En la foto la señora Ivette de Uhia ,la gerente de la revista debut de panamá la señora Nubia Llera D , Marinella Manrique , Leonor Hallax , Germinar Sarasqueta, Mario Boyd Galindo, Gitanillo De América , Julio Cesar Turbay , El General Eduardo Zapateiro y su señora esposa , El Maestro Cesar Rincón
COMANDANTE . Corría el último día de enero de 2007. La plaza De Santamaría » hasta las banderas». El cartel con El Fandi César Rincón y Talavante.
Salió «Comandante», serio, entipado , vinieron delantales y una ajustada media.
El toro en varas, bravo y empujando en la cabalgadura.
En la muleta esos cites de lejos, como en el Madrid del 91 y el toro embistiendo con clase. Tandas por ambos pitones, el maestro con las zapatillas atornilladas en la arena y la faena construida por ese genio del toreo tiene ribetes de grandeza. Se insinúa el indulto, el torero y ganadero de Las Ventas del Espíritu Santo sabe que el toro es para padrear pero el palco se resiste y no concede la gracia de que vuelva a la ganadería. Veo a César Rincón bañado su rostro en lágrimas, le pide la muleta y el estoque a su hermano Juan Carlos su fiel mozo de espadas. Lentamente va a la cara del toro y para mostrar su calidad se inventa otra faena. Pero no hay manera, el toro cae fulminado por una estocada en todo lo alto, las dos orejas y la vuelta al ruedo entre la tristeza y la congoja. Son, me dijo un día el maestro, sensaciones encontradas y fuertes.
Pidió las orejas pues para él eran un tesoro y al especialista le solicitó que le disecara la cabeza que estuvo en la galería de aquellas que esculpieron de manera brillante la ganadería de Las Ventas del Espíritu Santo.
DE COMANDANTE A COMANDANTE
Este fin de semana tras un tentadero se sentaron a manteles los invitados, entre ellos Julio César Turbay Quintero y quien fuera hasta hace unos meses el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general Eduardo Zapateiro que al llegar a la finca de Albán le trajo un hermoso presente : Un bastón de mando.
A los postres, el militar pregunta por qué están esas cabezas de toros ahí. El maestro le narra que cada una representó un momento inolvidable en su fulgurante carrera, que varios de esos toros » me hicieron» la ganadería y otros son toros que trajeron triunfos a la ganadería le contó que para distinguir al toro y su origen los bautiza por familias que en definitiva son el soporte fundamental en una dehesa. La de los músicos, los graciosos, y los militares,,.. como el toro que esta de frente de nombre comandante
Cuando sirvieron el café, el maestro se levantó y le pidió a Gitanillo de América y a Sebastián Vargas que bajaran la cabeza de » Comandante» , y dijo : Esta pieza única que para mi significó tristeza y alegría una tarde en Bogotá en la que no se supo aquilatar la casta, la bravura y nobleza del toro , la quiero poner en manos de un militar con muchos pergaminos y COMANDANTE de las fuerzas armadas de colombia que honra sus galones y me ha dado generosamente el don de la amistad.
Como niño con juguete nuevo, el curtido oficial miraba esa cabeza y no podía creer que la puede lucir en el mejor lugar de su residencia. Una ovación cerrada y en pie abrochó esta faena de confraternidad entre un figurón del toreo y un general de nuestro ejército que se acercó con pasión a la querencia de quienes amamos una fiesta tan llena de cultura, de tradición y de valores. Como si de un encuentro se tratara en el ruedo, el general y el torero estrecharon sus manos y «Comandante» de testigo.
Por cierto, la presidencia de aquella corrida la ejerció un amigo muy cercano al maestro, don Orlando García Herreros que fue notario y superintendente. Hubo ,claro, la desazón del maestro esa tarde pero la amistad no tuvo mella y mantienen hoy la misma relación. No sabremos ya si al padrear , Comandante habría sido otra fuente de grandeza en el campo bravo en la jurisdicción de Albán. Lo que es cierto es que la cabeza del toro comandante reposa en poder de un oficial con muchos galones…
¿Cómo era una gran faena en 1924? No es una pregunta retórica ni simple curiosidad arqueológica. En el centro de la interrogante está la cuestión de si el toreo es o no un arte, asunto crucial en las adversas circunstancias actuales. Sabemos que el arte es, con la ciencia, la expresión más alta del genio humano. También nos consta que la vida actual es arrastrada por un avance tecnológico cargado de instantáneas novedades capaces de disfrazar la realidad y crear falsas ilusiones. Así el cine, que depende en gran medida de los recursos tecnológicos disponibles, es capaz, gracias a éstos, de mejorar la sensación de verdad, lo que no significa que una superproducción de Hollywood sea por ello una obra de arte, condición que, en cambio, sí puede alcanzar un filme elaborado con los medios más austeros. Y lo mismo vale para el novelón, basado en tremendismos postmodernos, que no por convertirse en best seller será arte; o para el precoz pianista, obsesivamente entrenado desde su tierna infancia y presto a interpretar todas las sonatas de Beethoven en un frenético fin de semana, sin que semejante alarde guarde la menor relación con el arte del genio de Bonn o la creatividad innata de un Mozart o un Shostakovich. O, para el caso, de Gardel, María Greever, Louis Armstrong o John Lennon.
