Autor: Guillermo Rodríguez

Encuentro de Amazonas el 8 de diciembre en Cali escogerá a las Damas que abrirán plaza en Cañaveralejo en la feria taurina

Nos cuenta Tauroemoción en mensaje dirigido a las damas que quieran optar a abrir plaza en Cañaveralejo:

 Si quieres ser amazona en la próxima feria de Cali 2023, aprovecha e inscríbete hasta el 5 de diciembre.

En el I encuentro de amazonas se elegirán a las mejores para los festejos taurinos que se celebrarán en Cañaveralejo del 26 al 29 de diciembre.

Rocío Morelli reapareció con dos ovaciones tras el fuerte palizón en Zacatecas

“Estoy más que motivada para salir adelante”, expresó Rocío en una charla con el Diario de Yucatán, a propósito de su reaparición en la Feria Yucatán de Xmatkuil en la que toreó junto al potosino Fermín Rivera.

Dos ovaciones marcaron su anhelado retorno a los ruedos.

Este domingo, a las 4:30 de la tarde, hizo el paseíllo en la primera de tres tardes que monta la empresa Toros Yucatán en el coso “La Esperanza”, un recinto portátil que fue instalado para que la fiesta prosiga en esa región yucateca.

Pero hace menos de dos meses, el 28 de septiembre, la matadora cafetera pasó uno de los grandes sustos de su corta carrera.

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En Villa de Cos, Zacatecas, toreaba en una corrida en el lienzo charro y fue herida gravemente en el rostro, a la altura del parietal derecho, por lo que fue trasladada rápidamente a un hospital. Tras un intenso chequeo y un TAC, se informó del alcance de la herida, de entre 10 y 15 centímetros por encima del párpado. Llegó a la sala de operaciones consciente y orientada, un buen síntoma que permitió la rápida intervención del cirujano plástico. Y luego a trabajar en la recuperación.

El retorno

La tarde dominical en Xmatkuil, junto al potosino Fermín Rivera, marcó su retorno. Ella, consciente y tranquila, dice que está lista para volver a ponerse en la cara del toro.

“Me siento muy ilusionada con volver a torear. Aunque no han pasado ni dos meses desde la cornada ya siento que fue mucho tiempo sin torear. Yucatán me trata muy bien siempre y me hace sentir especial, entonces estoy contenta de volver”, indicó la joven torera.

Los toreros, dicen muchos, están hechos de otra pasta. Y Rocío dice categórica: “El percance fue muy fuerte, pero jamás hubiera pensado en quitarme de esto. Aquí estamos otra vez”.

Antes de volar a Mérida , toreó en el campo bravo para volver a sentirse plena. Por ello la confianza de regresar con un buen papel. “Tenemos confianza en el cartel, es interesante tener a Rocío”, dijo Alberto Basulto Soberanis, de Toros Yucatán.— Gaspar Silveira Malaver

Ha muerto el ganadero salmantino Carlos Charro que tenía en una de sus dos líneas lo del Torreón, hoy propiedad del maestro Rincón

( En la foto, Carlos Charro con su hija Loreto )

El ganadero salmantino Carlos Charro murió en su natal Salamanca. Tenía 74 años y aunque se sabía que estaba delicado de salud, ha sorprendido su deceso.

“Peña de Cabra”, propiedad de María Isabel Santos , es una de las
fincas en la que pastan los toros de la ganadería “Carlos Charro”.
Perteneciente al término municipal de Narros de Matalayegua
(Salamanca), cuenta con unas 400 hectáreas de monte de encina,
que se dividen en 12 cercados dedicados exclusivamente a la cría
de ganado bravo.



