Los censores creen que cambiando de nombre borran la historia.
El pueblo judio en tiempos del nazismo conservó su identidad, su lengua, su religión. Los vascos guardaron por centenares de años su bella lengua que era prohibida en tiempos de dictadura en España y para honra de nuestra quehacer como sociedad aun tenemos casi un centenar de lenguas que recorren lo que ha sido la presencia de nuestros primitivos habitantes, antes de la llega » del hombre blanco» a estas tierras benditas. Y no reniego del español o castellano que nos permite decir » amor», » dulce de breva «, o » mandarina , o » Belén de los Andaquies».
La plaza de toros De Santamaría comenzó como idea en los 20″s en los sueños de un creador, don Ignacio Sanz de Santamaría , ese sí verdadero animalista y forjador de empresas que perdió su inversión en ese bello edificio ,tras fundar » Mondoñedo» que acaba de cumplir 100 años , y lo perdió por los vientos huracanados de la caída de la bolsa de Nueva York en el año 29 y tuvo que entregarlo al entonces municipio de Bogotá ; por eso el hoy Distrito maneja el inmueble, que , por cierto, es un bien cultural. Pero la plaza no es del gobierno de turno sino de todos los ciudadanos.
Total, en sus casi 100 años de historia La Santamaría ha sido escenario para la cultura, expresiones deportivas, de entretenimiento y la cultura taurina ha convivido sin problemas con otras manifestaciones.
Recuerdo presentaciones de basket con los estupendos Harlem Globetrotters , de patinaje en el hielo , de partidos de tenis internacional , de boxeo ( era muy chico pero me acuerdo de Caraballo y sus peleas por título mundial ) pero asistí a la presentación de la Opera «Carmen» con la magnífica exhibición consus caballos del maestro del rejoneo don Angel Peralta. Y mencionar como la plaza fue escenario de expresiones políticas en tiempos del doctor Jorge Eliécer Gaitán, el Dr. Laureano Gómez, de banderias ideológicas opuestas. Y ver en los tendidos muchas tardes de toros en el tendido de sombra a don Luis Carlos Galán, al expresidente Gaviria, al muy taurino expresidente Guillermo León Valencia que pronunció una hermosa pieza literaria en la peña madrileña de los de » José y Juan «.
Bueno, pues ahora la censura despoja de la esencia de lo que ha sido La Santamaría, los toros y ahora es plaza de cultura. Diría quie es redundante porque el coso de la calle 26 en la que se ha visto al Niño de la Palma, a Luis Miguel Dominguín, a Camino , al Viti, a Pepe Cáceres, a Palomo, a Ortega Cano , a César Rincón, a Ponce, etc, etc,.
Como se decía en tiempos luchas políticas » No pasarán «
El Matador André Lagravére le brindó al tenor español Placido Domingo uno de sus astados en la corrida en Aguascalientes.
El famoso integrante de los tres tenores que ha paseado su arte por los 5 continentes y por cierto ha interpretado canciones colombianas como » La Ruana ,» estuvo en la monumental de Aguascalientes y «El Galo» le brindó un toro.
» Soy taurino de toda la vida», aprovechó para explicar su afición a la tauromaquia.
Uno de los temas de música popular que ha grabado el maestro Domingo es » Silverio » con autoría de otro grande del arte musical, Agustín Lara. Y lo compuso en honor del gran torero mexicano.
La tauromaquia encaja en el concepto universal de cultura. PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI dialoga con el filósofo y catedrático francés François Zumbiehl
El antropólogo galo explica por qué la tauromaquia es una manifestación cultural según los principios de Unesco y expone la base filosófica del rito taurino.
–¿Por qué debería considerarse que la tauromaquia es una manifestación cultural y una expresión de la diversidad cultural?
