Category Archive : Efemérides

La tarde en que «Navegante» estuvo a punto de cegar la vida de José Tomás en Aguascalientes

Una tarde de abril ( 24 ) de 2010 el albero de la plaza de Aguascalientes se tiñó de rojo sangre, la del diestro español José Tomás, un toro llamado ‘Navegante’ con la divisa de Garfias casi le arranca la vida.

Estuvo cerca de convertirse en verdugo de José Tomás, el último mesías de los ruedos .Sucedió hace cuatro años en la plaza mexicana de Aguascalientes El toro ‘Navegante’ corneó gravemente al matador José Tomás lleva grabada a fuego aquella descomunal herida.

Un héroe anónimo, el banderillero Alejandro Prado, protagonizó en la plaza de toros de Aguascalientes (México) la mejor faena de su vida. Pese a que los entendidos dicen que merecía orejas y vuelta al ruedo, Alejandro Prado no mató ningún toro. Salvó la vida al maestro José Tomás.

La intervención del banderillero fue decisiva, pero pocos la han destacado. Muchos medios incluso le cambiaron el nombre. Alejandro Prado, el Harris, proviene de una familia de picadores y banderilleros, gente humilde del mundo de los toros que es indispensable para celebrar las corridas. José Tomás viajó a México con sólo dos subalternos de confianza. Una vez aquí, contrató al mexicano Alejandro Prado como banderillero.

EL LIBRO DE JOSE´TOMÁS QUE GUARDA LA HISTORIA DE NAVEGANTE

El torero español José Tomás presentó en Aguascalientes el libro “Diálogos con Navegante”, cuando se cumplieron 4 años de la cornada que el 24 de abril de 2010 lo tuvo al borde de la muerte en esa ciudad mexicana.

En el libro, en el que Mario Vargas Llosa colaboró con un ensayo, el escritor peruano se “metió” en la piel del toro para hablar con José Tomás, quien durante el percance y una larga convalecencia de la herida en el tercio medio del muslo izquierdo, tuvo algunas reflexiones sobre los toros, la vida y la muerte.

En la presentación del libro, en el Museo de Aguascalientes, Tomás recordó que en febrero de 1994, un día después de su debut como novillero en la Plaza de San Marcos, tuvo una conversación con un viejo aficionado, Andrés García, que marcó su carrera.

García le platicó cosas de los toros a un entonces novel José Tomás y le advirtió “no debía olvidar” una especie de reglas de valor y disciplina que determinan a los grandes toreros.

Una es que en los toros “el riesgo es condición inseparable del encuentro con el arte” y le recordó que “todos los hombres que pisan la arena han tenido que pagar tributo”.

Tomás relató con detalle toda la platica y dijo que el día de la grave cornada y camino a la enfermería, sintió que García iba a su lado y le decía: “tranquilo, esto es de toreros, tú sabes desde hace mucho tiempo que esto puede pasar y así lo tienes asumido, estás en buena manos y espero que la Virgen de Guadalupe te proteja”.

Contó que después vino el despertar y las conversaciones con Navegante, el toro que le inflingió la cornada, que sirven como punto de partida al libro que hoy presentó y que habla de lo que “sucede entre el toro y el hombre y el hombre y la vida”.

Tomás, quien tiene una fuerte conexión con el ambiente taurino mexicano y con Aguascalientes, volvió a los ruedos en mayo Juriquilla, Estado de Querétaro, en un mano a mano con su íntimo amigo y compadre Fernando Ochoa, que se cortó la coleta.

Ambos matadores lidiaron tres toros de Fernando de la Mora y tres de Los Encinos.

Ese día marcó el regreso de José Tomás a una plaza con público veinte meses después de su actuación del 16 de septiembre de 2012 en la plaza francesa de Nimes, donde cortó once orejas y un rabo tras lidiar seis toros en una encerrona.

El libro, que ya había visto la luz con éxito de ventas en España, integra textos de varios autores y se editó también en Francia.

Hace 15 años partió Conchita Cintrón

Hace 15 años partió la rejoneadora que encandiló a Bogotá, la llamada » Diosa rubia del toreo», la joven que cautivó a los taurinos del siglo pasado al punto de que don Guillermo Cano y Hernando Santos fundaron el grupo de «Los Conchitos», la joven a quien Diego Mazquiarán «Fortuna» le enseñó a torear (los restos del malogrado torero que nació en Sestao, Vizcaya, yacen hoy en una cripta en el cementerio limeño » Presbítero MAESTRO» y ya muy pocos se acuerdan de él ).