La ganadería:
La ganadería “Carlos Charro”, propiedad de D. Carlos Charro Sánchez-Tabernero, pertenece a la Unión de Criadores de Toros de
Lidia. Se crea en 1999, con vacas y sementales de El Torreón y El
Pilar. Posteriormente, en 2001, se elimina todo lo procedente de
Atanasio Fernández.
Los toros de Carlos Charro, de encaste Domecq, se distribuyen
entre dos fincas: “Peña de Cabra”, en el término municipal de Narros de Matalayegua (Salamanca), y “Sanchón de la Sagrada”, perteneciente al municipio salmantino con el mismo nombre.
6 CARLOS CHARRO www.centrotorolidia.es
Entrevista:
¿Cuál es el origen
de su ganadería?
Nosotros tenemos dos hierros. Por
un lado, el hierro
“Carlos Charro”, de
procedencia “El Torreón”, que se forma
con las vacas que le
compramos a Felipe
“LAFITA” antes de
que vendiera la ganadería a César Rincón,
y con dos sementales de Jandilla y de Domingo Hernández. Y por otro lado, el hierro “Loreto Charro”, mi hija, que procede de “El Pilar” (que se crea con las vacas que se compraron a Moisés Fraile y los sementales que nos cedió en su día).
¿Cuál ha sido la evolución de su divisa?
Estamos lidiando alrededor de cuatro corridas de toros al año, dos de cada hierro. Festejos menores
no lidiamos nunca.
¿Qué le lleva a
mantener este encaste?

¿Cuántos animales tienen en la actualidad?
Doscientos y pico… Tengo 5 ó 6 sementales cubriendo. Reproductoras habrá…
del Torreón 85 y del Pilar unas 60.¿Qué busca en sus toros?
Como todo el mundo, bravura y bondad… Lo que se busca en un toro de casta,
el triunfo de los toreros.

A propósito de matadores precoces y toreros tardíos en la pluma de Alcalino

Ahora que se ha puesto de moda el niño torero Marco Pérez –acaba de debutar con
caballos— viene a cuento la cuestión de si es el toreo un arte que se deba empezar a
practicar desde una edad temprana, so pena de perder el tren que conduce al estrellato


en tan dura profesión. En un artículo admirable, el finado Antonio Caballero tocaba el
tema con insuperable agudeza, comparando el ejercicio del toreo con el de la música,
donde al parecer sí es absolutamente obligatoria una dedicación total desde la niñez,
mientras más temprano, mejor. Y qué mejor ejemplo que el prolífico y prodigioso W. A.
Mozart.


Pero repasando la historia de la tauromaquia, el imperativo de la edad no resulta tan
categórico, aunque sea indudable que algunas de las mayores figuras de la fiesta
empezaron muy precozmente aquello en lo que andando el tiempo habrían de sobresalir
como maestros consumados.


La edad digamos normal a la que los toreros toman la alternativa se puede situar entre los
18 y los 22 años. De acuerdo con esto, los casos de genuina precocidad son realmente
pocos, lo cual no significa que quien se doctoró cuando su edad estaba comprendida entre
los limites señalados no haya empezado a torear desde niño. Tampoco significa, por
supuesto, que empezar a torear desde pequeño garantice el advenimiento de una futura
figura, como lo evidencia que una mayoría de aspirantes, independientemente de la edad
a la que hicieran sus pininos en el arte de Cúchares, no llegan a consolidarse ni siquiera
como novilleros. Y, a la inversa, figuras importantes ha habido que alcanzaron el
doctorado cuando ya eran hombres hechos y derechos, de 23 años o más.


No obstante, vale la pena recordar cuáles han sido los casos de precocidad más notables
en la historia del toreo. Sin olvidar algunas alusiones a la circunstancia contraria.


Niños prodigios. Es fama que el genio torero de Francisco Montes “Paquiro” y Francisco
Arjona Herrera “Curro Cúchares” se manifestó cuando eran apenas unos críos, discípulo el
primero de la Escuela de Tauromaquia instituida en Sevilla por Fernando VII hacia 1830, y
el segundo en el matadero de San Bernardo de la misma metrópoli andaluza. Les tocó una
época en que había que escalar desde el grado de subalterno joven, bajo la protección de
algún matador reconocido, e ir ascendiendo a sobresaliente de espadas para, por fin,
alcanzar la alternativa. Ese, precisamente, fue el camino seguido por maestros históricos
del XIX como Rafael Molina “Lagartijo”, Salvador Sánchez “Frascuelo” o Rafael Guerra
“Guerrita”, por citar sólo a las figuras señeras del último tercio del siglo antepasado.
Gallito, Armillita Chico y Chicuelo. El primer adolescente en convertirse en matador fue el
gran Joselito –José Gómez “Gallito”–, que al recibir en Sevilla la alternativa de su hermano
Rafael (28.09.1912) contaba apenas 17 años, cuatro meses y veinte días, pues había
nacido en Gelves el 8 de mayo de 1895. Más joven aún, Fermín Espinosa “Armillita”
alcanzó el grado de doctor, pues había nacido en Saltillo el 3 de mayo de 1911 y no pasaba

