Aunque un se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de una clinica en Cartagena, Alberto Borda está consciente , aun no puede modular palabras por la traqueotomia pero no está conectado al ventilador y respira por sus propios medios. Fue afectado por el Covid
Borda Martelo ha ejercido la política, el periodismo y es un taurino de «toda la vida » quien ha seguido el curso de esa Cartagena taurina desde las épocas de la Serrezuela lamentablemente convertida en un centro comercial en la zona amurallada y como a todos los taurinos le duele la crítica situación de la monumental plaza de toros ( situada a la salida hacía Barranquilla) y que es una bella corona que se eleva al cielo pero despojada de su grandeza por el vandalismo y la irresponsabilidad de quienes tienen a su cargo ese patrimonio cartagenero.
El Pollo Pallares, al centro Alberto Borda y a la derecha Manuel Martínez Erice cuando ejerció de empresario en una fabulosa corrida
Así que nos alegramos con la buena nueva de la recuperación de Albertico y que pronto lo trasladen a cuidados intermedios en el centro donde está muy bien atendido por los galenos.
(Nadie mejor autorizado que mi admirado amigo Augusto León Restrepo para esta semblanza centenaria del periódico caldense » La Patria». A sus directivos, a los colegas que se esfuerzan cada día para hacer un periodismo en libertad, a los incansables hombres y mujeres de los talleres, al personal administrativo, a los voceadores y repartidores. Vaya para todos y todas ellos (as) mi enhorabuena desde este portal. Un siglo es una fecha para celebrar
Este artículo apareció en Eje21
Hace cien años, a la hora en que ustedes leen este artículo, comenzó a circular por la calles frías y tranquilas de Manizales el diario La Patria. Me imagino que los voceadores del periódico -voceadores siempre han existido- despertaron del sueño reparador a sus moradores con sus voces gruesas y sus pregones: «¡La Patria, con importantes noticias!». Había nacido el 20 de junio de 1921, el medio escrito que durante estas diez décadas está ligado con indisoluble atadura a la historia de la ciudad y del departamento y de los territorios que identifican como una gran unidad geográfica a la región cafetera.
La historia minuciosa de su existencia, la han venido recapitulando dos brillantes escritores, Jorge Emilio Sierra y Hernando Salazar Patiño, en el diario digital Eje 21, lo que me dispensa de aludir a ella. Pretendo, de manera exclusiva, evocar en forma sucinta mi paso por La Patria, como columnista, Subdirector y Director. Y evocar con profundo agradecimiento y admiración, la figura de José Restrepo Restrepo, quien desde 1940 fuera su dueño y Director, hasta el 17 de abril de 1978, día en que recibí la comunicación mediante la cual me designó como su sucesor, dignidad que he considerado como el más alto honor que se me haya conferido en la vida. Y que me permitió, hasta unos meses después de la muerte del Dr. José, el 27 de noviembre de 1979, ejercer a plenitud, bajo su amistoso mando y consejo, el más bello y peligroso oficio, como lo es el periodismo.
Desde mi llegada a La Patria como Subdirector, el 22 de junio de 1976, hace 45 años, hasta que se produjo el fallecimiento del Dr. Restrepo, recibí de su parte lecciones y orientaciones, como jamás he recibido de alguien en mí ya larga trayectoria vital. Sin ruborizarme manifiesto que fui leal a ellas, lo que me permitió cumplir a cabalidad el difícil desempeño que me encomendó. En largas y largas conversaciones telefónicas, y personales, cuando venía a Manizales, pude disfrutar de su magnífico sentido del humor, de su bonhomía existencial, pero más de la claridad de sus pretensiones para lo que fueron las causas más cercanas a su corazón, la ciudad de Manizales y su Partido Conservador. En ellas y para ellas, su legado será perenne y de obligatoria misión y cumplimiento por parte de sus herederos y de quienes somo devotos seguidores de sus predicados.