Mi colega y amigo Gonzalo Bienvenida recordaba asi una de las efemérides de la rejoneadora suramericana

Este 28 de julio se cumplieron 83 años de la alternativa como rejoneadora de Conchita Cintrón. Conocida mundialmente como la Diosa Rubia del Toreo. Fue en 1938 en la plaza de toros de Acho (Lima). Un doctorado que fue un premio a su vocación torera desde niña, una férrea preparación y una inagotable afición. Concepción Cintrón Verril nació en Chile pero antes de cumplir los dos meses de vida su familia se trasladó a Perú. Siempre se sintió orgullosa de pasear por el mundo la bandera peruana. En 1935, con trece años, conoció al rejoneador portugués Ruy da Camara que se convirtió en su maestro. Aprendió rápido y sorprendió a Ruy por su arrojo y elegancia. Pero la afición de Conchita iba más allá del rejoneo y quiso aprender las bases del toreo a pie con Fortuna –afamado matador que estoqueó un toro en la Gran Vía de Madrid–. Se preocupó de conocer la técnica, de expresar el toreo con suma maestría.

Ruy da Camara fue muy duro con ella gracias a lo cual aprendió a ser una solvente rejoneadora, elegante caballista y potenció junto a su mujer, Asunción, la clase natural que poseía de cuna Conchita. Ruy le impuso torear siempre en puntas los novillos y toros a los que se enfrentó durante su trayectoria. Toreó en total unas 750 corridas, llegando a tener serios percances (tres cornadas graves) que los asumió con naturalidad y se repuso sin dificultad de ningún tipo.

Aunque logró ser una destacada rejoneadora, su auténtica pasión fue torear a pie. En España sólo lo pudo hacer en festivales a puerta cerrada y en numerosos tentaderos. Cuando lo hizo, demostró unas condiciones innatas para templar a los animales a los que se enfrentó. Ideó un espectáculo fantástico: Primero toreaba con el capote, después montaba a caballo para banderillear, toreaba a pie con la muleta y estoqueaba como un matador. En España no pudo desarrollar este tipo de faenas pero siempre que podía, pinchaba voluntariamente con el rejón de muerte para descabalgar y pasar con su arte unas cuantas veces al toro antes de perfilarse con el estoque o descabellarlo con suprema elegancia.

El fantástico libro de Muriel Feiner ‘Mujer y Tauromaquia’ (Bellaterra, 2017) dedica un capítulo a la Diosa Rubia del Toreo. Es lo más completo que se ha escrito sobre la genial artista. En sus páginas repasa los principales hitos de su carrera profesional y los rasgos de su carácter ya que Muriel la conoció en profundidad. En 1936 se fue a Portugal con Ruy da Camara para debutar en el mes de mayo en la plaza de Algés para ser contratada después en Lisboa. Al año siguiente se presentó en Lima alcanzando un gran éxito que le permitió tomar la alternativa que ahora conmemoramos el 28 de julio de 1938 en el mismo ruedo de Acho, con apenas 15 años de edad. Como su afición por el toreo a pie no cesaba, de forma paralela se preparaba y debutó como novillera en julio del mismo año en Tarma (Perú).

La autora norteamericana recuerda de esta forma la personalidad de Cintrón: “Era una mujer impresionante. Me reuní con ella muchas veces. La conocí muy bien. Me impresionaba su clase, su elegancia. Contaba su vida, que era impresionante, con una naturalidad fascinante. Hablaba perfectamente inglés, francés, español y portugués. Era una mujer muy inteligente, con muchas inquietudes”. A propósito de la trascendencia de su mentor, Muriel le preguntó qué habría sido de ella si no le hubiera conocido: “Ella me contestó que estaba segura de que no habría tenido una vida normal, que no sabía si habría llegado de alguna forma al mundo del toro pero que desde luego habría dedicado su vida a algo muy especial. Era una mujer cautivadora”.

En 1939 se marchó a México junto a su maestro y la mujer de este, con el apoyo del maestro Chucho Solórzano que creyó firmemente en ella, debutó en la plaza de El Toreo. México supo comprender la personalidad de Conchita y le permitieron torear a pie y a caballo en sus faenas. Se estableció allí durante cinco años toreando 230 corridas. En 1940 sufrió su bautismo de sangre en Guadalajara (México) continuó en la cara del toro estoqueándolo antes de pasar a la enfermería. Gesto de torero.

