Emotiva semblanza de Pablo Lozano de su padre. Pablo Lozano, hijo, es apoderado, escultor y un hombre adusto, serio pero cariñoso, la viva imagen del padre a quien le ha dedicado unas bellas palabras ahora que «el viejo» se ha ido tras no poder vencer al coronavirus.
He visto estos días a hombres duros y de gran fortaleza ante las adversidades, hombres acostumbrados a aguantar el miedo demostrando valor, hablar de mi padre con lágrimas en los ojos y con un nudo en la garganta. He visto en todo momento cariño y respeto.
Don Pablo, como todo el mundo le llamaba, infundía respeto, pero también cercanía, humanidad. Repartía su sabiduría con generosidad, lejos de cualquier vanidad o jactancia. En él nunca había pose, todo era natural, como naturales y directas eran siempre sus palabras.
Siempre lo vi grande. Pero ahora su figura se agiganta y compruebo con orgullo la consideración real , cariñosa y cercana con la que la gente lo recuerda. Mis hermanos y yo hemos sido unos privilegiados, ahora más que nunca me doy cuenta.
Sé que mucha gente que habría deseado despedirse de él no ha podido hacerlo y que lo lamentan sinceramente. Son la multitud de amigos que llaman y escriben con palabras que salen del corazón. Cuando termine esta horrible pandemia, no sé cuándo, si en meses o en un año, celebraremos un oficio religioso donde todos nos podamos reunir para recordarlo. Mi padre era un creyente convencido y le gustará.
Un año justo separa la famosa novillada de selección en La Aurora (01-11-64) de la fecha de su alternativa en Monterrey (07-11-65), con don Lorenzo Garza Arrambide.
Nada menos, como cabeza de un cartel sugestivamente neoleonés, que, con toros de San Miguel Mimiahuápam, completaba Humberto Moro, el muletero de Linares.
Ese día, más nublado que luminoso, no sólo Monterrey sino todo el México tenía puesta la mirada en lo que ocurriera en el coso regiomontano, fugaz reaparición del Ave de las Tempestades para investir de matador de toros al joven Martínez: el antiguo amo del pase natural, ídolo de legiones, y la mayor promesa mexicana en dos o tres generaciones.
Desde su debut en la modesta placita de Ciudad Neza, Manolo Martínez había causado asombro y despertado ilusiones sin cuento, tan dueño se le vio desde un principio de ese sello tan personal que era, al propio tiempo, inequívocamente clásico.
Rondaba en las conversaciones el nombre de Paco Camino, para los mexicanos el artista non de la época, y cuando nos enteramos de que Leodegario Hernández, empresario de la Monumental de Monterrey, había convencido a Garza para que volviera a ceñir el chispeante a fin de apadrinar la alternativa de su paisano.
La tarde del 7 de noviembre de 1965 quedó marcada por un inesperado rito de continuidad: el viejo rey heredándole su cetro al emergente delfín.
Inesperado porque hacía lustros que nada se sabía de Garza, ni nadie iba a exigirle la reedición de sus antiguos triunfos: simplemente que cumpliera con ese papel doblemente simbólico, bajo el testimonio de un tercer neoleonés de nombre menos sonoro pero seguramente más puesto dispuesto a ofrecer el contrapunto de su sentida y templada muleta.
Si la zurda de Lorenzo había sido la más famosa de su tiempo, a Humberto Moro se le designaba en los carteles “el de la izquierda de oro».
Y Manuel Martínez ya había acreditado acendrado gusto por darle juego a es misma mano que, en frase ya en desuso, era «la de cobrar» billetes grandes. Repaso lo escrito y caigo en la cuenta de cuánto nos escamotean hoy el pase natural lo mismo los ases que los maletillas.
Primer triunfo
A las cuatro en punto suena el clarín y a poco parten plaza las cuadrillas encabezadas por Garza (verde pálido y oro), Moro (corinto y oro) y Martínez (negro y oro).
Los saludo un clamor estentóreo, que da paso en seguida a espeso silencio de expectación, roto por una ovación que los llama a los tres a saludar desde el tercio.