Que también fueron consignas para el ejercicio de la política. Pero para abstenerme de enunciar conceptos a este respecto me exoneran los textos sobre José Restrepo Restrepo que se han escrito y divulgado, como la «Semblanza de un Patricio», del veterano columnista de La Patria, José Jaramillo Mejía y los múltiples perfiles de su figura dibujados por las plumas más selectas de la intelectualidad caldense y nacional. Y es que pretendo ser intimista en mi reconocimiento para con La Patria. Y corto, como recomendaba el Dr. Restrepo, que deben ser los artículos de un diario.
Para concluir entonces diciendo que mi homenaje a La Patria, con ocasión de su centenario, se confunde con el homenaje a la memoria de mi Maestro y mentor periodístico, el Dr. José Restrepo Restrepo, quien fuera su propietario durante cuarenta años y también su Director egregio. Y que más enaltecedor y diciente que transcribir este párrafo de Fernando Londoño Londoño, con el que silencio mi voz agradecida y con el que me identifico en toda su extensión: «Un merecido y justo elogio de José Restrepo Restrepo puede escribirse para lectura de un minuto, con solo apretujar en dos renglones una paradojal serie adjetiva de sustantivas excelencias: virtuoso, ilustrado, inteligente, discreto, afable, patriota, imaginativo, sereno, puntual, valiente, disciplinado, progresista, cívico, gentil, paciente, decidido y generoso.» Este es el José Restrepo Restrepo que yo conocí y al que hoy recordamos como prominente figura de la caldensidad e inspirador del hoy su sueño centenario, el diario La Patria de Manizales.
58 años de historia se podrían ir al suelo. La plaza de toros Santa María de Querétaro se convertiría en un centro comercial y sus nuevos propietarios son de origen norteamericano.
La decisión está tomada por la familia propietaria del inmueble pero aun no se ha concretado la negociación y como suele decirse en estos casos se oyen propuestas..
PROPUESTA PARA LA SANTA MARÍA ( Paco Terán )
Si bien la comunidad taurina deberá unirse en el propósito irrenunciable de rescatar la tan querida y valiosa plaza de toros «Santa María» de Querétaro, es razonable que sean las élites de empresarios, ganaderos y toreros los que tomen el bastón de mando en esta titánica tarea.Que sean ellos quienes busquen, por ejemplo, que algún capitalista o consorcio la adquiera con la intención expresa de preservarla y explotarla adecuadamente en su finalidad original o bien,* que los gobiernos estatal y/o municipal adquieran o expropien el inmueble por su valor cultural, arquitectónico y como símbolo de la ciudad.Tal vez sea tiempo aún y el objetivo es más que noble. Las élites tienen la pelota en su cancha. El movimiento se demuestra andando.
La historia de la Fiesta Brava en Querétaro, desde la época colonial hasta nuestros días ha sido de una gran riquea y en tiempos modernos la plaza que vive sus últimas horas pues ya están listos pico , pala y buldozer para echarla abajo.
En su intervención hace 8 años con ocasión del medio centenario del coso queretano en uno de los videos, El «Juli» recordó que la Santa María ha sido muy impotante en su carrera, pues fue ahí donde recibió su primera cornada, pero también donde cortó su primer rabo.
Han pasado 58 años desde la apertura de la Plaza de Toros Santa María de Querétaro. Un recinto que a lo largo de este medio siglo de existencia recibió a los toreros más importantes de México y el mundo, por lo que ahora se considera la tercera plaza más importante del país.
Tras el derrumbe de la anterior plaza queretana «La Colón», que se ubicó en entre avenida Zaragoza y Constituyentes, los aficionados a la fiesta brava se manifestaron para pedir un recinto taurino para el estado.
Fue la familia González que tomó la decisión de continuar con la fiesta brava en Querétaro, y para ello se logró la construcción del coso queretano en un tiempo récord de un año, gracias al trabajo del arquitecto Eugenio Urquiza Fernández De Jáuregui y la constructora SIGMA, todo bajo la supervisión del primer administrador de la plaza Nicolás González Jáuregui.