Ángel Luis Bienvenida se refirió de esta forma a la hora de hablar de Conchita Cintrón: “Me considero hermano, por tantos años de comprendernos en toda la profundidad del toreo. Ella ve, como pocos hombres, lo que desarrolla el toro en la plaza, la actitud de los toreros, lo puro, lo auténtico, con su maestría, capaz de dar lecciones a los más grandes maestros del toreo. Mujer entendidísima, con personalidad arrolladora, inteligente, guapa, rebosante de señorío, con empaque único, que fue depositando en el mundo taurino la flor de oro de su refinada elegancia”. Fragmento del prólogo del libro ‘La mujer en el mundo del toro’ de Muriel Feiner (Alianza Editorial, 1995).

En 1944 lidió en solitario cuatro novillos en Lima logrando un gran éxito, unos días después en Bogotá (Colombia) sufrió otra grave cornada y logró un clamoroso triunfo con ese toro de Mondoñedo que le había herido. Después pasaría cuatro años toreando en España, Francia y Portugal. El primer año toreó 38 corridas y en el segundo 48. Casi todo en corridas mixtas, con dos matadores. Estaba apoderada por Marcial Lalanda y entabló una sólida amistad con la familia Bienvenida. Trató de hacer todos los trámites posibles para poder torear a pie, pero no le fue posible. El Régimen del momento se lo impidió. Aquella injusta censura le causó un gran dolor. Estuvo a punto de salir a torear un toro suyo en Sevilla pero su apoderado se lo impidió porque pensaban que en cualquier momento les podían dar el permiso y saltarse la norma les iba a traer más problemas que beneficios. A puerta cerrada toreó a pie un maravilloso festival con Juan Belmonte, Álvaro Domecq, el Duque de Pinohermoso y Juan Pedro Domecq. En el 47 se prodigó más en Portugal y tuvo una destacada actuación en Bayona (Francia) dónde Antonio Bienvenida le prestó su estoque y le dijo: “Si lo matas bien, te regalo la espada”. Así lo hizo y guardó como oro en paño aquel recuerdo de su querido amigo.

El crítico Gregorio Corrochano llegó a decir de ella: “El día que este torero se baje del caballo, se tendrán que subir al caballo muchos toreros”.

Sumó un promedio de 40 corridas en Europa hasta 1950, con una gran fama en Francia dónde se le quiso muchísimo. Llegó a torear en dos ocasiones en París con un éxito superior.

Toreó su última corrida en España en Jaén en 1950 con Antonio Ordóñez y con Manolo Vázquez. Había anunciado que era el año de su despedida y ya no tenía nada que perder por lo que se llevó al toro a los medios, se bajó del caballo y lo toreó de maravilla. Decidió no estoquear al toro por su gran bravura y aunque el presidente quiso detenerla, tal fue el clamor popular que no pudieron imponerle sanción alguna. Se le concedieron las dos orejas y el rabo simbólicos. Fue rebelde dentro de su exquisita clase.

Se casó con Francisco de Castelo Branco, un sobrino de su maestro, teniendo seis hijos. En 1956 murió su maestro, Ruy da Camara. Se dedicó entonces a la ganadería en Portugal, a criar caballos y perros de agua así como a escribir. Más tarde, se trasladaron a México dónde perdió a uno de sus hijos en un trágico accidente de tráfico. Años después, volvió a residir en Lisboa dónde finalmente murió en el año 2009.

Además de torear, escribió con una sensibilidad impresionante obras como ‘¿Por qué vuelven los toreros?’ o ‘Recuerdos’. En sus últimos años también dedico su tiempo a la pintura compartiendo una extraordinaria exposición con la recordada artista Peñuca de la Serna.

Pablo Hermoso se va en hombros tras un formidable faenón al sexto en la corrida aniversario en La México. Dos orejas. Calita y Gilio, una y una

Y esa emoción explotó en un abrazo del padre, Pablo Hermoso y su hijo Guillermo que recibe el testigo de una carrera impecable del navarro. Son dos seres humanos que se funden en el cariño y la mutua admiración.

Guillermo fue quien se echó a hombros al padre para esa singular vuelta al ruedo. Después , las lágrimas de alegría

“Manuel” de Los Encinos pasará a la historia como el toro con el que una leyenda dice adiós a esta plaza en marco de su 78 Aniversario. Pablo Hermoso de Mendoza le corta las dos orejas en su despedida.