de los 16 años, cinco meses y veinte días cuando Antonio Posada le entregó muleta y
espada en El Toreo de la Condesa (23.10.27). Tanto José como Fermín se habían iniciado
en el arte al lado de otros becerristas de su edad, Gallito en la Cuadrilla de Niños
Sevillanos, de la que su pareja, José Gárate “Limeño”, también llegó a matador, aunque su
carrera fue corta e intrascendente; y Fermín, a los 12 años, alternaba con otros pequeños
aspirantes como Manuel Vara “Varita” y Paco Gorráez, de los cuales solamente Paco tomó
la alternativa hasta en dos ocasiones sin pasar de medianía en el escalafón de la época de
oro del toreo en México.


El caso de Manuel Jiménez “Chicuelo” no es menos sugestivo. Como los dos anteriores,
procedía de una familia de fuerte raigambre taurina, hijo del diestro homónimo y sobrino
de otro modesto matador, “Zocato”, que a la prematura muerte del padre lo tomó en
adopción. A finales de la década del 10, hacían pininos por el campo bravo de Salamanca
un terceto de prometedores becerristas: Chicuelo había nacido en Sevilla, en las cercanías
de la Alameda de Hércules (15.04.1902), Juan Luis de la Rosa era jerezano y Manuel
Granero valenciano. A poco se les agregó un salmantino, José Amorós. Todos tomarían sus
alternativas bastante jóvenes, pero ninguno con tan poca edad como Manuel Jiménez, de
manos de Juan Belmonte y en la mismísima Maestranza sevillana (28.09.19), minutos
después de que en la efímera Monumental de la misma torerísima ciudad Joselito hiciera
matador al jerezano La Rosa. El gran Chicuelo contaba 17 años, cinco meses, 13 días.
Fermín Rivera, Pepín, Luis Miguel. Fermín Rivera Malabehar nació en San Luis Potosí el 20
de marzo de 1918 y en la temporada chica de 1935 en El Toreo su precoz torerismo
asombró a todo mundo, saliendo en hombros más de media docena de veces.


Naturalmente, eso le abrió las puertas de la alternativa, otorgada por su tocayo Armillita
el 8 de diciembre del mismo año, cuando contaba 17 años, ocho meses y 19 días. Unos
años después, al otro lado del Atlántico, el sevillano Pepín Martín-Vázquez Bazán –que
pudo ser primerísima figura y se quedó a medio camino por culpa de una terrible
cornada—se doctoraba en Barcelona apadrinado por Domingo Ortega (03.09.44), 27 días
después de cumplir los 17 años, pues había nacido en Sevilla el 6 de agosto de 1927.


Un caso atípico –como casi todo en él—fue el de Luis Miguel (González Lucas) Dominguín,
cuyo natalicio se registra en Madrid el 9 de diciembre de 1926, pues resulta que Domingo
Ortega le confirió una alternativa no válida en España en la plaza Santamaría de Bogotá
(23.11.40), por lo que habría matado su primer toro cuando frisaba apenas los 14 años.
Pero, como decía, fue una alternativa sin consecuencias prácticas, pues de vuelta a su país
hizo varias campañas novilleriles hasta que el propio diamante de Borox lo doctoró con
todas las de la ley en La Coruña (02.08.44), a sus 17 años, siete meses y 26 días.
Eloy Cavazos y Curro Rivera. De vuelta a México, nos encontramos con que Eloy Américo
Cavazos Ramírez, natural de Guadalupe, Nuevo León (25.09.49), que fue niño torero y
precoz as novilleril, recibió el doctorado de Antonio Velázquez en la Monumental de
Monterrey (28.09.66) tres días después de su cumpleaños número 17. Por su parte,

Francisco Martín Rivera Agüero –Curro Rivera—, hijo del maestro potosino Fermín Rivera,
representa el único caso de precocidad por segunda generación consecutiva dentro de la
misma línea familiar, pues habiendo nacido en México DF el 17 de diciembre de 1951,
recibió muleta y estoque de Joselito Huerta en Torreón (14.09.68) cuando aún no
alcanzaba la mayoría de edad, puesto que tenía 17 años, ocho meses y 27 días.
Emilio Muñoz y José Cubero “Yiyo”. Celebrado como niño prodigio cuando apenas
levantaba tres palmos del suelo, el trianero Emilio Muñoz Vázquez (Sevilla, 23 de mayo de
1962) se convertía en matador de toros de manos de Francisco Rivera “Paquirri” (Valencia,
11 de marzo de 1979) a la tierna edad de 16 años, nueve meses y 18 días. Posteriormente,
su carrera conocería toda suerte de altibajos, pero es indudable su proyección de figura en
varios tramos de la misma.



