Entrevista en Tendido7 con el profesor Juan De Castilla, Arturo Sierra, Santy Fresneda y el chef Camilo Pinilla.
«No podemos cambiar el mundo pero sí cambiarles el mundo a estos jóvenes»: Juan de Castilla.
Los 4 colombianos que se encuentran en la CART, el proyecto de Casa Toreros liderado por don Pablo Moreno y su socio Pablo Corona, en Zapopan, Jalisco, expresaron su convicción de que este emprendimiento es único y que tanto Santiago Fresneda como Arturo Sierra, los dos novilleros, darán hasta la última gota su mejor esfuerzo para llegar a la final.
En el encuentro con Tendido7 participaron el profesor Juan de Castilla del equipo asesor del director artístico, Juan José Padilla, el matador Camilo Pinilla, que es chef de cocina y es el encargado de suministrar una alimentación balanceada a esos 56 sueños de Europa y América que completaron su primera semana de exigente formación.
La selección a la final comenzó desde el minuto cero y habrá un instante en que se irá reduciendo el número de los participantes.
Hasta llegar a los seis finalistas, que recorrerán varias plazas del mundo como novilleros.
Uno se hará matador en la próxima feria de Lima en Acho garantizando su alternativa.
Juan de Castilla, del equipo asesor del maestro Padilla, formado en el CITAR DE Guadalajara, España.
Aseguró que al ver esa entrega de los jóvenes de los dos continentes; está seguro de que esta generación no dejará morir en sus manos la tauromaquia y menos en Colombia, pese a los ataques contra la fiesta.
Esperamos Farley Betancourt, quien esto escribe y María Sierra que los escuchantes disfruten con la entrevista.
Con la sorprendente madurez de los dos novilleros, con la profundidad de Juan de Castilla y la templanza de Pinilla que como alquimista prepara las comidas de cada día.
Gracias a CASA TOREROS, a Pablo Moreno, Pablo Corona, a Anwar Farias, a Juan José Padilla a Juan de Castilla por este inmenso regalo para las nuevas generaciones de novilleros.
José Gallo lidió dos novillos de Punta Umbría (encaste Santa Coloma) y cortó tres orejas en el festival privado en la finca de don Francisco Javier García.
Gallo, espigado torero , estudia la carrera de música en la universidad Sergio Arboleda.
Su maestro taurino es el matador de Ubaté Ricardo Gómez que pese al dolor que le embarga por la muerte su tío Raúl estuvo acompañando a su pupilo en el Festival.
Repasaron dos chicos de la Escuela taurina «La Sagrada Concepción» de UNE que dirige Nicolás de San Juan, los aspirantes a novilleros Juan Rojas y Johan Carpeta. Tiempo al tiempo.
Juan Rojas da sus primeros pasos
Johan Carpeta corre muy bien la mano
El primero con mucha profundidad, clase, embistiendo de maravilla por el pitón izquierdo, estocada y oreja. El derecho con base en el temple termino embistiendo.
El segundo novillo, con casta, exigiendo al torero que logró momentos de mucha hondura en series muy conjuntadas y entendiendo que la bravura tiene sus teclas. Estocada y dos orejas.
Un natural a pie junto de Gallo
El ganadero tomó nota de la clase de ambos novillos, cada uno con su estilo y comportamiento , pues son producto de familias contrastadas en la ganadería de Punta Umbría. Francisco Javier es hijo de don Antonio y nieto del fundador de Vista Hermosa el recordado don Francisco García que se vino de Puebla del Río en las primeras décadas del siglo pasado para ayudar en la construcción de la ganadería de Mondoñedo traído por dos Ignacio Sanz de Santamaría y luego fundó su propia dehesa en inmediaciones de Mosquera ,con encaste Santa Coloma vía Joaquín Buendía de Sevilla.
Lucero Sánchez, enfermera de profesión, (cuando su esposo Alberto Ruiz toreaba en Bogotá ella estaba en el equipo médico de la plaza De Santamaría). Ha fallecido.
Contrajo hace varios años por su contacto con el dolor, con la enfermedad una bacteria que terminó con su vida este domingo.