El cartel inaugural para la primera corrida celebrada el 22 de noviembre de 1963 fue protagonizado por el matador yucateco, Antonio del Olivar, al chilango, Alfredo Leal y al español, Miguel Mateo «Miguelin», quienes lidiaron toros de la ganadería Santa María (también propiedad de González Jáuregui).
Apenas 6 mil 500 espectadores podrán ver en vivo y en directo los victorinos el 26 de junio en Madrid en lo que será la primera de muchas corridas ya en continuidad en Las Ventas tan agobiada como muchas plazas en España y América por el coronavirus y sus letales consecuencias…
La corrida está lista
Los serios, entipados, con cara y bien hechos » Baratillo » , » Venenoso » , «Mojarro «, » Muchopan» , «Galapeño», «Venadito», se en cuentran en la finca » Las Tiesas» y serán embarcados para Madrid con destino a la corrida que lidiarán :
Manuel Escribano, que indultó a «Cobradiezmos» en SevillaSergio SerranoJimenez Fortes
México ha visto malograrse a tres toreros que pudieron cambiar el rumbo de la fiesta y de manera radical y no sólo en el país. Tres revolucionarios en ciernes que, por distintos motivos, se quedaron en la estacada. Más presente en la memoria colectiva está Rodolfo Rodríguez «El Pana», cuya singularidad no admite dudas: pudo haber sido mucho más y quedó en fuegos de artificio, por mucho que al final agrandara su leyenda. Más lejano en las brumas del pasado Carmelo Pérez, el hermano de Silverio, con todo lo que tuvo de precursor, sin tiempo ni para una mala filmación pero que con un puñado de fotografías ha tenido para alimentar nuestro asombro a casi un siglo de su deslumbrante aparición, doloroso drama y oscuro fallecimiento.
El tercero se llamó Valente Arellano Salum y nació en Torreón (30-08-64). Recuerdo sus principios porque los viví en la placita que el ingeniero Raúl Coca y el inolvidable «Popo» Tamburrino instalaron por rumbos de Chilotzingo, en las afueras de Puebla. Corría el año de 1982 y la entusiasta mancuerna organizó una temporada novilleril con festejos de cuatro utreros para cuatro aspirantes, seguidas de manos a mano entre triunfadores.
De inmediato, Valente llamó la atención por lo que tenía de diferente. Su desparpajada actitud, su permanente cara de niño travieso nada tenía que ver con las inseguridades, los titubeos, los rictus de interrogación y angustia de sus alternantes, visiblemente incómodos dentro de unos ternos notoriamente ajados y ajenos. Ni con todo eso que el jovencito coahuilense intentaba en los tres tercios de la lidia de aquellos novillotes. Con una seguridad no siempre acompañada por la precisión, pero sí por la alegría, el afán de complacer y el gusto por torear. En los dos primeros tercios nunca lo vi apurado, a pesar de lo que exponía en banderillas, inventando sobre la marcha con bárbaro atrevimiento. Y con el percal, qué desahogo el suyo. Para burlar los pitones de pie y de rodillas, llevar el bicho al caballo a base de tapatías y largas, atreverse con el quite de oro, la orticina, la crinolina.
Con el tiempo iba patentar un par de quites de su inventiva, convertido ya en sensación de una de esas temporadas desarticuladas en que
Alfonso Gaona convirtió los últimos tiempos de su gestión al frente de la Plaza México. La misma que aclamó con frenesí a Valente cuando levantaba el rabo ante un novillo grande y muy armado de Rodrigo Tapia, y que lo paseó por las calles luego de cortarles las orejas a sus dos novillos de La Venta del Refugio, triunfador al lado de Manolo Mejía y Ernesto Belmont, la terna que en aquella etapa de los años 82-83 llenaba de gente y emociones la Monumental.
