Category Archive : Historia

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Por cierto hay un famoso brindis de El Guerra a una dama francesa : brindo por «vu», por «vu » , por » vu» y por los vusitos «.

En tauromaquia brindar es el “dicho” de un torero en el que le dedica la muerte del toro a alguien. Normalmente acompañado de buenos deseos. Se brinda el toro al que se espera hacer buena faena.

A.-En cierta ocasión, toreando en Zaragoza, Ignacio Sánchez Mejías le brindó un toro a su buen amigo José Pérez de Guzmán, un onubense muy entusiasta del toreo entero y emocionante de Sánchez Mejías.

– Te brindo –le dijo– la muerte de este toro… y espero que la Virgen, la nuestra, la del Rocío –recalcó–, no ésta, la del Pilar, me ayude.

En la plaza se armó la de San Quintín. «Ha menospreciado a la Pilarica», gritaban los maños, justamente enojados.

Antonio Conde, que acostumbraba a contar a don Gregorio Corrochano las incidencias de las corridas, le puso al ilustre cronista este telegrama:

«Ya sabrá usted lo ocurrido en Zaragoza. Es que ya exponemos hasta en los brindis.»

B.-Un novillero que debutó en Murcia brindo por Murcia y los Murciélagos….

C.-Alejandro Alvarado (Alvaradito). Ceramista trianero en su adolescencia, obedeció pronto los deseos de su vocación taurina, y a los dieciséis años comenzó a ser banderillero en la cuadrilla de Quinito. Más tarde, con Cara-ancha, se marchó a Italia, donde actuó en varias corridas. Con su personal idiosincrasia, contaba, ya, mayor, los recuerdos de aquella campaña, durante la cual tuvo que torear búfalos a falta de toros de lidia. Hizo su presentación en Sevilla el 14 de octubre de 1894, y en septiembre de la siguiente temporada debutó en Madrid. En 1901, en Méjico, a Alvaradito le dio la alternativa, que ratificó en Fregenal, Antonio Montes. Años más tarde volvió a la categoría de novillero, y por último se dedicó a banderillear, suerte en que lucía su gran conocimiento. De los toros y una habilidad extremada.

Se cuenta que “Alvaradito”, tenía una cabeza bastante voluminosa, por lo que usaba una montera apropiada para cubrírsela. Una tarde que toreaba en la Maestranza, le salió a «Alvaradito» un novillo que había sido bueno en los dos primeros tercios, por lo que le preguntó a su peón de confianza Arandita: “¿Tú crees que el novillo está para brindárselo al público? Y Arandita le contestó guasón: “Sí, debes brindarlo al público, pero no dejes la montera en el albero, que no vas a dejar sitio “pa” torear”.

D.-Histórico e inmortal es el discurso de Cúchares cuando toreó en París una corrida organizada por la emperatriz Eugenia. Como el espada vio que en tierra francesa a todo el mundo se le llamaba «vous» -que él oía «Bu»-, hizo este brindis al emperador, la emperatriz y el heredero: «A Bu, a la señora de Bu y al Busito chico».

E.-Si hay un brindis famoso es el de Rodolfo Rodríguez «El Pana», que dedicó su última faena en la Monumental de México a las prostitutas. Así se expresó El Brujo: «Quiero brindar este toro, el último toro de mi vida de torero en esta plaza, a todas las daifas, meselinas, meretrices, prostitutas, suripantas, buñis, putas, a todas aquellas que saciaron mi hambre y mitigaron mi sed cuando El Pana no era nadie, que me dieron protección y abrigo en sus pechos y en sus muslos, base de mis soledades. Que Dios las bendiga por haber amado tanto. ¡Va por ustedes!»

E.- «Rafaé» —que alternaba con su hermano «Joselito»— había toreado a su toro con una gracia, una elegancia y un arte, que había dejado roncos de dar gritos de alegría a los espectadores. Cuando llegó la hora de matar, que hacía los brindis extremadamente largos, R. El «Gallo», muy ceremonioso, se quitó la montera, hizo una flexión frente al palco presidencial, y brindó. Luego, brindó a un amigo; después brindó «por las mujeres de bandera»…. Con paso firme y sereno, «Rafaé» se fue al centro de la Plaza, giró con la montera en la mano y blindó por «el sol», por «la sombra» y por los «buenos aficionaos de Seviya». En la Plaza no se oía una mosca. El público contenía la respiración con expectación. Todos los ojos estaban clavados en el gitano. Se esperaba la faena cumbre. En un rincón de la Plaza protestaba el toro, entretenido por la cuadrilla del «Gallo». Todavía le faltaba un brindis. Un torero amigo suyo estaba en el tendido. El «Gallo» le tiró la montera, diciéndole:

—Brindo por el torero «honrao», porque se coma lo que ha ganao…

Y el «Gallo», acabados los brindis, en vez de irse al toro, se acercó a su hermano «Joselito» diciéndole:

—Ya he «brindao», José; ahora, mátalo tú.

En otra ocasión brindó al Capitán General…. que después se negó a matar.

-Mi Brindis: Por Real Maestranza de Caballería de Sevilla que con tanto mimo y cariño, mantienen la colección privada permanente del Museo Taurino, que el año pasado recibió nada más y nada menos que 373.000 visitas. Prácticamente como la ciudad de Bilbao completa.

Y ahora que digan que el tema cultural taurino, y su turismo, no es atrayente, y no hay que cuidarlo para nuestra economía…

Brindis Toreros: Anécdotas

Mi segundo Brindis de agradecimiento y por el que pido salud y protección para todos es la Virgen del Rosario que preside la Capilla de los Toreros (Rafael lo llamaba la sala de espera), que goza de gran devoción entre los diestros y a la que han donado numerosos exvotos. Virgen del Rosario, Patrona de los Maestrantes y titular de la Hermandad de Monte-Sión.

La Plaza de Toros está rodeada por tres benditas imágenes de la Virgen del Rosario.

A mi padre, que me aficionó a los toros y que con su palabra me hizo carne la fiesta, y a todos los aficionados taurinos de una tierra en que nunca se pone el sol.

Vamo al lío :

Tauromaquia.Alcalino.- Las dos grandiosas tardes de José Tomas en Madrid

Uno de los sucesos clave de la tauromaquia del siglo XXI aconteció en Madrid los días 5 y 15 de junio de 2008, doble presentación de José Tomás precedida por arduas negociaciones en las que intervinieron no sólo la empresa Taurodelta y Salvador Boix, apoderado del diestro, sino incluso –y nunca se sabrá hasta qué punto– la presidenta de la Comunidad madrileña Esperanza Aguirre, que los apremió a arreglarse cuando las pláticas estaban prácticamente rotas. Aun descontando una sustanciosa rebaja, el de Galapagar rompió todas las marcas salariales, y, como se esperaba, las taquillas para ambos festejos se cerraron con mucha anticipación. Pero además, el resultado artístico superó las expectativas más optimistas, y José Tomás Román Martín puso su nombre a la altura de los mayores de la historia de las corridas de toros. De su historia, su leyenda, su mitología…

Jueves 5 de junio. Con el de Galapagar parten plaza Javier Conde y Daniel Luque, al que el primero va a confirmarle la alternativa. El agitanado Conde no se atreve con el mejor lote y redondea una tarde fatal; el toricantano, por el contrario, se enfrenta a lo peor con gran entereza, y su sello y clase cosecharon dos ovaciones macizas. Y José Tomás levanta en vilo a la plaza y al toreo mismo con una actuación prodigiosa, que aúna entrega total, arte personalísimo y un poderío fuera de lo común; corta las dos orejas de “Dakar”, de Toros de Cortés, y las dos de “Comunero”; más noble el primero y más encastado el segundo. Victoriano del Río ha enviado un encierro admirable. Sólo el lote de Luque flojeó.

