Victoriano del Río despliega un corridón en Nimes

Victoriano del Río despliega un corridón en Nimes

Victoriano del Río despliega un corridón en Nimes. Sí, es verdad que el maestro Ponce salió en hombros, que cortó tres orejas, que Emilio de Justo se llevó una 1 y que Curro Diaz estuvo y no estuvo en Nimes pero el gran triunfador es Victoriano del Rio que se echó un corridón de toros, emocionante, bien hecho, con trapio y juego maravilloso.

Victoriano del Río «fue descubierto» por el maestro Rincón a quien le salió una excepcional corrida y sus colegas de entonces ni cuentas le echaban al criador.

El maestro de Bogotá, atento y cuidadoso, dijo: «Este es y fue y es y será», porque da gusto ver encierros como el de este viernes en Nimes.

El ganadero anota sobre ese segundo semestre para la crianza del toro : A partir de julio los toros embisten de otra manera.

Cuando muere la hierba el toro bravo está más fuerte, más completo y ha perdido ya el nervio o el celo de la primavera y ya está más tranquilo y de otra manera. A nosotros nos examinan todos los días aunque sea en un pueblo.

EL DOMECQ

El encaste domecq tiene la virtud de que puedes llevarle donde quieras. Le puedes llevar a la mansedumbre más absoluta o a la bravura remontada insoportable.

Yo parto de la pureza del encaste domecq pero he hecho un tipo de toro que se diferencia bastante de Garcigrande, de Jandilla o de cualquier ganadería de las que hoy están ahí.

Eso es porque yo entiendo que el toro que creamos es el toro que nos gusta y el que soñamos. Lo ponemos en práctica al matar una vaca o dejar otra porque ya has modificado el estilo de conducta de los animales. Y eso es lo que ocurre.

Cada ganadero este tipo de ganadería la puede llevar donde quiera. En cambio otros encastes son mucho más difíciles porque están más unificados y porque hay que saber lo que tienes entre manos.

Y vaya por delante la breve historia de la divisa triunfadora en Nimes :

Por división de la ganadería de don Juan Guardiola Fantoni, que procedía de Gamero Cívico, uno de los lotes correspondió a su hijo don Manuel Guardiola Soto, el cual lo vendió en 1951 a don José Luis Vázquez Garcés, agregando vacas y sementales de Santa Coloma.

En 1973 la adquieren los Hermanos Vázquez Silva vendiéndola en 1982 a Doña Leandra Díaz Martínez, que anuncia “El Retamar”.

En 1985 la adquiere su actual propietario, que elimina todo lo anterior y la forma con un lote de don Juan Pedro Domecq, otro de don Luis Algarra Polera junto con el semental Aldeano y setenta vacas y tres sementales de “Jandilla”.

Posteriormente agrega más vacas de “El Torreón”. En 2002 compró por sorteo una octava parte de la ganadería de “Toros de El Torero”, todo de procedencia Juan Pedro Domecq y Díez.

Bueno, pues en Nimes Enrique Ponce abrió con un notable toro de Victoriano del Río por su clase y nobleza no exentas de casta.

Y agrega el informe de la Cope:

El valenciano firmó una faena superficial con altibajos de firmeza. La basó en el pitón derecho, aunque los momentos más profundos llegaron en una tanda al natural. Un final por poncinas y ayudados por bajo dio paso a media estocada caída.

Una oreja paseó Ponce mientras se despedía con una fuerte ovación al toro del hierro madrileño.

El cuarto fue un toro estrecho de sienes que tuvo un comportamiento noble aunque flojo. Ponce, a los sones de La Misión, levantó un trasteo basado en la puesta en escena.

Una tanda al natural, a cámara lenta, fue la más conseguida. Mató de una estocada baja en la suerte de recibir y a sus manos fue a parar el doble trofeo.

Otro buen toro fue el primero del lote de Curro Díaz, un animal que le pegó una fea voltereta en los primeros tercios pero que embistió con con buen aire por ambos pitones.

El de Linares ligó mucho pero siempre en la pala del pitón. Se le jaleó todo, sin embargo. Media estocada trasera y un golpe de descabello dejaron todo en una ovación de reconocimiento.

El cuarto de Victoriano fue un ejemplar con más movilidad que entrega en el último tercio. La faena fluctuó entre la ligazón que puso el torero y la emoción en las embestidas del toro.

Una tanda al natural fue el cénit de un trasteo que concluyó de un pinchazo hondo y una estocada caída. Curro dio la vuelta al ruedo.

‘Descreído’ fue el tercero, con el hierro de Toros de Cortés. Un toro bravo de principio a fin, en todos los tercios. Y ante él Emilio de Justo, que brilló en un ceñido quite por chicuelinas y después, toreó con temple, ceñimiento y profundidad por ambos pitones aunque la faena fue a menos.

Alargó el trasteo y pinchó antes de agarrar una estocada en los mismos rubios. La oreja para el torero y la vuelta al ruedo para el toro fueron premio justo para ambos.

El sexto se gastó mucho en el tercio de varas y le duró lo justo la correa. Mientras embistió con brío, De Justo toreó con encaje y limpieza. Y cuando el toro bajó de revoluciones, lo exprimió en la distancia corta.

Destacó una tanda al natural con la derecha en las postrimerías de la faena. Dos pinchazos previos a la estocada final dejaron sin premio al extremeño.


FICHA DEL FESTEJO

Nimes (Francia), viernes 18 de septiembre de 2020. 2ª de Feria. Media plaza con el aforo reducido.

Cinco toros de Victoriano del Río y uno de Toros de Cortés (3º), muy bien presentados y de buen juego en conjunto. Corrida brava en el caballo y con los matices propios de la casta. Destacó el bravo tercero, premiado con la vuelta al ruedo.

Enrique Ponce, oreja tras aviso y dos orejas.

Curro Díaz, saludos y vuelta al ruedo.

Emilio de Justo, oreja y silencio.

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