Y ya asoma «Traficante», con 450 kilos y la promesa de develar los alcances del nuevo fenómeno. Y
Manolo Martínez no se hace esperar, desafía al de Mimiahuápam desde los medios y, muy parado, da suave vuelo a su capote en verónicas de corte clásico, que clausura con media muy torera.
Bravo se comporta el de Barroso Barona con los caballos, y bravíamente regiomontano el catecúmeno, que en las meras barbas de Lorenzo Garza se echa el capote a la espalda a la manera del Ave de las Tempestades y carga la suerte en gaoneras de alcurnia, con ganancia de terreno y opulenta revolera como remate.
Tiene prisa el joven porque el segundo tercio se cubra con toda presteza, pero no su padrino, que calmosamente recoge muleta y espada, cumplimente al juez y dedica a Manolo un largo parlamento en el que se adivina particular cordialidad.
Ya tiene México un nuevo matador, que manda cerrar a tablas al burel y lo saluda con varios ayudados por alto echando la pierna adelante y haciendo saborear al suerte.
Y en los medios, qué manera de correr la derecha para trazar la curva amplia del derechazo en varias tandas de amplio y templado discurrir, rematadas con largos pases de pecho igualmente derechistas.
El toro es muy noble, y no faltará la teoría de toreo izquierdista, rematado asimismo sin cambiar la muleta de mano.
El chico está a gusto, la gente feliz y «Traficante» no da muestras de agotamiento y continúa embistiendo de maravilla, confirmación de que los toros mejoran y van a más cuando se les trata con tan cuidadoso mimo.
La duda estriba en la capacidad de Manolo para honrar la categoría de matador que acaba de tomar, pues como novillero han sido más sus faenas malogradas con la espada que las que coronó dignamente.
El pinchazo confirma temores, pero, enseguida, tres cuartos de acero bien arriba dan por tierra con el mimiahuapense y hacen que el tendidos se vistan de blanco y la autoridad conceda la oreja.
¿Será presagio de un futuro abundante en dianas y trofeos? El padrino sonríe satisfecho mientras el ahijado, emocionado, da la vuelta al ruedo mostrando el apéndice obtenido bajo una cálida, inacabable ovación. La cornada
Aunque Manolo ya había sido calado, precisamente en la ejecución de la suerte suprema y por un novillo de Santo Domingo con el que estaba repitiendo el triunfo de su presentación en la Plaza México (27-06-65), la que le asestó el sexto de la tarde de su alternativa fue más fuerte e inesperada.
Mimiahuápam, que envió un encierro de alta nota para la ocasión –don Luis Barroso había acogido a Martínez con gran generosidad, en una época en que los ganaderos de tronío no desdeñaban tutelar los primeros pasos de un prospecto prometedor.
Se encontró como sexto con otro ejemplar estupendo, al que el recién doctorado estaba muleteando a placer cuando, en el primer pase de una tanda con la diestra citando desde largo al bravo ejemplar tlaxcalteca, un parpadeo, una pequeña duda de ésas que no perdonan los toros de buena casta, hizo que el astado lo sintiera, estirara el cuello y lo ensartara por el muslo izquierdo, asestándole una cornada de 30 centímetros que, sin lesionar vasos importantes, dejó el fémur al descubierto.
Se truncaba así una tarde que pudo ser de triunfo definitivo para el nuevo doctor, que pálido de dolor pasó a la enfermería, mientras Garza despenaba a su heridor tras unos cuantos muletazos.
Una tarde para el recuerdo
Lorenzo acreditó su clase y hasta fresco se vio, conquistando a cambio la oreja de su primer adversario con el que, con capa y muleta, había tenido mucho más que destellos de su legendaria solera.
Estuvo diligente y cumplidor toda la tarde, sorprendiendo a quienes ya nada esperaban de sus muchos años y una larga vigilia sin torear.
