero sigue creyendo en el motor del amor a la fiesta en su carrera : mientras tenga ilusión no dejaré de torear. Cuando muere la ilusión nace el miedo. Y es que es eso lo que ocurre, cuando acaba la ilusión, llegan las dudas de todo, entonces empieza el miedo a todo.
ZALDUENDO
Fue formada con reses navarras por don Joaquín Zalduendo a finales del siglo XVIII, pasando en sucesivas herencias a hijos, nietos y biznietos, hasta que en 1939 fue vendida a don Martín Amigot Serna, conservando el hierro, la antigüedad y divisa originales. En 1946 se hizo cargo de la ganadería su hijo, don Javier Amigot Sánchez. En 1965 fue adquirida por la Sociedad Anónima “Villaralto”. En 1987 es vendida a don Fernando Domecq Solís que, conservando hierro, señal y divisa, elimina todas las reses y la forma con la parte que le correspondió de la ganadería de “Jandilla”. En 2014 la ganadería es adquirida por Zalduendo S.L.U.
RESUMEN
ANTONIO FERRERA, ovación, oreja y ovación.
DIEGO URDIALES, ovación tras petición, palmas y palmas.