Unanimidad sin tacha. A tono con una tarde no ya consagratoria sino decisiva para la construcción del mito tomasista, la prensa se volcó con el triunfador como tal vez no lo haya hecho nunca con torero alguno. Los diarios de circulación nacional colocaron el suceso en sus primeras planas, y los cronistas emprendieron involuntario concurso de loas y ditirambos, del que recogemos este breve muestrario:                                                    Zabala de la Serna (ABC): “José Tomás es el toreo. José Tomás es el toreo puro y absoluto. José Tomás convirtió su reencuentro con Madrid en una antología, en una página de oro de la tauromaquia… Nada puede igualar la experiencia de 24,000 almas unidas en una sola aclamación: “Torero, torero, torero”. Las Ventas se rindió al torero más grande, a la tarde más redonda y pletórica de las últimas décadas… Las campañas insidiosas se van ahora mismo a la letrina del ridículo: José Tomás salió a torear: ¡Y cómo toreó!… el toreo todo por abajo, vaciarlo hacia atrás, vaciarse con él; el toreo es cruzado, con un toro que pegaba un tornillazo y de entrada le quitó el capote de las manos, unas manos y muñecas que habría que clonar. En un principio el toreo fue Belmonte; hoy es José Tomás…”

Antonio Lorca (El País): La leyenda se engrandece. Un genio llamado José Tomás bordó el toreo y lo elevó a las más altas cumbres de la belleza. Madrid vivió una de las tardes más apoteósicas de las últimas décadas. La vuelta al ruedo con las dos orejas de su segundo toro fue inenarrable. Sonreía Tomás, siempre tan aparentemente triste. La plaza coreaba “torero, torero”… un momento emocionantísimo, como fue la faena a ese quinto toro, primorosa por ambas manos. Sobrecogió a los tendidos con la más pura concepción de la tauromaquia. Una obra de arte total… Noble y muy blando había sido el segundo, y Tomás se ganó a la plaza cuando prefirió brindar al respetable antes que al Rey… la faena fue un dechado de temple y lentitud… dibujó un natural ceñidísimo y otro que fue sobrenatural por su largura, hondura y despaciosidad. Crujió la plaza… (Pero) La verdadera conmoción llegó en el quinto, con el que realizó un quite por verónicas monumentales. Lo cuidó en los caballos y lo esperó en los medios, el cuerpo erguido, las zapatillas ancladas en la arena, la muleta plana. El toro acudió con presteza y los estatuarios surgieron como borbotones de pasión… aparece el viento y ondea la muleta, pero Tomás ni se inmuta… muletazos largos, poderosos, ligados… un trincherazo de cartel… el toro desafiante, encastado, y los naturales preñados de hermosura y abrochados con un pase de pecho absolutamente genial… se desata por primera vez el “torero, torero”… el toro se da por vencido y huye a las tablas. La estocada, recibiendo, quedó sepultada hasta la empuñadura… El clamor de la perfección… Y tres noticias para los incrédulos: primera, que José Tomás no sufrió ninguna voltereta; segundo, no hubo dramatismo ni corazones encogidos; y tercera, lo que sí hubo fue un genio en plenitud para cantar la auténtica verdad del arte del toreo.”

Carlos Abella (El País): “Enmudecieron los intereses, callaron los mercaderes del falso templo. Triunfó la verdad eterna del valor sereno, consciente y cabal de un torero privilegiado, capaz de asustar al mismo miedo y de imponer sin hablar su desnuda verdad… la de quien además de enfrentarse al toro se enfrenta a los miuras del conservadurismo, al victorino de los mediocres, al pablorromero de los que prefieren vetar que retar, medrar en vez de rivalizar y levantar falsos antes de aceptar que el toreo es y será siempre esto. Valor de verdad, arte para dejarse ver en los cites, en los remates, y dejar en el cielo azul de Madrid el recuerdo de una tarde histórica.”

 Hay aquí una alusión nada velada a los panegiristas de Enrique Ponce y su mercenaria campaña para empañar la reciente vuelta a los ruedos de José Tomás.

Joaquín Sabina (El País): “Aunque a los aficionados las estadísticas nos importan, y porque las emociones de hoy se pusieron de acuerdo con las estadísticas, había unanimidad en el 7, en el 9, en el 10, en el 11 y en la madre que los parió… Desde el paseíllo se notó que José Tomás venía a decir algo alto y claro, a tapar bocas, que dicen los taurinos. Desde el primer quite, con un toro que no era el suyo, hasta la clamorosa salida en hombros por la Puerta de Madrid, la tarde fue, más que perfecta, sublime… Hacía cuatro décadas que ningún torero cortaba cuatro orejas en Madrid, en la misma tarde. Fue José Tomás. Yo lo vi. Iba de purísima y oro. Y tuvo una tarde sublime. No lo digo yo, lo dice todo Dios.

Paladín silencioso de la arena / de vértigo y poesía la tarde impregna // Cerebro, corazón, pulso, muñecas / cadencia de percales y muletas // De torería, de entrega, de fragancia / transformó la escasez en abundancia

Domingo 15 de junio. Ante dos astados indómitos, geniudos, peligrosísimos, José Tomás ofreció la versión opuesta, la del samurái capaz de cambiar la vida por la honra. Y por el arte. Tarde de escalofrío, de insoportable tensión. Cuatro veces entre los cuernos, impertérrito ante las probaturas, los arreones, las embestidas al bulto. A su primero, atrincherado en tablas, violentísimo, le cortó una oreja. Ante el sentido del sobrero de El Torero –“Caribello” de nombre, desmesurado de cuerpo y pitones–, la ofrenda alcanzó caracteres insoportables. Llevaba ya dos cornadas –en el de pecho izquierdista, el animal se le cruzó y lo levantó ¡con el pitón zurdo!—cuando puso a la plaza al borde del infarto con unas manoletinas espeluznantes; no consiguió, ni le importaba, pasar la aduana de las astas en la estocada, lo que le costó una herida más. La imagen del hombre de tabaco y oro que cruzó la plaza rumbo a la enfermería luego de demostrar escuetamente las dos orejas que premiaran su entrega increíble –chorreando sangre, la ropa estropeada, el corbatín desecho, pero sin perder un ápice de dignidad– será inolvidable.

Muy olvidables, en cambio, la actuaciones de El Fundi y Juan Bautista, sin toros ni ánimo para enfrentar el tsunami tomasista. José Pedro Prados, primer espada del cartel, lo reconoció sin ambages: “José Tomás, que ha estado monstruoso, monstruoso…”

Juan Posada (La Razón): La faena a su primero, manso querencioso y violento, tuvo momentos sublimes… Con el quinto, dio una lección de lo que es torear, con cites a media distancia, cruzado, el engaño en el lugar preciso; como no lo retiraba del hocico al final de cada pase, los ligó de manera magistral…Se la jugó con la izquierda y fue volteado… Siguió con la derecha como si nada, muy cruzado y ceñido. Las manoletinas, ajustadísimas. Los volteos fueron consecuencia de su desmedido arrojo y ganas de triunfar…

Antonio Lorca (El País).José Tomás llegó a Madrid dispuesto a superar lo insuperable; es decir, a dejarse matar antes que perder la batalla contra sí mismo… lo demostró con una entrega absoluta, con una heroicidad sobrehumana y un rotundo desprecio a la vida. Salió dispuesto a morir y estuvo a punto de conseguirlo… con toros mansos, rajados, huidizos y de pésima clase… Se le premió la disposición, el desafío, el poder, la gallardía… ¿Por qué lo cornean tanto los toros? Quizás porque se arrima más que ninguno… con las dos orejas concedidas atravesó el redondel, en esa imagen que figura ya en los anales de esta plaza.”