Y Humberto Moro, a quien correspondió el peor lote, luego de provocar olés estentóreos y hasta sombreros rodando por la arena al quitar por dormidas chicuelinas en el primer toro de Garza, obsequió un séptimo, también de Mimiahuápam y de magnífico estilo, que le permitió correr su templadísima mano diestra con sabor desmayo, y cobrar, tras eficaz estocada, el tercer apéndice de la histórica corrida.
Hermoso final para una tarde con guiños luminosos al presente, el pasado y el futuro. El cual, más allá del inoportuno percance, no podía ser más promisorio para el nuevo matador.
Reveladora entrevista
Desde México, se la hizo a Manolo Manuel García Santos. Fue breve iba a mostrar tanto la clase de torero que ya era el regiomontano como las razones por las que la corrida no tuvo la cobertura esperada por los principales medios capitalinos.
García Santos: «–Siempre que en la plaza hay una cornada, el torero ha cometido un error»–expresó Domingo Ortega… –Los toros no cogen a los toreros.
Somos nosotros los que cogemos a los toros–, afirmó Antonio Márquez… Dos cosas quedaron de manifiesto: a) El toro avisa siempre antes de coger… b) Si el torero no sabe por qué lo ha cogido el toro, entra en su espíritu la duda y hace su aparición el miedo…
Estuve con Manolo Martínez en la ganadería de Mimiahuapan (sic) viendo, antes de que la embarcaran, la corrida que iba a ir a Monterrey… Una corrida con trapío, muy igualada, graneada a su tiempo y con esa encornadura que los toreros califican de cómoda.
Yo escrutaba a Manolo Martínez mientras él miraba y remiraba a los toros y sólo pude verle satisfacción en el gesto…
Decidimos un grupo de amigos asistir a la corrida y adquirimos los boletos de avión.
Pero el domingo en la mañana, después de tres aplazamientos en la salida de la aeronave, por el mal estado del tiempo en Monterrey. Decidimos no efectuar el viaje.
¡No había seguridad ni en el aterrizaje ni en que el tiempo permitiera la celebración de la corrida! ¡A qué emprender un vuelo que podía ser inútil! Fuimos a la corrida-concurso de ganaderías a Tlaxcala.
Y por la noche, en México nos enteramos de que Manolo, que había cortado la oreja al toro de la alternativa, había sufrido una cornada en el sexto. Telefónicamente nos comunicamos con el sanatorio donde lo habían operado.
–¿Qué pasó, Manolo?… –Nada. La corrida salió muy buena. Garza cortó la oreja a un toro y Humberto Moro a otro. Los dos salieron a hombros de la plaza. Yo le corté una oreja al toro de la alternativa y el otro me cogió. Una cornada limpia. Estaré bueno pronto.
–¿Por qué te cogió el toro?–… –No me cogió. Me cogí yo solo…
–¿Qué pasó?… –El toro era muy bueno, estaba haciéndole cosas, me engolosiné y lo cité de muy largo, lo aguanté y le di un gran muletazo. Repetí más de largo, no lo aguanté lo necesario y el toro me vio y me la pegó… Cuando reaparezca repetiré ese lance.
Lo que no repetiré será el dudarle ni un segundo. ¡A los toros la menor duda les muestra la diferencia entre el engaño y el cuerpo!…
Ya está tratado, por Manolo Martínez, el tema que tanto me interesaba desarrollar. Ojalá sirva para evitar algunas cornadas de ésas que no dan los toros… (sino) que se dan a sí mismos los toreros. (Lunes de Excélsior, 13 de noviembre de 1965).
ManoloMartínez sufriría, a lo largo de su carrera, 15 cornadas de diversa gravedad. Seguramente no lo traicionó la cabeza de torero que revela este breve diálogo sino el compromiso de defender su sitio de primera figura.
Lo que el regiomontano ya pintaba para ser desde que tomó la alternativa.
Nada impide que venga una corrida de Victorino. Podrían lidiarse en Cali hasta dos hijos de «Cobradiezmos». No hay en este momento una sola norma que impida que venga un encierro español a Colombia.
