Día: 12 de abril de 2021

Me vacunaron …Alegría y una contrariedad

Es preciso agradecer de corazón al ministerio de salud , a los entes estatales encargados del proceso de vacunación contra el Covid19 pero de manera muy especial a las enfermeras y personal asistente que han sido de un trato gentil, cariñoso y paciente con quienes pasamos esta tarde » la prueba » frente a una pandemia irregular, artera y que solo con esas diferentes vacunas ( Pfizer, Johnson y Johnson , Sinovac , Astrazeneca , entre otras ) , se contrarresta sus efectos perversos ) podemos vivir menos agobiados y quizás lo que nos quede de existencia sin el peso de caer en las redes de ese terrible virus.

Nos explicaron qué nos iban a poner, mostraron el frasquito, etc para darnos tranquilidad a los escépticos ( ya saben que algunos ( as ) insensatos ( as ) e inescrupulosos ( as ) han puesto ( son los menos ) solo la aguja, sin nada ), nos contaron las medidas de seguridad, qué hacer en caso de reacciones ( fiebre, vomito, decaimiento ) , que estuviéramos tranquilos y cuando me tocó el turno me dijo la enfermera : deje el brazo izquierdo relajado, no va a sentir nada y le va a ir bien ,y uno, a estas alturas » muerto del susto «. Todo fue en segundos !!Ya!!! ; quédense media hora en esas sillas y podrán abandonar la sala…No vayan a tomar ninguna pastilla antes de 24 horas pues perderían el efecto de la vacuna, la última recomendación.

Ahora a esperar 21 días para la segunda y 45 más para quedar inmune.

Gracias al gobierno nacional, a los regionales, y a quienes manejan con probidad y propiedad estas benditas y salvadoras vacunas. Gracias mil

LA TRISTEZA…

Una señora mayor . Cuando el chico que atiende detrás del mostrador, le pidió firmar, su hija, apenada, le susurró : ella no sabe leer ni escribir, firmo por ella. Sentado, esperando que me llamen a la sala de vacunación se me escapó una lágrima y pensé que mientras hay un barullo que nadie entiende de las distintas banderías políticas ( si el centro, si los tibios, si la izquierda y si las extremas ),cómo es posible que aun haya compatriotas que no pueden leer ni escribir mientras avanza presuroso este siglo XXI y cada día la tecnología nos facilita abrumadoramente la vida y el hombre logra que un objeto creado por los científicos logre amartizar con una calculada precisión. Ya saben que a menudo se llama a Marte el ‘Planeta rojo’, pues se ve en el cielo como una estrella de color rojo anaranjado. Este color hizo que los antiguos griegos y romanos le pusieran el nombre de su dios de la guerra.

Así que salí del hospital con esa contrariedad . La señora nació y vivió hasta entrada la edad adulta en las montañas de una perdida vereda de Túquerres en Nariño, ese lugar de vario pintos verdes y donde nacieron entre otros Aurelio Arturo, Guillermo Payán Archer, Sergio Elías Ortiz, Ignacio Rodríguez Guerrero, Carlos Bastidas Parrilla, Jorge Verdugo Ponce y Evelio José Rosero.

Creció la señora que hoy fue mi compañera de vacunación con padres que no valoraban el estudio y menos el de las mujeres y desde temprana edad dedicaban horas, días, semanas , años al trabajo de casa entre fogones, leña, carbón , arepas, sopas, mezclas de harinas , especias, arroces, papas, yucas, y aceites de los que nacían deliciosos platos. Por cierto, la cocina era entonces un territorio de las mujeres y los hombres no entraban ( no dejaban entrar. «Hombre en la cocina huele a rila de gallina», que era como un » fuera de aquí ).

La Escuela quedaba muy lejos del hogar , las caminatas eran larguísimas y agotadoras. Asistían los hijos varones y muy pocas mujeres que según las abuelas estaban destinadas al matrimonio y a procrear , no a estudiar.

Me dice uno de los responsables del hospital que lamentablemente son numerosas las personas que llegan con sus parientes o amigos porque no saben firmar y es obligatorio aceptar lo que llaman consentimiento para ser vacunado.

Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de analfabetismo registrada el año pasado es de 5,24% lo que equivale a 1.857.000 colombianos; según el Censo Nacional Agropecuario de 2014, el 12,6% de la población de la zona rural es analfabeta . Como podrá advertirse son cifras que a estas alturas están obsoletas.

