«El Pollo» Pallares recuerda a Ángel Teruel y el efecto que tuvo en la Cartagena taurina

«El Pollo» Pallares recuerda a Ángel Teruel y el efecto que tuvo en la Cartagena taurina

Nos da la sensación que las tipologías territoriales y las dinámicas de una afición, construyen algo verosímil alrededor de un torero. En nuestro caso, Ángel Teruel fue quien catapultó con sus reiterados éxitos en La Serrezuela, la que después se denominó Feria Taurina de Cartagena.


Angel Teruel fue un diestro precoz. Y esa precocidad le dió para alternativarse con sólo 20 novilladas y 17 años, paseándose por todas las plazas del mundo dentro de un estrambote de expresión taurina basada en la elegancia, la finura y aquello que se conoce como, la difícil facilidad.  Por ello solo recibió dos cornadas, una grave en Segovia en un festival, y, la otra sorpresivamente en la boca de un burladero en Madrid, en lo que desde el rigor de las letras taurinas se conoce como: «toreando sin torear».


De tal suerte que para encontrar puntos de encuentro, el diestro madrileño hizo de Cartagena de Indias su fortín, pues en el entretiempo de corrida y corrida, se venía a disfrutar del gadir cartagenero.  Y es que desde que en El Universal, el cronista taurino Rodolfo Martínez «Romar» tituló su descripción «Un Ángel cayó del Cielo», en referencia a su debut  nada mejor para destacar la idea clara del toreo de Teruel.


Y fue particularmente sensible, porque en Bogotá en la premier de su película «Sangre en el Ruedo», en 1967, el torero hizo la presentación oficial de su única película en el Teatro San Carlos, en plena carrera 13 en Chapinero. Yo asistí al evento pues por aquellas épocas adelantábamos nuestros estudios profesionales en la capital del país y desde entonces tenía también una idea clara de mi afición.


Naturalmente, su éxito no hubiese sido posible sin el mecenazgo de los Dominguín, vecinos de la calle Ferraz y, Pepe Dominguín fue su primer apoderado.  Teruel amplió su horizonte y triunfó sonoramente en América y de Cartagena, concretamente de La Serrezuela, dijo que «las ovaciones se sienten mejor que en Madrid, porque la afición golpea también la madera». Es decir, consideraba a nuestra afición especialmente sensible y rotunda. En Cartagena la Peña Taurina El Clarín le concedió el Clarín de Plata en 1981.


Pero Teruel sobrepasó los límites y en Lima tenía una peña taurina femenina, que le seguían por todas las escenarios.  Allí en Acho, se encerró en solitario, luciendo dos trajes de luces durante esa apoteósica corrida. El segundo traje (blanco y azabache)lo obsequió a su agrupación taurina.


Torero de habitual elegancia, clásico en su muestra y desparpajo en banderillas, pues pareaba solo por el pitón derecho.  De él escribió el famoso poeta y escritor Julio Estefanía:


Viva Madrid tu salero,
y viva sobre el albero,
el ángel de Ángel Teruel. 

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