Y SE PUSO LA TXAPELA, ESA BOINA TRADICIONAL DE LOS VASCOS, ÉL QUE ES DE ESTELLA, NAVARRA…No está documentado claramente su uso antes del siglo XIX aunque existen algunas referencias sueltas en textos diversos desde el siglo XV. La gran enciclopedia vasca en concreto dice: «De todos modos, otras prendas del tocado imperante en el siglo XVI en la Europa central parecen relacionarse, por lo menos en su forma, con la boina vasca»BB

Hoy , la corrida aniversario en La México. LLeno de no hay entradas.

ASI SE VEIA LA HERMOSA MONUMENTAL

Arturo Gilio cortó la primera oreja tras confirmar alternativa. Protestado el premio.

Torea El Calita que se fue a portagayola, toreó a la manera de El Pana con el capote

y estuvo variadísimo. Comenzó con un cambiado por la espalda, pases por alto y por el derecho.

El toro repite, es pronto y el secreto es dejarle siempre la muleta en la cara. Abierto el compás, mano baja en la tercera tanda.

Y también embiste por el izquierdo. El toro tiene la tendencia a buscar los adentros al final de las tandas y termina en tablas.

Sale rebotado tras ejecutar la suerte suprema. Cae, se levanta. Y el toro se entrega. No tuvo finales.

Oreja.

Los dos primeros toros de Los Encinos aplaudidos en el arrastre.

El maestro PABLO HERMOSO se despide.

Don Pablo Hermoso con su primero. De nombre Arias, 542 kilos.

Dos rejones de castigo , arriba..

Sin alardes, con discreción, acertando coloca dos banderillas y luego torea de costado llevando de manera templada al toro.

La suerte de la rosa. Tres en una ejecución brillante.

Y coloca banderillas a dos manos jugando solo con las piernas.

Hay silbidos que molesta al navarro pero no esa desaprobación no era para él sino al subalterno que actuaba con el capote. Desiste de colocar el par.

Rejón de muerte y el toro dobla.

Inexplicable. No hay premio para el rejoneador. El toro declinó, se vino a menos.

El Calita lidia a Del Río con 481 kilos. Cuarto lugar.

El toro tiene calidad y embiste a los cites con el compás abierto del torero y el toro con clase y repetición. Es una máquina de embestir por ambos pitones.

El toro se aburre y se va a las tablas. Vienen las manoletinas recordando que el gran Manolete fue uno de los toreros que inauguró el coso de Insurgentes en 1946.

Pincha soltando. Y hasta las propias cintas al segundo intento. El toro rueda. No hay premio para el torero mexiquense. El toro, pitado.

Sale Dionisio con 483 kilos para Arturo Gilio, que vino de novillero a Bogotá. Hoy lo apodera Casa Toreros de don Pablo Moreno.

Fuerza justa. El toro embiste con ese » rebrinquito» expresión manifiesta de su mermada condición. El toro a los adentros. Le hace falta esa pizca de chispa, eso que es, en el fondo, la casta. Por eso hay faenas que resultan anodinas.

Acierta con la espada.

Manuel es el nombre del toro con el que Pablo Hermoso cerra la corrida aniversario. 484 kilos.

Se encienden las luminarias de la plaza.

Otra expresión de arte, belleza, dominio, colocando en todo lo alto las banderillas, la hermosina de su invención, los quiebros, la suerte de la rosa que inventara don Ángel Peralta , el piafé demostrando su calidad de jinete, y ese salir toreando tras las suertes en medio de atronadoras ovaciones. Y la gente se mete con el peón de brega. No les gusta.

Viene como una ola desde el reloj a la primera fila en los tendidos el «torero», «torero» y suena en su honor las mañanitas para despedir a un torero histórico en el año de su adiós. Faena pulcra, elegante, sin alardes, sin que nada sobre.

El colofón…Pablo se descabalga como un rayo y ve como el toro se entrega. Se va a los medios , levanta los brazos para recibir el cariño del público.

Pablo, Pablo, gritan los aficionados y el toro aplaudido en el arrastre.

Dos orejas

Antes de ser izado en hombros, el rejoneador corre hacia el centro del ruedo, se arrodilla y besa la arena de la monumental en su último festejo en este coso que tantas satisfacciones le ha dado.

NOMBRES DE LOS TOROS

Este es el cartel

UN POCO DE HISTORIA

la Monumental Plaza de Toros México, ubicada en la colonia Nochebuena de la Ciudad de México y donde se han dado cita matadores como “Manolete”José Tomás y cientos de leyendas.

Sede también de conciertos y otro tipo de eventos, la Monumental Plaza de Toros México volverá a abrir sus puertas al toreo luego de una suspensión provisional de la fiesta brava durante poco más de un año. Esta es su historia.