Con el concepto del término cultura nos tenemos que referir a lo que la Unesco considera en dos importantes convenciones, la de 2003 acerca de la promoción y protección del patrimonio cultural inmaterial y la de 2005, de la protección de la diversidad de las culturas; ambas convenciones muy influenciadas por los trabajos del gran antropólogo francés Claude Lévi-Strauss, que considera que una cultura es la relación entre una comunidad humana y un objeto cultural, que podría ser un monumento, un patrimonio inmaterial, con el cual esta comunidad se identifica y que refleja sus valores y sentimientos.
Es clarísimo que la tauromaquia refleja los valores con que nosotros, los aficionados de varias comunidades y países, nos identificamos.
Siempre es una relación entre un objeto, material o inmaterial, y los sentimientos de un pueblo o comunidad que se identifica con ellos.
Conocemos el lema de los antitaurinos, que quieren negar esto y dicen “tortura no es cultura”, pero tanto el concepto de cultura como el de tortura no es que sean subjetivos, pero tienen que ser razonados a la luz de los valores y sentimientos de las comunidades donde existe afición a la tauromaquia. La tauromaquia encaja en el concepto universal de cultura.
–Se usa el término “tortura” con mucha ligereza, pero valdría la pena explicar por qué no es tortura.
Decir que la tauromaquia es tortura es un insulto. Me sorprende que las organizaciones que defienden los derechos humanos; aquellos que cultivan la memoria de las víctimas que sufrieron tortura a lo largo de la historia, especialmente en el siglo XX, no se sientan insultados con la relación que algunos hacen entre tauromaquia y tortura.
La tortura supone, primero, un humano consciente lo que está sufriendo; maniatado e impedido de moverse. Además, un verdugo que está a sus anchas y puede infligir daño sin correr el menor riesgo.
Es evidente que en la tauromaquia nada de esto se da. El toro no es un ser consciente pero está luchando y superando, al luchar, el posible dolor con las endorfinas; esto lo explican perfectamente los veterinarios, haciendo una analogía con los atletas –en el box o en el rugby, por ejemplo– que superan el dolor gracias a esas hormonas. Al mismo tiempo, el toro representa un enorme riesgo para el torero, que es el artista que se enfrenta con él.
Por lo tanto, la tauromaquia es una relación entre dos seres, pero ninguno está maniatado ni en actitud de pasividad. Por eso, la noción de tortura en las fiestas de toros es totalmente desquiciada. La tauromaquia encaja en el concepto universal de cultura.
–Hay quien sostiene que Unesco no podría reconocer a la tauromaquia como cultura porque hay un sacrificio ritual.
No solo la Unesco; también los tratados europeos. La Unesco, desde la primera década de este siglo, se atiene al concepto de cultura definido por Lévi-Strauss, que es esa relación entre sentimientos y valores de una comunidad que las comparte y que se refleja en las manifestaciones inmateriales.
Hay dos ejemplos muy claros reconocidos por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Uno es el Sanké Mon, sacrificio ritual de gallos y cabras en Mali, para que los dioses del río permitan una abundante pesca colectiva, en la que se matan miles de peces.
También hay una caza ritual, la cetrería, reconocida por la Unesco, la que fue presentada por países árabes y europeos. En ella, el halcón está al servicio del hombre para matar perdices u otras aves.
–Francia es un fenómeno social notable por el auge de la tauromaquia en las últimas décadas y por el gusto que manifiestan por la pureza de la suerte de varas y por la perfección con el estoque; la cuadra de caballos y las puyas de Alain Bonijol son un ejemplo de ello. ¿A qué lo atribuyes?
Hay consideraciones sociales, antropológicas e históricas. Tienes razón cuando describes la afición francesa. Respecto a Francia, son un grupo minoritario que se reconoce como tal, porque la franja taurina de Francia comprende algunas regiones del sur y del suroeste. Pero esa minoría es muy estructurada y desea manifestar su identidad a través de las fiestas de toros. Fue una larga lucha histórica que se resolvió a mediados del siglo XX.