Por respeto a ella no diré quién es ni dónde vive. Conserva ese dulce dejo nariñense y la unión de sus palabras cantarinas alivia la dureza de una vida plagada de duros momentos que la llegada de los hijos paliaron.

Le pregunto con suavidad y cortesía si quisiera aprender a leer y a escribir a su edad para que vea reflejado su nombre en un cuaderno de hojas blancas : » No sé, a mi edad «, se lamenta . La animo y quedamos de volvernos a ver con el pretexto de que me regale un café.. Bueno, me dice y sus ojos le brillan y aparece por primera vez una sonrisa en ese rostro sin tiempo.

Su hija me cuenta que sus padres le indicaron la importancia de ir a la Escuela y aunque no tiene una carrera académica «porque no había plata para pagar la universidad «, sí hizo el bachillerato pues » mamá me decía : Que no te pase como a mi hijita».

Pasó el tiempo y mi vecina de sillón en la clínica con su tez morena, pelo recogido, blusa amarilla, falda negra, zapatos marrón y u collar discreto anudado al cuello, no puede escribir su nombre, no sabe firmar y no disfruta leer , por ejemplo un fragmento de uno de sus coterráneos mas queridos, Aurelio Arturo, que en «Morada al Sur» nos dejó esta belleza :

En las noches mestizas que subían de la hierba,
jóvenes caballos, sombras curvas, brillantes,
estremecían la tierra con su casco de bronce.
Negras estrellas sonreían en la sombra con dientes de oro.

Después, de entre grandes hojas, salía lento el mundo.
La ancha tierra siempre cubierta con pieles de soles.
(Reyes habían ardido, reinas blancas, blandas,
sepultadas dentro de árboles gemían aún en la espesura).

Estoy contento con la vacuna pero me entristece que la señora que conocí esta tarde y miles como ella y ellos de todas las edades en mi país, tierra de ilustres letrados, no goce del placer de escribir y de leer.

Y me acuerdo de las Misiones Pedagógicas que nacieron con la Segunda República Española que acondicionarla a nuestro medio pudiera ser un buen propósito nacional. Esta última, en España, respondía a la vieja idea de Francisco Giner de los Ríos: mandar los mejores maestros a las peores escuelas. Pretendía que hasta las poblaciones rurales más aisladas dispusieran de cine, teatro, libros, música. En este empeño colaboraron poetas, escritores, filósofos e intelectuales: Antonio Machado, Luis Cernuda, Rafael Dieste y María Zambrano, entre otros.

Mucho tenemos que hacer y no es un exceso pedir menos ruido de quienes quieren llegar al solio de los presidentes de Colombia. No sé para qué sino resolvemos esos ancestrales problemas en el campo educativo que en esta posmodernidad aun tenemos demasiados connacionales que viven a oscuras de la belleza de leer : » La A de mamá, la E de enano, la I de iglesia, la o de oveja , la U de Uva «.

Cálido perfil de Miguel Bosé de su padre Luis Miguel. El toreo es una actitud ante la vida, recordó de su abuelo Domingo

Miguel Bosé ha hecho un entrañable dibujo de su padre Luis Miguel con quien tuvo encuentros y desencuentros pero » me quería» mucho», le ha contado a Jordi Evole.

Bosé un cantante reconocido en el mundo hispano que además tiene la nacionalidad colombiana, pues quiere mucho a este país como su ilustre padre el torero que tomó en Bogotá la alternativa en 1940 con 14 años y Domingo Ortega de testigo y vivió en chapinero tras la guerra civil en tiempos oscuros para España.

“Mi padre consiguió poner a España en el mapa”, ha comenzado diciendo sobre el genial torero, apelado coloquialmente como “El número uno”. “Fue un hombre internacional, un torero que cuando acababan las temporadas se iba a Hollywood y se ligaba a quien cayese y muchas venían a España muertas de amor, una de ellas Ava Gardner, hasta que se casó con mi madre”, ha señalado Bosé.