El quid de la cuestión. Una obra de arte auténtica forma parte de un proceso evolutivo que puede rastrearse y reconocerse como tal. Pone en relación activa a un emisor y un receptor: dos sensibilidades, dos historias, dos momentos y dos percepciones. La distingue su cualidad de cosa única, inédita, compartida así por ambos, quien la crea y quien la disfruta, gracias a su propio poder de comunicación y a una fuerza espiritual indefinible y única. Para ser genuinamente arte, la obra tiene que ser una experiencia abisal, súbitamente reveladora, irrepetible.
¿Nos proporciona la tauromaquia este tipo de experiencia? Creo que cualquier buen aficionado puede dar fe de ello, y la prueba es que al acercarnos a la taquilla lo hacemos siempre con la esperanza de volver a vivir esa rara conjunción de un toro y un torero tocados por la gracia. La gracia del arte, que tanto tiene de magia como de milagro. Gaona y “Revenido”. Ya puestos en situación, tomemos como ejemplo la faena de Rodolfo Gaona al cuarto toro de Piedras Negras del 17 de febrero de 1924, en El Toreo de
la Condesa. Corrida a beneficio del baturro Juan Anlló “Nacional II” con Gaona y José Roger “Valencia I” como alternantes, para dar cuenta del encierro tlaxcalteca de don Lubín González. Una tarde histórica. Lo de menos es que el beneficiado haya desorejado al primero que le soltaron, y Pepe Valencia levantara al público de sus asientos con un volapié modélico que le valió la oreja del segundo piedreño. Lo de más, que el Indio Grande, previo altercado con Nacional y su cuadrilla durante el tercio de varas del tercero, cuajase con “Revenido” una de sus faenas estelares. Acaso la mejor de todas.
Para nuestra decepción no será posible diseccionar el formato de la faena. Y la razón es que los revisteros de la época practicaban una crónica impresionista, ahorrándose la claridad descriptiva en aras de la alabanza o la diatriba. Pero sí es posible comprobar si esa sacudida emocional propia del arte alcanzó a manifestarse tanto en el espada leonés como en los 25 mil receptores directos que llenaban El Toreo.
Habla el autor.
En su biografía Mis veinte años de torero, dictada a Carlos Quirós “Monosabio”, Gaona expone su punto de vista: “La mayoría de los aficionados ha dicho que la faena a “Revenido” es la mejor que tengo hecha aquí. Creo lo mismo. Y por esto: Hubo dominio completo y cuanto arte puede echarse a un toro (…) Cuando de un toro se hace lo que se quiere y se le obliga a pasar, a ir de aquí para allá, y se le hace acometer o detenerse cuando uno quiere, entonces es el torero el que manda y el toro quien obedece. Y es el hombre el que lo ha dominado por su arte, por su inteligencia. Esto es lo más que puede pedirse a un torero.”
Otra mención específica de dicha faena está incluida en el escrito que Rodolfo le entregó a Rafael Solana “Verduguillo”, el periodista que creó el gran semanario El Universal Taurino. Hasta la redacción del mismo llevó el leonés unas cuartillas con sus impresiones sobre la temporada 1923-24. Con buena vena de relator y redactor, sin falsas modestias –que nunca las tuvo–, el Califa apunta: “No hubo una corrida en que por lo menos no hiciera una faena grande, hasta que llegó la tarde del 17 de febrero, beneficio de Nacional. Alternamos con Valencia (Pepe) lidiando reses de Piedras Negras. El cuarto se llamó “Revenido”. Yo, que estaba picado por lo que me habían hecho Nacional y su cuadrilla al rematar un quite, comprendí que había llegado el momento de dar la nota. Y vaya si la di. Al principio temí que “Revenido” no me durara todo lo que yo quería. Pero a medida que lo consentía se fue creciendo, hasta que se convirtió en un toro bravo (…) ¿Lo que le hice? Todos los aficionados deben recordarlo. Yo sólo digo que a “Revenido” lo toreé a mi gusto, gozando la faena que estaba ejecutando, aprovechando en todo momento las condiciones del toro para el adorno. Arte, gracia y no poco valor puse en todos los muletazos que le di a ese toro. Pero mi satisfacción fue aún mayor al ver que el público había comprendido la faena y me ovacionaba calurosamente.” (El Ruedo, Núm. Extraordinario dedicado al Califa de León. México. Primer trimestre de 1965).
