( Fotos cortesía de Julián Velasco )
Adrian de Torres, Román Collado y el mexicano Isaac Fonseca que reapareció tras el percance en la Copa Chenel certamen en el que resultó triunfador, hoy en Pamplona con seis ejemplares de Cebada Gago
El primero, «Delantero», negro de capa. 580 kilos para Adrián de Torres.
Adrian torea bellamente con el capote
ADRIAN TOREA POR ALTO
Faena seria, sin concesiones, con valor y conocimiento del joven torero linarense hasta donde el toro duró ( poco, por cierto y ya se estaba volviendo violento). Al prolongar la faena comenzaron los enganchones, tiró la espada y toreó sin ayuda. Nunca mejor dicho, al natural. El sentido de la medida es lo aconsejable pero quién es uno para decirle al torero dónde finalizar y proceder a la suerte suprema. Lo dicho, el toro, parado, embistiendo con la cara por las nubes. Y vienen las manoletinas.
El toro emprende el viaje , aprovecha esa circunstancia y mete la espada, perpendicular.
Y ese fallo con la espada emborronó una buena faena.
Para qué prolongar lo que no va a acrecentar la calidad del trasteo?
Adrián de Torres en los micrófonos de Mundotoro tv : El toro tenía nobleza y puse todo lo que tengo. Busco la entrega, sé que toreo bien y es lo que hago en el ruedo.
Román, el valenciano torea su primero. «formalito», negro burraco, astifino, con buenas hechuras, serio por delante, bajito. cuatreño. 550 kilos.
El toro pega al inicio unos saltitos cuando le pone el capote el valenciano.
Un buen capotazo de Román
Mansea en el caballo.
Quite de Isaac Fonseca por chicuelinas y la media por el pitón derecho.
Brinda con una camiseta del equipo Osasuna y los peñistas ni se enteran.
El toro busca los adentros, el torero » le busca las vueltas» pero no la faena no toma vuelo y el toro a menos. Y le da unos muletazos finales en tablas
Y DE PRONTO, UN BUEN MULETAZO
La espada » hace guardia», asoma por el costado.
Roman expresa de su actuación : El toro sin clase, se ha movido «p»alla y p»aca».
El mexicano Fonseca abre su tarde con Caminero. Cuatreño. Astifino, sin ser aparatoso en su contextura. 565 kilos.
El toro, al igual que los dos primeros, no se entrega en el caballo.
Delantales sin eco porque el toro echa la cara arriba y tiene menos recorrido.
La conexión con los tendidos llegó cuando se echó de rodillas, le ovacionaron y ya en pie se está jugando el tipo.
Toro con genio, faena variada y uso adecuado de la espada que le vale la oreja. Hay plazas donde la estocada es vital para obtener un premio y es lo que ha hecho el mexicano.
El presidente de sol y el mexicano
Adrián de Torres cierra con «Chillón», un colorao con 595 kilos.
Es, sin ser exultante, el que mejor ha peleado en la corrida en el caballo.
Toreo vertical, insisto, sin concesiones a la galería pero el toro no humilla, se defiende.
Una actuación muy firme y clásica que se manchó por el mal uso de la espada pero quedan dos faenas pulcras.
Román ABROCHA CON PEREZOSO, EL MAS PESADO y alto DEL ENCIERRO, 610 KILOS, NEGRO MULATO. CUATREÑO.
Toron mansón sin posibilidades
Fonseca con Cantarero, cárdeno con 575 kilos pone fin a una tarde que no pasará a la historia por la casta.
Fonseca en su brindis llama la atención sobre los ataques animalistas que hoy tienen cerrada la plaz México.
» Déjenos hacer nuestro trabajo «, dijo.
La gente entregada a su verdad, el mexicano no se dejó nada en el tintero con el toro menos áspero y una estocada fulminante.
Oreja y puerta grande.
Las ganas , la dedicación, vive para el toreo, al final tiene su recompensa, expresó su apoderado, Carlos Arango Cancela. Y dijo socarronamente: El se busca sus mañas.
Y PARA ABROCHAR, DOS MEXICANOS, UNO EN PAMPLONA, FONSECA Y EL OTRO EN MADRID, CALITA, REIVINDICAN EL TOREO. FONSECA EN HOMBROS Y CALITA, DOS VUELTAS AL RUEDO EN LAS VENTAS
LA GANADERIA
NTECEDENTES
Esta ganadería fue formada en 1962 por doña María Concepción Mencos Amedo con reses adquiridas a don Ángel Sánchez Rodríguez, de Jaén. En 1968 solicitó la prueba de acceso en la Unión de Criadores, que consiguió en 1973. Vendió entonces la ganadería a don Antonio Doblas Alcalá y Hermanos, que agregaron un lote de hembras y un semental de la de don Carlos Núñez. En 1990 adquirió esta ganadería don José Luis Martín Lorca, quien eliminó todo lo anterior, varió el hierro y la forma con reses procedentes de las ganaderías de Cebada Gago, Torrealta y Juan Pedro Domecq, agregando posteriormente un lote de vacas y un semental de «Toros de El Torero».
ENCASTE
ENCASTE JUAN PEDRO DOMECQ Y DÍEZ El fundador de esta estirpe de ganaderos, Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, compró a principios de 1930 la ganadería del Duque de Veragua a Manuel Martín Alonso quien se había hecho con el hierro ducal dos años antes. Domecq y Núñez de Villavicencio debutó con una novillada en 1931 en la plaza de Cádiz. La primera ocasión que lidia en Las Ventas fue precisamente en la corrida de inauguración. Pero la historia de este encaste circula por buen camino desde el principio, Juan Pedro hace caso de las recomendaciones que Ramón Mora Figueroa le dio con buen tino, por lo que adquirió al Conde de la Corte cuatro sementales: Llorón, Carabello, Chucero y Bodeguero y dos puntas de vacas entre 1930 y 1931. Tras el fallecimiento en 1937 de Juan Pedro Domecq se encarga de la ganadería su hijo, Juan Pedro Domecq y Díez. Tanto sus compañeros ganaderos como analistas y toreros han declarado que creó un encaste propio, depurando y mejorando el concepto bravura. Dio paso a una nueva definición de bravura, desde que sale el toro de toriles hasta que muere, lo que él denominó “bravura integral”. Los toros de este encaste suelen ser bajos de agujas, finos de piel y de proporciones armoniosas. Las encornaduras son buenas, tienen un desarrollo medio, pudiendo crecer en forma de gancho o gatillo (engatillados). El cuello es largo y descolgado, el morrillo bien desarrollado y la papada no es muy desarrollada. Los pelos predominantes son negros, colorados, castaños, tostados; los jaboneros y ensabanados aparecen por la influencia de la casta Vazqueña, algo que en el último lustro podemos ver con más asiduidad. Entre las particularidades complementarias está el listón, chorreado, jirón, salpicado, burraco, gargantillo, ojo de perdiz, bociblanco y albardado, entre otros. En cuanto al comportamiento, este encaste conserva la cualidad ir a más. Se arranca pronto y lo hace galopando con alegría y fijeza en los trastos de torear. Dado que el legado de Juan Pedro Domecq y Díez terminó en 1975, algunos de los ganaderos que le compraron ganado han conseguido desarrollar un tipo de toro con características físicas y de comportamiento diferentes según la personalidad de cada criador.