Como han venido, en otro campo de la fiesta, los caballos de rejoneo de las figuras.
Tendrán que cumplirse los protocolos (cuarentenas en España y en Colombia y el lleno de otros requisitos exigidos por el ICA para cristalizar la idea).
Y no es que no hayan llegado ganaderías españolas a lidiarse en nuestras plazas.
Pues se recuerda en Manizales una de Miura, en Cali otra con el hierro del maestro Ortega Cano y su esposa entonces, doña Rocío Jurado; en Bogotá una del Capea (solo para citar tres hitos pero hay mas).
Victorino MARTIN HA CONTADO EN «La Media Verónica» que podrían llegar hasta dos hijos del mítico «Cobradiezmos» indultado en Sevilla por Manuel Escribano.
¿Por qué no?, dijo el ganadero aunque admitió que es muy temprano para saberlo con certeza.
Pero uno se pregunta si ese hecho se concreta allá por el 2021 si hay condiciones, si existe en el campo bravo el suficiente ganado como para traer del exterior.
Aunque, claro, siempre apetece ver lidiar a una ganadería suigeneris.
Como la de Victorino que hace unos 15 años estuvo a punto de venir pero «las cosas se torcieron».
El nuevo empresario de Cali, Alberto García, anunció que entre las novedades que trae, a futuro, es que se lidie en Cañaveralejo un encierro de don Victorino Martin.
Así que entre pros y contras, suspiros por Cobradiezmos, y reparos por lidiarse una corrida «extranjera» en momentos de grande angustia.
Porque la pandemia ha hecho que se envíen al matadero decenas de reses, es probable que que el hierro de la A.
Coronada lo veamos en el ruedo caleño.
Pero hay pros y contras.
AÑO 1905, UN AÑO PARA ENMARCAR
El Conde de Santa Coloma, probablemente en compañía de su hermano el Marqués de Albaserrada, compra la mitad de la ganadería de Eduardo Ibarra, puro origen Vistahermosa.
Pero pronto incorporan vacas y sementales del Marqués de Saltillo, también de origen puro Vistahermosa, y paulatinamente se deshacen, mediante la venta, de las madres de origen ibarreño.
Estas ventas se realizan a Félix Suárez, Coquilla y Graciliano Pérez Tabernero.
El matador de toros madrileño José Manuel Inchausti, ‘Tinín’ , ha fallecido este domingo a los 74 años de edad, después de luchar contra la enfermedad que finalmente lo venció.
A él que fue un hombre de retos y que para el recuerdo queda ese pasodoble en su honor cantado nada menos que por doña Rocío Jurado.
Panorama Taurino habló con el veedor Tinín, que en tal calidad vino varias veces a Colombia representando a un torero.
Hoy hablamos con un torero que supuso una irrupción descomunal en los años 60 arrasando en Madrid y en todo el orbe taurino. Hablamos con Tinín, una figura indiscutible durante su corta trayectoria en los ruedos pero cuya hoja de servicios deja clara su dimensión.
En la actualidad es uno de los veedores más reputados de nuestro campo bravo.
¿Tinín, cómo lleva el confinamiento?
Cómo lo voy a llevar, mal. Hay que cumplir lo que nos indican las autoridades sanitarias y yo soy uno más, cumpliéndolo estoy. De salud bien, sin salir es muy difícil que te contagies.
¿No está yendo al campo?
Voy al campo con la autorización que me dan los ganaderos para hacer una función determinada: ver toros o tentaderos. No hay más opciones que las que marcan.
¿Se lleva peor al estar siempre en la carretera?
Hay que asumirlo. Este año no se va a pasar en blanco porque habrá algún festejo en agosto y septiembre. El negocio está por los suelos, no sólo nuestro negocio, así está todo el mundo.
¿Cómo va a afectar esto al mundo del toro?
Mucho, el año va a ser nefasto. La suspensión de una Feria hace mucho daño, ya sea Chinchón o Pamplona. Mira las ferias que se han suspendido ya: Madrid, Valencia, Castellón, Murcia, Albacete, Sevilla… Lo que se de va a ser muy reducido.