Ahí está condensado, por el propio artista, su modo de procesar las sensaciones que lo invadían mientras toreaba a “Revenido”. Su relato rezuma naturalidad y podemos decir
que evidencia la primera condición del arte genuino: que el autor haya experimentado el vértigo de la creación, expresada ante el toro de un modo personalísimo. Sobre lo otro, las sensaciones del receptor, el mismo Gaona da una buena pista al mencionar una respuesta del público acorde con la magnitud de su faena. Pero veamos cómo juzgó la obra ese receptor especializado que es, idealmente, el cronista taurino. Tres de ellos: el neutral (Varetazo), el gaonista (Rascarrabias) y el antigaonista (Roque Solares Tacubaq). “Varetazo” (neutral). “El cuarto fue el más pequeño, cárdeno oscuro, con bragas, vuelto de cuerna, número 14 y responde al nombre de “Revenido” (…) Rodolfo sale con ganas de comerse al toro y le sopla un par de capotazos para fijar. Viene luego una verónica fea, una navarra que no es gran cosa y más capotazos con tendencia a verónicas (…) En banderillas, Gaona clava un par malo, medio par igual de malo y un tercero en que un palo queda en la paletilla.”.
Quien así escribe no puede ser sospechoso de parcialidad en favor del torero. De modo que su cambio de talante al referirse a la faena de muleta hay que leerlo bajo ese mismo prisma. Me ahorro la descripción completa –reiterativa pero vaga–, para fijar atención en las expresiones entusiásticas del cronista: “Gaona brinda la muerte de “Revenido” al general Arnulfo Gómez (…) El toro no es gran cosa, bravo y codicioso a veces pero con defectillos, uno de ellos que no toma con franqueza el engaño (…) Rodolfo ya está arrodillado y citándolo (…) Se arranca “Revenido” y se produce un ayudado por alto magistral (…) y valiente, pues el burel no entró con franqueza sino que gazapeó. Un alarido de entusiasmo lanzó la multitud. Ya de pie, con la derecha, un pase de pecho soberbio, los píes quietos, jugando sobriamente el brazo, sin ninguna afectación. Esto es canela. Y lo que vendrá es algo de ensueño, como de las Mil y una Noches (…) Gaona sigue desgranando su arte (…). Cada muletazo es más lento, más elegante (…) Puro mando de brazos, el toro obedece como un faldero (…) Más valentía, nadie. Más arte, nadie. Más dominio, nadie. Más gracia, nadie (…) Gaona está hoy desconocido ¿Pero éste es el señor que toreaba encorvado, patiabierto y con el pico de la muleta? (…) De pronto, “Revenido” da un arrancón tremendo, y Rodolfo, quieto, lo espera, lo empapa y lo despide con facilidad asombrosa. En otro tercio, toma un sombrero, y con él en la mano y la muleta en la otra sigue haciendo monerías. Y en cada pase coloca el sombrero en un pitón. Una y otra vez, hasta hartarse. La ovación es la más grande que he oído en mi vida (…) El toro comienza a ponerse incierto (…) Un tercer molinete, tan ceñido que salió tropezado por los puñales. Entonces hinca las rodillas para esperar así la fiera acometida (…) El “Patatero”, viendo en peligro a su jefe, se lleva a “Revenido”. Y vino escena chusca, porque el Indio, hecho un energúmeno, corrió tras el diminuto “Patatero” amagando con darle una tunda con el estoque (…) Rodolfo aprovecha el momento para, recostado indolentemente contra la barrera, tomar un vaso de agua mientras el toro se repone (…) con los terrenos cambiados, señala a volapié un pinchazo despampanante. El pinchazo del año. ovación grande, aunque no tanto como la merecía el pinchazo. Momentos después el volapié clásico, preciso (…) El toro no dobla, y sirviéndose de la toalla a guisa de muleta, intenta el
descabello y lo logra al tercer sopapo (…) Es el delirio. Las dos orejas y el rabo e incontables vueltas al ruedo.” (El Universal Taurino. 19 de febrero de 1924)
“Rascarrabias” (gaonista).