Andrés Sánchez Magro (La Razón): El héroe ha afianzado su ética del compromiso… Enfrentado a su propio mito y a la historia, que será imposible de superar, el de Galapagar ha acallado voces adversas e interesadas… Madrid volvió a ser fiel a su marchamo de primera plaza del mundo y se rompió en gritos roncos que decían “¡torero, torero, torero!”

Zabala de la Serna (ABC):El valor de José Tomás no conoce límites, transgrede la razón, la atropella, supera y destroza. Rotos los esquemas, rota la taleguilla, desgajadas las carnes. Ni un paso atrás. Todo hacia adelante, ni siquiera cuando el sobrero de El Torero se lo pasó de pitón a pitón en el remate de una serie zurda. No lo soltaba, y cuando lo hizo, José Tomás volvió a la carga. La sangre caía por los boquetes de seda del dios de piedra de Galapagar… Y el corbatín, ese corbatín que ya perece soga al cuello, suelto otra vez de un pitonazo… José Tomás se enfrontiló por manoletinas, se tiró a matar a topacarnero… La batalla había sido a bayoneta calada desde el anterior, un toro de Puerto de San Lorenzo cinqueño, con mucha cara y manso navajero… sus dentelladas le rozaban las femorales… Tenebrosa la gloria de José Tomás. Patetismo trágico belmontista para una nueva Edad de Oro… Puerta Grande abierta. Puerta Grande cerrada y cambiada por la de la enfermería. 

Hallazgo: La voz de Manolete entre unos trastos

La prensa mexicana se hace eco de un tremendo hallazgo: grabaciones en las que se oye la voz de Manolete en México encontradas por un coleccionista español que en trastos viejos se encontró esa joya.

Excelsior nos da la buena nueva :

Un coleccionista español revela la existencia de cinco grabaciones inéditas donde aparecen personajes como el escritor Francisco Tario (1911-1977), el torero español Manolete (1917-1947) y la actriz Lupe Sino (1917-1959), realizadas en 1943 o 1944, en la casa del propio Tario, ubicada en la calle de Etla 24.

La historia indica que estos documentos sonoros son piezas únicas, las cuales se extraviaron en alguna mudanza entre México y España.PUBLICIDAD

Sin embargo, expertos como el narrador e investigador Alejandro Toledo comentan que éstas completarían la colección que resguarda la Fonoteca Nacional de México, donde también aparecen las voces de Octavio Paz y Elena Garro.

El hallazgo fue realizado hace poco más de un mes por Manuel García Fernández –coleccionista asturiano que busca grabaciones sobre el folclor español y la guerra– en un contenedor con objetos desechados por los herederos de la familia Castillo Santíes.

Yo compré aquellos discos de pizarra sin saber que entre éstos había una grabación de Manolete. Digamos que lo compré por casualidad”, revela. Pero al llegar a su casa, García Fernández puso una de las grabaciones en el tocadiscos y se quedó helado.

La verdad quedé mudo, porque efectivamente era Manolete. Después supe que estaba en casa de Tario, quien lo grabó, y que también aparece la novia de Manolete, la Lupe”.

¿Podría describir las grabaciones?, se le pregunta al coleccionista. “Hay dos grabaciones de Manolete. En una canta La vaca lechera, en otra El muchacho alegre y una más con algunos fandangos.

Luego, hay otra grabación donde aparecen Bernardo, el Carnicerito de Málaga, Carmen Farrell, (esposa del narrador mexicano), y otros dos discos, donde Tario habla sobre Frédéric Chopin, recita un poema y toca el piano”.

A partir de ese momento, el coleccionista intentó armar las piezas del rompecabezas: consultó al Museo Manolete, en España, con lo cual confirmó el hallazgo, pues tenía en sus manos las grabaciones más importantes de Manolete y un documento histórico vinculado a la cultura mexicana y española de los años 40.

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QUEMAR DISCOS

Este diario también charla con el narrador y ensayista Alejandro Toledo, quien es experto en la obra de Tario (Francisco Peláez) y aborda el contexto de dichas grabaciones.

Tario tuvo la ocurrencia de comprar una suerte de consola con la que ‘quemaba’ discos. Esto debió ocurrir a finales de los años treinta y comienzos de los cuarenta. Puede ubicarse ese tiempo porque el poema que lee Paz ahí, Niña, es un homenaje a su hija recién nacida; y es el tiempo en que la pareja Paz-Garro vivía en la casa posterior de los Peláez-Farell.

Entonces, Tario se dedicó a grabar a sus invitados a las tertulias; como era aficionado a los toros, en una de esas invitó a Manolete, que llegó con Antoñita, su novia, y con Bernardo, al parecer su mozo de espadas.

Así que esta historia cruza las fronteras entre lo literario y lo taurino; y se funde con el destino trágico de Manolete, quien murió en 1947”, apunta.

Además, al revisar las líneas del tiempo de Tario y Manolete, calculo que éstas grabaciones se hicieron en 1945, que es cuando Tario estaba metido en la aventura acapulqueña y Manolete hizo una gira amplia por México. Y hay fotos de ambos en el puerto”, como las que acompañan a este texto.

Toledo recuerda que José Luis Martínez fue el primero en hablarle de esas grabaciones. “De eso hace unos treinta años, por lo menos, al entrevistarlo sobre su amistad con Francisco Tario. Y al conocer a Julio Farell, el hijo de Tario, le pregunté por esos discos, y me entregó unos diez, que llevé a la Fonoteca Nacional como donación de la familia Peláez-Farell y para que se digitalizaran.

Ahí aparecían las voces de Octavio Paz y Elena Garro, grabadas en las tertulias de Etla 24, fragmentos de adaptaciones de relatos de terror y el mismo Tario en ejercicios al piano o recitando poemas”.

Sin embargo, recordó que las grabaciones de Manolete estaban perdidas. “Me dijo Julio que se perdieron en la mudanza. Hasta ahí, pues, las dimos por extraviadas e irrecuperables. Ahora, si se asoma uno a la historia de Manolete verás que hay realmente muy poco con su voz, sólo unos segundos. Y este hallazgo es muy importante para los taurinos y para la cultura española, pues se trata de una leyenda de la fiesta brava”, apunta.

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BÚSQUEDA INCESANTE

Manuel García es coleccionista desde hace 12 años y hasta el momento resguarda cerca de 350 grabaciones originales de la música folclórica española y del tema de la Guerra Civil Española.

Me encantaban las grabaciones a voz plasmada en los discos de gramófono y como soy asturiano quise coleccionar el folclor regional, y así he reunido una colección de 350 discos de 78 rpm, también conocidos como discos de pizarra o de acetato, que son muy frágiles.

