RESULTADO DEL FESTEJO EN ARLES
JUAN DE CASTILLA, ovación y silencio.
• JESÚS ENRIQUE COLOMBO, vuelta al ruedo y oreja.
• MAXIME SOLERA, ovación y vuelta al ruedo
Juan de Castilla lidió el primero y cuarto en la corrida del » Cura de Valverde», propiedad de un ganadero francés.
EL LOTE DEL COLOMBIANO
Se movió mucho pero sin calidad el primero.Y ahí se desplegó la rotundidad de un torero en sazón , sin dudas, sin titubeos. Esa muleta » alante » y la pierna contraria estorbando, a la manera clásica. Se fue de rodillas para una tanda encajada por el derecho. Vino luego el toreo de fondo, con la mano izquierda. Pero a veces ocurren esos imprevistos en la faena: se atasca con la espada. A ese cuarto de plaza no se le olvida el buen toreo de Juan y le tributan un ovación.
Su segundo, que hizo cuarto en la lidia no tuvo clase alguna. Faena de valor, de buscar caminos, sin enmendar terrenos. Pero la espada le niega ese trofeo que tenia merecido. No de se deja nada en el tintero.
Ya vendrá Madrid el 22 de septiembre.
COLOMBO
Es un torero de una frescura y entrega que impactan. Y vino ese gesto de heroicidad en el quinto pues el toro lo prendió, cae a la arena y se levanta con coraje. En sus dos toros ha estado lucido en banderillas. El quinto le pega un pisotón que lo deja cojitranco unos momentos. La faena tiene esa solidez de lo bien hecho.
El quinto, como suelen decir los banderilleros era una prenda, que buscaba el cuerpo del toreo con un peligro expreso y manifiesto. A cazar tocan.
No puso reparos el venezolano y enfrenta el temporal de crudeza del toro.
Aquí vino otro momento angustioso cuando entraba en la suerte suprema fue prendido, ce al suelo se levanta mareado, y vuelve a la cara del toro.
Hay orejas sin historia pero la que otorga el palco esta vez tras la petición unánime de la plaza tiene su peso en oro. De 18 kilates.
El francés Solera sabe torear pero no termina de cuajar y las dos faenas son correctas sin nada que las hagan desmerecer pero sin brillo.
LA GANADERIA
Impresionado por la “Cura de Valverde” fabricada en Alès en los años 1990, Jean-Luc Couturier se convirtió en su propietario en los albores de su jubilación en la industria panadera. Refrescada por los ganaderos de El Torero y por las vacas del Conde de la Corte, la ganadería Valverde ha recuperado parte de su aura en los últimos años en determinadas plazas francesas como Istres u Orthez, por ejemplo.
En su Domaine de Coste-Haute de 220 hectáreas en Saint-Martin-de-Crau, en el que cría 250 animales, entre ellos » 100 vacas panza «, el ganadero de 77 años señala cada lote de toros con siempre el mismo entusiasmo. » Esto es Istres para 2025, ese es el lote para Arles «. Elogia los méritos de sus toros, considerados durante mucho tiempo formidables y difíciles de torear. “ En Beaucaire salvamos la Feria gracias a nuestro desafío novillos con Dolores Aguirre con dos toros muy buenos sobre tres, sobre todo el último ”, asegura satisfecho el ganadero.
Resultados que, según él, saludan su “ largo trabajo en genética durante 12 años ”. “ Cuando compramos Valverde nos quedamos con las 80 vacas y 30 de ellas fueron al matadero”, recuerda. “ Fuimos a los orígenes de Valverde comprando 30 vacas Conte de la Corte. Recuperamos nueve machos y nos quedamos con dos .