El malogrado José (Sánchez) Cubero “Yiyo” fue otro llamativo caso de precocidad; había
nacido en Burdeos, Francia (16.04.64) en el seno de una familia española, creció en el
barrio madrileño de Vallecas y recibió la alternativa en Burgos (30.06.81), otorgada por
Ángel Teruel, lo que significa que era ya matador a los 17 años, tres meses, 14 días.
Madrid lo consagró en la isidrada del 83, y la cornada mortal de “Burlero”, de Marcos
Núñez, lo hizo entrar en la leyenda cuando acababa de cumplir 21 años (Colmenar Viejo,
30.08.85).


El Juli, el más joven de todos. El caso más asombroso lo encarna Julián López Escobar “El
Juli”, nacido en Madrid el 3 de octubre de 1982, por lo que al recibir los trastos toricidas
que le entregó José Mari Manzanares en Nimes (18.09.98) aún no cumplía sus 16 años,
para lo cual faltaban exactamente 15 días. Eso lo convertía en el matador con alternativa
más joven de la historia –si hacemos a un lado aquel doctorado un tanto ficticio de Luis
Miguel en Bogotá–, estableciendo una marca que sigue vigente y que no podrá ser
quebrada por Marco Pérez, quien apenas prepara su primera campaña cuando al parecer
ya rebasa los 16 años.


Como contraste, los “viejos”. Pero el toreo es tan imprevisible en todos los órdenes que,
así como suele premiar la precocidad, también sabe consagrar a quienes pisaron ya
maduros sus arenas, siempre que muestren las cualidades necesarias para ser gente en el
mundo del toro. Unos cuantos casos notables pueden servir para ilustrarlo.
Ignacio Sánchez Mejías (Sevilla, 06.06.1891) tomará la alternativa con más de 27 años
(Barcelona, 16.03.19); Domingo (López) Ortega (Borox, 25.02.1906), con 25 recién
cumplidos (Barcelona, 31.03.31); el gaditano Rafael Ortega Domínguez con 28 años, dos
meses y 28 días (Isla de San Fernando, 04.07.1921 / Madrid, 02.10.49); su paisano Juan
García “Mondeño” (Puerto Real, 07.01.34) superaba también los 25, más dos meses y 22
días, cuando Antonio Ordóñez lo doctoró en Sevilla (29.03.59), y nuestro Rodolfo
Rodríguez González “El Pana” tampoco se cocía al primer hervor al cederle Mariano
Ramos muleta y estoque en el ruedo de la Plaza México (18.03.79), pues había nacido en

Apizaco (02.02.52), y por tanto llevaba ya 27 años, un mes, 16 días rodando por el mundo,
tendencia que lo acompañaría por el resto de su vida.

David Martínez, triunfador en el Perú, encabeza el cartel para la corrida mixta en UNE el 16 de diciembre

A mas del torero banderillero David Martínez , habrá un mano a mano de novilleros de Colombia y Perú.

Por el toreo criollo intervendrá un novillero de la localidad cundinamarquesa, Sebastián Jiménez y por la tierra Inca Luis Eduardo.

Para rematar se le tributará un homenaje musical al desaparecido cantante mexicano Vicente Fernández. No faltará ese día el cante con la comicidad de los enanitos de oro Iván y Carlos Uriel

De la salve rociera al inspirado toreo del trianero Juan Ortega en Latacunga

( Fotos de Diego Alais para tendido7 )

En tiempos en que parece imperar la ramplonería, sentir el toreo como lo describe en esas pinceladas de arte e inspiración soberbias el sevillano Juan Ortega es agua de mayo. Qué despacito, cómo acompaña el viaje, cómo embarca al toro, le da distancia, pierde pasos cuando es menester en esa elegante presencia del toreo eterno que en Andalucía ha tenido cultores de lujo como Curro Romero, De Paula, por citar dos.