Una capital taurina

Traída por los europeos tras la caída de Tenochtitlán en el siglo 16, durante décadas las corridas de toros se ejecutaban en cosos de madera desmontables, los cuales se instalaban en plazas como la Del Volador, a un costado del Palacio Nacional, o en la Del Marqués, en la calle de Seminario.

La primera instalación taurina formal fue la Plaza de Toros de San Pablo, construida durante 1788 en las inmediaciones de lo que actualmente es el metro Pino Suárez, en lo que en ese tiempo eran las salidas de la ciudad.

Las primeras plazas de toros en la Ciudad de México estaban hechas de madera. Foto: Especial

Durante muchas décadas, hasta que fue demolida debido a la prohibición de la fiesta taurina decretada por el presidente Benito Juárez en 1861, se trató de la instalación taurina más importante de la ciudad.

No fue sino hasta mediados del siglo 20 que se construiría una de las plazas de toros con mayor capacidad de todo el mundo, una verdadera catedral de la tauromaquia: la Monumental Plaza de Toros México.

Monumental de nacimiento

La idea de crear un complejo deportivo a la altura de la gran ciudad pertenece al empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón Jalife, quien depositó una verdadera fortuna de la época en la construcción de la llamada Ciudad de los Deportes.

La construcción se realizó en los terrenos de la antigua ladrillera de la Nochebuena. De hecho, la pequeña oquedad formada por la extracción de material para los tabiques, fue aprovechada para la creación de la plaza taurina.

Las puertas están adornadas con esculturas alusivas a la fiesta brava. Foto: José Arrieta

Aunque en un principio Simón deseaba hacer un polideportivo con instalaciones para el boxeo o la natación, su fortuna solo le alcanzaría para poder completar tanto la Plaza de Toros como el Estadio Azul.

Elaborada en una sola pieza con concreto armado, la Monumental Plaza de Toros México tiene una capacidad de hasta 48 mil asistentes, lo que la convierte en una de las más grandes del planeta.

90 años del natalicio de César Girón

«Nací en Caracas, en la Roca Tarpeya. Me levanté en Maracay, a la que considero mi tierra adoptiva» Comienza de esa manera una parte del prólogo de la biografía del torero César Girón escrita por el periodista Víctor José López, conocido en el ambiente periodístico y taurino como «El Vito», nombre con el cual ha firmado sus trabajos de cronista taurino de muy larga data y quien conoció a aquella figura del toreo que murió en un accidente de transito en la Autopista Regional del Centro, cerca de la población de la victoria una noche del 20 de octubre de 1971.

«No puedo decir que tuve una intimidad con César Girón, pero si fuimos amigos. Lo conocí en una fecha de importancia histórica para el deporte nacional. Fue el día que Willie Mays, que vino con el Santurce de Puerto Rico, le pegó un jonrón a Ramón Monzant, para dejar al Magallanes en el terreno y eliminarlo del certamen en el año 1954, yo tenía 14 años», explicó el Vito, quien recordó que ese día Girón tenía un compromiso con Eugenio Mendoza, importante empresario.

«Pero prefirió acompañarnos a mi y a un grupo de amigos al juego de pelota. Imagínate aquella pelotota que nos estábamos dando, un grupo de muchachos compartiendo la gran figura del toreo del momento», recordó López.

«Nos dijo, Mendoza que espere, que una vez no me dejaron entrar a Materiales Mendoza a vender una olla de empanadas que hizo mi mamá. Desde luego, que Mendoza no tenía idea quien entraba o quien salía de esa empresa que tenía en Maracay, pero de esa forma Girón puso de manifiesto una situación, la condición de excluidos de la gente de Maracay».

Y es que la capital de Aragua, después de la muerte del general Juan Vicente Gómez, se convirtió en una especie de pueblo marginado, porque todos lo que tenían dinero se fueron y quedaron los campesinos, la gente más pobre y menos tomada en cuenta.

«Ese hombre de esa extracción tan modesta llegó a tener el privilegio que cinco de los mejores poetas nacionales, entre ellos Miguel Otero Silva, Luis Pastori y José Ramón Medina le escribiesen un soneto», señaló El Vito. «Lo incluyen en esa sociedad. Yo lo veo como el venezolano típico aquel que sale de la nada y conquista muchos horizontes en el ámbito internacional, así fueron también Alfonso Carrasquel, A lfredo Sadel. Esa es Venezuela, no la que nos están tratando de imponer ahora, en la que hablan de un «hombre nuevo» del que habló el Che Guevara y que nunca se ha concretado en ninguna parte».