“Mi padre me quería mucho. Muchísimo. Lo que pasa es que tuvimos muchos encuentros y desencuentros”, ha proseguido el cantante, que ha destacado como actitud principal de su progenitor “la torería”. “Ese concepto es algo muy difícil de explicar. Como decía mi abuelo Domingo (Dominguín), no es sólo una profesión, es una actitud en la vida. No es chulería, no se es desagradable ni arrogante. La torería es otra cosa, es una actitud ante la vida. Una forma de recibir la vida, de capearla, de llevarla, de jugar con ella, de tomar riesgos. Torería es eso, pero un torero no es chulo. Nunca. Jamás. Detesta serlo. Como un hombre que se considera hombre detesta el machismo, un torero detesta la chulería”, ha defendido Bosé.

Guillermo Lasso, nuevo presidente del Ecuador

Por respeto a un país amigo y vecino con el que nos unen tantos lazos históricos, sociales, sentimentales y donde tengo amistades entrañables no puedo meter baza en la política interna ecuatoriana pero sí debo decir que el triunfo de Guillermo Lasso en la segunda y definitiva vuelta en las elecciones presidenciales evitará ataques a la tauromaquia.

Los ecuatorianos eligieron al 48 presidente de su historia.

Si hubiera ganado Andrés Arauz lo teníamos difícil los taurinos para desarrollar la fiesta en esa nación pues representa una fracción adherida al expresidente Rafael Correa y ya había anunciado en la campaña su rechazo a las corridas.

No sabemos el rumbo que tome el nuevo mandatario pero , seguro, no habrá acciones contra el desarrollo de los festejos taurinos.

De hecho en una serie de regiones incluida Quito no es posible cumplir con la corrida como la entendemos los taurinos y eso motivó el cierre de Iñaquito y las fiestas aniversarias en diciembre de la fundación de la bella capital decayeron sensiblemente mostrando que la celebración de la fiesta le daba un toque especial a esa efemérides del 6 de diciembre.

Como se convocó a un plebiscito amañado y con un lenguaje sesgado en las preguntas me dicen quienes saben del tema por el entonces presidente Correa, es necesario volver a convocar al país ( dividido en cantones ) para «reversar» la medida prohibicionista. En varias zonas como Latacunga, Ambato, Riobamba, Salcedo, por citar, se da la corrida con toda normalidad pero hace falta Iñaquito inaugurada en 1960 con la presencia del maestro colombiano Pepe Cáceres, por cierto.

Como no puede ser de otra manera, deseamos al pueblo ecuatoriano lo mejor y que su pronunciamiento en las urnas se respete. Que parece es la línea escogida por el candidato derrotado que reconoció los resultados y eso es bueno para la paz y la convivencia política.

Alcalino recuerda a Gaona

Durante su último viaje a México, la tierra que cuatro decenios atrás había conquistado con la finura de su arte y las primicias del toreo fluidamente ligado en redondo, un Manuel Jiménez “Chicuelo” ya sesentón declararía su admiración por el Rodolfo Gaona que conoció al presentarse ahí, coincidiendo con la temporada final del Califa de León. “Torero de un garbo y un arte excepcionales”, apostilló al aire José Alameda… “Un extraordinario artista, sí… pero sobre todo, ¡cómo les podía a los toros…!”, repuso el exniño de la Alameda de Hércules, entrevistado por televisión en aquel Brindis Taurino de 1962.

Con Chicuelo, Gaona alternó en El Toreo durante la temporada de 1924-25 –la última del Indio Grande– hasta en ocho ocasiones. Y fueron de tal calibre sus continuas muestras de grandeza que, conforme la fecha del adiós se acercaba –había avisado con antelación que al final de esa campaña se retiraría–, los continuos prodigios que realizó más eran de torero en plenitud que de alguien a punto de irse. Pero tal como lo había anunciado lo cumplió. Y eso que la afición entera, en su fuero más íntimo –allí donde el deseo suele despreciar las evidencias—tan se resistía a creerlo que para la corrida del adiós –12 de abril de 1925– la multitud que llenaba el coso de La Condesa permaneció silenciosa y como en trance, presa de un estupor que ni se había visto antes ni ha vuelto a ocurrir.

