«Caluroso» de Salento , el noble y bravo toro alimentado con biberón en la finca de Cocora que se lidió en Lenguazaque
Son varias las historias de toros que vivieron cerca de la casa de campo del ganadero, que, para expresarlo en lenguaje popular, » andaban como Pedro por su casa «.
Es el caso de «Romerito» y el maestro Antoñete. Fue su fiel mascota durante 11 años, hasta que un tumor se llevó por delante al gran semental. Su muerte, en 2004, fue el motivo que llevó a Antonio Chenel a vender su ganadería. Es la increíble historia de una relación que comenzó cuando, misteriosamente, «Romerito» no embistió al matador como un toro bravo, sino que prefirió comerse las bellotas que vareaba bajo una encina de su finca.
Recordar la película » El niño y el toro» . Narra el amor que siente un niño mexicano por un toro bravo al que cuida desde que éste nace, y al que intenta salvar la vida cuando está en la plaza de toros a punto de ser toreado por un famoso torero.
Pue este domingo Juanito Ortiz , torero de Ubaté , lidió en cuarto lugar en la portátil en Lenguazaque a «Caluroso» un bravo, noble, entipado y serio ejemplar que el mayoral Carlos Galvis , de Salento ,en el valle de Cocora en el Quindío donde pastan los Murube-Santacolomas, alimentó con biberón en la casa de la ganadería. Todo ocurrió por la muerte de la vaca-madre » La Ardida» de la familia de «Las Quemadas».
Puede parecer una contradicción pero los misterios de la genética de que hablaba el abuelo de los ganaderos Antonio y Mauricio González, Ernesto González Piedrahita, producen estos irrepetibles momentos en las dehesas y muestran esa riqueza de matices de la crianza del toro bravo.
«Caluroso» fue un gran toro la tarde-noche de este domingo en la bucólica Lenguazaque, animal que alimentó con biberón un juicioso hombre de campo como para las historias de » Cuentos del Mayoral»