“Ahora sabréis el porqué de mi gaonismo, querido lector:
porque siendo Rodolfo Gaona el más grande de los toreros artistas que han conocido los tiempos, necesariamente tengo que ser uno de sus más decididos partidarios (…) La faena que realizó con el cuarto toro de Piedras Negras es inenarrable (…) Fue algo asombroso, inolvidable, único: el arte purísimo quitaesenciado por la maestría máxima de un lidiador (…) al cuarto muletazo el ruedo estaba alfombrado por sombreros y prendas de vestir (..) toda la larguísima faena fue objeto de una aclamación interminable (…) duró más de veinte minutos (…) ¿A qué otro torero, desde que el toreo existe, se le ha tributado un homenaje igual?” (Jueves de Excélsior, 21 de febrero de 1924) “Roque Solares Tacubaq” (antigaonista). “Toro de escaso respeto, aunque no precisamente una mona (…) Toro que no fue lucidamente banderilleado por el Señor Gaona (…) Último tercio, teniendo el toro todas las condiciones que requiere el Señor Gaona: bravura, parsimonia en el acometer, sencillez para tomar cumplidamente el engaño: el “toro ideal” (…) El Señor Gaona hizo trasteo profuso en pinturería, que no en arte clásico, el que podría proporcionar la mano izquierda, en corto terreno y teniendo quietud en los pies (…) Hubo pases de pitón a pitón. Hubo adorno empleando un sombrero (…) en toda la faena, el Señor Gaona y el toro recorrieron media circunferencia (…)
Llegaron jadeantes ante un burladero. El Señor Gaona recostóse indolentemente sobre las tablas y solicitó una toalla para enjugar el copioso sudor (…) y dar un trago de agua. ¿Verdad que no tan fatigoso debió ser aquello si el Señor Gaona lo efectúa toreando tal y como debe ser? (…) Pero estas son observaciones de vejete rancio. Yo, prescindiendo de mis ranciedades, digo que la faena del Señor Gaona a “Revenido” fue estupenda, colosal, piramidal y todos los adjetivos que deseen darle, que merece la placa que para conmemorarla se está solicitando (…) Pero sólo considerándola dentro del “modernismo”. Hago la distinción para que no vengan a decirnos que fue en el clasicismo que le enseñó “Ojitos”. Una gran faena del “Gaona de ahora”, no del Gaona que sabía torear con la mano izquierda y los pies quietos.” (El Universal Taurino, 19 de febrero de 1924).
Conclusiones.
Dejando de lado el hecho de que el moderno toreo en redondo no entraba en los hábitos del Indio Grande –por eso está ausente de las tres crónicas–, lo leído arroja luz sobre algunas revelaciones fundamentales: 1) La de “Revenido” fue una faena larga para los usos de entonces –Pepe Valencia cortó la oreja de su primero gracias a un gran volapié, luego de apenas siete u ocho muletazos (Varetazo), el tipo de faena que encomiaba como “clásica”, al estilo antiguo, Roque Solares Tacubaq; 2) Gaona, muleta en mano, prescindió de la ayuda y cercanía del peonaje, hasta el punto de reprimir al Patatero cuando quiso intervenir; 3) Hay en el tono de los tres cronistas diferencias muy marcadas, pero también unanimidad en lo esencial: que la de Gaona a “Revenido” fue una faena extraordinaria, y acorde con ella el entusiasmo del público; 4) Los talentos de Gaona
iban mucho más allá de su elegancia natural y gracia torera: él mismo señala como el summum del arte el dominio del lidiador sobre la bestia. Y sin embargo, esta sola virtud no habría provocado el cataclismo que sacudió al Toreo aquel 17 de febrero de 1924.
El arte, cualquiera que sea su género, ha de inscribirse en un continuum histórico claramente verificable –la historia y evolución del toreo—, y al mismo tiempo condensarse en cada obra singular, expresión de la sensibilidad y el poder creativo del autor. Y contar con una interiorización genuina en el espíritu del receptor, multitudinario en este caso.
El campanazo lo dio de novillero, ya matador de toros en La Copa Chenel y en el otoño en las Ventas. Se llama Francisco de Manuel, nació en Madrid , hijo de española y venezolano y abuelos colombianos, posee esos dones que lo llevarán a ser figura.
El domingo , cuando la tarde , en Mérida, Venezuela, se entregaba a la noche se fue en hombros con el honrado Fandi.
Lidió primorosamente al entipado, calidoso , noble y bravo castaño » Caramelo». Hondura, profundidad, series hilvanadas , trincherillas, forzados de pecho a la hombrera contraria. El temple , ese misterio del toreo como base fundamental del torero , el espigado Francisco de Manuel que atesora el toreo clásico, la forma como se coloca, como plantea la faena, ese medio pecho, la muleta » alante» , liga e inventa en la cara del toro y crea una hermosa coreografía que no solo es forma sino fondo puro y diamantino. Supo aprovechar las virtudes de ese sexto que cerró la corrida en olor de santidad taurina. La gente pidió sin una sola voz en contrario el indultó que el palco concedió. Las dos orejas simbólicas y el paseo en la arena con la ganadera Carmen Rosa, la hija del portugués que creó la divisa y quien partió víctima del Covid.