En un medio día en el Festival de la Esperanza de Triana bajo un sol de justicia, Ortega, el virtuoso, nos emocionó con el temple, las tandas por ambos pitones, cómo sale de la cara del toro y hasta se dio el lujo de ponerse de hinojos para cinco muletazos por alto , un kikiriki y un natural largo y sentido.

Y cómo toreó con el capote !!!!!

Un muletazo rodilla en tierra

Si el fondo importa en el toreo, las formas son esenciales, los tiempos , las alturas de la muleta.

Pincha arriba y estocada certera. El toro ha muerto en los medios y ha entregado lo mejor de su encaste Baltasar Ibán que es la procedencia de La Viña que se lidió en esta plaza ecuatoriana.

El Festival se abrió con la solemne procesión de la Virgen acompañada por los toreros mientras las delicadas notas de la salve rociera dejaban su sello, después vendría el aroma de Ortega que perfumó con su suavidad el aire de este bello pueblo del Cotopaxi.

 Castella pechó con un castaño se defendía, sin recorrido, a menos. Palmas tras pinchar.

El lojano es un torero ecuatoriano que vive en España. Tomó la alternativa en Cayambe en el 2004, se lanzó de espontáneo en Madrid como lo había hecho su padre. Torea poco y ese se percibió en el Festival.

Luque topó con un toro que salía distraído, desentendido, “sin alma”. El NO TORO. Marra al descabellar. Palmas.

Lo poco que le permitió…Un natural

Marcillo tomó la alternativa en Latacunga, poco torea pero es un espada por recuperar. Estuvo más que digno, resolvió la papeleta, ejecutó la suerte suprema y vinieron las dos orejas. Toro de vuelta al ruedo.

El Pantera se formó en la Escuela de los recortadores y eso se nota. Salta por encima del toro y coloca las banderillas. Un heterodoxo que hace lo que puede, eso sí con su verdad. Sufrió un achuchón, se embarulló, en un momento le cogió el sitio al novillo y dejó algunos muletazos que concluyó con las bernadinas.

Un muletazo del torero ecuatoriano

No tiene sitio para la suerte final pero la gente le agradeció su voluntad. Palmas.

Y uno sale del coso andino con ese sabor trianero no solo en los labios sino en el corazón. Son esos momentos únicos e irrepetibles.

Los carteles de San Cristóbal, Venezuela

Colombo acapara la atención en la feria de San Cristóbal en Venezuela.

Los carteles abren esta nota de un feria que recupera una plaza más en América.

La paciencia ,virtud de Castella, en la cumbre de su torería en Latacunga con un toro de vuelta al ruedo de Triana, su fiel compañero de viaje

( Las fotografías son autoría de Diego Alais para tendido7)

El toreo es sin prisas, es templanza, despaciosidad , dialogar con ese ser vivo que es el toro proveniente del bos taurus.

Sebastián Castella se encontró con un ejemplar que embistió por ambos pitones, que hacía el avión, haciendo surcos en la arena, metiendo la cara, embistiendo con clase y el francés comenzó a dirigir esa orquesta unipersonal con el toreo fundamental. Todavía recuerdo con el capote una chicuelina, con perdón, a la manera del maestro Camino

y luego aderezado con trincherillas, naturales en redondo y ese «je, jey, toro» , cambios de mano, un pase de las flores un cambio por la espalda

y más toreo largo, sentido, crujiente. Hasta se olvidó del incómodo viento. Cuadró al toro, se perfiló en corto y por derecho y la espada cumplió su cometido, vinieron las dos orejas,

aclamadas en la vuelta al ruedo del toro y al final abandonó el coso en hombros.

Daniel Luque no tuvo material, apuntes que no alcanzan a conformar una obra en sus dos toros. Mañana puede ser su tarde en esta nueva etapa de su profesión en el festival. Ya veremos.