Ojalá las ferias que nos quedan como Palencia, Valladolid, Logroño o El Pilar puedan dar algo y algunos pueblos también. Todo se va a reducir y es normal. El empresario cómo no se ponga de acuerdo con el Ayuntamiento o la Diputación no va a dar toros.
Un empresario particular no se va a jugar su dinero y la responsabilidad la van a tener que asumir los organismos públicos. Esto no lo veo bien pero es natural que sea así.
¿Qué tiene que hacer el mundo del toro para hacer frente a la crisis?
Hablar con las administraciones para rebajar los impuestos. El toro es el segundo espectáculo de masas que más IVA paga, se paga una barbaridad de Seguridad Social, se paga una barbaridad de médicos, de veterinarios… O las administraciones ayudan para bajar esto o no queda otra que reestructurar el toreo por completo.
Con este Gobierno es difícil pensar en una ayuda. ¿Cómo se llevaría acabo la reestructuración en el mundo del toro?
Va a ser muy complicado, no creo que el Estado nos ayude mucho. Hay que volver a los pueblos, allí se hacen los toreros. Se deben dar novilladas sin caballos, las escuelas ayudan a quitar a los chicos de la calle y les dan una profesión.
Tenemos que reestructurar la fiesta en los pueblos, ahí está la base de todo.
Los toreros deben bajar su dinero, los ganaderos también, todos…
¿Tinín, qué le parece la idea del Gobierno Andaluz basada en reducir el número de integrantes de las cuadrillas?
Quitando las figuras del toreo que sí pueden asumir el dinero de las cuadrillas, y quitando los 5-6 toreros que se acercan a esa condición, no supone lo mismo este dinero para todos.
Un novillero que torea 50 asume mejor que uno que sólo cobra un día los 4800 euros de los mínimos. No es normal que un subalterno cueste igual a un torero que cobra los mínimos y torea 1-2 que el que es figura y torea, por otros dineros, 50.
Estoy de acuerdo con la reestructuración del mundo de los subalternos, sabiendo que son indispensables.
En México, que es el segundo país que más festejos da, no hay novilladas sin picadores. Empiezas en el campo y pasas a novillero con picadores del tirón. Cómo hay dos toros hay dos banderilleros, un picador, no hay mozos de espadas, no les pagas ningún gasto.
Contratan al subalterno y le dicen que a las 3 de la tarde tienen que estar en Tijuana. La cuadrilla va por su cuenta, se paga sus gastos. El mozo de espadas suele ser un amigo que no cobra, los de las figuras sí cobran. Aquí hay una Unión (UNPBE) muy arraigada.
¿Por qué vale igual un banderillero malo que uno bueno?
Los toreros buenos cobran más que los malos. Si ellos dicen que son buenos, que no dudo que los haya, que lo demuestren delante del toro. Cómo hay más banderilleros malos que buenos les dicen a los buenos, que son menos, que mandan ellos porque son 900 frente a 100 y manda la democracia. En esas condiciones mandan los que no van al toro.
¿Cómo lograr cambios?
Ésa es la lámpara maravillosa de Aladino. Dicho esto yo empezaría con un banderillero por toro, un picador y un mozo de espadas. Ahora el mozo de espadas tiene un ayuda y hasta el ayuda tiene quién le ayude.
Las figuras lo pueden pagar pero los demás no, eso es así. Hay que reestructurar esto porque es inviable económicamente. Los pueblos se están plantando cómo ha mostrado el Foro de Novilladas. Sí, hay que reestructurar todo para que esto sea viable o el futuro es regular siendo optimista.
¿Cree que los empresarios deben cambiar también?
Si les gusta esto y han ganado dinero deben poner sus dineros para invertir en esto, ayudar a la Fiesta. Casi todos los empresarios solventes que tenemos en el país han empezado de la nada. Han ido progresando, han sido listos, han arriesgado… el que se ha hecho rico debe reinvertir una parte de su dinero en garantizar el futuro de la Fiesta.