Contar con este torero con raíces americanas es un lujazo y de seguro con ese otro adalid del toreo, el limeño Roca Rey nos darán muchas alegrías.
Cortó las dos orejas de su primero con otra faena limpia y sin mácula con otro buen toro al que se le concedió el premio de la vuelta al ruedo.
La tarjeta de visita del torero no podía ser más auspiciosa y lo fue al final. 4 orejas, dos simbólicas, un toro de vuelta al ruedo y un indulto. Se dice pronto.
Me acuerdo de esa canción de otro venezolano, Oscar D»León
«Castellano, que bueno baila usted Castellano, que bueno baila usted Castellano, que bueno baila usted»
Uno diría : Francisco de Manuel, que bien y qué bonito torea Usted !!!!
LA GANADERA COMPARTE CON EL TRIUNFADOR
Este triunfo no es mío, es de mi padre, me dice la eufórica ganadera quien me cuenta que el toro indultado es hijo de «Carmelo» pero que ella decidió por la bondad desde que era añojo ponerle caramelo por lo dulce de su comportamiento.
El Fandi es entrega a toda prueba y en ese tercio de banderillas en el que es un rey, encandila. Como conoce los secretos de la lidia, puede con lo que salga por toriles así no tenga suerte de encontrar aquel toro para » hacer » el toreo como ese segundo en el que el granadino se inventó la faena y sacó de la chistera muletazos impensables. Su lote valió poco pero él es un todo terreno.
Una y una, merecidisimas.
Alexander Guillén torea poco y eso se notó en su noble segundo. Estuvo a punto de que se le fuera vivo. Le pudieron los nervios, Su primero , con peligro , genio y violento, nada que reprocharle. Pero cómo estuvo en ese segundo de Guillén el director de lidia, El Fandi . Honra al toreo.
EL BANDERILLERO DIEGO GUILLÉN SE SALVA DE UNA CORNADA
Banderilleaba al tercero Diego Guillén, vestido de primera comunión y plata, fue prendido por el toro, lo zarandeó, le pulso el pitón en el rostro, temimos lo peor y luego el puntazo. Está fuera de peligro pero el susto fue enorme.
El 21 de mayo, el antioqueño, Sebastián Ritter torea en Alés con Javier Sánchez Vara y Alberto Lamelas a quien vimos hace un par de años en Puente piedra.
Lidiarán toros de Hoyo de la Gitana.
ENCASTE
ENCASTE SANTA COLOMA (GRACILIANO PÉREZ TABERNERO) Esta sangre de bravo fue formada por el Conde de Santa Coloma a partir de dos sangres de Vistahermosa, la “lesaqueña” de Saltillo y la “saavedreña” de Ibarra. La ganadería de Ibarra se vendió en dos lotes, uno fue a manos de Fernando Parladé y otra, en 1904, a Manuel Fernández Peña, y de ahí un año después al Conde de Santa Coloma. Definida la sangre de «Saltillo» en tipo y comportamiento, es riguroso distinguirla de la rama «ibarreña» aún procediendo de la misma vacada. De la rama ibarreña proceden en origen directo las vacadas de Coquilla (1916) y la de Graciliano Pérez-Tabernero (1924), sustancialmente diferenciadas de las vacadas de ascendencia «asaltillada». La rama ibarreña es bien diferente de la rama saltillo del Conde de Santa Coloma. La pinta de los primeros suele ser negra, aunque es fácil ver toros castaños, colorados y hasta chorreados. Se trata de animales serios, un tanto enmorrillados, de testuz rizada, cuello largo y astas desarrolladas y con los pitones hacia arriba. Son bajos de agujas, también degollados de papada, más rematados de atrás que los «saltillos». Un animal de poca caja y ligero de peso, fuerte de carácter, repetidor y con personalidad, que se entrega desde su salida al ruedo. Los gracilianos son animales que durante décadas se han identificado con la bravura encastada. La prontitud, la fijeza y la codicia han formado parte de sus características clásicas. UCTL, Un siglo de toros
ALÉS
La acogedora ciudad de Alès, puerta de entrada de Cévennes, posee un rico pasado minero y ofrece al visitante agradables espacios ajardinados y monumentos como la catedral de San Juan Bautista, el fuerte Vauban, el ayuntamiento o el antiguo palacio episcopal.
