Category Archive : Los maestros

Sorpresas te da la vida… ¿José Tomás y Ponce juntos en el año del adiós del valenciano?. Lo he vuelto a intentar, dice el maestro Enrique.

La Asociación del toro de Madrid tuvo como su invitado al maestro Enrique Ponce que está en el año de su despedida y deslizó una una esperanzadora noticia que muchos esperábamos : Que toreen juntos lo que no ha sido viable. Bueno, es preciso aclarar que eso es lo que intenta el valenciano pero la contraparte no ha sido que ni que sí ni que no ni tal vez.

Antes de las polémicas que nunca se supo por dónde comenzaron, los dos toreros compartieron cartel, uno muy sonado con el maestro César Rincón en Bogotá, imagen a la que corresponde la foto que abre esta nota cuyo contenido no deja de ser ilusionante. » Este año lo he intentado», dijo el maestro Ponce-.

Los colegas de Aplausos resumen perfectamente la noticia que se produjo en la Asociación del Toro de Madrid.

Habló de José Tomás y del acercamiento que hubo entre ambos toreros para torear juntos en las plazas de Simón Casas. En relación a esta cuestión, desveló que en esta temporada de su adiós ha habido también un acercamiento para hacer posible uno de los carteles más soñados de la afición: “Hubo momentos en los que pudimos haber toreado juntos algunas corridas pero al final no se llegó a un acuerdo por temas de despachos. Simón Casas lo intentó en varias ocasiones y vino a hablar conmigo, yo le dije que perfecto, pero había unas condiciones en las que, según Simón, él no quiso. Yo no iba a ganar más que él ni él más que yo, esa fue una. Yo le hablé a Simón de hacer varias corridas y al final dijo que no. Yo intenté que fuera que sí, y este año también lo he intentado”, explicó el de Chiva.

Ojalá se pueda dar tan buen suceso para una tauromaquia que necesita alicientes , que el espectador vuelva a ilusionarse y no más de lo mismo con carteles repetitivos.

Estremecedor diálogo en 2010 del niño Héctor Gutiérrez con José Tomás quien sufrió la grave cornada en Aguascalientes el 24 de abril

Héctor Gutiérrez: —Maestro, ¿cómo es el toreo?

José Tomás: —En el toreo hay que ponerse de verdad para que nazca el arte. A más compromiso, más riesgo; y a más riesgo, más arte. En ese espacio de libertad que es el ruedo, la muerte está presente y no se la puede ignorar. Hay que mirarle a los ojos. Hay que ponerse en el sitio.

Monumental Plaza de Toros de Aguascalientes, 24 de abril del 2010.

Justo ese día el torero de Galapagar sufrió una de las más graves cornadas de su dilatada vida de torero

El torero español José Tomás fue intervenido quirúrgicamente en un hospital de Aguascalientes (México) tras la gravísima cogida sufrida que le ha afectado a las venas femoral e ilíaca, dijo su apoderado, Salvador Boix.

También informó de que su estado es «estable» pese a la «fuerte» cornada que le infringió el quinto toro de la tarde, de la ganadería mexicana de Pepe Garfias, y anunció que se espera un parte médico cuando concluya la operación, que se prevé larga.

El maestro mexicano Antonio Rodríguez, uno de nuestros referentes pictóricos que interpreta brillantemente la riqueza de la fiesta taurina ,define perfectamente a Héctor Gutiérrez en este magnífico trazo de la gaonera ese lance que embelleció otro genio del toreo, Rodolfo Gaona, y ese niño que hace unos años tímidamente se acercó a José Tomás como he hecho referencia, le da majestuosidad a esa obra que ennobleció el de León de las Aldama.

Dice el maestro Rodríguez sobre la interpretación del lance por Héctor Gutiérrez con ese toro metiendo la cara delatando su bravura y casta :

Castella a Tendido7 : Lamento no poder estar en Manizales pero debo pasar por el quirófano

Sebastián Castella ha sido un torero muy querido en Manizales , estaba en los planes de Cormanizales pero las circunstancias son las que son y el francés terminada su comparecencia en Latacunga se pondrá en manos de los médicos para superar problemas que padece en la espalda.