La temporada de su vida. A esas alturas, la verdad es que nadie –ni Antonio Márquez ni los hermanos Pepe y Victoriano Valencia ni Luis Freg ni mucho menos Mariano Montes o Juan Armilla, al que concedió Rodolfo la última alternativa de su vida (30.11.24)– le habían hecho sombra. Si acaso Manolo Jiménez, que luego de un arranque más bien flojo era ya el principal contendiente del leonés la tarde en que el primero de San Mateo, “Vivelejos”, sorprendió a Rodolfo en un desplante final y lo mandó a la enfermería, forzando a Chicuelo a despachar la corrida completa –toreaban mano a mano—, tarde en la que iba a cuajar con “Lapicero” la primera de sus grandes faenas mexicanas (01.02.25). La herida del Califa resultó leve, y siete días después le cortaba el rabo a “Turronero II” de La Laguna, reanudando su racha victoriosa de aquel invierno inolvidable. Si en años anteriores había alternado grandes faenas con reveses no menos célebres, en sus 16 presentaciones de 1924-25 redondeó la temporada cumbre de su vida, rozando casi la perfección. A lo largo de la misma fueron sucediéndose las más variadas lecciones magistrales bajo su acentuado sello de esteta inconfundible. Una lista que incluye a “Brillantino” de Piedras Negras (16.11.24), “Faisán” de Atenco (23.11.24), “Pavo” de Zotoluca (30.11.24), “Jorobado” de Piedras Negras (21.12.24), “Revenido II” de Zotoluca (11.01.25), “Cantarero” de Coaxamaluca (18.01.25), “Cornetín” de Atenco (25.01.25), “Turronero” de La Laguna (08.02.25), “Azote” de San Diego de los Padres (15.02.25), “Hortelano” del Duque de Varagua (15.03.25)…

El cartel. Curiosamente, para su despedida prescindió Rodolfo del concurso de los ases de la temporada y se hizo acompañar por un diestro modestísimo, cuyo nombre ha perdurado gracias a ese simple azar: el albaceteño de La Roda Rafael Rubio “Rodalito”.  Para ellos reses de Atenco, Piedras Negras y San Diego de los Padres. Se comprende que Rodalito, bajo el peso de las circunstancias, pasara la tarde prácticamente inadvertido.

Una corrida histórica. Aquel 12 de abril de 1925 amaneció nublado, y una lluvia mansa se dejó sentir hasta poco después del mediodía. Conforme se aproximaba la hora de partir plaza, la bruma fue abriéndose a un sol tímido, mientras los aficionados, comidos por la ansiedad, formaban largas colas ante las taquillas y frente a los accesos al coso. Desde lo alto, la espléndida banda de Lerdo de Tejada empezó a sonar como con sordina, y la ovación que recibió a las cuadrillas tuvo que esforzarse para romper aquel velo de extraño pudor, antes de desbordarse en honor del ídolo hasta obligarlo a dar la primera vuelta al ruedo de la tarde. Vestía Rodolfo un terno celeste y oro “de la aguja”.

El Indio Grande despachó entre palmas de aprobación a sus dos primeros adversarios, “Empresario” de Atenco, que abrió plaza, y “Bordador” de Piedras Negras, ambos de capa cárdena oscura y bien despachados de defensas. Pero no bastaba que el insigne torero, como culminación de su redondísima temporada, hubiese estado magistral con ambos. La afición esperaba una apoteosis a la altura del acontecimiento, y con “Veguero”, de San Diego de los Padres –en teoría el último de su vida–, Rodolfo salió apretando desde el principio, aunó eficacia e imaginación en quites y estuvo soberbio con los palos, sobresaliendo un tercer par de poder a poder. Brindó su faena al cronista Carlos Quirós “Monosabio” y a tres políticos prominentes: el general Arnulfo R. Gómez, el ingeniero Luis L. León y el abogado Miguel Alessio Robles. Llevóse al toro a los medios con asombrosa sencillez y le cuajó ahí una tanda de cinco naturales clásicos que pusieron al público de pie –muestra de la estética que Chicuelo venía realizando con cada vez mayor frecuencia–, entre música de dianas y revoloteo de sombreros. El resto fue un bello compendio de toreo al paso, de corte antiguo y armonía moderna. Pinchó antes de meter la espada, tardó “Veguero” en doblar y quedó en el aire una sensación de cosa inacabada. Gaona le salió al paso ofreciendo la lidia de un séptimo toro. Así fue como entró en la historia “Azucarero” de San Diego de los Padres, berrendo en negro, frontino, coletero, calcetero y veleto; cinco puyazos recibió de Adolfo y Juan Aguirre, y llegó franco al tercio mortal.     