Corrida de los Araguez, encaste Santa Coloma, variada de juego y presentación, un formidable Colombo que esquivó por lo menos dos cornadas tras tropezar , caer y levantarse en un angustioso episodio de la faena de su primero que al final se le premió con las dos orejas y se ganó con Talavante la puerta grande en la casi llena plaza » Román Eduardo Sandia» de Mérida. El Fandi se fue a pie tras cortar la oreja de su segundo.
Tarde soleada.
La verdad es que el único toro con posibilidades y una nota alta por comportamiento fue el segundo de El Fandi. Los demás de regulares a mediocres como los dos primeros para El Fandi y Talavante, el último de Colombo . Infumables. Y se dejó mucho el primero del venezolano.
El Fandi no es solo el gran banderillero, atlético, coloca pares insospechados, gallea y encandila. Sabe torear. Su primero, parado, mansón, sin opciones.
En el segundo, dos verónicas a la manera de don Antonio Ordóñez, inclinando su cuerpo sobre ambas piernas , con la muleta hubo tandas por ambos pitones, toreando por abajo, largo, con gusto. Pinchó y estocada .Oreja.
Talavante cortó las dos orejas del segundo por una faena bien. Nos llevamos un natural lento, lentísimo, «hasta allá». Con el Tala siempre hay algo bueno, exquisito y no defrauda pues es un torero que se sale del cartabón, de lo sabido, de lo esperado.
COLOMBO
No es que se pueda comparar pero sigue la estela de ser el figurón que fue el gran César Girón en esa línea de los grandes toreros americanos pedro con su personalidad, alegría y bien hacer.
En ese primero pasó un susto enorme al quedar a merced del toro tras resbalar y reponerse. » Yo también tuve 20 años», dirá alguno….
Está fuerte, banderillea con soltura pero sabe andar con capote ( variadísimo ) y con la muleta pegó tandas exquisitas , acompasadas.
En ese primero lo honra el gesto de cumplir con la suerte suprema cuando la gente pedía el indulto pero sabedor de que el toro no valía para procrear, no lo dudó, metió la espada con seguridad y se llevó las dos orejas . Sin localismos de ninguna índole. Como solía decir don Ramón Ospina » no por venezolano sino por torero». Da gusto verle.
La corrida, variada pero ese sexto con 510 kilos, un volumen exagerado para el Santacoloma, no se podía triunfar y eso que le buscó las vueltas por ambos pitones . Pero nada… Ya tenía ganada la puerta grande pero no se dejó nada en el tintero. Le veremos en su segunda comparecencia.
La representante Ana Rogelia Monsalve fue escogida ponente del proyecto prohibicionista de las corridas en la comisión quinta de la Cámara en su tercer debate.
Defensora de las libertades, de las particularidades de las regiones, del derecho al trabajo , ha sido una garante de que el prohibicionismo no es la vía.
La Representante a la Cámara por la Circunscripción Nacional Especial Afrodescendientes, en el Periodo Constitucional 2022 – 2026, sacando la primera votación (29.034) en la lista del Consejo Comunitario de Comunidades Negras Palenque Vereda Las Trescientas y Galapa, en donde posteriormente se obtuvo la Personería Jurídica a nombre del Partido Demócrata Colombiano, en donde ostenta el cargo de Coordinadora Nacional Política.
Así que será un gran debate en la comisión quinta que evitará que se apruebe como está radicado el proyecto de la senadora Padilla.
El matador de toros Tomás Rufo y la periodista Elena Salamanca han protagonizado en la noche de este jueves una nueva edición de los Mano a Mano de la Fundación Cajasol, en concreto la número 66 de estos encuentros culturales que se celebran en Sevilla desde 2007.
El argumento era conocido: dos jóvenes profesionales en distintos puntos vitales de sus respectivas carreras sentados en el escenario de la Fundación Cajasol junto al moderador habitual de estas clásicas citas, el periodista José Enrique Moreno, para hablar –precisamente- de periodismo y toros. Pero la charla iba a dar para mucho más. Eran dos personas de nuestro tiempo; hablando de dos viejos oficios que siempre han ido de la mano. La trascendencia del toreo no es nada si no es contada…
Elena Salamanca es un rostro conocido de la pequeña pantalla. Se curtió en el oficio, precisamente, hablando de toros aunque ahora navega por otros vericuetos profesionales. En cualquier caso, su presencia cobraba un plus de actualidad atendiendo a la irrupción de una nueva plataforma que promete revolucionar las retransmisiones de las corridas de toros. Y mucha gente pudo ver por televisión, sin ir más lejos, la gran actuación global de Tomás Rufo en la Feria de Abril de 2022 que le franqueó la Puerta del Príncipe y le convirtió en uno de los grandes triunfadores del ciclo, prestando otra trascendencia al acontecimiento.