«Ni quiero ni puedo aplazar más esa intervención pues últimamente he tenido que torear infiltrado y en esa condición no puedo prolongarla más «, dijo el torero que en Lima acaba de ser declarado triunfador de la temporada en Acho y se llevó el escapulario de oro.

Me pidió que enviara a través de este medio un saludo a la afición manizaleña y sonriendo dijo : La plaza está ahí y de seguro volveré a hacer el paseillo allí

Roca Rey que estará en Lima , Manizales y Latacunga es el número 1 del escalafón

Roca Rey se encumbró este año en la temporada europea al podio como número 1.

Alejandro Talavante que estará en Manizales y Cali, Castella en Manizales, Emilio de Justo en esa plaza son los toreros más relevantes.

Según Mundotoro, estos son los números :

 Roca Rey es el número 1 de la temporada 2023. El diestro peruano lidera el escalafón con 58 paseíllos en España Portugal, paseando 115 orejas y 4 rabos. Le sigue de cerca Alejandro Talavante, ‘escalando’ hasta la segunda posición con 53 paseíllos y Sebastián Castella, en su temporada de regreso y con los triunfos de Madrid y Sevilla como avales, completa el pódium de 2023.

Otro de los toreros destacados de esta temporada es Emilio de Justo en una temporada en la que roza el centenar de festejos en el primer curso completo tras su percance en Madrid. Los siguientes tres puestos están ocupados por El Fandi, El Juli y Manzanares. A pesar de los percances, Morante de la Puebla se sitúa el octavo del escalafón con 38 paseíllo. Su lesión que le ha mantenido en continuos parones, hasta perderse prácticamente el mes de agosto y todo septiembre y octubre, ha impedido que el sevillano se situara en los puestos más alto de un escalafón, en el que Daniel Luque ha acabado con 32 festejos. Número similar al de Miguel Ángel Perera. Con 30 paseíllos han terminado Tomás Rufo, Juan Ortega y Pablo Aguado. Y con más de 20, Antonio Ferrera, Manuel Escribano, Ginés Marín y Juan Leal.

El Cid, ninguneado como tantos toreros, demuestra que los viejos rockeros cantan

Son tiempos oscuros en muchos aspectos de la tauromaquia y uno de ellos, pecaminoso, el olvido de los toreros que aun tienen fondo para exhibir, para emocionar. Se retiraron y volvieron Antonio Ordóñez, Antoñete, Camino…Y eso ha sido de » toda la vida del toreo».

El Cid anunció su retiro, lo despedimos en Sevilla y en Manizales pero un día sintió que esa toreria acumulada en su ser debía mostrarla. Pero ni caso!! Las empresas lo marginaron como a Fernando Adrián con dos puertas consecutivas en Madrid, a Curro Díaz, un ejemplo de fina orfebrería, a Alberto Lamelas a quien vimos en Puente Piedra ( vino de la mano del maestro Tomás Campuzano ), Manuel Escribano que toreó en El Espinar pero que las grandes plazas lo marginan, Rafaelillo, Jiménez Fortes que acaba de dar un golpe en la mesa en su natal Málaga. Como bien dijo Jairo Miguel a quien hemos visto en plazas colombianas a raíz de la polémica en Cenicientos: Por 7 años nadie me ha dado nada y ahora me lo quieren quitar. Pues toreó y triunfó allí. Y podríamos seguir….Para no referirnos a nuestros toreros. Apenas le darán sitio en Madrid a Juan de Castilla por septiembre. Y Bolívar, y Ritter ? Para citar dos que se encuentran en España? Bien, gracias…

Bueno , pues en El Espinar, un pueblecito de Segovia, donde se realizó la corrida con duelo de ganaderías que ganó Adolfo Martín, el resultado del festejo fue :

El Espinar (Segovia), sábado 19 de agosto de 2023. Toros de Adolfo Martín (1º, ovacionado en el arrastre; 5º y 6º) y Pedraza de Yeltes (2º, 3º y 4º).