El impasse Que aún no estaba para la alternativa lo demuestran sus frecuentes percances, casi todos durante el tercio final. Y es que, muleta en mano, Valente
seguía empeñado en improvisar salidas fantasiosas sin tener a los novillos dominados ni mostrar mayor interés por los mecanismos del toreo ligado en redondo que tan natural y fácil nos parece desde fuera.
Sería, pienso ahora, que en aquella cabeza inquieta, en aquel cerebro de innovador nato no había cabida para lo mecánico y repetitivo; que para Valente Arellano el toreo era un juego de giros inesperados en relación despreocupada, osada y cómplice con los astados. Ese apego radical a su muy personal idiosincrasia –el mismo que movió a Carmelo, al Brujo de Apizaco, al Glison, al Loco Ramírez– encerraba un poder de atracción capaz de volver loca a la gente. Pero con tan formidable don comunicativo convivía también la debilidad de esos extraños entes humanos, ávidos de curarnos de la monotonía que, a partir de la última mitad del siglo XX, viene aquejando al toreo al punto de anular su fuerza emocional para convertirlo en algo previsible y lánguido. Perfecto y pulcro en su monotonía.
La alternativa Muy atrás habían quedado, entre curas dolorosas y largas convalecencias, las tardes trepidantes de la placita De Coca, «La Florecita!, Guadalajara, Monterrey y los triunfos clamorosos en la México, que de últimas se puso exigente con Valente y amagó con volverle la espalda. A cambio, la ortodoxia, los ortodoxos, no conseguían llenar el vacío de emociones genuinas que con tanta naturalidad llevaba consigo el torbellino de Torreón.
Hasta que, finalmente, Adolfo Guzmán, su representante y algo discutido guía, arregló la ya necesaria alternativa una vez agotada, o casi, la veta novilleril. Sería en Monterrey y a todo lujo: Eloy Cavazos de padrino y testigo Miguel Espinosa «Armillita»: la figura más popular y curtida y el as joven con más arte dentro del panorama taurino nacional, huérfano reciente de Manolo Martínez, que se había retirado en 1982. El ganado procedió de San Miguel de Mimiahuapam, para que nada fallara. Y la fecha: 3 de junio de 1984. Cartucheras al cañón.
Prolegómenos El día esperado, la prensa nacional volcaba sus esperanzas en el nuevo doctor. Para el cronista Cutberto Pérez «Tapabocas», lo sucedido con Valente en su etapa novilleril mostró a un torero «de aplastante emotividad que pasa sobre las reglas y los moldes establecidos… Hoy la alternativa y luego… Valente está llamado a ser el torero que barra y borre los moldes del rutinario arte que padecemos… hasta cimentar su carácter y conquistar con su toreo todos los ruedos del mundo». (Ovaciones, 3 de junio de 1984).
La corrida Dejemos el relato a los testigos presenciales. Para José Alameda, «Suele ser difícil que las corridas muy grandes en el papel respondan en la realidad a la expectación despertada, pero el resultado de esta corrida regiomontana nada dejó que desear, y el público, que se había volcado desde hace días en la taquilla, quedó enteramente satisfecho… Dos orejas y rabo para Eloy, una oreja para Valente Arellano en el toro de su alternativa, y otra para Miguel del quinto de la tarde; la vuelta al ruedo del ganadero Alberto Bailleres, por la nobleza y la bravura del toro «Admirado» de San Miguel de Mimiahuápam, cifran el balance triunfal del festejo». (El Heraldo de México, 4 de junio de 1984).
