Category Archive : El Congreso y la tauromaquia

Colombia con toreo. Señor presidente de la Cámara, trato igual a los taurinos como a los animalistas

Colombia con toreo. El poder es para poder, suele decirse. Y un grupo de animalistas que en el Congreso abusaron de su «autoridad» para colocar en cada pupitre de los representantes lo que asperece en la primera foto de esta nota: Colombia sin toreo.

Y eso ¿quién dijo?, ¿por qué? Y ¿por qué no Colombia con toreo? Pues porque no tenemos poder alguno y no nos permitirían colocar esos carteles lo que implica un desbalance entre quienes buscan a toda costa prohibir y quienes creemos que el toreo tiene vida, pertinencia, que hay argumentos culturales, económicos, de tradición, que no somos maltratadores ni asesinos.

Pregunto con todo comedimiento al señor presiente de la Cámara:

¿nos permite colocar carteles en defensa de la tauromaquia ?. O ¿solo «ellos», los que tienen el poder para hacerlo nos pueden insultar y denigrar?

El genial artista Ripollés expresa lucidamente:

«El toreo es el ballet más importante que he visto en mi vida», asegura Ripollés.

«La corrida es una danza única en el mundo. Es un drama poético de la vida y la muerte. Creo que no nos damos cuenta de lo que significa este arte, que ahora está tan mal visto por los protectores de los animales y ecologistas.

Pero es que sin muerte, no hay vida.

Tiene la gran alegría y la gran tragedia. Es la única manifestación artística donde la muerte es verdad, y eso para los que vivimos la creatividad y sentimos el arte supone una pasión impresionante», relata con una defensa apasionada y sin complejos, a pecho descubierto, porque nunca le importaron los prejuicios de los demás y, sobre todo, le irrita el falso ecologismo de los defensores de los animales, él que tan amante es de los mismos. 

Y este artista sostiene sobre el comportamiento del toro en la plaza:

«Es el único animal que arremete una y otra vez en pelea contra el dolor.

Otras especies cuando notan el dolor huyen y el toro es el único que arremete y se crece. Para mí es una manifestación de naturaleza impresionante ver cómo el toro muere con toda su dignidad en la plaza».

La tauromaquia es una sensación múltiple y azarosa en la que converge espiritualmente un núcleo de necesidades comunicativas y sensoriales.

Se trata de dominar a un toro, hacerse con él, extraerle la bravura, comunicarse a través de una gramática sorprendente y entregarse a un rito marcado por todo aquello que conmueve al hombre desde que es hombre.

La razón y el intelecto por el camino de la expresión metafórica de la belleza para sublimarlo todo en el toreo, en la culminación heroica de un rito apenas imposible en el que el torero hace y deshace como un sumo pontífice del universo.

Al Congreso de Colombia: Solicitamos ser escuchados

¡¡¡Solicitamos ser escuchados!!!. La plenaria de la Cámara asume la decisión sobre la prohibición de las corridas en Colombia que pasó en la comisión primera en una fantasmal sesión virtual por lo que no hubo ocasión de replicar, (como se hace en democracia y para fortuna nuestra el país no es una dictadura).

Apelar al Congreso (baluarte del equilibrio de poderes) y permitir que se expongan razones en defensa de la tauromaquia.

Pues las opiniones vertidas por los voceros del mascotismo y la industria animalista que, con todos los respetos, confunden al gatito con un toro que se ha criado para ser lidiado de acuerdo a unas reglas inviolables.

Reitero, el tono y modo de pensamiento no es único en tema de tanto calado para las libertades públicas y el derecho a disentir como es la pervivencia de las corridas.

Solicitamos ser escuchados, de momento.

Respetamos a quienes no consideran a la tauromaquia como cultura, que no les gusta, que la reprueban según sus conceptos religiosos, sentimentales, filosóficos.

No es mucho pedir a los congresistas. Ojalá sea así.

Lejos de que somos torturadores o maltratadores, valdría la pena que los honorables legisladores que deben votar por la propuesta prohibicionista visitaran una ganadería, conocieran cómo se levanta el toro, cómo convive con otras especies animales y vegetales, cómo se resguarda el ecosistema, cómo el toro es un guardián de la naturaleza.

Valga refrescar las oportunas reflexiones del filosofo francés Francis Wolffcuya pasión por la tauromaquia es de larga data y cuyos libros de tema taurino son reflejo exacto de su lucidez y rigor intelectual:

Tal prohibición sería una pérdida ética para el humanismo. Yo entiendo que, para alguien ajeno a la cultura taurina, acabar con la tauromaquia pudiera parecer un «progreso» moral.

Esto es una mera apariencia.

El animalismo no es una extensión de los valores humanistas, sino su negación:

porque, al intentar elevar a los animales al nivel con el que debemos tratar a los hombres.

Inevitablemente estaríamos rebajando a los hombres al nivel con el que tratamos a los animales.

De hecho, los humanos no somos como los demás animales, porque podemos actuar obedeciendo normas y valores y no sólo impulsos; por eso, tenemos deberes absolutos y recíprocos hacia todos los seres humanos. Esta es la base del humanismo. 

La prohibición de las corridas a la plenaria de la Cámara de Representantes

En la plenaria de la Comisión Primera de la Cámara en una sesión virtual sin la posibilidad de que los profesionales, ganaderos, empresarios, aficionados pudieran exponer sus validos argumentos.

Votó a favor de la prohibición de las corridas toros y los animalistas; lograron que pasara la ponencia del representante Lozada lo que implica que el debate llega a la plenaria de la Corporación.

Una proposición para archivar la iniciativa no logró superar los votos necesarios

27 votaron por el sí y 3 por el NO….

Curiosamente uno de los representante contó que no pudo participar como hubiera sido su deseo.

Porque le robaron en el centro de Bogotá sus dos celulares.

(La policía recuperó uno) y dijo que la seguridad está cuestionada por la falta de acción de la alcaldesa…

O sea, los grandes temas: desempleo, inseguridad, movilidad, salubridad, el amenazante coronavirus, son «pecata minuta»; los toros, a prohibirlos.

Los ponentes en la plenaria de la Cámara serán los mismos de la comisión.

Así que se ha perdido, amigos taurinos, lo que pudiéramos llamar el primer round.

Pero la batalla no se acaba aquí, pues habrá que exponer la argumentación taurina en la plena.

En la comisión primera del honorable Senado y en la plenaria de la Cámara alta.

Un representante pidió que se oiga a quienes desean exponer sus puntos de vista, que no son los de los legisladores.

Pero ya hubo «rintintin» y se arguyó falazmente por el legislador Navas que se les debió oír antes de la ponencia, lo que nunca ocurrió.

Vamos a ver si nos permiten hablar, pues falta ese otro argumento para cerrar el debate:

La cultura taurina, la economía y el toro, el toro como guardián del ecosistema.


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