Había que abrir fuego, delante de un auditorio abarrotado. Moreno, tras los saludos de rigor, les puso el toro en suerte a ambos. “Es una alegría ver este salón lleno; desde que me presenté en Sevilla como matador se ha establecido una unión muy fuerte y tengo la suerte de volver a torear en la Feria, me van a ver por Sevilla algún tiempo…”, espetó Tomás. Elena, por su parte, rompió la primera lanza hablando de periodismo: “Han cambiado mucho las cosas y los toros no han cambiado a la misma velocidad; hoy en día hay muchas opciones para acceder a los contenidos y hay que aprovechar el tirón de la gente joven. A las televisiones generalistas no le interesan los toros pero hay otras plataformas muy importantes en las que no hay que perder la batalla para que no se censure el contenido taurino pero hay que buscar esos huecos, aprovechar esas ventajas” señaló la periodista.
“El mundo del toro ocupa una parte muy importante de la sociedad y debemos darnos a conocer más”, señaló Rufo. “Tenemos que llegar al público más joven, la sociedad sigue avanzando y vamos por detrás; hay que ir a la par, aprovechar las redes sociales, encontrar nuestro espacio”.
¿Va la gente joven a los toros? La respuesta fue unánime. “Es que es un plan completo con los amigos, permite salir a comer o a cenar y esa gente nos tiene que conocer, buscar un gancho. Ahí está el caso de Madrid, con varios tendidos repletos de gente joven. Lo importante es que la gente vaya a los toros”, señaló Tomás Rufo. ¿Dónde hay que presentar esa batalla? Elena Salamanca abogó por facilitar los contenidos pero también habló de las dificultades para encontrar profesionales válidos para valorar el hecho taurino en el sector audiovisual. “En la prensa de papel sí se sigue reservando espacio para los contenidos taurinos pero el sitio que se pierde es difícil recuperarlo”, añadió Elena.
Rufo mostró su predilección por las crónicas de papel y Elena replicó explicando que nos encaminamos a un mundo en el que “todo el que quiere determinada información paga por ello”. ¿Afecta la crítica taurina a los toreros? “Hay firmas que influyen más y otras que tienen menos peso pero tienen su importancia”, señaló la periodista. “Si te cogen dos o tres portales no te crees ni tú mismo que has estado bien”, añadió el joven diestro explicando que las buenas crónicas “ayudan a crecer y mejorar”.
“Aquí nadie lee nada pero todos los toreros saben al final lo que ha escrito cada uno”, bromeó Elena. “La verdad es que a veces lo encajas fatal”, se sinceró Tomás. El terreno de las redes sociales era algo más escabroso. “Soy defensora a ultranza de las redes sociales y el mundo del toro le da mucha vida a las redes pero todo depende de cómo se utilice la herramienta, no puedes fiarte de cualquiera que busque un poco de notoriedad”, precisó la periodista. “De primero de twitter es no contestar a los mensajes hirientes”, añadió Elena que puede presumir de cierto enfrentamiento con un personaje –ahora alejado de la política y sin coleta- que aprovechó las redes para señalar e intentar intimidar a la periodista por defender a otro informador: Vicente Vallés.
Había que hablar de otro tema candente: esa irrupción de la plataforma de OneToro que promete revolucionar las retransmisiones taurinas a través de internet. Eso podría suponer, en última instancia, la desaparición de Canal Toros. “Nos falta información para saber como van a trabajar, el modo de retransmisión, el pago… en la vida se va avanzando y salen cosas nuevas y no sé si la forma que ha tenido Movistar de encajar la aparición del nuevo canal es la mejor; no sabemos sí saldrá bien o mal pero si saliera mal habría que buscar soluciones”, señaló Rufo.
¿El futuro pasa por ahí? La pregunta del moderador quedó contestada con la declaración de esperanza –sumada a cierta incertidumbre- del matador y la periodista. “Es un empresario que invierte para ganar dinero y como lo pierda nos deja aquí y se va”, añadió Elena.
Pero había otros temas que tratar, como la tremenda irrupción de Tomás Rufo que rindió las grandes puertas del toreo en pocas semanas después de su alternativa. “Soy muy de su línea, me pierde ese concepto del toreo”, reconoció Elena Salamanca afirmando que “lo clásico siempre funciona”. Rufo habló de su paso por Sevilla, de aquella colocación que sorprendió a priori pero se acabó convirtiendo en “una oportunidad de oro”. “Aquel día llegué tarde, parecía que iba a caer la mundial y yo veía la cara de El Juli y de Roca y sabía que había que tirar para delante. Fue una tarde de emociones por parte de los tres y la gente me arropó mucho”, rememoró el torero toledano recordando las inclemencias meteorológicas que no le impidieron descerrajar la Puerta del Príncipe.
