Un bravío, apasionado y solvente Colombo indulta y se va por la puerta grande en Mérida con encierro insufrible de San Antonio. Fco. de Manuel «Sol de Oro» de la feria.
( Colombo, en hombros con e empresario Josè Luis Rodriguez )
El encierro de San Antonio decepcionó. Sin clase aburridos, mansones, salvo el sexto de Jesús Enrique que supo tocar las tecas adecuada, que no dudó un instante en sus convicciones. En medio del delirio de la plaza toreó apasionadamente, sin medida, entregado, no se dejó nada en el tintero, la afición clamorosamente pidió el indulto que el palco no dudó en conceder, con la gente en pie se escuchaban esos estruendosos olés y las ovaciones al torero de San Cristóbal.
Las faenas se construyen desde el fondo del alma, se apela a todos los recursos válidos sin menoscabo de la tauromaquia que no es juna sola, es diversa y el joven torero de San Cristóbal conectó sin reservas con la afición que se e entregó sin medida. Esa conexión es lo que hace universal al toreo que es único por el intérprete pero abarca muchos mas caminos que los va trazando el artista.
Estamos ante una figura en ciernes. Tiene Colombo virtudes y dones Ojalá España no lo siente en el banco como decía el maestro Antoñete.
Tenemos toreros en América para mostrar, para competir pero las empresas al otro lado del mar no nos pueden dejar en el olvido que seremos como el título de una novela de Héctor Abad Faciolince..
Lo demás, en este festejo de cierre en la bella Mérida no merece sino el olvido y eso de Roca lo intentó y Orellana con sus limitaciones buscó el triunfo que le fue esquivo. Cortó una oreja del primero. Toros cancinos, mansones, sin » alma».
Roca Rey regaló uno de los Aranguez que poco sirvió y Orellana el octavo, bien presentado pero sin suerte para el torero de Tovar.