Nos conturba la noticia pues dos miembros de nuestra familia taurina, padre e hijo toreros han perdido a su ser más valioso.
A ellos todo el cariño, la fuerza espiritual en esta hora de tinieblas .
Confío en el caso de Alberto Ruiz, que medio siglo de felicidad al lado de su esposa sean el consuelo en estas horas de solead y tristeza.
Sé la afectuosa relación de la madre con su hijo torero, Ramses y por eso mis palabras condolidas ahora que la señora muere se ha enseñoreado en ese hogar sean mi tributo a estos dos caballeros y toreros de distintas épocas que nos han dado muchas alegrías.
En el último percance de Ramses en Bogotá, entonces recluido en la clínica del Country en esas visitas imprescindibles a un amigo en el lecho de recuperación, conversé con ella largamente y repasamos historias, anécdotas con esa dulzura de las madres que es la mejor riqueza que tenemos los hijos, esposos, hermanos y allegados.
Por cierto a toda su familia y relacionados, solo espero que la tierra le sea leve a ella que tanto amor y dicha regó en su peregrinaje.
REACCIONES
El maestro César Rincón tan unido desde sus tiempos de becerrista a Alberto, lamenta profundamente esa pérdida.
Enrique Calvo «El Cali» deplora tan infausta noticia.
La UNDETOC envió su mensaje de condolencias a don Alberto y a su hijo Ramses.
EL MENSAJE
Por medio de este mensaje queremos trasmitir a nuestro querido maestro Alberto Ruiz y al matador de toros Ramses, junto con sus demás familiares y amigos nuestro más sincero pésame.Al terminarse la vida que llevamos en la tierra nuestras almas se desplazan a un lugar divino, en donde no hay más dolor, ni más penas, sino que todo es paz y tranquilidad al lado del Señor y con toda seguridad la señora Lucero Sánchez (esposa y madre), estará en un lugar muy especial en el paraíso y siempre vivirá en el recuerdo de todas las personas que la conocieron por su imagen de bella mujer, tanto por dentro como por fuera, Necesitan de mucha serenidad y mucha fe para sobrellevar esta difícil pérdida y desde aquí oraremos porque encuentren la paz que están necesitando en este momento y porque Dios la guarde en su santa Gloria.
Los socios de La Peña Taurina La Giralda, expresan sus sentidas condolencias y acompañan de corazón en estas horas difíciles a Alberto y a Ramsés, y en general a la familia Ruiz Sánchez.
El toreo, rito y poesía. “¡No hemos aprendido nada!”, exclamó Pablo Picasso al verse por vez primera en La Sala de los Toros de la cueva de Lascaux, pintura cuya antigüedad se remonta a 13 mil quinientos años a. C.
La misma asombrosa visión que inspiró esta reflexión de Jean Clottes, contenida en su documental “La Cueva de los Sueños Olvidados”:
“No somos Homo Sapiens sino Homo Espiritualis… porque Sapiens significa “el que sabe”, y en realidad no sabemos gran cosa… pero, en cambio, tenemos el arte, que es pura manifestación espiritual.”
Desde los tiempos sin tiempo, la relación arte-toro ha estado presente en el devenir de la humanidad.
Se trata de dos referencias entre muchas, develadas por Alfonso López Monreal durante su charla-conferencia de la semana pasada a la pudimos asistir gracias a la Peña Taurina El Toreo.
Tiene su sede en Monterrey e invitó al eminente pintor zacatecano a compartir una parte sustanciosa de su experiencia, sensibilidad y sabiduría con un nutrido auditorio reunido en torno al inevitable zoom.
Una noche memorable.
Sin abandonar el tono de amistosa sencillez que lo caracteriza, López Monreal fue exponiendo detalles de su oficio y práctica profesionales, entreverados con anécdotas de sus pintores-fetiche y vivencias personales, para terminar mostrando algo de su obra taurina.
Que aúna tradición con originalidad y refleja una pasión desbordante por la fiesta de toros.
Al mismo tiempo que el rigor intelectual y el trasfondo espiritual y poético que distingue a todo creador genuino.