Por ello, los aficionados franceses que defienden su cultura quieren que la tauromaquia se manifieste en todo su rigor y autenticidad, lo que presupone integridad en todas las fases del ritual y en particular en los tres tercios y especialmente en el primero: la suerte de varas. En Francia se exige el toro íntegro y con toda su capacidad para manifestar toda su bravura en el primer tercio; que no se le castigue en exceso, que se dé todo el espacio para expresar su bravura. Además, que el espectáculo sea completo; que la corrida no se reduzca a las faenas de muleta; que hay espectáculo auténtico en la suerte de varas, en banderillas; luego, por supuesto, después en la muleta y, claro, que la estocada esté bien dada. La afición francesa lo exige así de íntegro y no reducido a la muleta.
–Es lo más acertado, porque la faena empieza con el primer capotazo y termina con la estocada y esa integridad debe estar estructurada y con una arquitectura que satisfaga al aficionado en este rito.
Absolutamente, y en ese sentido, el acierto de Bonijol ha sido adiestrar a sus caballos ligeros, para que sin un peso excesivo se puedan mover y obedecer al picador, que debe ser –ante todo– un buen jinete. Que sus petos tengan poco peso y que el pitón del toro pueda resbalar sobre el peto sin atracarse. Además, que el hierro de la puya no sea excesivo. Lo de la puya es una reforma que está haciendo la Unión de las Ciudades Taurinas de Francia (UVTF) para que en todas sus plazas se utilice esa puya; esa reforma se está estudiando en España, pero eso es otro tema. Lo que se busca es no castigar en exceso al toro para que pueda mantener su acometividad hasta el final de la faena.
–Y para que el caballo no sea una pared inamovible contra la que el toro se rompe aún más que con la puya.
¡Exactamente! Que no sea una muralla, que desmoviliza de alguna manera al toro, al sentir que no podrá con ella, lo que es tremendo, porque la corrida siempre debe ser un equilibrio. El toro tiene el destino de morir en la plaza, pero debe ser un animal respetado. No hay tauromaquia si no hay respeto y admiración por el animal. La tauromaquia encaja en el concepto universal de cultura.
–Hay una frase que sé que te gusta, que me parece es de Pepe Alameda, que dice que la tauromaquia es como la vida misma.
Sí; la tauromaquia es como la vida misma porque, al fin y al cabo, es la representación y una realidad, al mismo tiempo. El término representación debe utilizarse con prudencia, porque lo que se desarrolla en el ruedo es al mismo tiempo una realidad. El toro muere de verdad, pero también el torero puede morir o ser herido de verdad; se lo dijo un torero a un actor que lo silbaba desde el tendido: “Aquí, señor, se muere de verdad”.
Pero también es representación; una metáfora del destino de la vida.
La metáfora consiste en que el torero reproduce el viejo mito esencial de la lucha entre Teseo y el Minotauro; entre el espíritu humano, la habilidad del artista, de la inteligencia humana, frente a un ser instintivo y salvaje que representa la amenaza que pende sobre nuestras cabezas de mortales, que es la propia muerte.
El torero, al matar al toro, de alguna manera vence, en el rito, a la muerte. Pero es un triunfo efímero y absolutamente provisional, porque para todos nosotros, la muerte siempre será el final.
Es, por lo tanto, un ritual de cómo la inteligencia con el arte, dialogando con la naturaleza del toro puede producir belleza y al mismo tiempo vencer a las amenazas y a la muerte misma.
Pero en ese ritual hay una identificación con el toro. De alguna manera, nosotros los aficionados, finalmente nos identificamos con el toro bravo. La prueba es que cuando un toro ha sido de verdad bravo; cuando realmente ha asumido el final de su vida con toda su bravura, nosotros lo respetamos y lo admiramos y cuando muere, los aficionados se levantan, lo aplauden y manifiestan ese respeto, porque de alguna manera, ese destino del toro es el nuestro, pues representa nuestro destino ante la muerte.
