Emilio de Justo cuaja tarde soñada en Almendralejo. Corta 4 orejas y un rabo

Emilio de Justo cuaja tarde soñada en Almendralejo. Corta 4 orejas y un rabo

Emilio de Justo vivió su particular sábado de gloria en Almendralejo al cortar 4 orejas y un rabo mientras sus compañeros extremeños Antonio Ferrera y Miguel Ángel Perera se fueron de vacío.

Al toro Andorrano que Emilio bordò le concedieron los honores de la vuelta al ruedo. Sin duda el mejor toro de la corrida

Es la primera corrida del cacereño tras su paso por Colombia donde tentò con mucho èxito en varias ganaderìas.

Hubo un instante de mucho peligro en Almendralejo , un trance por el que pasó el diestro en su segundo intento de cumplir eficazmente con la suerte suprema.. Quedó enganchado del pitón izquierdo cuando se tiró a matar con mucha verdad. El toro rodó y a Emilio le fueron concedidas las dos orejas.

Dice Sixto Naranjo : Encasillado en la corrida de Victorino en Sevilla o fuera del ‘sanisidro’ alternativo de Vistalegre. Así trata el ‘sistema’ a Emilio de Justo, que una vez más volvió a responder donde lo hacen los toreros por derecho. En el ruedo. Cuatro orejas y un rabo este sábado. Pero más allá de los premios, la sensación de torero grande y en sazón que merece medirse de tú a tú a las figuras en los grandes escenarios.

El de Emilio fue el nombre propio de un festejo el celebrado este sábado en Almendralejo, con una plaza que se llenó en el 50 por ciento del aforo permitido por la Junta de Extremadura y con una corrida de Algarra chica y sin vida a excepción del encastado primero y del noble sexto, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Tarde pletórica para don Emilio de Justo

Mejor, imposible.

El triunfo de Emilio de Justo comenzó a cimentarse en su primer toro, un sobrero que saltó al ruedo tras partirse el titular la vaina del pitón izquierdo al rematar con un burladero. Éste de Algarra tuvo algo más de presencia que los titulares lidiados hasta ese momento. Este astado sacó nobleza, aunque no estuvo sobrado de casta. Se gustó Emilio en un empacado quite por altaneras que remató con una torera larga echándose el capote al hombro. La faena de muleta del cacereño estuvo bien hilvanada, con una tanda al natural sobresaliente por la dimensión de los muletazos.

A la izquierda, Alberto García apoderado del torero, al centro Emilio de Justo, detrás en el burladero, el maestro César Rincón y a la derecha su hombre de confianza el colombiano Guerrita.

El cante grande llegó con el sexto, el toro de más presencia del sexteto. Un animal que aunó nobleza y ritmo en sus embestidas y al que cuajó de principio a fin De Justo. Con el inicio hubo sabor en dos medias en el recibo de capote y después, muleta en mano, todo salió redondo.

Què muletazo con mas verdad. Asentadas las zapatillas , el juego de cintura, còmo lo lleva.

La faena derrochó armonía y torería a partes iguales. Al natural llegaron dos tandas de ralentizado y largo trazo. En redondo después, derechazos muy largos, profundos, relajada la planta. Los de pecho hasta la hombrera contraria y los tendidos rugiendo. Y cuando parecía todo hecho, llegó una postrera tanda en al natural con la derecha. Sin ayuda que valiese. Abandonado el cuerpo mientras llevaba toreada la suave embestida del nobilísimo toro de Algarra. La estocada cayó desprendida y tendida. Pero no fue impedimento para que se concediesen las dos orejas y el rabo mientra al toro se le premiaba con la vuelta al ruedo póstuma.

Antonio Ferrera se las vio con un primer toro encastado y complicado que tuvo más movilidad que entrega pero que dejó mucha chicha en todos los tercios. Toro y torero se enzarzaron en un cuerpo a cuerpo emocionante, sin un segundo de respiro y tregua. Quiso someterlo por abajo el torero, y en una tanda en redondo llegó a conseguirlo Ferrera. Un pinchazo y una estocada habilidosa dejaron todo en una ovación para el diestro y otra para el toro en el arrastre.

El cuarto fue un animal de anovillada expresión, pitones escobillados e inválido. No quiso el palco asomar el pañuelo verde y Ferrera vio como el toro estuvo más tiempo rodando por el ruedo que en pie. Lo avió de una estocada caída.

Antonio Ferrera, bien pero sin suerte

Se derrumbó el segundo tras salir del caballo. Quisieron torero y palco aguantarlo en el ruedo. El animal de Algarra había demostrado bondad en sus embestidas, pero la escasa fortaleza y raza que tuvo hizo que la faena de Miguel Ángel Perera no alcanzase grandes cotas artísticas. Trasteo liviano, de templado y suave trazo pero ayuno de emoción de cara a los tendidos. Saludó una ovación tras un pinchazo y una estocada desprendida.

Perra elegancia sin premio por fallar con los aceros

El quinto fue otro mulo descastado con el que Perera se enfrascó en otro trasteo insustancial y largo en el que dijo muy poco. Muchos pases pero poco poso. Dos pinchazos y una estocada. De nuevo saludó una ovación.

El maestro Cèsar Rincòn habla en los micrófonos de movistar con David Casas

Y para el cierre de esta galería, Emilio en una media » arrebujà» como dicen los andaluces al toro que mereciò la vuelta al ruedo

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