Menos complaciente, el diarista local, el profesor Ricardo Torres Martínez (no confundir con su homónimo capitalino, también periodista taurino, exnovillero e hijo del antiguo matador hidalguense del mismo nombre), a cambio de ensalzar desmesuradamente a Cavazos, se muestra sumamente crítico con sus alternantes, en especial el catecúmeno, sobre quien intenta versificar con agrio talante: «El valiente de Valente, / que hoy se doctoró torero, / divirtió a toda la gente / con su show faramallero… // Porque en Valente alocado / por los nervios del evento / corrió de uno al otro lado / ¡sin pararse ni un momento!» (El Norte, 4 de junio de 1984). Para Alameda, «Sobre Valente todos teníamos dudas, empezando por el propio Valente. Pero Valente cuenta con una panacea para disiparlas que es arrimarse al toro. Lo hizo con el primero y estuvo bien, de capa y muleta. Solamente que el toro, a fuerza de clase, no resultaba fácil para un torero nuevo. Tenía tanto temple al embestir que obligaba a templarlo mucho.
Valente lo consiguió a veces, pero en otras, por querer llevarlo demasiado despacio, dejaba enganchar la muleta. Pero como torero de corazón no tuvo ni una falla. Le dieron una oreja y se dividieron las opiniones: los que ovacionaban, los que abucheaban y los que sencillamente aplaudían. Digamos, los pro-Valentes, los antiValentes y los ambi-Valentes… Torero que deja indiferente al público está perdido» (íbid).
«Con el que cerró plaza estuvo más «en Valente»… Largas afaroladas de rodillas sencillamente estupendas y luego sus cosas, las tapatías y la valentina, que le salió redonda. Y con las banderillas, colosal, sobre todo en un par al recorte que fue un prodigio. Con la muleta no rayó a igual altura y con la espada, inseguro, pinchó varias veces». (íbid).
Sobre Cavazos, el cronista hispanomexicano equipara su faena a «Admirable», el cuarto, con aquella célebre a «Coquetón» en una inauguración de temporada en la México (29-11-72), «Coquetón también era de Mimiahuápam pero ahora pasa a segundo término. Porque los mejores pases naturales de Eloy Cavazos son los que le ligó a «Admirado» para cortarle el rabo…» De Miguel Espinosa, insinúa que no pudo con su primero «un toro muy toro, fuerte y bravo, que no humillaba y al que había que pelearle. Lo mató pronto y ya. Tenía que sacarse la espina con el quinto y lo consiguió cumplidamente. Magníficas sus verónicas, estupendos sus pares de banderillas. Y brillante su faena, con ese bello estilo que distingue a Miguel… se le otorgó una oreja, pero la ovación que acompañó el trofeo fue lo importante.” (íbid). Por el contrario,
Ricardo Torres encontró a Miguel «apático, frío y desangelado». Y tampoco fue benigna su crítica a la corrida de Mimihuápam, tan ensalzada por Alameda: «Tres buenos y tres regularcitos; bien presentados en lo general, afeitados, picosillos fue lo que mandó San Miguel de Mimiahuápam, destacando el cuarto, que mereció vuelta al ruedo, y el último, desperdiciado por Arellano». (íbid).
Abrupto final Pero Valente Arellano no iba a sobrevivir más allá del 4 de agosto siguiente, a los dos meses de su alternativa. Lo perdió, en un camino secundario cercano a su nativo Torreón, ese su afán por desafiar los límites que había sacudido a la aletargada afición mexicana. Exprimía a fondo los caballos de fuerza de su motocicleta más nueva cuando la sorpresiva maniobra de un camión de alto tonelaje lo sacó de la ruta y lo proyectó a una muerte brutal. Roto en una cuneta y acaso sin perder esa sonrisa tan suya, entre irónica y traviesa. Concluía así, de golpe, otra revolución inconclusa. Una más.
Este reconocido Violinista y concertista que ha partido , inició sus estudios de violín 1934 bajo el acompañamiento del profesor Henry Prinz en su natal Dánzing – Alemania.
A los cinco años hace su debut con la Orquesta Sinfónica de Dánzing y con tan solo seis años de edad se le consideró un niño prodigio de la música.
A la drecha , el maestro Frank Preuss, al centro, Gabriel García Márquez, y a la izquierda don Carlos Pinzón
En 1938 sus padres se trasladan a Colombia donde continua sus estudios con el profesor Gerhad Rothstein. En 1961 se graduó como violinista y concertista en el Conservatorio Nacional de la Música de la Universidad Nacional de Colombia, Fue fundador de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Sus estudios especializados los realiza en Europa y Estados Unidos.
