Diego Ramos, pintor del siglo XXi recrea al Joselito «El Gallo» del XX y su cuadrilla
La pintura taurina desde la rupestre a hoy pasando por Goya, Picasso, Botero , Roberto Domingo, Jesús Helguera, Lopez Canito, Pancho Flores,Tito Salas, Pepe Puente, Ramón Reveles, Miquel Barceló hasta nuestro Diego Ramos ( vallecaucano de pro ) ha aportado al arte una estética superior por su intensidad, colorido, expresionismo, dramatismo, inspiración por ese juego de vida y muerte.
En esas noches largas del verano europeo en su casa de campo en el sur de Francia, el maestro Ramos dedica horas a su pasión: pintar y de esas creaciones nos ha legado un cuadro espléndido que pone en valor a uno de los toreros fundamentales para entender el toreo : Joselito «El Gallo». Ahí están, de cuerpo presente, sus rostros serios mientras el poderoso torero de Gelves esboza una sonrisa, tímida, que enmascara la responsabilidad que tendrá en la plaza de toros a donde se dirigirá con la cuadrilla para embellecer el toreo, para darle luminosidad. Los capotes entre sus manos y el de José descansa muellemente en el antebrazo izquierdo, las monteras caladas. El toreo es rito y ceremonial. El pintor se ha ido a la cama satisfecho de su obra pero quizás en ese hipotético mañana vuelva al caballete para retocar, para afinar, para dejar cerrado el círculo de la faena pictórica que inició en la cálida noche.
Ya lo dijo el maestro de Cali, que» es torero » ( pasó por las filas de la novillería y eso imprime carácter pero trocó y en buena hora la espada y la muleta por los pinceles que es otra manera de «hacer faena «) : La pintura se aprende cada día, no le ves el fondo; hay que seguir aprendiendo siempre. Es como ir al psiquiatra: tienes la tela delante y ésta te hace preguntas y tú le contestas.