Esa ambigüedad, esa ambivalencia de lo que pasa en una corrida es de una profunda riqueza que tiene sus raíces en todos los sentimientos y pensamientos del universo mediterráneo, del cual somos herederos y que atravesó el Atlántico para llegar a Hispanoamérica. Todo eso sucede durante una corrida.
–También se produce la esencia de un drama griego, que es cómo contamos las historias y los relatos. En el primer acto, en el primer tercio, ya conoces a los dos oponentes, pero tú no sabes cuál va a ser desenlace y ese desenlace desconocido nos mantendrá atentos para ver qué sucederá y todo ello, dentro de un marco y una escenografía muy artística.
Tienes toda la razón. Hay mucha semejanza entre la corrida y la tragedia griega, que termina mal. La corrida termina con la muerte del toro, pero la tragedia griega termina con la muerte del héroe. Nosotros, somos –como te dije– tanto el matador como el toro que, al final, muere.
Pero además, en la corrida, que tiene una estructura dramáticamente marcada con los tres tercios, que son como los tres actos de una tragedia, todo está marcado por el código ritual pero también es imprevisible. Nadie sabe qué va a pasar. No sabemos si el torero será cogido; si una suerte se podrá realizar o no.
Es más; toda la belleza del toreo está ligada al sentimiento de lo efímero; que todo está absolutamente sometido al tiempo y que ese es nuestro destino en la vida; nosotros estamos sometidos al tiempo. Por ello, lo que hace un torero nos emociona tanto más porque sabemos que no lo volveremos a ver; sabemos que es para ese momento y para nuestro huidizo recuerdo. Y en ese intento de contrarrestar el destino artístico, el torero necesita templar.
¿Por qué necesita templar? Indudablemente, por razones técnicas de la lidia, en primer lugar; pero también porque necesita lentificar lo que hace; porque, de alguna manera, está dominando el tiempo, esculpiéndolo. Recuerdo que el gran maestro Antonio Bienvenida le explicaba a un señor que le preguntó por qué se esforzaba tanto por templar, por lentificar lo que le hacía a los toros, lo siguiente: “Porque siento que en cada pase se está muriendo mi faena”. Es decir, sabemos que la belleza que vemos está abocada a morir. El torero no solo matar al toro, al estoquear; mata y remata una faena que nunca más se volverá a producir. Eso también es nuestro destino de mortales.
–Gracias François, por tu tiempo. Ha sido muy interesante lo que has dicho. Dejaremos para otra ocasión el tema del antiespecismo, ese movimiento seudofilosófico, que desde que Singer lo creó ha terminado en este animalismo desbocado que vemos en el siglo XXI.
Será muy importante hablar de eso porque es una amenaza a nuestra civilización grecolatina, es decir, a nuestro humanismo.
Pero por otro lado, la pena es que no has visto aún una corrida en Acho. Salvo aquel sábado de hace muchos años, que te llevé temprano a la plaza y la vimos desocupada.
¡Pues sí, claro que me acuerdo! Y tú me enseñaste el museo taurino y había allí un traje de luces de Belmonte.
–Sí, y hay uno de Joselito y otro de un torero al que admiras mucho: de Manolete.
Al que admiro mucho y acerca del cual –como sabes– he escrito.
Espero que haya otra oportunidad y que pueda ver una corrida en Acho.
En cuanto termine la pandemia tendré que programar un viaje a Lima.
La tauromaquia encaja en el concepto universal de cultura.
El jurado del Premio Nacional de Tauromaquia, que concede el ministerio de Cultura y Deporte, ha otorgado este galardón a la Fundación Toro de Lidia en su edición 2020 justo en momentos en que el gobierno español se desentiende del drama que afronta al sector taurino.
El premio Nacional de Tauromaquia, dotado con 30.000 euros, reconoce la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada española de 2020 en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia.
La Fundación del Toro de Lidia es una entidad sin ánimo de lucro destinada a la promoción y la defensa jurídica de todas las tauromaquias.