Por ejemplo, conserva grabaciones de José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la falange de España, de Francisco Franco, otras más con temática de la guerra y de cantantes como Manolo Caracol, Juanito Valderrama, Rafael Farina, Pepe Pinto y  de Antonio Molina.

Soy un apasionado de un cantante de los años 50 que se llamaba Antonio Molina y he tenido la suerte de encontrar la colección completa que es única, pero en todo este tiempo jamás había descubierto algo como esto”.

SÍ SON AUTÉNTICAS

Por último, se le consulta a Alejandro Toledo sobre la autenticidad de las grabaciones.

Recibí un correo electrónico a mediados de mayo en el que se hablaba de unos discos grabados en casa de la familia Peláez-Farell, en donde figuraba un Bernardo y una Antoñita y me preguntaban si sabía algo. Luego entré en contacto por WhatsApp con este personaje que rescató los discos de ser tirados a la basura y se interesó por la historia”, dice.

Por internet llegó a mi blog, en donde hay muchos textos sobre Tario, y a mis señas electrónicas. Después, he oído por WhatsApp fragmentos de los discos, los he visto en fotografías… y no hay duda de que son aquellos que perdió Julio Farell en la mudanza que hizo de Madrid a México en los años 90 del siglo XX.

Antes de cantar El muchacho alegre se escucha a Manolete dedicar el disco ‘A mis buenos amigos Paco y Carmen, para que nunca me olviden’. También oí a Tario interpretar al piano el Claro de luna de Beethoven, y recitar la Canción de la vida profunda de Porfirio Barba-Jacob”, abunda.

¿Cuál debería ser el destino de estas grabaciones? “Los (discos) que había en México fueron donados a la Fonoteca Nacional. En España será distinto, porque hay coleccionistas de Manolete y a este hallazgo yo creo que se le dará allá una gran importancia. Son piezas únicas”.

¿Existen copias? “Tario no tenía la manera de copiar un disco. Eso les da un enorme valor, más allá del valor cultural histórico o cultural que tenga para nosotros. El que los tiene ahora en sus manos quiere entregarlos a quien mejor sepa valorarlos… Y será como entrar a una subasta de pronóstico reservado. Se puede armar un gran barullo. Ojalá en el futuro se digitalicen”, concluye.

Esplá hace 11 años y el toro»Beato» en Madrid

Un 5 de junio pero 2009, Las Ventas de Madrid vivió otra de sus tardes de gloria.

Luis Francisco Esplá se despedía de Madrid por la puerta grande de Las Ventas ¡Y menuda despedida! La soñada por cualquier torero en el año de su retirada. «Beato» lidiado en cuarto lugar, fue premiado con la vuelta al ruedo. Previamente Esplá lo cuajó desde principio a fin por los dos pitones.

Antonio Lorca, poco amigo de desbordarse con un torero o un otro, exclamó :

Ni en sus mejores sueños hubiera imaginado Luis Francisco Esplá una despedida de Madrid como la que ayer tuvo la oportunidad de gozar. Salir a hombros de tu propio hijo, también torero, por la puerta grande de Las Ventas entre el clamor popular debe ser una experiencia religiosa, inimaginable e inenarrable. Llegó a la calle de Alcalá en volandas, con una paliza encima, desmadejado, casi desnudo, pero con una inmensa felicidad reflejada en su cara.

Juan Pelegrin, fotógrafo de Las Ventas, escribió : La tarde de Esplá en Las Ventas empezó a las siete menos diez, apurando, como siempre. Esta señora le esperaba con sus flores. Más que dárselas, se las estampó. Un poco más y sale con ellas troqueladas en el vestido. La pasión.

Antes de empezar la faena el público le tributa su admiración y el fotógrafo nos cuenta : La ovación, qué menos. Morante le aplaudió, todo el público aplaudió. Yo, con la cámara en la mano. En muchos momentos me habría gustado no haber trabajado . Naturalmente, estoy encantado de haberlo hecho.

Vuelvo a Lorca :

Le tocó el toro de su vida, en la plaza de su vida y ante la afición que más lo ha querido y que lo tendrá ya para siempre en su recuerdo. Y Esplá se transfiguró en un consumado maestro, se entregó ante un toro artista, lo toreó con su peculiar estilo añejo, preñado de torería, templado y asentado, y provocó el éxtasis en los tendidos. Mientras el torero se gustaba con la mano derecha en cuatro tandas cortas de muletazos que derrocharon hondura, gracia, elegancia y aroma, la plaza se desbordó de emoción incontenida, y vibró como en las grandes tardes históricas. De hecho, Esplá pasó ayer a la historia por esa faena que terminó con detalles excelsos de torería -pases del desprecio, cambios de manos, recortes y afarolados-, y culminó con una estocada defectuosa que ejecutó recibiendo, lo que provocó el delirio general al grito unánime de “torero, torero”.

junio

TAUROMAQUIA. Alcalino.- Historia de un cartel

El 14 de abril de 1931, los españoles acudieron a las urnas decididos a darse una república que rompiera las amarras de la desigualdad y la pobreza ancestrales. Tal decisión cayó como bomba entre las clases acomodadas de un país instalado en los hábitos del feudalismo tardío, las cuales, desde ese momento, utilizaron todos los recursos a la mano, lícitos o ilícitos, para revertir la voluntad popular. Mal respaldada por gobiernos sin unidad ni talento, la situación iba a desembocar, al cabo de cinco años tormentosos, en un desmesurado baño de sangre.

Tiempo de cornadas. Pero, a despecho de las sacudidas políticas, la Fiesta mantuvo su pulso y el abono madrileño siguió adelante. Y los toros –aquellos toros de “antes de la guerra”—continuaron dando cornadas. Ya había caído Enrique Torres en la segunda de abono (abril 6) y, con la república proclamada, los pitones se empeñaron en mantener ocupados al doctor Jacinto Segovia y su equipo. El 7 de mayo, Cagancho llegó a sus manos gravemente herido en un muslo. El día 10 tocó turno al modesto espada valenciano Manolo Martínez, al que un Cobaleda le abrió el vientre. Y faltaba lo peor: en la octava de abono, el domingo 31, el primero del encierro de Graciliano Pérez Tabernero se llevó por delante al banderillero Manuel Prieto (femoral rota), y el tercero, “Fandanguero”, pasaría a la historia como autor de la mortal cornada que condujo a la tumba al gran Curro Puya, Francisco Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, luego de 75 días de dolorosa agonía.

Solórzano y “Revistero”. Jesús Solórzano Dávalos, mexicano nacido en Morelia (10.01.1908), recién doctorado en Sevilla (28.09.30) y confirmado en Madrid (06.04.31), figuraba en el cartel de la novena corrida, una combinación sin mayores pretensiones que incluía a Valencia II y Pepe Amorós con astados de Manuel Aleas, de Colmenar Viejo. Chucho, admirador y amigo cercano de Gitanillo, lo había visitado en la clínica, y tan impresionado quedó al verlo que hizo correr la voz de que se desistía de torear. El rumor recorrió los mentideros, por lo que causó cierta sorpresa verlo aparecer, ese 7 de junio, por la puerta de cuadrillas de la plaza de la carretera de Aragón, muy bien vestido de celeste y oro. Esa tarde, el moreliano iba a cuajar con “Revistero”, el 3º , una de ésas faenas que dejan recuerdo imperecedero en quienes tienen la suerte de presenciarlas. Los que no, mejor dejarles a los cronistas de la época el relato, en caliente, de la epopeya.