 Antonio Ferrera, ovación con saludos tras petición y ovación con saludos; 

El Cid, ovación con saludos y dos orejas;

 Manuel Escribano, ovación con saludos en ambos. Entrada: Dos tercios.

El Juli dejará de torear indefinidamente cuando acabe esta temporada. No es una retirada sino el final de una etapa, dice. América no lo verá

El Juli, sorpresivamente, emitió un comunicado en el que informa de que al final de esta temporada hará un cese de su actividad profesional. » Sobre el futuro» , solo el tiempo lo dirá y revela que es una decisión que tiene tomada hace tiempo.

Se suma El Juli en sus 25 años de alternativa al maestro Ponce que un día , acartelado en Burgos, optó por no torear más sin que haya dicho que vuelva o no a vestirse de luces.

Y estas dos figuras dejan en manos de Morante de la Puebla ,Andrés Roca Rey , un Manzanares cada vez mas ausente por sus lesiones, Talavante que parece recuperar el sitio, Sebastián Castella que se retiró un tiempo para meditar y volvió , Miguel Angel Perera, Rafaelillo ,Ginés Marín, José Garrido, Cayetano Rivera y esas nuevas opciones como las de Luque, Emilio de Justo, Fernando Adrián, Diego Urdiales, Fernando Robleño, Pablo Aguado, Juan Ortega, Francisco de Manuel, Tomás Rufo, y quizás un par mas.

Vienen nuevos tiempos para una tauromaquia que precisa de un revolcón

EL COMUNICADO DE EL JULI

Hola a todos queridos amigos y aficionados.

Después de 25 años de alternativa quiero comunicarles mi decisión de dejar de torear indefinidamente cuando acabe esta temporada. Es una decisión que tengo tomada desde hace tiempo, pero que no quise anunciar hasta que pasaran las primeras grandes ferias.

Esta noticia no es una retirada, es el final de una etapa que por cierto ha sido maravillosa. Sobre el futuro sólo el tiempo dirá. El toreo ha sido, es y será la inspiración y el motor de mi vida, y doy este paso con la más absoluta felicidad por haber cumplido todos mis sueños, incluso más de lo que podía imaginar. Poder transmitir mis sentimientos y emocionar al público es algo mágico, inigualable, que sólo un torero lo puede sentir con esa verdad y profundidad.

En esta etapa longeva e intensa ha habido de todo, aciertos, errores, triunfos, fracasos, cornadas… pero después de vivirlo todo, queda en mí un fondo de satisfacción y agradecimiento a la vida por sentirme grande en una profesión tan dura y difícil. Felicidad y plenitud definen mi estado de ánimo en esta decisión que siempre es difícil.

Quiero agradecer a los que de una manera u otra han formado parte de mi vida en estos 25 años. Desde mi familia, que ha sido vital por su apoyo incondicional, pasando por todos los profesionales que me acompañaron en este maravilloso camino, cuadrilla, apoderados, ganaderos, periodistas y un sinfín de personas. A los médicos taurinos, que en 18 ocasiones me he puesto en sus manos y han sido ángeles en momentos difíciles y dolorosos. A mis compañeros, con los que he convivido con amistad y rivalidad y me han hecho mejor día a día.

Pero sin duda, mi mayor agradecimiento es al público, que me ha sabido esperar, apoyar e incluso exigirme para hacerme crecer en momentos delicados y sacar un punto más de mí. Y al toro, que me ha hecho expresarme, sentir y emocionar en la verdadera profundidad de mi persona. Ese animal que amo con todas mis fuerzas, que admiro y que ha sido el más honesto y verdadero con lo que me he cruzado en mi camino.

Se acaba una etapa y empieza otra en la que necesito vivir muchas cosas que, debido a mi entrega a esta profesión, no he podido disfrutar, como pasar más tiempo con mi familia, gozar de mis aficiones y ver la vida desde otra perspectiva, sin la presión de mi situación, mi nombre o mi responsabilidad.

