!!Quien lo creyera!!, el maestro Manuel H. se nos fue hace 11 años pero es tan viva su presencia que no me di cuenta que estamos celebrando el centenario de su nacimiento.
Lo tengo tan presente, en la plaza De La Santamaría o tomándonos un humeante chocolate en «La Florida» (que ojalá no vaya a desaparecer por esta pandemia), o recorriendo la carrera séptima, o en su estudio de la calle 22.
Cachaco en sus formas y fondo, me hablaba de esos tiempos aciagos del 9 de abril en el conocido como «el bogotazo», y como dejó el almuerzo servido tras oír la noticia del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán.
Por que fue uno de los primeros fotógrafos en captar las imágenes de ese hecho que enlutó a Colombia.
De cómo en una fracción de segundo tomó la que se considera la foto icónica de Manolete, tras una faena en en el 46 en La Santamaría de Bogotá, donde no cabía un alfiler y el pequeño fotógrafo captó ese momento de tragedia maravilloso del monstruo de Córdoba.
Si me demoro un segundo o me adelanto, la foto no existe, esa es la paradoja de nuestro oficio, me relató.
El mejor homenaje será recuperar ese archivo por instituciones como el Banco de la República o el Archivo Nacional pues la obra del maestro bogotano es imprescindible para mirar con sentido crítico más de medio siglo de un país maravilloso, a veces cruel pero dulce como la mandarina.
Richard Emblin dice :
Manuel H. era el colombiano Capa: un hombre que durante más de medio siglo capturó la historia y los «momentos» de su país con su emblemático Rollei. Y al igual que Capa, su carrera en el fotoperiodismo nació del caos y la violencia.
Llámalo circunstancia o destino, pero la vida tiene una forma extraña de arrastrar a ciertas personas al «momento».
Para Robert Capa, sin duda el mejor fotógrafo de guerra de nuestro tiempo, llegó el momento en que fotografió al miliciano republicano español cayendo después de recibir un disparo en sus colinas de Andalucía el 5 de septiembre de 1936.
Y lo cierto es que Manuel H con Leo Matiz, Sady, Nereo, entre otros; fue capaz de reflejar la vida agitada de una Colombia donde parece que la violencia es nuestra compañera de viaje. Nos hemos acostumbrado tanto que asumimos que es nuestro fatal destino y va del brazo con nosotros.
Ricardo Arcos-Palma anota :
Manuel H. también fue testigo de hechos históricos transcendentales de nuestro país: el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y la revuelta popular que siguió a este hecho conocida como el Bogotazo (1948) donde buena parte de la ciudad fue destruída; este hecho hizo que Manuel H, se convirtiera en reportero para la prensa.
La caída de Rojas Pinillas en 1957 también fotografiada.
Su lente captó la acelerada transformación urbana de Bogotá: en estas fotos podemos ver las famosas salas de cine de los años cincuenta como el Teatro Colombia (hoy Jorge Eliécer Gaitán) y el Teatro México, o el Olympia de los años ochenta.
La construcción de la torre de Colseguros que reemplazó el tímido edificio de dos plantas de Icollantas (1964) y la construcción de las Torres del Parque (1970).
Las fotos de hechos cotidianos como el desbordamiento del río San Francisco.
También capturó en su lente momentos memorables como la venida del Papa Pablo VI (1969) y la visita de los Reyes de España (1976) .
O una corrida en la antiguo Chapinero en una improvisada plaza de toros frente a la Iglesia de Lourdes (1962).
La historia de Bogotá y del país político y cultural fue congelada por Manuel H.
Con Luis Galindo fuimos a verle al hospital un día antes del deceso y seguía contando anécdotas, y las fotos que tomaría en la próxima temporada taurina, y de su archivo, y de su familia , y «de esta vaina de los achaques».