Maximiliano Calvo “Corinto y Oro”: “Entra el tercero en escena. Es un “mozo”, “colorao” retinto… Se acerca el momento cumbre de la corrida. Solórzano le ofrece el capote… Tres lances preciosos y una serpentina entre los mismos pitones inician el alboroto. Otros tres más, los pies juntos y clavados y media verónica formidable. ¡Qué bien torea este “Chuchito”! El bicho tardea, pero tiene buen estilo. Y viene un tercio de quites que se recordará toda la temporada. Solórzano borda materialmente el toreo. Valencia derrocha  tanto valor… que cae al ruedo un ramo de claveles. Amorós no se deja ganar la pelea y dibuja cuatro chicuelinas.  El público, frenético de entusiasmo, obliga a los tres a salir a los medios montera en mano. Solórzano coge los palos y banderillea al colmenareño con tres pares llegándole hasta la cara, el segundo gramaticalmente monumental. El alboroto sigue sin interrupción, para verse inmediatamente coronado por una faena que es un asombro de valor y arte. La comienza con un pase alto, al que liga uno de pecho estatuario. Enseguida se echa la muleta a la zurda y torea al natural y en redondo cuatro o cinco veces, ligando los maravillosos pases en una pugna de valor ciego y elegancia muy personal. Con los naturales mezcla los de pecho con un estoicismo británico. La ovación y los olés puede que se oyeran hasta en el mismo Chapultepec. Dos pinchazos en lo alto, en los que el diestro se va tras la espada; un estoconazo y el toro rueda. Ovación inenarrable, la oreja, vueltas al ruedo entre merecidas aclamaciones. También al colmenareño se le da la vuelta al redondel. Esta decisión es un poco arbitraria, porque el toro, aunque dócil, ha embestido obligado realmente por el torero. El toro no ha sido de bandera ni mucho menos; el que ha sido de bandera es el nuevo embajador de la tauromaquia mejicana, al que sin reservas ha proclamado el público figura del toreo.”  (La Voz, 9 de junio de 1931).

Manuel Reverte:¡Bien se deleitó el público que acudió a la novena corrida viendo torear a Solórzano! ¡Buena tarde para este torero, que cortó las dos orejas de su enemigo y salió de la plaza en hombros! Podemos asegurar que fue una de las faenas más completas que hemos visto esta temporada en Madrid. Fue en el toro corrido en tercer lugar. Un bicho de D. Manuel Aleas precioso de tipo, gordo, fino, bravo y noble… La serie de verónicas con que lo saludó Solórzano fueron algo verdaderamente admirable. Quieto, mandando, echando las manos abajo y tirando del enemigo suavemente…  En dos quites volvió Jesús a mostrar su dominio y su arte… Solórzano prendió un par de banderillas que quedó desigual, luego lo enmendó con dos pares magníficos, llegándole paso a paso hasta la cara… ¡Cómo estaba aquel magnífico toro a la hora de la muerte!¡Qué deleite para los que, además de admirar al torero, saben ver al toro!… La faena de muleta fue sencillamente admirable por la serenidad, el arte, el dominio y la gracia del torero. No se puede aprovechar mejor un gran toro. Dos buenos pinchazos y una entera, entrando bravamente… Estalló la ovación grande para el torero, para D. Manuel Aleas y para su toro, al que se le dio la vuelta al ruedo.” (Blanco y Negro, suplemento semanal del ABC. 14 de junio de 1931)

Don Quijote: “Solórzano realizó en la 9ª la única faena de escándalo del segundo abono. Le tocó un toro pastueño, de Aleas, de los que se dejan colocar a placer: un toro ideal. Y lo aprovechó a las mil maravillas y en todos los tercios y suertes. Desarrolló una faena de un arte, un temple y una belleza que nos recordó a las mejores de Márquez, sobre todo en los naturales, absolutamente perfectos. Lo mató muy bien y cortó una de las orejas mejor concedidas de la temporada.” (La Fiesta Brava, semanario. 17 de julio de 1931)

Gregorio Corrochano: El toro bueno, magnífico, le tocó a Solórzano. .. y lo aprovechó todo, con el capote, las banderillas, la muleta y el estoque. Todo. Siento que por buscar algunos efectos que no hacían falta se desligara la faena admirable. Hubo naturales perfectísimos, tirando del toro, pisándole descaradamente el terreno con tranquilidad y pasándoselo en arco desde el hocico hasta el rabo. Pases magníficos en los que hacía pasar al toro, que no es lo mismo que dejarlo pasar. Toreaba el torero, no el toro. Y las tres veces entró a matar muy bien. Los pinchazos tuvieron el valor de grandes estocadas… Fue una faena de suma elegancia y maestría, que le valió ovaciones inacabables, y la oreja, y dos vueltas al ruedo, y lo que vale más: un gran crédito artístico.” (ABC, 9 de junio 1931)

Las orejas, todo un tema. Las discrepancias en cuanto a los trofeos son una constante a lo largo de todo el primer tercio del siglo XX, particularmente en España. Los cortaba un banderillero, sabedor de que la vista de la gente estaría más en el ruedo que en el palco. Y las reseñas correspondientes se manejaban de manera antojadiza. De ahí, seguramente, la siguiente rectificación de José Alameda a la crónica de Corrochano:  “Eso es lo que dice Corrochano, que como se sabe, no es santo de mi devoción… Y debo señalar que comete un error respecto a los hechos, al decir que a Solórzano le dieron una oreja. Con su permiso, le dieron dos. Y después de entrar a matar tres veces. ¡Cómo sería la faena!… A Chucho le quedaron cortos los cronistas.”  (El Heraldo de México, 27 de diciembre de 1981)

José Alameda: ”Ninguno dijo que después de los dos primeros pases por alto el toro se le quedó, y Solórzano, que ya se había puesto la muleta en la izquierda, permaneció frente a él casi un minuto, impávido. Un minuto frente a un toro es un siglo. Dos estatuas, frente a frente. Y cuando el toro se arrancó, le cargó levemente la suerte y le dio un natural perfecto. Y luego tres más, y el de pecho, que no los mejora ni el que inventó el toreo… Pero la espera, aquella larga espera, con el público en tensión y el toro y el torero mirándose, como abismados –abismo frente a abismo–, eso lo he visto muy pocas veces. ¡Cómo sería que todavía lo recuerdo!”  (El Heraldo de México, 27 de diciembre de 1981)

Mexicanos. No fue Jesús el único paisano en salir triunfante del ruedo madrileño en 1931. El 24 de mayo, Fermín Armilla –que inauguró con miuras el abono– había desorejado a un toro de Terrones por una faena magistral, cantada por Don Quijote como una de las mejores del año. Alberto Balderas, que confirmó grismente su alternativa (03.05.31), no volvería más a la Villa y Corte. Tampoco Pepe Ortiz, aunque en su caso hubo una marcada injusticia, luego que le cortara la oreja a un torazo de Pallarés, tras provocar asombro con su mágico capotillo (12.07.31).

En cuanto a David Liceaga, su faenón a un sobrero de Clairac que más que novillo era todo un toro, le valió, la víspera de la desgracia de Gitanillo y “Fandanguero”, la salida en hombros por la puerta de Madrid y el pasaporte a la alternativa (Barcelona, 21.07.31).