Gracias a todos una vez más. Hasta siempre. Julián López «El Juli»

 “La técnica como argumento ineludible y reflexión sobre el mono encaste”, conferencia del maestro Enrique Ponce

El maestro Enrique Ponce que disfruta ahora de un año sabático mientras la afición espera una decisión sobre si vuelve para una despedida como se merece su impecable trayectoria y él mismo argumenta que sería muy corta, unas 10 corridas, aprovecha el tiempo para conversar , dialogar o exponer sus puntos de vista.

Enrique Ponce ofreció una conferencia en el Real Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago de la Universidad de Granada

 “Para llegar al abandono absoluto del cuerpo hay que poseer una muy depurada técnica. Cruzarse es un argumento técnico y no un fin en sí mismo”, explicó.

  • Sobre los encastes , el maestro dio estas pistas :

:“No es un capricho de nadie, es la consecuencia lógica del toreo que piden los públicos y la adaptación de unos encaste u otros. Ojalá pudieran salvarse más encastes y conservar esas reliquias genéticas. Yo he toreado todos los encastes y mantuve una constante durante muchos años con los atanasios”.

E INSISTIO SOBRE LA TÉCNICA

Hay veces en que como profesional me pregunto si la técnica en el toreo se aprende, indudablemente diríamos que sí, la técnica se aprende pero con el arte se nace. Yo hay veces que dudo de si la técnica también de alguna manera nace dentro del torero, porque hay que pensar tan rápido delante del toro que a veces, en lo personal, parece que alguien interiormente me dice qué tengo que hacer sin ni siquiera pensarlo. Toques que brotan de mis muñecas al instante, en décimas de segundo y que voy aplicando sin que me dé tiempo a pensarlo. Perder o ganar un paso según el toro te pida, porque es el toro el que marca la pauta, el que de alguna manera te dice ponte aquí o allí, someteme por abajo o ayúdame con suavidad a media altura. nunca he visto que un toro que no quiere humillar, a base de bajarle la mano termine humillando, por el contrario terminaría viéndote por arriba que es su condición y no le pegarías ni un pase.

Ahora bien, si a ese toro que no humilla lo consientes a media altura, que es por donde él quiere embestir, y lo encelas en la muleta puede que en algún momento le hagas humillar. Quiero decir con esto que al toro no hay que enfadarle sino todo lo contrario convencerle de que sin hacerle daño y sin que se dé cuenta puedes ir llevándolo a tu terreno. He visto muchos toros que hasta les ha cambiado la expresión de su mirada cuando lo tienes dominado. Tampoco quiero decir con esto que no haya toros a los que tienes que castigar con «muleta de látigo», obligando por abajo y pudiéndole, dejándole patente quien manda allí, pero siempre hay que ir y torear a favor del toro, nunca en contra. Por lo tanto, para mí torear no es llevar al toro por donde no quiere ir sino por donde tú quieres que vaya, eso sí, siempre con su permiso.

El maestro Ponce…Ni quizás , ni que sí ni que no

Aunque cada vez se habla menos de su vuelta a los ruedos , el maestro Ponce se hace querer o desear…

Estuvo en «El Hormiguero» , programa de Antena3 con su nueva compañera de vida y deslizó :

«Ahora mismo no pienso volver a torear, no cierro la puerta, he tenido ofertas , pero estoy tranquilo y bien, tengo claro que no volvería a tener una temporada entera aunque a veces me planteo hacer 10 corridas en plazas puntuales.

Como en el bolero : Ni quizás ni que sí ni que no

Paco Ojeda, el último revolucionario , en la pluma de Alcalino

En el último quintil del siglo XX, en plena caída del arte de torear en su fase más monocorde y puntillosamente perfeccionista, aparecieron dos toreros con sobrada capacidad para romper con esa nociva pauta. Por desdicha, y debido en buena parte a la falta de persistencia de ambos, no lograrían librar a la fiesta del encorsetamiento.