El toreo, rito y poesía.
Nacido en 1953 en la capital zacatecana y artista de vocación muy temprana, Alfonso López Monreal cumplió la mayor parte de su aprendizaje en Europa.
Sin abandonar ni por un momento su afición a los toros, reflejada en sus trabajos de manera muy personal.
“Nuestro toro es la tela en blanco a la que nos enfrentamos los pintores… y nuestro compromiso, como el del torero, consiste en poner y exponer sobre el lienzo el misterio de nuestra verdad más íntima…
Los autores de los históricos frescos de Lascaux y Altamira seguramente los pintaron vestidos de luces.
Es decir, con el cuerpo cubierto con las mismas sustancias colorantes y motivos semejantes a los que dejaron plasmados allí, para asombro de las generaciones futuras.”
Más cercanas a nuestro tiempo están las tauromaquias de Francisco de Goya, Pablo Ruiz Picasso e Ignacio Zuloaga, destacadas por el zacatecano sobre las de tantos creadores más, pues es bien sabida la atracción ejercida por la tauromaquia sobre las más diversas sensibilidades artísticas.
Si el genio de Goya introdujo en las escenas de sus cuadros al populacho en el Siglo de las Luces, y Picasso representa la irrupción de las vanguardias del XX, del bilbaíno Zuloaga dijo Juan Belmonte que “no pintaba figuras, pintaba almas”.
Quizá por eso entre los cuadros principales que se exponen en el museo de La Habana esté el retrato más logrado del Pasmo de Triana, descubierto ahí por López Monreal a su paso por la isla junto con otro.
No menos asombroso, del “Buñolero”, el viejo torilero de la plaza de Madrid que fue amigo personal de Curro “Cúchares” y seguía en su puesto a principios del siglo XX.
Cuadro éste al que el gobierno cubano dedicó un timbre postal.
Zuloaga pintaba sobre todo al óleo, Goya produjo su célebre Tauromaquia sobre láminas procesadas al aguafuerte y Picasso la suya (1957), no menos conocida, en planchas de cobre al azúcar.
El toreo, rito y poesía; refirió el zacatecano su asistencia a un ritual huichol en algún lugar impreciso de la frontera entre Durango y su estado natal, en el cual el oficiante de la ceremonia.
Lo bautizó con sangre de un bovino que había sido sacrificado para el efecto de acuerdo con antiguo ceremonial.
También nos habló de un mito local sobre Ramón López Velarde, el centenario de cuya muerte se conmemora este año.
El cual el poeta de Jerez, cuando componía un nuevo poema, lo memorizaba bien para poner a prueba la efectividad de su ritmo.
Recitándolo en voz alta durante solitarios paseos por calles solitarias y veredas cercanas.
Procedimiento que le permitía corregirlo, pulirlo o de plano desecharlo, de acuerdo con el resultado de dicha práctica.
López Monreal compara la andadura poética de su paisano López Velarde con la de Morante de la Puebla “andándole al toro” del tercio a los medios en su inicio de faena a “Peregrino” de Teófilo Gómez (11.12.2016).
En una muestra de que el toreo, en sus momentos grandes, también puede ser poesía.
Tauromaquias.
La Tauromaquia de Goya la integran 33 láminas al aguafuerte.
Por cierto, uno de los pocos museos que, fuera de España, tienen completa esa obra crucial del aragonés es el Pedro Coronel de Zacatecas.
Como homenaje al maestro de Fuendetodos, López Monreal produjo a su vez una Tauromaquia de 33 cuadros divididos en tres tercios: Infancia, madurez y senectud.
Editado en abril de 2016 bajo la forma de un muy hermoso libro, del cual me permito presentar tres muestras para deleite del lector de esta columna.
Aunque pudiera decirse que dicho volumen representa la culminación de la obra taurina del zacatecano.
Incluye ésta diversas manifestaciones que son otras tantas muestras de un estilo en permanente evolución.
Fiel al compromiso de expresar invariablemente “su verdad” sobre un ruedo que puede ser lienzo, muro o vitral.
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