CHUCHO Y REVISTERO: Verónica y natural solorzanistas y un apunte de ANTONIO CASERO

José Luis Cantos nos lleva a Joselito en 1920 en ese viaje imposible

La trágica muerte de José Gómez Ortega en la plenitud de su regencia torera causó tal desolación en la España de 1920, que la espontánea despedida que le tributó la ciudadanía se convirtió en una solemne y multitudinaria manifestación de duelo. Las últimas 24 horas de Joselito El Gallo descubre al hombre y al torero, y evoca con testimonios, imágenes y documentación inédita el dolor inmenso que asoló la sensibilidad del pueblo español.

Como preguntó Antonio Sana Inés a Lalanda : Marcial, ¿usted siguió los pasos de Joselito?, a mi me hubiera gustado, digo, preguntarle a su hermano Rafael por sus vivencias con el genio de Gelves.

En otro esplendido libro que en realidad es una trilogía sobre la plaza de Barcelona, José Luis Cantos Torres nos describe la Monumental de la capital catalana, una de las plazas de toros con más historia y trascendencia del orbe taurino.

Nacida en plena Edad de Oro del toreo, su historia está repleta de grandes hazañas y anécdotas singulares. En este primer tramo de sus memorias, la actividad llegó a ser frenética en número de corridas y calidad de los carteles, los mejores toreros buscaban con ahínco la cima del toreo y los modestos la proyección necesaria para llegar a ser figura. Desde su bautizo inaugural apadrinado por el gran coloso de Gelves Joselito el Gallo, hasta la muerte del monstruo de Córdoba Manolete, el entusiasmo taurino era parte fundamental del gusto barcelonés.

EL AUTOR

José Luis Cantos Torres, nació el 26 de febrero de 1968 en Mataró (Barcelona). Gran amante de la música, empieza su andadura artística de forma autodidacta en el año 1982 y poco después se matricula en el Conservatorio Superior de Música del Liceu de Mataró. Compone varios Cd´s, estrena una pieza orquestal el día de su boda, colabora en arreglos musicales, bandas sonoras, y crea spots publicitarios.
Después de leer numerosas obras taurinas, las biografías de los grandes toreros, y de visionar innumerables documentales, se despierta su vocación por la escritura de la mano de La Monumental de Barcelona, por entender que una plaza con tanta historia merecía un libro biográfico. Se anima a viajar al pasado, adentrándose durante dos años y medio en hemerotecas, archivos, bibliotecas y museos, para rescatar unas memorias que les sorprenderán.
Persona disciplinada, perseverante, honesta, perspicaz y audaz, sin duda el mejor compañero de viaje que se pueda tener en la vida.

Un recuerdo…Tiempos de radio

Tiempos idos, irrecuperables, cuando la radio era un valor trascendente en la sociedad en cuanto a la divulgación de la tauromaquia.

Desde las épocas de Paco Luna, Ramón Ospina, Hernando Espinosa, El gallego Blanco, Eduardo de Vengoechea , «el cubano » Pardo Llada, Hernán Restrepo Duque, Juan Harvey Caicedo, esas voces mayores que ya no están entre nosotros pero dejaron una huella imperecedera, a los nuevos como Oscar Hernan Correa, los hermanos Parra, Néstor Giraldo, el toreo siempre tuvo eco en la radio colombiana que hoy apenas es un pálido recuerdo más allá de que las cadenas cuentan con especialistas , Alberto Lopera, el maestro Rincón que le de brillo y contenido por su sapiencia y jóvenes, el caso de Juan Guillermo Palacio, cultivado y erudito. Pero ya no existe y quizás no es viable esa radio que le dedicaba horas, programas y espacios a las grandes ferias. Hoy existen otros medios como el face, el twiter, instagram y las transmisiones que se realizan en la red que desplazan paulatinamente a la radio y ya no digamos a la televisión que prácticamente excluyó al toreo de su parrilla, salvo , en varios casos, para zaherir a la tauromaquia.

La foto que ilustra esta nota me la envió don Manolo Molés de sus primeras apariciones en Caracol con un equipo formidable del que hacían parte, desde luego don Ramón, Oscar, Iván Parra, y más tarde Guillermo Díaz Salamanca. En ella aparece un jovencito, Enrique Ponce que es Dorian Grey ( no le pasan los años y es figura hace 30 ), Iván, Manolo, Oscar y don Ramón que dejó imborrable recuerdo porque lograban con la magia de la palabra trasladar al oyente , allende los mares lo que es la vivencia de una corrida con su carga emocional. Justamente el triunfo del maestro Rincón en el 91 ( de esto hace 29 años ) atrajo a nuestro país a un grupo de periodistas hispanos , mexicanos, venezolanos,portugueses, peruanos,franceses y ecuatorianos que querían saber cómo era este país taurino donde había nacido y crecido el joven de Bogotá que conmocionó el toreo en esos años. Y Colombia tan maltratada por esas violencias sempiternas que nos sacuden ( no olvidar que la vieja Europa hoy tan culta y cultivada tuvo su, noche de San Bartolomé, dos guerras mundiales, la guerra de los 30 años, el nazismo, Stalin, el Duce, etc ) y no entendidas en la vieja Europa, comenzó a ser vista y reconocida de otra manera. En toda su cruda realidad y eterna belleza.

La foto fue captada en Manizales en una tarde de resolana.

Ojalá pronto, muy pronto nos volvamos a encontrar los aficionados para vivir en directo lo que es un festejo taurino. Y no sé si la radio ocupe el sitio que aun tiene en los corazones de miles de aficionados….!!!A los toros!!!!!

Pablo Gómez de Barbieri y la tauromaquia como cultura

¿La cultura es esencial y de primera necesidad? Habrá quién diga que no; que en tiempos difíciles, lo es comer, la salud y estar aseado; además, transportarlos que proveen esos bienes y servicios, supuestamente, los únicos esenciales.

Quizá la cultura no sea de primera necesidad, pero es esencial. El ser humano es mucho más que un organismo alimentado y sano. Justamente, ese plus nos diferencia radicalmente de otros seres vivos. Sin cultura ni vida intelectual, sin percibir el arte, no hay persona. 

El miércoles 20-por fin-se promulgó una norma para apoyar, hasta con 50 millones de soles, a «personas naturales y jurídicas que realizan actividades culturales, afectadas por la suspensión de las mismas; priorizando las vinculadas a industrias culturales, artes, y fomento de tradiciones, expresiones y manifestaciones culturales”. 

La norma 

definición de la Unesco. Además, en el Perú, La ministra de Cultura, Sonia Guillén, y su 

dos sentencias del Tribunal Constitucional flamante viceministra de Patrimonio e In 

(0017-2010 y la reciente 0022-2018) esta dustrias Culturales, Leslie Urteaga, tienen “La tauromaquia, 

blecen que es manifestación cultural demi hasta el 11 de junio para establecer procedi amparada por las leyes llones de peruanosen casi todos los departa mientos, condiciones, apoyos económicos, 

seconómicos del Perú, encaja en lo que 

mentos del Perú. medios probatorios y el plan de amortigua 

LaLey28131, delartista, intérpreteyeje miento para otorgarsubvenciones y ayudas define la Unesco”. 

cutante, ensuartículo 4 establece quemata aartistas eintérpretesdemanifestaciones de 

dores, novilleros, rejoneadores, banderille la diversidad cultural del Perú. 

ros y picadores son artistas. La viceministra fue nombrada hace 11 

La tauromaquia ha sido severamente días, tras la renuncia dela anterior por serias 

afectada por el confinamiento y la suspen observaciones de la contraloría ala adminisión de espectáculos. Los modestos toreros tración de las primeras ayudas para artistas 

que viajan de pueblo en pueblo del Perú pro en situación vulnerable, por un total de 3 fundo están en graves dificultades.

millones de soles. 