El primero de ellos fue Paco Ojeda (Puebla del Río, 06.10.54). Residente desde muy temprano en Sanlúcar de Barrameda, era un mocetón de espaldas anchas y gesto recio que al aparecer llamó la atención de ciertos taurinos, pero una alternativa precipitada (Puerto de Santa María, 22.07.79) lo fue apartando del circuito donde se forjan las figuras—es decir, donde medran los trusts intercambiando nombres y fechas a su conveniencia–, de suerte que en 1981 apenas alcanzó a sumar seis contratos. Hasta que una tarde del verano madrileño del 82, día de mucho calor, poco público y toracos  imponentes –en su caso de Cortijoliva–, consiguió confirmar la alternativa (25.07.82). Sin cortar orejas dio un golpe de advertencia. A poco de eso alzaba un rabo en El Puerto, Francia –Beziers, Nimes—fue la primera en acusar recibo, volvió a Madrid, rodeado ya de expectación, que no defraudó, y tuvo su tarde mágica en Sevilla (12.10.82), todo lo cual lo convirtió en la gran novedad del año 83, envuelto en la siempre bienvenida polémica. Ya figura, entraría en una espiral de altibajos, idas y vueltas útiles para alimentar el debate, bastante menos para su efectiva consolidación. Hasta que llegó el 15 de abril de 1988, el cartel más rematado de la feria de abril –Curro Romero, Paco Ojeda, Espartaco y toros de Juan Pedro Domecq–, con la Real Maestranza a tope y ojedistas y antis sin saber bien a qué carta quedarse.

El estilo es el hombre. ¿Cómo era el toreo de Paco Ojeda? Vicente Zabala lo describe con admirable concisión en su crónica de dicha corrida: “Paco Ojeda es un torero corto. Me refiero a lo cuantitativo, no a lo cualitativo de su arte. A la extensión, no a la profundidad. Señalo aquello que pudiera ganar en belleza y finura por lo que pierde en variedad y dominio (…) El torero de Sanlúcar de Barrameda no bulle en la brega. No tiene un gran repertorio de quites. No banderillea. Y prefiere por gusto propio y por complacer al público la elegancia quieta y la dominación de los toros repetidores (…) En acción el sanluqueño es torpón, por eso prefiere lo estático a lo dinámico. Y su estilo alcanza en muchos momentos la importancia de lo heroico.” (ABC, 16 de abril de 1988)

Vamos al toro. El quinto se llamaba “Dédalo” y con él iba a alcanzar el arte del sanluqueño sus cotas más altas. Que lo relate el propio Zabala: “Ojeda sale a hacer “lo suyo”, aquello que le ha puesto en la cresta de la polémica. Cuando le sale algún toro que no le permite exhibir su peculiar estilo anda en un sí, pero no, como le ocurrió en su primero, que era más difícil de lo que parecía: primera embestida noble, pero en la segunda se iba derecho al cuerpo, porque no tenía fijeza y desparramaba la vista. A punto estuvo de cortarle la oreja, pero a la faena le había faltado ligazón (…) Pero en el quinto impuso en la Maestranza la singularidad de su toreo. El “juanpedro” era el toro de Ojeda. La bestia cayó en la trampa torera de la quietud, que no es trampa en el mal sentido de la palabra, sino el cebo en el que el toro se ve enredado por el temple de la muleta del torero (…) Tenía razón don Antonio Machado, no hay nada más serio ni menos divertido que una corrida de toros, y mucho menos cuando uno se da de bruces con una faena como la de Paco Ojeda, ejecutada en un ladrillo (…) Ojeda buscó el sitio donde podía estrecharse más con el toro, haciéndolo ir más obligado, para pasárselo muy cerca y despedirlo con espléndidos movimientos de muñeca (…) Hay que ser muy buen aficionado para entender la faena de Paco Ojeda a ese quinto. No basta con fijarse en la impresionante quietud del diestro, en sus lances sin enmiendas, sino en el asombroso estado del ánimo, respondido siempre con un valor inmenso. Claro que no nos divertimos con esa forma de torear, porque la emoción nunca es diversión, como no nos podíamos divertir con aquel volapié “a tumba abierta”, con agallas de torero decimonónico, saliendo con la ropa destrozada del encuentro (…) Si es capaz de repetirlo por San Isidro va a poner al toreo del revés. Lástima que lo coja ya con muchísimo dinero y no tenga dieciocho años precisamente. Pero la personalidad, su formidable personalidad, no se la quita nadie. Y no se olvide que vivimos una época de toreros en serie, sin sello propio, rutinarios pegapases (…) La fiesta estaba en el “unipase”. Ojeda resucitó lo que no se debía haber perdido jamás: la unidad de las faenas.” (íbid)

