Juan Ortega, dos orejas, Luque, pletórico, 1 y Morante silenciado en Sevilla
Lo de Juan Ortega hoy en Sevilla es para enmarcar. No se puede honrar con más torería a Sevilla, a lo que significa la belleza en plenitud del toreo, a sublimar este arte hoy tan denostado por quienes desconocen su trascendencia espiritual.
Quizás sea repetitivo : paro el tiempo como Curro Romero pero así fue lo de La Maestranza con este andaluz de pro. La magia del toreo a plenitud. Gracias Juan Ortega.
Y qué tal este natural de Ortega ?
Morante aun no ha hecho estallar a Sevilla, Luque ya sabe lo que es cruzar la Puerta del Príncipe y Juan Ortega le entregó a la afición esa faena rotunda en el sexto.
Pero Morante siempre nos regala un detalle, un punto y aparte y con el capote, mejor se daña.
Morante tampoco encontró ese toro que le permita crear esas imágenes que solo un torero como el de La Puebla es capaz de labrar. No había materia prima ( el toro ) y por mas cincel, no es viable.
Pues Luque estuvo pletórico. Una cordobina lentísima, eterna en su primero de esos lances que quedan en la memoria ( Inventada por Jesús Córdoba, se inicia como una tafallera pero con el compás abierto ) ,y en su segundo metió en vereda al toro, le dio la lidia adecuada, supo sacar agua de lo que parecía un desierto y compuso un cuadro hermosísimo con la muleta de principio a fin.
Oreja de peso, de esas que valen oro. Puede ser poco pero deja esa sensación de la conquista, de lo bien hecho y bien «arrematao», que decía El Guerra.
Ortega esbozó con el capote lo que sería una rotunda faena con pasajes de verdadera elación, de remembranzas de antiguas tauromaquias. Bello trasteo y dos orejas.
RESUMEN
Morante de la Puebla, silencio tras aviso y silencio tras aviso;
Daniel Luque, ovación con saludos y oreja tras aviso;
Juan Ortega, silencio y dos orejas
Ya está instalado ese aroma de azahar y en el ruedo hubo instantes emotivos pero sin que con Morante en el cartel haya llegado esa explosión de jubilo
El testigo, el encierro de Domingo Hernández y Garci Grande. Dos sobreros, uno de García Jiménez y otro de Núñez del Cuvillo.
ORDEN DE LIDIA
1º Nº 65. BRAZALETE. Negro. 578 kg. 11/18 (Domingo Hernández)
2º Nº 02. FANTASMÓN. Castaño claro. 531 kg. 04/19 (Domingo Hernández)
3º Nº 77. SALTARIOS. Negro. 575 kg. 11/18 (Garcigrande)
4º Nº 53. ACEDADO. Negro. 519 kg. 11/18 (Garcigrande)
5º Nº 92. TREINTA Y TRES. Colorao. 518 kg. 02/20 (Domingo Hernández)
6º Nº 74. FLORENTINO. Castaño claro. 516 kg. 11/19 (Domingo Hernández)
SOBREROS
1º Nº 47. ESTÉREO. Colorao. 501 kg. 04/20 (Hnos. García Jiménez)
2º Nº 94. BERLANGUILLO. Negro bragao. 560 kg. 10/19 (Núñez del Cuvillo)
De Pozas de Hinojo (SALAMANCA)
Divisa – Azul, encarnada y verde
Señal – Hoja de higuera en ambas.
Antigüedad – Sin Antigüedad
Procedencia – D. Juan Pedro Domecq Solís
GANADERIA DE DOMINGO HERNANDEZ
Historia – En 1924 don Rafael Lamamié de Clairac adquiere para su hijo don Leopoldo el hierro y la cuarta parte en que se divide tras la muerte de don Luis Gamero Cívico, la ganadería que éste había adquirido a don Fernando Parladé. En 1992, don Antonio Peláez Lamamié de Clairac vende exclusivamente los derechos del hierro a don Domingo Hernández y éste le agrega las reses de su ganadería que pertenecían a doña Amelia Pérez-Tabernero y don Domingo Ortega, con sementales de “Garcigrande”, procedencia de don Juan Pedro Domecq.