El Sumatonope (sindicato de toreros y 

novilleros del Perú) y el Sitope (sindicato Patrimonio cultural 

salvaguarda”. 

de toreros del Perú) deberían presentar su Según la Unesco, es: “Expresión de un pue- Incluye “tradiciones o expresiones vivas solicitud de ayuda, acogiéndose al Decreto blo, transmitida de generación en genera- heredadas de antepasados y transmitidas 058, en cuanto la ministra de Cultura defición, que infunde sentimiento de identidad a nuestros descendientes: […] artes deles- na el procedimiento.

Negarles esas ayudas y continuidad, que nos parece importante espectáculo, usos sociales, rituales, actos fes podría ser prevaricación. preservar para generaciones futuras. Suim- tivos y prácticas relativas a la naturaleza y importancia puede ser por su valor económico, universo”. 

Más información sobretauromaquia: 

http://elcomercio.pe/blog/fiestabrava por provocar emoción o hacernos sentir per tenencia a un país, tradición o modo de vida. 

La tauromaquia

El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de Al ser patrimonio, exige empeño activo en su La tauromaquia encaja perfectamente en la los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta. 

ARCHIVOHISTÓRCOEL COMERCIO 

Seguir a la selección sin Internet ni TV 

imposible. Cientos de afi cionados se dirigieron a las afueras del histórico edi ficio de El Comercio para enterarse de lo que sucedía con Perú en sus partidos an te Rumanía (derrota 3-1) y Uruguay (otra caída, esta vez por 1-0). 

Vía radial primer partido en el extran- En los Juegos Olímpicos de Así se informaban jero y Argentina nos goleó Berlín en 1936 fue la primera hace un siglo los 3-0. Laradioera un lujoycon actuación oficial de la selec partidos de Perú 

la televisión e Internet como ción en Europa. Con mayor cuando jugaba fuera. 

un sueño futurista, los faná- presencia de lasradios en las ticosdela Bicolorasistíanalas casas, esos hinchasquesein 

afueras de las redacciones de formaban ahora lo hacíanen EDUARDOCOMBE 

los periódicos para enterarse sus hogares. La radio tuvo 

qué sucedía. Desde sus ven- un importante papel en las En estos tiempos es imposi- tanas y por un megáfono, se participaciones en el exte ble perderse un partido de leían los cables que llegaban rior de la selección hasta fi la selección peruana. No (en paralelo a hoy, similar a nales de la década de 1950. importa dónde estemos, un minuto a minuto) relatan. Por esa vía, además, los fut hoy es fácil porque la tec- do cada jugada. La imagina bolistas comentaban los nología avanzó a pasos agi- ción de cada uno era la única partidos y hasta mandaban gantados, ¿pero cómo lo formade ver estos partidos. saludos a sus familiares. hicieron los hinchas, sin la Otro largoviaje por tierra existencia de estas facilida- ymar necesitó el plantel pa -Loveo por TV des, hace 90 años? 

rallegar, esta vez, a Uruguay. El 10 de marzo de 1959, la El 3 de noviembre de Ver imágenes de Perú en la selección sorprendió al emAsí se reunían alrededor eledificio de El Comercio para conocer las 1929, la selección jugaba su primera Copa del Mundo era patarle a dos goles a Brasil, incidencias de los partidos por la Copa América de 1929

reciente campeón del Mun dial, en la Copa América de Argentina. La euforia de los hinchas, a miles de kilóme. tros, que seguían atentos el partido por radio y fueron a las oficinas de El Comercio para comprar una edición extraordinaria del Diario. 

La noche del día siguien te, este encuentro se convir tió en el primero en televi. sarse en el Perú. El canal 4 lo transmitió en diferido ape nas 24 horas después. 

Fue recién en 1969, a 40 años del primer partido fuera, que vimos en vivo a la Bicolor jugando en el ex terior. Y no fue cualquier partido. Los dos goles de Cachito’ Ramírez en La Bombonera, que nos clasi ficaron a México 1970, se vieron en Canal 9. Hubo una previa de 45 minutos aquel 31 de agosto de 1969. 

El fútbol y la televisión iban formando parte de lo cotidiano, y hoy se han con vertido en una dupla inseparable. 

Una escena taurina descrita en la obra del maestro Fernando Botero

Alcalino.Tauromaquia.Dos tardes memorables en Madrid

Cuenta Simón Casas que el Presidente de las Sociedades Taurinas de Francia, que era a su vez empresario de la plaza de Saint-Sever, lo amenazó, sin rubor alguno, con que «mientras yo viva, ningún torero francés pisará mi ruedo». Corrían los años 70 del siglo XX.

Para 2007, ya Francia había alumbrado una figura consagrada –Sebastian Castella– y un torero de corte clásico y sólida reputación –Juan Bautista Jalabert–. Contaban ambos en su haber con varias salidas por la puerta grande de Las Ventas, pero en España nunca habían coincidido en un mismo cartel cuando Juan Bautista fue llamado de urgencia por la empresa madrileña para suplir la ausencia de Miguel Ángel Perera –que estaba herido– en la Corrida de la Prensa, festejo número 13 de San Isidro aunque no figurase en el abono de la feria.


Era el 22 de mayo, fecha que casi coincidía con el aniversario 30 de la alternativa de Nimeño II (Nimes, 28-05-1977).

Toros de Puerto de San Lorenzo para la confirmación de alternativa del joven extremeño Ambel Posada. En una barrera, como invitado de honor, el rey de España.

Y en plan intrusivo, un toldo de nubarrones cerniéndose sobre la plaza, colmada hasta la bandera.


Ambel,
 que aunque nacido en Badajoz pertenecía a una dinastía andaluza históricamente caracterizada por su buen arte y poca fortuna, era un torero fino, sobresaliente capotero, cuyo escaso rodaje le impidió ir más allá en tan señalada ocasión.

Confirmó su alternativa con «Duque», un sobrero de La Palmosilla, y cumplió dignamente.

Los dos franceses, en cambio iban a enfrascarse en un duelo que todavía se recuerda.

Cuando la lluvia  aún no caía, con los toros segundo y tercero, previsiblemente brindados al rey Juan Carlos, ambos se desenvolvieron bien ante bichos que no permitían otra cosa.

Aunque Castella se excedió de faena, flojeó al matar y le enviaron un aviso.


Lo bueno vendría con la borrasca que empapó Las Ventas en la segunda mitad del festejo. Tanto Juan Bautista como Castella vestían de corinto y oro –¿o serían sedas de fino tono burdeos, oscurecidas por la humedad?–. Tocó a Las Ventas presenciar dos faenas memorables.


Bautista por delante

Cuando apareció el cuarto toro, la tormenta eléctrica resonaba como trompetería apocalíptica. Pero el del Puerto era noble. Y, bien lidiado por el primer espada y su cuadrilla, llegó en buenas condiciones al tercio final.

 Juan Bautista, que lo había lanceado con finura y clase, afrontó la borrasca sin titubear y fue desgranando una faena dechado de buen gusto y elegante limpieza.

Si magnífico su toreo derechista, mejores aun los deslizados naturales en serie. Ni desplantería vana ni bravucones alardes, todo encuadrado en la sobriedad más clásica.