El rejoneador Alvaro Mejía se quedó con la oreja del primero, ejerció como buen equitador, las jacas le respondieron, tuvo temple y armonía en la colocación de las banderillas , las cortas y uno que otro alarde . En su segundo falló con el acero y marró con el descabello pero la gente le agradeció

Galdós, padre, al intentar auxiliar a un toro en su ganadería ,resultaron heridos él y su hijo Joaquín. El ganadero dice que el torero arriesgó la vida por él y que sino interviene » no lo cuento»

El ganadero de Santa Rosa Alfredo Galdós hacía un recorrido por su finca, a 100 kilómetros al norte de Lima, vio un toro echado, creyó que se encontraba mal, descendió de la camioneta para cerciorarse, el toro le pegó una cornada en el pecho; su hijo, el torero Joaquín, se lanzó , lo abrazó para protegerlo, con tan mala fortuna que se llevó una cornada en el escroto.

Los dos están fuera de peligro pero don Alfredo que lleva dos líneas, una Santa Coloma origen La Quinta que llevará el nombre de Santa Rosa y la otra, Domecq, el de «Los Azahares».

Pasado el susto, don Alfredo admite que fue un acto imprudente al no tomar las previsiones pues al fin y al cabo estos animales por su instinto pueden agredir, como en efecto ocurrió. Es su naturaleza.

Este aporte genético con procedencia Santa Coloma a la ganadería Santa Rosa de Lima tendrá su punto de partida el próximo año 2024, cuando la divisa peruana lidie por primera vez una corrida de toros con procedencia íntegra La Quinta. Además, a partir de este momento, los toros con procedencia de encaste Domecq se lidiarán bajo la denominación del nuevo hierro de «Los Azahares». 

En Latacunga, rotundo y macizo Roca Rey corta 4 orejas, sale en hombros tras una soberbia faena al sexto, que fue honrado con la vuelta al ruedo

( Fotos de Diego Alais y Julián Velasco para tendido7)

El primero de los tres festejos en Latacunga, Ecuador, a los pies del Cotopaxi ,comenzó con lluvia, amainó salió el sol y Roca Rey labró dos faenas rotundas, de extraordinario merito. Su primero, bueno por el derecho, lidia de entendimiento y lucimiento. Estocada y dos orejas.

Lo grande vino en el cuarto, un toro con la divisa de Huagrahuasi ( La Casa del Toro ) con hechuras, serio, hondo, bravo, que embestía por abajo, bien criado ( nunca abrió la boca ) en esa larga faena surcada de temple, toreo por bajo, largos los muletazos y esos abrochados de pecho y los forzados. Hubo naturales lentos, cadenciosos que fueron hilvanando un sinfonía maravillosa con un torero como el peruano a quien le endilgan el cambiado, valor sí pero sin clase y poco más. Se equivocan. Vaya calidad del toro y la clase del torero que lo entendió a la perfección con ese toreo al compás, rítmico, con esas finas lisuras que nos recordaron a su pisana, la gran Chabuca en estas tierras ecuatorianas en las que sobresale ese hermoso nevado del Cotopaxi. La afición aclamó al limeño por su actuación en esta zona andina americana.

Y tras haber dibujado el toreo se fue en hombros de los monosabios de la plaza

Hubo pedido de indulto pero Roca cumplió con la suerte suprema, el toro dobló tras haber entregado su grandeza y las mulillas le dieron como premio una aclamada vuelta al ruedo.

Y tendremos la fortuna de verlo en ese estado de gracia torera en la que se encuentra y en plenitud en Manizales en el festival y en la corrida de toros en enero.

Juan ortega deja destellos de esa clase sevillana que atesora el joven espada. Fue cogido sin consecuencias tres veces en su primero bis ( Vaya peligro el del pitón izquierdo ) , el de lidia ordinaria perdió un pitón y se devolvió a corrales , abrevió y dio una vuelta al ruedo. Quedaron un par de verónicas lentas, chicuelinas ajustadas, graciosas y toreras. Su segundo, reservón, mirón, con expreso y manifiesto peligro, sin opciones. Se había doblado con él al comienzo pero el toro no valió y todo queda en esos detalles siempre bienvenidos con un torero al que se le cantan tantas virtudes, merecidas por cierto.

La feria en Latacunga, Ecuador, comenzó con un mano a mano Roca Rey – Juan Ortega, este sábado la reaparición en los ruedos de Daniel Luque tras someterse a una intervención en el tobillo y el penúltimo festejo que lidiará Sebastián Castella antes de someterse a una intervención quirúrgica. El 19 será el festival con la actuación del sorprendente » Pantera» que por las formas es inclasificable.

Los toros están en el campo

Una feria de tres festejos en la plaza San Isidro Labrador, imperdibles


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