En la imagen Espartaco, el maestro Curro Romero y PACO OJEDA

Espartaco y Curro. Sigue Zabala: “Muy difícil lo tenía el rubito Espartaco en la tarde ojedista (…) Pero el de Espartinas está donde está por la sencilla razón de que es un gran profesional. A su primer toro le hubieran pegado pases muy pocos toreros, pero él es capaz de hacer andar a un tullido. Se coloca muy bien y tiene un especial sentido para calibrar la velocidad de cada toro (…) A mí me gustó más en ese primero que en el que cortó la oreja porque se requería un mayor aguante (…) Curro (Romero) se vistió de lagartija –¡ya está bien de esos vestidos azabaches como distintivo del “arte”!— para matar dos toros de nulo recorrido sin pena ni gloria. No existió ni para bien ni para mal. Nada de nada. (…) Juan Pedro envió una corrida “para Sevilla”, con un solo toro que de verdad “sirvió”. Los otros mejor es no moverlos. Bien están para filetes, que desde luego no resultarán duros…” (íbid)

Versión de Joaquín Vidal. La plaza entera estaba de pie, enardecida, cuando Paco Ojeda se pasaba por delante al quinto toro de la tarde, clavadas las zapatillas en la arena. Y cuando ya el alarde parecía haber llegado a su posibilidad infinita, y Ojeda se descaraba a un palmo de los pitones, firme e impasible el ademán, la muleta en ristre hecha un cartucho, volvía, de súbito, a citar al pase natural, a empalmarlo con el cambiado, y así una vez y doce, o las que fueran. La gente se llevaba las manos a la cabeza y creía estar soñando. Una vez y doce -las que fueran- el toro pasaba por delante del torero estatuario, en seguimiento continuo de la muleta que se movía a vaivenes de precisión. El triunfo era clamoroso y el torero lo solemnizaba con una prestancia épica (…) Después del estoconazo, que le costó una voltereta, Paco Ojeda dio una clamorosa vuelta al ruedo con las bien ganadas dos orejas en las manos, aferrándolas igual que si fueran un tesoro. Seguramente lo son. Un triunfo así en la Maestranza vale una fortuna.“ (El País, 16 de abril de 1988)