Aglutina a todos los actores vinculados al espectáculo taurino (toreros, ganaderos, empresarios y aficionados).
Y extiende su ámbito de actuación más allá de las fronteras españolas.
REACCION DE VICTORINO AL OTORGAMIENTO DEL GALARDON
«Desde la FTL sentimos este premio del Ministerio de Cultura como un respaldo y reconocimiento a la estrategia que estamos llevando a cabo para que la tauromaquia vuelva a estar en el lugar que le corresponde,
un proyecto que podemos desarrollar gracias a todos los profesionales que lo apoyan y, sobre todo, gracias a todos esos aficionados que poco a poco nos han ido dando su confianza”.
Victorino Martín agradece el reconocimiento del Ministerio de Cultura a la FTL y añade que
“Es un orgullo estar al frente de la entidad de todos los taurinos, una entidad que defiende una expresión cultural que es el regalo de España al mundo entero y que tanto ha significado para mi familia.
Es un orgullo estar al frente de una entidad que cuenta con unos patronos que tanto y tan desinteresadamente están haciendo por la tauromaquia,
con unos fundamentales capítulos provinciales donde está implicada esa sociedad civil que nos hace únicos, con una comisión jurídica que nos guía en toda la construcción legal de la defensa de la tauromaquia y con todos esos profesionales y amigos sin los cuales no existiríamos”.
Como ganaderos no tenemos ingresos, pero sí tenemos que seguir dando de comer al ganado
“Estamos inactivos, sin dar festejos. Además, como somos el segundo espectáculo de masas de España, hay grandes concentraciones públicas en las plazas y hay mucha incertidumbre sobre el futuro.
Y como ganaderos no tenemos ingresos, pero sí tenemos que seguir dando de comer al ganado”, añadió.
Victorino Martín, y de cara al futuro más inmediato, subrayó que “nos gustaría que se revisase el IVA del toro de lidia.
Estamos pagando el 21% y como producto agrario nos correspondería pagar el 10%. También que a la tauromaquia se la trate como una industria cultural más.
El mundo del toro entra en ese mundo y no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos”.
El maestro Puente Jerez tan vinculado a Colombia. Un toro precioso en tamaño natural con trapío y hechuras adorna la entrada a la plaza de toros de Cali.
En varias ocasiones el trofeo «Señor de los Cristales» es obra del connotado artista madrileño.
Nos cuenta la buena nueva de que ha estado en la inauguración del Salón de Otoño el más prestigioso y antiguo certamen de nuestra España.
Donde tengo el honor de acompañarles con mi obra un año más recordando mi primer aniversario con el premio medalla Mariano Benlliure a mi trayectoria artística.
Benlliure es el autor entre otras obras del gran monumento a Joselito llevado a hombros en el catafalco que se encuentra en el cementerio «San Fernando» de Sevilla.
En este caso una escultura que conocéis, dice el maestro Pepe Puente, realizada en bronce, a través de los bordados de un vestido de torear dan forma a un momento artísticos del torero el Maestro David Mora.
Os invito al paseo merece la pena estará todo el mes de Noviembre. Un fuerte abrazo a todos.
A MANRA DE BIOGRAFIA DE PUENTE JEREZ
Su nacimiento en Madrid, el 28 de junio de 1963 en la Avenida de los Toreros. Hijo del gran pintor taurino Pepe Puente, marcaría su destino.
Del padre heredó la pasión por el mismo universo artístico.
Pero su campo de expresión ganó cuerpo y se materializó en el arte de dominar los volúmenes, hasta llegar a la escultura en bronce, donde encontró su alma creativa.
De formación autodidacta y curiosidad innata, desde muy joven exploró la ductilidad de los materiales y su plasticidad.
Exponiendo por primera vez con apenas 15 años, en el Círculo Mercantil de Madrid, donde sorprendió a expertos y artistas con el poder expresivo de sus esculturas.
Expulsado de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos por su maestro Máximo de Pablo –que se convertiría más tarde en gran amigo y mentor.
