Se ofició misa de cenizas de Mario González en el barrio La Estrella de Manizales
Mario González Aristizabal, camarógrafo, vinculado los últimos años a la Licorera de Caldas, era un amigazo manizaleño. De esas amistades que uno va construyendo en este maravilloso mundo de los toros. Todos le queríamos, era una figura imprescindible en el callejón. Era el encargado de ponerle » la mulera » ( una especie de bufanda muy usada en esas tierras de Caldas y Antioquia entre los arrieros que aun surcan esas montañas ) a los toreros que cortaban una oreja, o dos o tenían el privilegio de la puerta grande.
La misa de cenizas a las 4 de la tarde en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio de La Estrella de Manizales se cumplió con nutrida asistencia de amigos y aficionados.
En tiempos de Tesma grababa las corridas y a quienes trabajamos para la televisión en esos tiempos nos suministraba las imágenes de la corrida. Estoy cierto que es una sensible perdida para todos los taurinos la partida de este mocetón de voz gruesa, corpulento y alma de niño que nos ofrecía el encanto de la palabra en la que son tan diestros los de la tierra de los Silvio Villegas, los Londoño ,los Ramírez Ocampo, » los azucenos».
Le dije a María Carolina Andrade, manizaleña de pro cuando me indagó por la noticia que averiguaría y lamentablemente el corazón de Mario no resistió, me apuntó el maestro Mario Jiménez.
No tengo un vocablo para expresar el dolor que me causa el deceso de este buen amigo y solo puedo decir » que la tierra te sea leve»