¿Tinín, las figuras deben ser más generosas?
Por supuesto. Su condición de figura es indiscutible, son los que llevan a la gente y los que mantienen la Fiesta. Deben bajar los dineros que cobran.
Tú vas a una corrida de toros con figuras y no hay gente y la figura es capaz de quitar un millón-dos-tres de pesetas mientras que todo el resto del conjunto taurino no rebaja nada.
A un ganadero le puedes quitar medio millón pero dos millones no porque muchas veces es lo que les pagan por la corrida. Una figura sí puede quitarse porque son los que más ganan.
¿Cree que eso siguen haciéndolo cuando no hay gente cómo se hacía antes?
A lo mejor con un Ayuntamiento son más duros pero con los empresarios concretos suelen acoplarse. El resto de los toreros no puede quitarse nada porque no lo tienen.
No cree que quitan el dinero sólo a los empresarios de su grupo Me estás metiendo mucho los dedos pero creo que hay un cierto monopolio empresarial.
¿Cómo cree que va a evolucionar esto de cara al futuro?
Lo veo mal, veo que esto no se va a recuperar en dos años por lo menos. El Gobierno no ayuda, destruye la Fiesta porque no les gusta, con Iglesias a la cabeza. Además los antitaurinos se están creciendo pese a que no se sostienen con lógica de ninguna manera. Siguiendo sus teorías, a nosotros nos comerían los animales.
El maestro Tinín trabaja como veedor. ¿Cómo ve la situación del campo en la actualidad?
Muy mala. El ganadero tiene que seguir gastando porque el ganado requiere comida, veterinarios, personal para manejarlo… son los verdaderos perjudicados de esto. Da pena ver cómo matan la mitad de los animales. Se va a pasar de casi 500 corridas de toros a la mitad por lo menos.
¿Qué solución hay para esto?
Empezaremos porque el Gobierno nos trate de la misma manera que a los demás. No es normal que la distancia social sea de 2 metros y a nosotros nos metan 9 metros cuadrados. Con un 50% que dejaran en el aforo, con un buen ajuste económico de todos, se podrían dar las ferias reduciendo el número de festejos.
La pena de esto es que torearán sólo las figuras y los chavales que empiezan o que están creciendo se van a quedar parados.
Si por ejemplo dieran Zaragoza, Logroño, Palencia, Valladolid, que yo entiendo que se deberían dar, al 50% de su aforo se podría bajando los impuestos y apretándonos todos.
Ruedan por las redes fotos de la Gripe española, que no era española, con gente en los toros con sus mascarillas puestas. Creo que con la gente equipada, con la distancia de seguridad adecuada, y con los ajustes necesarios, se podían dar toros.
Nos “marchamos” a su carrera. Maestro Tinín, ¿cree que hay menos competencia ahora que en su época?
No lo sé, competencia siempre hay. Lo que sí te puedo decir que la relación entre los toreros era diferente, ahora hay más amiguismos. A mí nunca me han dado una palmada en el culo ni un beso en el patio de cuadrillas.
A mí nunca se me ocurrió llegar a Antonio Ordóñez o Girón y darles dos besos y una palmada en el culo, eso es lo que veo ahora.
Los besos se les dan a las mujeres, a tu madre, a tus hermanas y a la gente que quieres. ¿Tinín, un beso qué demuestra?
Al que le doy un beso es porque le quiero, sea hombre, mujer o lo que quiera. Eso no lo entiendo ni lo entenderé nunca. Prefiero morir con mi idea, será rancia, pero el toreo que yo recuerdo era de hombres y de tíos de verdad.
Antes una mano valía más que cualquier contrato, ahora firmas y no vale para nada. Esa parte de hombría no es tan antigua, es de los 60-70. En el campo, no sólo en el toreo, los tratantes se daban la mano y eso valía más que cualquier contrato. Ahora es casi un cachondeo.