Entra a trabajar como escultor en la Fundición Codina, donde aprende y practica los varios oficios en el proceso de realización de la escultura en bronce.
En este período Puente Jerez explora distintas técnicas, mientras modula su propio lenguaje expresivo.
Heredero de la gran tradición escultórica romántica, del plateresco español y de la orfebrería renacentista, a la que une una paleta de texturas, volúmenes y colores que lo conectan con las vanguardias.
Va acotando su universo expresivo al arte de la tauromaquia.
Con caballos, toros y toreros llenos de fuerza, ímpetu y majestad y un simbolismo de inequívoca modernidad.
“El último escultor romántico de la fuerza y filigrana”, como lo definió el gran escultor y maestro Julio López.
Inicia una imparable carrera en España, Francia, Colombia, Ecuador y Méjico, alternando exposiciones y creaciones por encargo.
Más de mil obras, que van expandiendo y diseminando su producción artística, perteneciente mayoritariamente a propietarios privados.
La exposición Botero60 años de pintura, producida por Arthemisia con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, recorre seis de las más de siete décadas, de la extensa trayectoria del artista colombiano Fernando Botero (Medellín, 1932).
Comisariada por Cristina Carrillo de Albornoz con la colaboración de Lina Botero, se compone de 67 obras excepcionales, todas de gran formato, que provienen de diversas colecciones privadas.
La muestra, la más extensa hasta la fecha en España, será una ocasión única, dado que la selección ha sido aprobada por el propio maestro.
Quien invita a contemplar su obra a través de sus ojos, como si fuera un Museo “imaginario” de Botero.
El recorrido se divide en siete secciones, correspondientes a los temas más característicos de su obra, que conectan con su fascinación y constante estudio de los temas clásicos de la historia del arte.
América Latina, el tema central de su carrera; las Versiones que realiza a partir de obras maestras de la historia del arte; las Naturalezas Muertas, uno de sus géneros pictóricos favoritos; la Religión, La corrida, el Circo, tres temas universales de la pintura de los que realiza lecturas completamente originales y que le atraen fundamentalmente por su fuerza pictórica y porque le ofrecen infinitos retos y posibilidades plásticas como experimentar con la técnica, la composición, la sensualidad, la forma, el volumen y el color.
Acuarelas sobre lienzo, la séptima sección permitirá contemplar su obra inédita más reciente.
No por casualidad, su carrera comenzó pintando acuarelas, la técnica más popular por entonces en Colombia.
La gran diferencia en esta última serie de acuarelas radica en que Botero las realiza en un gran formato y no sobre papel como es habitual, sino sobre lienzo.
Están tratadas a modo de verdaderos frescos, técnica que estudió en sus años de aprendizaje en Italia (1953-1956).
La exposiciónBotero 60 años de pintura permite explorar las fuertes convicciones y principios del artista, que se manifiestan en su coherencia de estilo, así como las influencias que han marcado su trayectoria, desde el Quattrocento italiano al bodegón holandés; o desde Velázquez, Goya y Durero a los muralistas mexicanos.
La muestra ofrece una nueva visión de la obra de Botero, y nos remite a una reflexión sobre un estilo internacionalmente reconocido.
Distinguido por la exaltación del volumen, la opulencia de las formas opulentas, la explosión de color y sus composiciones impecables de una calma lírica emocionante.
Un nuevo lenguaje radicalmente singular, inventado por el maestro Botero, con el que no solo ha enriquecido sino revolucionado el arte moderno.
Cristina Carrillo de Albornoz, ex diplomática en Naciones Unidas (UNESCO y PNUD)
Desempeña desde 1995 labores de comisaria de arte independiente en los más prestigiosos Museos de todo el mundo.
Entre ellos el Museo Hermitage de San Petersburgo, La Galería Nacional ( Nationalgalerie) de Berlín, el Museo Reina Sofía de Madrid, la colección Berardo en Portugal, la Fundación del Nobel de la Paz en Oslo, o el Centro Borges en Argentina.