En la pluma de Barquerito. Ignacio Álvarez Vara tuvo a su cargo el anuario que Espasa-Calpe dedicaba a cada temporada taurina en la segunda mitad de los 80. Así vio y vivió la memorable faena del sanluqueño: ”Ojeda, rehabilitado en Sevilla. Reencuentro consigo mismo, pero en versión más depurada y mucho más flexible que en el año de su gran apoteosis, 1983 (…) Fueron dos Ojedas distintos el del segundo y el del quinto toro, porque éste fue mucho más “su toro” (…) El Ojeda del quinto empezó a poner a la Maetranza de pie a partir del cuarto muletazo, y la hizo en seguida bramar con el clamor de los grandes acontecimientos. Fue una faena de auténtico lujo. El de Juan Pedro Domecq se llamaba “Dédalo”, pero no se cayó. Astifino, bien hecho, con los kilos bien puestos –494—galopó de salida y, fibroso de temperamento, obligó a Ojeda a enmendarse en los lances de recibo (…) sólo pudo lucirse de verdad en dos recortes a una mano sacando secamente el capote por la cadera (…) El toro tomó corrido el primer puyazo, que fue duro, y dos picotazos más. Del último Salió apegado y echando las manos por delante. Sin embargo, en banderillas retomó aire, fue de largo y con alegría. Ojeda brindó al público, señal evidente de que el toro le había gustado. Tanto que ya estaba centrado en el tercer muletazo después de haberse estirado en una preciosa trinchera que dejó al toro en la raya (…) Se echó la muleta a la derecha, la adelantó casi con descaro y se trajo al toro muy obligado y templado para ligar una tanda de gran gusto, empaque y fuerza. El de pecho, aliviando al toro, fue espléndido. La música se puso a tocar. La segunda tanda, sin cambiar terrenos, fue igualmente memorable. Los poderosos muletazos eran casi circulares completos. Sin rectificar, Ojeda ganó siempre un paso en el remate, y los cuatro muletazos recrudecieron el clamor anterior. El toro se le paró en el segundo muletazo de la tercera tanda, y Ojeda aguantó el parón sin descomponerse. Impávido y tranquilo, se cambió de manos en la cara forzando el medio muletazo para fuera. Fue el muletazo clave para dominar del todo al de Juan Pedro que se entregó ya sin reservas, con una docilidad increíble, y con una alegría y un gas que habían parecido imposibles tras el primer puyazo. A partir de ahí, la absoluta borrachera. Ojeda hilvanaba pases y pases con las dos manos sin rectificar. Vaciando por alto los muletazos más forzados y echando la mano abajo en los pases de mando que provocaban la repetición de la embestida. La fuerza de la faena, con el torero entregado, estuvo en que discurrió en el mismo punto de la plaza. Todas las miradas confluían en él.

Matando, se volcó ciegamente Ojeda sobre el morrillo y el toro lo prendió por los machos y se lo echó a los lomos (…) Con el cuello manchado de sangre Paco, descalzo por la voltereta (…) se quitó de encima a quienes querían asistirlo y regresó a la cara del toro para, con gesto de bravura, hacer ademán de obligarle a tumbarse mientras se contoneaba desafiante (..) El toro acabó echándose, pero tras el tiempo suficiente como para enfriar la presentida petición de rabo.” (Álvarez Vara, Ignacio “Barquerito”. Larga cambiada. Temporada taurina 1988. Edit, Espasa-Calpe. Madrid. 1989)

Sin ninguna duda fueron faena y suceso para la historia. En letra irremediablemente menor quedaron la petición de oreja para Paco Ojeda en su primero y la que meritoriamente le cortó al sexto –sobrero de Antonia Juliá de Marca– Juan Antonio Ruiz “Espartaco”.Al margen, un Curro Romero sin nada para el recuerdo.

No hubo mucho más en la sinuosa trayectoria de Francisco Ojeda González, de últimas también rejoneador. Para algunos, no pocos, sigue siendo “el último revolucionario”.

La fiesta de toros? La fiesta para las ferias, el toreo es un sublime acto espiritual: Rafael de Paula

«Veo peligro de extinción en las corridas de toros. Por la vulgaridad. Vulgaridad en todo. Para empezar, cuando llaman fiesta al toreo. Qué cosas. Fiesta, dicen. La fiesta está en las ferias, pero no en los toros. Tampoco son un espectáculo, que es algo barato. El toreo de hoy está pobre, vulgar. La mayoría de los toreros de ahora no tiene noción del tiempo de las faenas. Hablo de las figuras. El peruano ese [Roca Rey], el extremeño aquel [Talavante]. Todos, salvo algunas excepciones. Como Morante de la Puebla, el único que sabe torear con el capote. Los demás dan capotás. Qué aburrimiento de gente. ¡Aprendan los tiempos, señores! Además, fíjate cómo se pone la montera el peruano, que parece que lleva un casco. ¡Venga ya! Me dan pena estos toreros jóvenes que sacan de quicio.»


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