Tras la efectiva estocada se llegó a pedir –a voces– la segunda oreja. En bíblica contradicción, esta vez el bautista emergió ungido por las aguas. Como autor, ensopado y feliz, de una de las faenas estelares del ciclo 2007.


La casta de Castella
Ante el quinto, Sebastián salió tanto o más desbordado que la tormenta que atronaba en el cielo y anegaba el ruedo.

Sin zapatillas y delante de todo un toro, porque el ejemplar de Puerto de San Lorenzo tenía raza y llegó fuerte y codicioso a la muleta.

Agua caía a torrentes. Filas interminables de paraguas y todos escurriendo. Profusión de relámpagos centelleando sobre los charcos.

Pero Castella no se arredró. Y en respuesta al faenón de su paisano, ofreció a su vez un toreo largo, emotivo y mandón. Y hasta heroico, cuando el astado le levantó los pies del suelo y el de Béziers se levantó de la voltereta más gallo, más le coq que nunca. Para continuar arrimándose.  Primero en tono de toma y daca; y a poco, aunando al valor un arte sentido y profundo, la empapada muleta a rastras, el hombre absolutamente entregado al extraño designo que había elegido este 22 de mayo del año siete para consagrar en Madrid a la Francia taurina.


Entre truenos y relámpagos, atronaba en Las Ventas el grito de ¡torero, torero! La estocada fue un modelo de ejecución pero quedó algo tendida, no cayó el morlaco, se precipitó Sebastián sin tino en el uso del verduguillo y los trofeos se limitaron a solitaria oreja.

Se le había escapado la puerta grande –la acababa de abrir el día 18, con un  toro de Valdefresno–, mas estremecía el coso la vibración rumorosa de las grandes ocasiones.


La Asociación de Prensa, organizadora del festejo, tenía destinada su Oreja de Oro al triunfador de la tarde. Al final no se pusieron de acuerdo los jurados, y el trofeo se entregó ex aequo, Juan Bautista y Sebastián Castella. 

Los dos franceses que situaron la bandera de su país en lo más alto del firmamento taurino. Figuras indiscutibles ambos.


Jubileo de El Juli
Julián López, buque insignia del toreo de su tiempo, sólo había abierto una vez la Puerta Grande de Madrid.

Fue cuando hizo su presentación y, a la vez, su despedida como novillero (14-09-98), cinco días antes de su alternativa en Nimes.

Magro historial, sea porque Las Ventas siempre lo midió con gesto adusto y lupa grande, sea por una mera cuestión de suerte, el caso es que su ciudad natal le era esquiva. Y aun en esta tarde crucial, debió lidiar con una absurda decisión presidencial que le negó la segunda oreja de «Cantapájaros», el gran toro de Victoriano del Río que cuajó sin una sola mácula, en genial exhibición de maestro y artista del toreo, sólo para topar con un representante de la autoridad inquisitorial y desaprensivo.

Más de una vez he pensado que borrar el rabo de los trofeos que se otorgan en Las Ventas es una pedantería sin sustento. Y que en mucho honraría a la primera plaza del mundo subrayar con ese plus distintivo faenas tan excepcionales como la de Julián a «Cantapájaros».


Faena de ligazón, arquitectura e inspiración admirables, perfecta de principio a fin, del trincherazo inicial al contundente volapié. En cuanto al presidente de aquel 23 de mayo de 2007,  lo mejor será echar al olvido su nombre y señas particulares. Y su visceral negativa ante la evidencia de una obra maestra.

Un canto al toreo eterno

José Carlos Arévalo ofrecería una visión desbordante de la gran faena: 
«Cantapájaros» había sido muy bien lidiado.

Tras un ajustadísimo castigo en varas y una inteligente brega… el bravo cornúpeta llegó al último tercio con muchos pies, listo para que la muleta le enseñara de verdad a embestir.

Y fue entonces cuando la exacta colocación del engaño y el virtuosismo de los toques limaron asperezas, corrigieron desajustes y metieron al toro, sutilmente dominado, en el carril del toreo… «Cantapájaros» respondió con una bravura tan cabal que terminó por tornarse en nobleza…(y) el temple se erigió entonces en rey de la faena… convertido en una lentitud irreal, armónico tras la muleta que cantaba, clamaba, lloraba el toreo… un toreo hondo y luminoso.


Fue quizá, tal vez sí, yo lo sé, la faena más grande que vieron los siglos. Desde luego, la mejor de El Juli. Más intensa que la de Vistalegre, a otro toro de Victoriano del Río; más redonda que la de Arles, al de El Pilar; tan templada como la de Barcelona, al de El Ventorrillo; más importante que la de México, al toro de Montecristo. Fue la faena que adentra definitivamente al toreo en el siglo XXI».


«Cantapájaros», de Victoriano del Río, negro meano, marcado con el 116, con peso oficial de 529 kilos, el toro que dio lugar a una magna gesta torera y al encendido relato de José Carlos Arévalo que acabamos de leer.


La corrida
Sin duda, la mejor del ciclo isidril de 2007. Una de sus claves estuvo en el encierro de Victoriano del Río –aunque el primero llevara el hierro hermano de Toros de Cortés– que tuvo seriedad por presencia y por bravura e incluyó tres toros excelentes –1o., 2o. y 6o.–. Pero contó, y mucho, la buena disposición y la constante entrega de la terna.

El elegante madrileño José Ignacio Uceda Leal, con clase pero también con fibra, le cortó al abre plaza la primera oreja de la tarde. Y José María Manzanares cerró el festejo con una faena honda y ligada a otro magnífico astado, premiada también con un apéndice. Además, ambos refrendaron su fama de matadores de estilo.

Puerta grande


Y por segunda vez en su vida, El Juli salió en hombros de Las Ventas. Y es que, tras la injusticia que redujo a un trofeo el homenaje a su faena más grande, extrajo un partido insospechado del quinto, el más flojo del sexteto, al que obligó a base de aguante, la muleta muy baja y mandona hasta vencer su inicial resistencia a humillar.

Un estoconazo contundente puso en su mano la oreja que le hacía falta para descerrajar la puerta de Madrid. Y para enviar a la calle a una multitud gozosa y feliz.

Alcalino, critico taurino mexicano

60 años de la muerte de Rafael «El Gallo «

Tarjeta enviaa por Dolores Gómez a don Antonio Santainés.

Hoy 25 de mayo, se cumplen sesenta años de la muerte del Divino Calvo, aquel torero de inspiración quimérica que se dejó llevar por las musas para interpretar un toreo de inventiva mágica. En plena evocación de lo que fue el centenario luctuoso de su hermano José, rescato la grandeza de lo que fue aquella familia Gómez Ortega, creada por el señor Fernando y la señá Gabriela, un linaje artístico de talento natural, que forma parte con letras mayúsculas de la historia de España. A la muerte de Rafael en Sevilla, mi estimado don Antonio Santainés Cirés, haciendo gala de su respeto por el torero al que conoció y entrevistó, dejando para el recuerdo unas extraordinarias confidencias, mandó un sentido pésame a su hermana Lola, con la que vivió Rafael sus últimos años de vida. La hermana pequeña de Los Gallos, viuda del polifacético Sánchez Mejías, correspondió la atención de don Antonio, mandándole una tarjeta enlutada donde agradeció su sensible compasión.

José Luis Cantos Torres


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