Asimismo ha colaborado con galerías internacionales como la White Cube o la Marlborough. Es también crítica de arte y autora de 12 libros en editoriales como Assouline, Rizzoli, o Thames& Hudson.
Sus escritos publicados en The Art Newspaper, The Observer, La Republica, El Pais, ABC, El Mundo, las revistas Vogue, Beaux Arts y la revista Forbes.
Amor por los toros
Unas pinturas con las que Botero dice crear campos de color, y en las que está muy patente su veneración por las mujeres y su amor por los toros.
De jovencito su tío le apuntó a una escuela de tauromaquia, aunque solo duró un par de semanas porque no le gustaba nada.
«Ahí empezó mi afición por el dibujo y la pintura -reconoce-, porque empecé muchos cuadros de toros, a lo mejor soy pintor por eso», dice Botero.
Quien a la pregunta de si considera que las corridas pueden desaparecer en un futuro, asegura tajante que no.
«Los toros existirán siempre. Habrá algún lugar en los que se prohíba, pero los toros existirán siempre, porque forman parte de la cultura española y universal», sentencia este artista, que dice sentirse «muy colombiano» aunque viva en Europa.
«Estoy muy cerca de mi país, aunque no vaya con frecuencia, está en mi imaginación. Todos mis cuadros están hechos de Colombia, leo la prensa colombiana y estoy enterado de todo por mis amigos. Soy colombiano de pasaporte y de alma, y en los últimos años en Colombia está descendiendo la violencia, y me hace sentir optimista», recalca.
Recuperan «Antes de la Corrida», cuadro del valenciano Sorolla. Agentes de la Policía Nacional española han recuperado en Bruselas un cuadro del pintor Joaquín Sorolla Bastida valorado en 3.000.000 de euros.
Sobre la obra, titulada “Antes de la corrida”, existía una orden de intervención emitida por la Audiencia Provincial de Málaga en el marco de la operación Malaya.
El cuadro se entregó por el depositante en la sede de la Embajada de España en Bélgica.
EL MAESTRO
Valencia, 1863 – Cercedilla, España, 1923, el pintor español Joaquin Sorolla quien mejor supo captar la luminosidad del mediterràneo.
Me dice el maestro Diego Ramos al referirse al artista valenciano que sin duda es quien mejor ha comprendido e interpretado la luz.
Y me agrega el pintor vallecaucano que dominó el blanco, sus efectos e incidencias como nadie.
Virtuoso de la óptica, con una facilidad y capacidad de trabajo fuera de lo normal, puntualiza Diego Ramos.
LA FORMACION DE SOROLLA
Joaquín Sorolla Bastida, se formó en su ciudad natal con el escultor Capuz.
Él posteriormente estudió las obras del Museo del Prado y, gracias a una beca, pudo residir y estudiar en Roma de 1884 a 1889.
En esta época se dedicó sobre todo a cuadros de temática histórica, que no ofrecen demasiado interés.
LA RECUPERACION DEL CUADRO «ANTES DE LA CORRIDA»
La investigación comenzó en junio.
Los Agentes especializados en Patrimonio Histórico de la Policía Nacional llevaron a cabo el registro de una vivienda.
Y poder localizar una serie de obras que debían entregarse en su momento a la Autoridad Judicial.
Entre ellas se buscaba el cuadro del pintor Joaquín Sorolla Bastida titulado “Antes de la corrida”, pero no se encontró en el lugar.
El propietario manifestó que las había vendido hacía unos cuatro años a una sociedad.
Los agentes revisaron los permisos de exportación y comprobaron que al cuadro buscado se le había concedido una autorización de salida de nuestro territorio con posibilidad de venta.
Los investigadores constataron que la obra pictórica había sido expuesta en una feria de arte y antigüedades de Nueva York y luego había sido trasladada a Bruselas.