“Había llegado a Sevilla sin pensar que iba a cortar orejas, dispuesto a hacer méritos para estar colocado otra vez; todo pasó muy rápido y cuando salía por la Puerta del Príncipe miré para atrás varias veces y no me lo creía”, rememoró el diestro toledano recordando las emociones sentidas en esa tarde lluviosa que le cambió la vida. La sesión ya había entrado en su último tramo. Había que seguir hablando de toros, de los triunfos y los sentimientos… “Me emocionó más el triunfo de Sevilla que el de Madrid”, reconoció Rufo.
Elena Salamanca aludió a su etapa como periodista en Canal Toros. “Me costaba menos entender el toro que los tribunales o la política; era un tema que me había gustado mucho desde pequeña y disfruté mucho pero todo se acaba y tuve que mandar currículums y seguir” explicó la reportera de Antena 3 desvelando que su debilidad taurina tiene un nombre compuesto: el de Morante de la Puebla.
José Enrique Moreno también habló de esa cultura taurina que sólo se adquiere de los mejores aficionados y profesionales. Es el caso de Tomás Rufo, apoderado por la clásica casa Lozano –su apoderado, Pablo Lozano, estaba presente en la charla- que lleva más de un siglo ligada a la fiesta de los toros. “Desde que me apoderan ellos he aprendido mucho tanto a nivel personal como profesional”, apostilló el joven diestro alabando esa transmisión de conocimientos, difuminada en las prisas del mundo actual.
“La política es un toro de…” El moderador pidió a Elena Salamanca que concluyera la frase. “Es una corrida concurso”, se escurrió la periodista hablando de “la locura” que preside la vida social y política de la España actual. “Al final es una gran diversidad de encastes y aquello es un desastre”, bromeó Elena. “Nos podía haber ido peor…”, aún quedaba romper una lanza, por la presencia y la apuesta de la monarquía por el mundo del toro.
(Foto de familia de los taurinos que se reunieron para delinear el festival. Juan Carlos García, César Rincón, Wilson Chaparro , César Camacho, Alejandro Gaviria, Luis Miguel Castrillón, Ricardo Rivera, Ricardo Arandia, Juan José y Nelson Segura ).
Los toreros y la ganaderías están definidos para el primer festival en defensa de la libertad, tradiciones y cultura de la tauromaquia amenazados por el fundamentalismo autoritario.
El festival promovido por un grupo de taurinos entre los que se encuentra la Corporación Libertad, el maestro Rincón, don Gonzalo Sanz de Santamaría, Juan Carlos García, el ganadero Ricardo Arandia, César Camacho, Alejandro Gaviria, Nelson Segura y Tendido7, se realizará el sábado 25 de febrero en Altagracia.
Un bono solidario de 100 mil pesos, almuerzo incluido.
Se trata de recaudar fondos que nos permita llevar a cabo esa defensa tan necesaria hoy como nunca en la historia, para combatir los infundados ataques, las medias verdades, acusaciones sin bases reales e intentos prohibicionistas como en las peores épocas de los autoritarismos que afligen a esta América Hispana. Una cosa es regular y otra prohibir. Y esa regulación la haremos los taurinos, en consenso, oyendo a ganaderos, toreros, aficionados. Por cierto, no hay más regulada una fiesta que la de los toros y ahí está la Ley 916.
El grupo de ganaderías y toreros para este festival es de máximo nivel, habrá como incentivo a quienes concurran mediante un donativo subastas de objetos taurinos que son verdadero tesoro. Tendido7 les irá contando. No faltarán la música y las gastronomía, !!Ni les cuento !!!.
Los taurinos no se han dormido frente a los ataques. Sabemos de esfuerzos personales y colectivos que se agradece y este festival es un ejemplo de esa tarea puntual para que la sociedad por lo menos pueda escuchar voces distintas a las de nuestros contradictores, que nos permitan explicarnos. Otra cosa es que nos quieran escuchar y entender. Ya se verá.
Buscamos que este antiguo ritual tachonado de tantos valores perviva, que el toro no muera en un matadero vilmente y que si se acabaran las corridas, éste rey que es nuestro tótem, el toro bravo, desaparecería del planeta, irremediablemente.
Comenzó con un tentadero en Garzón Hermanos en Ubaté la preselección del alumno que por Colombia estará en el certamen internacional de Escuelas Taurinas que se llevará a cabo en Mérida, Venezuela, en el marco de la Feria del Carnaval Taurino de América .
Representará a Colombia Freddy Velázquez ,de la Escuela » La Sagrada Concepción» que dirige el torero «Nico» Méndez.
Se lidiarán novillos de los Aranguez y Rancho Grande».
Participarán alumnos de Venezuela, México y Colombia.
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.
Más información