Asegura Víctor José López que César Girón es el hombre que puede servir para ilustrar el talante del venezolano típico.

«Creo que era obligada la presencia de César Girón en las biografías de los personajes más importante de la venezolanidad porque está muy por encima de muchos y porque le dio lustre al gentilicio venezolano».

Más cornadas da el hambre. Narra «El Vito» López en el texto biográfico de César Girón, el cual forma parte de la colección Biblioteca Biográfica Venezolana que edita El Nacional, que la futura figura del toreo quería ser beisbolista, pero el roce con algunos amigos en becerradas que montaban en Maracay y ver actuar a Manolete y a Carlos Arruza quedó picado por el gusanillo de la torería.

Luego de participar en varias novilladas en Maracay y Caracas, César Girón con sólo 17 años, 60 dólares en los bolsillos y una maleta de cartón amarrada con mecatillo, partió en busca de la fama y la fortuna a España, donde le resultó sumamente difícil abrirse paso.

Vivía en pensiones baratas e incluso, en Salamanca estuvo a merced del frío y un amigo estudiante de medicina le regaló 50 pesetas para que comprase unos zapatos, porque los que tenía estaban deteriorados al punto que les tapaba los huecos por periódicos.

Girón había visto un par de zapatos que le gustaban y los compró. La tarde de ese día llovió y el joven venezolano, confiado en la calidad de su calzado, siguió la marcha bajo la lluvia, pero cuando llegó a su hospedaje ya los zapatos no servían, eran cartón.

Sin embargo no todo para César Girón fue sufrimiento, en Barcelona logró mostrar su clase torera y debutó en la Monumental, de donde fue sacado en hombros de los aficionados, después de cortar tres orejas.

El mundo a sus pies. Fue ese, según narra El Vito, el inicio de una exitosa carrera que lo llevó a las mejores plazas del mundo, Madrid y la exigente Sevilla se rindieron ante el arte de Girón, igual pasó en México donde tuvo un resonante éxito, de igual manera en Perú y en Francia, donde conoció a su esposa Danielle Ricard, hija del acaudalado empresario Paul Ricard, con quien tuvo tres hijos.

«El caso de César Girón se puede comparar con los que yo llamo `los tres mosqueteros de Colombia’, García Márquez, Botero y el torero César Rincón Que demostraron al mundo que su país no era una guarida de narcotraficantes, que había y hay, gente de valía en diversos ámbitos», argumentó López. «Girón le dio lustre a Venezuela en el exterior, su éxito, como el de los campeones mundiales de beisbol de 1941, tiene el valor de ser la heroicidad de un venezolano común, no de esos semidioses con charreteras que llenan la historia del país y cuyos triunfos en algunos casos son dudosos».

En la conversación con «El Vito», quien llegó a ser director del diario Meriano, le comentamos que en el texto se siente una cierta decepción de César Girón, por sentir que en Venezuela no le apreciaron como merecía.

«A todos los venezolanos que triunfan en el exterior le suele ocurrir los mismo, hasta a Simón Bolívar que dijo `he arado en el mar’. A César le molestaba que sus compatriotas, que somos muy igualados, no le guardasen el respeto que en otros países, pero él ha sido el torero con más sentir nacional que todos. Hay algunos, que luego de estar un tiempo en España hablan como andaluces, César siempre habló y sintió como caraqueño, como venezolano», aseguró.

Grato recuerdo…22 de mayo , 1991,en Las Ventas

Recuerdo que esa mañana en 6 AM en Caracol radio, le pregunté a don César Rincón si era posible esa anhelada puerta grande en Madrid, tan esquiva y con la discreción que atesora el maestro que saldría 6 veces , cuatro de ellas consecutivas , me dijo muy quedo :¡¡¡¡¡ Uffff, eso es un sueño casi irrealizable!!! Pero los sueños, sueños son y a veces la realidad los trastoca y esa tarde, casi noche, bajo un cielo velazqueño, el hijo de Gonzalo y Ma. Teresa nos sobrecogió de emoción cuando llegaron las primeras imagenes de la agencia española EFE contando ese milagro.

Mi admirado Lucas Pérez en su libro » 300 anécdotas taurinas» relata lo que ocurrió ese 21 de mayo y al día siguiente:

Era el 21 de mayo de 1991 y se anunciaban en San Isidro, como esta tarde, los toros de la ganadería de Baltasar Ibán. Aquel día, César Rincón logró lo que parecía un sueño, que un colombiano abriese la puerta grande de Las Ventas de Madrid.