Una vez se tuvo conocimiento fehaciente y las gestiones llevadas a cabo por el Agregado de Policía Nacional en la Embajada de España en Bélgica.
El lugar donde se encuentra la obra.
Se comunican los hechos a la Audiencia Provincial de Málaga que emitió el preceptivo Auto al depositante para que hiciera entrega de la misma en la sede de la Embajada, extremo que se ha llevado a cabo en la mañana de hoy jueves.
Condenado en su momento por la Audiencia Provincial de Málaga en la operación Malaya, el propietario de la obra, fue detenido como presunto autor de un delito de insolvencia punible.
Cuidar las obras de arte, es responsabilidad de cada ciudadano y del Estado. La hermosa imagen del toro en la explanada de la plaza de Cañaveralejo en Cali es obra del maestro Pepe Puente (hijo).
Por la tarea de remodelación del que ahora llaman Arena Cañaveralejo (quieren borrar inmisericordemente 63 años de rica historia taurina), ese toro que tiene la mano derecha en posición de arrancar (el término mano se usa en tauromaquia aunque todos sabemos que es la pata).
Es una bella estampa, sin duda la que nos dejó el maestro madrileño.
Bueno, pues con las obras, el toro ha quedado, digamos, al descubierto, en el exterior del conjunto que llamamos «la copa champañera» merece de la alcaldía, de la secretaría de cultura de la ciudad que se proteja de eventuales arremetidas de malquerientes del toreo.
Me dice mi amigo Rodrigo Ocampo que habló con el artista y éste le dijo que va a conversar con los directivos del coso caleño para rogarles que cuiden esa obra, más allá que sea de su autoría porque ademas si se llega a dañar no la va a reconstruir.
«La obra es de ustedes, de todos los ciudadanos, taurinos o no y espero que con espíritu cívico la traten como se cuidan las creaciones del arte que es patrimonio de todos y no solo de quienes amamos la fiesta»,
señaló Pepe Puente.
Cuidar las obras de arte, es responsabilidad de cada ciudadano y del Estado. Señor alcalde Ospina: Por favor. Señores de a Junta Directiva de la plaza de toros. Por favor. Señores del patrimonio cultura de Cali. Por favor.
Diego Ramos o la sutileza del arte para recordar a los gobernantes que el toreo también es cultura. Cuatro líneas apenas pero de un gran contenido simbólico es lo que acaba de escribir el pintor vallecaucano afincado en Francia, Diego Ramos para recordarle a los y las jefes de gobierno que el toreo es cultura. Por si no se han enterado.
Nos quieren ningunear, invisibilizar dicen ahora.
Los taurinos somos no solo una minoría que tiene todos sus derechos constitucionales como quienes hacen parte de esas llamadas mayorías sino que desde el poder se quieren dar el lujo de despreciarnos, de negar el contenido artístico que comporta el toreo hace mas de tres siglos.
Y esas mayorías creen que por esa condición pueden imponer de manera autoritaria su sentido de la cultura, el modo de vida, en qué podemos creer y en qué no, con quien podemos vivir, a quién amar y cómo, qué trabajo y profesión escoger.
Pues los taurinos a eso nos negamos. De plano. Exigimos la libertad que ejercemos y ejerceremos desde la legalidad.
EL MENSAJE DEL MAESTRO CALEÑO DIEGO RAMOS
[por cierto, enhorabuena, señor]
«Alcaldesa de Bogotá Sr, Claudia lopez, Alcalde de Cali, Sr Ospina, Alcalde de Medellín Sr, Quintero… Virtuosos de la libertad y la Cultura , los Saluda Diego Ramos Ramirez. Artista Colombiano«.
La foto donde aparece el prestigioso artista colombiano al lado de una de sus obras, la figura de Manolete y a la derecha los toros, centro y motor de nuestro ceremonial, es del gran fotógrafo Philipe Salvat a quien agradecemos su gentileza de permitir la publicación en este portal.
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