Faenón y adiós definitivo. Las crónicas de la época ensalzan unánimemente la faena de “Azucarero” sin revelarnos mayor cosa sobre su contenido. Pero existe una película más o menos completa de la lidia del berrendo que, con todas sus deficiencias, permite advertir la grandeza integral de Indio Grande, especialmente en los dos primeros tercios: asombrosa la elegancia de sus verónicas y gaoneras, su dominio absoluto para poner en suerte al animal y, sobre todo, la soberana naturalidad y versátil creatividad de remates tan diversos como suntuosos: recortes, medias verónicas con y sin giro, largas, molinetes a una mano… Con las banderillas, Rodolfo parecía no querer terminar nunca, pues prodigó pasadas en falso que resolvía en la propia cara con gracia sin par, galleos para cambiar de terreno al bicho –a partir de ahí, las cuadrillas desaparecen del campo visual, todo para el Califa en solitario–, pares al quiebro –uno en los medios por el pitón izquierdo–, al cuarteo y de poder a poder. Aun así, “Azucarero” llegó a la muleta con facultades para embestir unas treinta veces –faena inusualmente larga para la época—que Gaona aprovechó para adornarse de todas las formas posibles, derecho y mandón, y con un temple natural palpable tanto cuando se quedó quieto –en los pases altos del principio, rematados con uno colosal de pecho, y en una única tanda al natural, rematada con una especie de levísimo, deslizado desdén—que en toreo al paso de precisión y suavidad pasmosas. Como sus cambios de mano en la cara, doblones rodilla en tierra o erguidos kikirikíes. Se sabe que pinchó tres veces antes de la estocada, que el tendido se nubló de pañuelos blancos, que unos pocos se lanzaron al ruedo e iniciaron un conato de salida en hombros, que muchos espectadores se dejaron abrasar por el llanto. Y que Rodolfo, luego de deshacerse de los que pretendían auparlo, se metió entrebarreras y con su capote de paseo en el antebrazo, enteramente solo, hizo apresurado mutis por la puertecilla falsa de  cuadrillas sin poder, por única vez en su vida, contener las lágrimas.

Dejaba, tendido arriba y palcos adentro, a una multitud estupefacta y contrita, a la que le llevaría años reponerse de aquella pérdida inconcebible. Lo consiguió merced al ímpetu de los grandes toreros mexicanos de la generación inmediata, brotes todos, dentro de una amplísima paleta de estilos y coloraturas, del árbol monumental que sembraron el arte y la personalidad señeras de Rodolfo Gaona. El hombre cuyo genio incorporó a su México a la historia mayor del toreo universal.

En Pamplona, exposición de momentos de tauromaquia

Entre los días 12 y 30 de abril se va a celebrar en Pamplona una exposición fotográfica que bajo el título “TOROS EN NAVARRA” pretende recoger a través del ojo de siete autores de la Comunidad, el vivir y el sentir del toro en tierras navarra y de sus profesionales, algunos de ellos como el caso de Pablo Hermoso de Mendoza, en plazas de todo el orbe taurino pero siempre con el sello de su tierra en donde actúe.

Los autores elegidos para esa exposición han sido Juan Andrés Hermoso de Mendoza, Javier Bergasa, Miguel Lacunza, Manuel Sagües, Patxi Barragán, Alberto Areizalde y Carlos Calleja, entre los que se reparten las más de sesenta instantáneas que se podrán disfrutar en el Nuevo Casino Principal de Pamplona, situado en la céntrica Plaza del Castillo.

Los interesados en visitar la exposición se encontraran con instantáneas espectaculares de varios encierro de la comunidad, fotos de campo, las corridas sanfermineras y de otras plazas de la comunidad y los toreros locales, haciendo especial hincapié en  la figura del rejoneo mundial, el estellés Pablo Hermoso de Mendoza.

Las puertas del Casino estarán abiertas de 11,00 h a 13,30h y por la tarde de 16,00h a 21,00 h y entre los asistentes que deseen participar en un cuestionario sobre las fotografías, y acierten cinco preguntas relacionadas, habrá sorteo de obsequios por parte de los patrocinadores Restaurante “La Caja” y Vino D.O. Navarra.

El peso de la exposición ha corrido a cargo del periodista local Manuel Sagües, quien con esto ha pretendido mantener vida la chispa del toro en Navarra en unas fechas en las que la pandemia está cerrando prácticamente toda actividad taurina en la plaza y cuenta con la inestimable colaboración del Ateneo Navarro.


  Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.    Más información
Privacidad