Acompañado por Curro Vázquez y el llorado Armillita Chico en el cartel, Rincón desorejó al sexto de la tarde, ‘Santanerito’ de nombre. Pero la anécdota se produjo horas después en su habitación del hotel Foxá. Allí se dieron cita gran multitud de seguidores, compatriotas enloquecidos por la felicidad de su éxito y grandes personalidades para dar la enhorabuena al torero.

Un percance sufrido por Fernando Lozano había dejado un puesto libre en la corrida del día siguiente en Madrid. Y la empresa no dudó en ofrecerle el contrato a César Rincón. Entre la multitud se encontraba William Jaramillo, el embajador de Colombia. Jaramillo, acercándose a Luis Álvarez, apoderado del torero, le confesó su temor de que César torease otra tarde, no fuese a «devolver» los trofeos que acababa de conseguir.

«No sólo le tranquilicé, también le vaticiné otras dos orejas», recuerda de aquel día su apoderado, que ante tal cantidad de gente en la habitación del hotel, no le quedó otra que llevarse al torero al único lugar en el que en ese momento podría hablar a solas con él.

«Le agarré del brazo y me lo llevé al retrete. Allí le expliqué el ofrecimiento y le convencí para torear al día siguiente», cuenta Luis Álvarez.

Y así, con un acuerdo en el retrete, se fraguó lo que sería su segunda Puerta Grande -de las cuatro consecutivas que conseguiría ese año- al día siguiente, desorejando esta vez a un ejemplar de Murteira Grave.

103 años de la tragedia de Talavera

En Madrid murió Granero. En Sevilla Valerito

En Talavera de la Reina Mató un toro a Joselito El menor de la Gabriela. Copla por bulería.

Efemérides de Joselito el Gallo (16/05/1920)

En el libro “Las últimas 24 horas de Joselito El Gallo”, cuyo autor es José Luis Cantos Torres, podemos corroborar la verdadera situación, que deja al menor de los “Gallos” como el artífice del toreo moderno, arrinconando esa estúpida teoría que lo posicionaba como el gran lidiador y último bastión del toreo antiguo. A pesar de las grandilocuentes estadísticas que respaldan al gran torero de Gelves, de su poderío devastador ante los toros; todo ello nos queda en segundo plano cuando leemos este libro de 247 páginas, porque esas mismas páginas nos retratan la tremenda soledad de un genio en la cúspide del éxito.

No es nada fácil que un escritor pueda hacernos viajar hasta los años veinte del pasado siglo. Y decimos esto, por el complejo ambiente social que se daba en esa época española. Sin embargo, José Luis Cantos Torres nos pasea por la atmósfera de ciudades como Madrid o Sevilla, retratando con un estilo directo y conciso los avatares taurinos y no taurinos de aquellas gentes. De sentir que la antigua plaza de toros madrileña no distaba del Coliseo romano en la época de Calígula. La hostilidad y agresividad de los públicos se hace latente en estas páginas; y ello nos llevará hasta nuestro presente, donde este espectáculo quedó absolutamente balsamizado.

La muerte de Joselito en Talavera hará cambiar muchos aspectos de la fiesta taurina, incluso la actitud de los públicos hacia los toreros ya no será igual. Los fanatismos iracundos dejarán paso a una valoración más reflexiva y sensata del espectáculo taurino.  Digamos que todo se humanizó más. Pero si este aspecto es importante en sí, las pinceladas de una emoción electrizante las ofrece el autor, en el momento que “Bailaor” salta a la arena, hasta que su cuerpo ya cadáver abandona la enfermería de la plaza, apunta Toros del Sol.

Diego Ramos con la genialidad de quien conoce el oficio, ese que encumbró a los grandes que captaron el alma , que supieron con el pincel describir un mundo de sensaciones , él que es torero ( como el sacerdote atesora ese calificativo honroso para toda la vida ) , expresa en esta obra que nos pone en contacto una vez más con la figura de José Gómez Ortega el niño sabio de Gelves, todo un mundo de sensaciones, esos ojos que escudriñan, el rictus de los labios, el cabello, la hondura e la postura, el gesto. Es. permítanme, el homenaje de la Colombia taurina por conducto del maestro Ramos a un genio del siglo 20 , Joselito El Gallo, el rey de los toreros.