Tinín, usted irrumpe en el toreo como un torbellino frente a los Girón, Ordóñez, Ostos, Camino…
Había 20 figuras del toreo, maravillosas todas. Ordóñez, Camino, El Pireo, Puerta, El Cordobés, Gregorio Sánchez, Miguelín, Jaime Ostos, Andrés Vázquez, Aparicio, Litri, Fuentes, Paquirri, Palomo, El Pireo y algunos se me quedan en el tintero. Miguelín era maravilloso y nadie le ha echado cuentas. Paula, Romero, César Girón que era de los mejores que he visto y con más cojones que nadie.
Había un periodista que era Guillermo Carvajal, del diario Pueblo, que a todos los toreros les ponía un sobrenombre que identificaba al personaje: El niño sabio de Camas, La Muleta de Castilla, Diego Valor, El Divino Sordo (El Pireo)… Había otro periodista estupendo que era Cañabate, el difunto Vicente Zabala que fue un gran aficionado.
Para algunos serán hijos de puta, no te lo niego, pero siempre decían la verdad que veían, se equivocaran o no.
Tinín llega al toreo cómo un torbellino. Corto cuatro orejas en Madrid. Y de ahí la lía en Sevilla con los Maestrantes.
Corté tres orejas, Riverita, que toreó un novillo de Núñez maravillosamente con la izquierda, corta una igual que Paquirri. Con la euforia nos cogen a los tres a hombros y a mi me llevan a la Puerta del Príncipe.
Los maestrantes decidían quién salía o no con el presidente. Me había ganado la salida pero los maestrantes tenían una pequeña decisión. Cómo me apellido Inchausti y eso sienta mal en el toro, más si yo corto más orejas que los de la tierra, me lo niegan.
Con mis 18 añitos, a 6 días de tomar la alternativa, dije que mi derecho no me lo quitaba nadie.
Me tiré al suelo, salté la barrera y salí andando por la Puerta del Príncipe. De ahí me cogieron a hombros hasta el hotel Colón. A partir de mi rebeldía con razón se dijo oficialmente que el que cortara tres orejas saliera a hombros, fuera de dónde fuera.
La mentalidad cambió por la normativa.
Su carácter rebelde le costó muchos disgustos.
Tuve problemas con Chopera en la parte económica pero la vida sigue. De los tres rabos que se han cortado en San Sebastián uno le corté yo. De las siete corridas de ese año yo toree cinco o seis.
Le dieron una cornada a Camino y otra a Puerta y yo no estaba anunciado con ellos. Yo estaba en la que corté el rabo, con Ostos y El Cordobés, y en la otra con El Pireo y Jesús Córdoba. Al estar lastimados los dos y cortar un rabo, cogí dos sustituciones de Puerta y otra de Camino cortando 9-10 orejas y un rabo en toda la feria.
Esos cuatro años que arranca se pone de figura. No sé si de primera figura pero cerca.
Tinín, su currículo asusta.
Eso está ahí pero el figura es el que más dinero gana. Yo hice méritos para ganar dinero pero no lo gané. Tú no eres figura de verdad hasta que pasan cinco años, ahí tienes los cimientos bien fraguados.
Ahora con un año se llaman figuras, usted es una mierda. Esto no es cómo los cantantes que se hacen ricos con un disco, aquí te tienes que ganar todo cada día mucho tiempo.
Usted venía arrasando de novillero y siguió de matador.
He tenido la suerte de que los toros me cogían mucho pero no me calaban. Tenía la suerte ésa y la de que me saliera el toro bueno en la tarde adecuada. Ese punto de suerte, de estrella o cómo lo quieras llamar te debe acompañar en el momento adecuado.
Joven, reventando Sevilla, mil veces Madrid y de la mano del empresario más fuerte, ¿qué pasó? Me rebelé contra él por la parte económica y eso me costó un poco la carrera.
¿Se arrepiente o le quitó lo que no debía?
El responsable de las cosas que te pasen eres tú, nadie más. Todo lo demás son paños calientes y querer justificarse con uno mismo. Le entiendo hasta cierto punto. Si me juego la vida y me quitan lo que es mío, no es culpa mía.
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