Dedicó su vida a servir al prójimo, aplicando sus más excelsas capacidades y virtudes al ejercicio y difusión de la cultura y la enseñanza de la música en prestigiosos establecimientos como la Universidad Nacional de Colombia, La Academia Internacional de Música de Cámara de Roma, El Centro Internacional de Violín de Suiza y la Universidad de Michigan entre otros, siendo merecedor de múltiples distinciones a nivel nacional e internacional.
Se caracterizó por su espíritu de entrega, devoción y amor por la música, siendo su vida rica por su gestión incansable en la promoción de ese arte en las dignidades que ha ocupado, siempre se ha considerado un hijo adoptivo de Colombia.
Bernardo Mejía cerebro y motor del Festival Mono Nuñez puede decir sin rubor » Hemos triunfado» pues la 47 edición ha sido un remanso de msicalidad extraordinario.
Tras la 47 edición , virtual esta vez por la pandemia, los resultados del más exitoso festival de música andina colombiana no puede ser mas satisfactrio por la calidad de suis intérpretes.
La gran final del Festival de Música Andina Colombiana Mono Núñez para conocer a los ganadores en modalidades instrumental y vocal empezó a celebrarse ya no en la noche, como se acostumbraba antes de la pandemia.
Aunque los artistas no sintieron los aplausos de manera presencial desde el tradicional coliseo » Gerardo Arellano » en Ginebra, el corazón musical del Valle del Cauca, desde vibraron con mensajes de familiares, amigos y allegados en este certamen que llegó a los hogares del departamento, del país y hasta de los rincones más allá de las fronteras, gracias a la transmisión del canal regional Telepacífico. según informa El Tiempo.
AMV Quartet, del Valle del Cauca.
Margarita Dueto, ganador del Gran Mono Núñez, en vocal.Foto:
Dayane Eliana Fagua en la primera voz y Belén Osorio en la segunda voz y tiple son Margarita Dueto Vocal, acompañado en la guitarra y bajo la dirección musical del maestro Francisco Cristancho Salamanca. El dueto también ganó el premio Briceño Áñez a mejor dueto vocal.
El premio Pacho Benavides al mejor tiplista fue para Onofre Alfonso Ortiz, del Trío Songo Sorongo, de Santander. El premio Diego Estrada Montoya al mejor bandolista fue para Samuel Olarte, del trío Bochica, de Risaralda.
El premio Jorge Ariza Lindo al mejor requintista fue para Javier Fernando Mojica, del Trío Juventud. Mejor solista vocal fue Tinna Méndez, de Bogotá; Nicolás Sotelo, de Bogotá, fue el mejor solista instrumental.
Los maestros Roberto Gómez y Clemente Díaz recibieron estatuillas por reconocida trayectoria.
La gobernadora Clara Luz Roldán resaltó el Mono Núñez en sus 47 años de existencia con la expectativa de que el próximo año ya no se realice de manera virtual, como ha sido en estos dos últimos años por la pandemia del coronavirus y ahora por la situación de orden público frente al paro nacional.
El presidente de Funmúsica, Bernardo Mejía organizador del festival, dijo: “Al festival no lo detiene nada. Es muy satisfactorio para nosotros, para la junta, llegar con el Festival Mono Núñez. Hemos contado con magníficos artistas, hemos contado con Telepacífico y tantas empresas que se vincularon y muy queridas donaciones”.
Dijo que la esperanza es volver a la presencialidad y atraer el turismo en Ginebra. El director ejecutivo de Funmúsica, Bernardo Mejia, dijo que este es el más importante festival y de tradición. “Hemos respondido al desafío con nuestros artistas y con apoyo.
El jurado estuvo conformado por los maestros Sandra Esmeralda Rivera, Leonardo Garzón y José Domingo Gutiérrez.
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