Considerado una referencia ineludible, incluso más allá de lo taurino, para las biografías de nuestra Historia contemporánea, El Paseo publica ahora, revisado y sensiblemente ampliado, este prestigiado texto de PACO AGUADO que redescubrió para siempre la auténtica dimensión del «rey de los toreros», Joselito El Gallo, un personaje fascinante más allá de los ruedos. A cien años exactos de su legendaria muerte, el 16 de mayo de 1920, su importante legado y su gran visión de futuro han dado de sí lo suficiente como para sostener todo un siglo de tauromaquia, dentro y fuera de las plazas. Genio precoz, figura primordial de la «Edad de Oro» del toreo, el sevillano compendió la tradición y la encauzó hacia la modernidad,

Celebramos los 91 años del maestro Botero

Hoy cumple 91 años el gran pintor colombiano Fernando Botero. Pocos artistas hispanoamericanos han logrado tanta repercusión a nivel internacional como él.

Su obra, en la que da el protagonismo al volumen de los seres que él inventa, está llena de motivos taurinos. Él mismo ha reconocido que «soy pintor por mi afición a los toros». Incluso antes de iniciarse en el mundo del arte estuvo inscrito en una escuela taurina.

¡Muchísimas felicidad. Los colombianos nos sentimos orgullosos de tenerlo, a ud. como compatriota.

91 años de la Santamaría

Con las notas sobre los premios de tendido7/Iván Parra no se me pasó inadvertido el cumpleaños de la plaza de toros De Santamaría inaugurada hace 91 años en la administración del presidente Olaya Herrera.

Gallito de Zafra, Mariano Rodríguez » El Exquisito y Manolo Martínez «El Tigre de Ruzafá» abrieron por primera vez la puerta de cuadrillas con una corrida de Mondoñedo.

Y Ángel Navas , Gallito de Zafra completa el cartel.

Justamente está por aparecer el libro escrito por tres queridos colegas, Víctor Diusabá, Rodrigo Urrego y Diego Caballero con imágenes inéditas y fantásticos relatos. Estamos ansiosos por abrir esta joya de la literatura taurina.

La plaza De Santamaría y ese «de» en mayúscula tiene que con ver con
un ilustre apellido, el de Don Ignacio, empresario visionario que a
fines de los 20 del siglo pasado entendió que Bogotá debería tener un
Coso confortable, de estructura fuerte y pudo ver su inauguración el 8
de febrero de 1931 con los toros de su propia divisa, «Mondoñedo» para
lo que trajo sementales de Veragua, Santa Coloma y más tarde de
Contreras, ese filón de sangra brava que tanto elevaron a los altares
taurinos Joselito Y Belmonte hace 100 años. Un cartel de modestos
toreros queda incrustado en la historia : Gallito de Zafra, «El tigre
de Ruzafa» , valenciano,  y Mariano Rodríguez «El Exquisito», de
Sevilla,  la terna que pasó inadvertida aquella tarde con el
presidente de la república en los tendidos, el liberal Enrique Olaya
Herrera.

Una imagen curiosa. El señor vestido elegantemente es el padre de Julián Parra, la dama, su señora madre y el pequeñín , Iván Parra. El progenitor de los hermanos Parra fue presidente de la plaza de toros De Santamaría. La foto es de 1961. Y el torero es Gabriel Díaz, tío de Julián e Iván un taurino muy estimado

Llega la crisis del 29 en la bolsa de Nueva York y como un tsunami
devastador arrasa las economías de los países latinoamericanos . Don
Ignacio pierde la ganadería, la plaza la entrega al municipio de
Bogotá y debe rehacer sus maltrechas finanzas tras honrar sus deudas.

Por esa plaza de estilo neo mudéjar pasan del «Niño de la Palma» ( el
padre de Don Antonio Ordóñez) , Luis Miguel Dominguín, Don Domingo
Ortega, Juan Silveti, El Calesero, Conchita Cintrón , los Bienvenida,
El Viti, El Cordobés…

Don Luis Álvarez, apoderado de Rincón en 1991 desvela cómo se logró que las 4 corridas de las puertas grandes de Rincón en Las Ventas se cristalizaran (Ver y escuchar en youtube mediante un click )

En Tendido7 hemos querido cerrar este ciclo de recuerdo de una efemérides tan significativa para el toreo americano con quien ejercía de gerente, conciliador, padre, consejero en ese y otros años mas al lado del maestro Rincón, Don Luis Álvarez:

Al centro don Luis Álvarez, flanqueado por Cesar Rincón y su padre Gonzalo
A la izquierda, don Luis Álvarez, al centro don Felipe Lafitta y a la derecha el maestro Rincón

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