En Latacunga, tarde de toreros banderilleros, un diluvio , ruedo -piscina y un toro excepcional de Campobravo . Indultado » «Sorpresa». El Fandi, Escribano y Valadez en hombros

En Latacunga, tarde de toreros banderilleros, un diluvio , ruedo -piscina y un toro excepcional de Campobravo . Indultado » «Sorpresa». El Fandi, Escribano y Valadez en hombros

( Las fotos son cortesìa del amigo y gran artista Alberto Suàrez. Gracias )

Cayò un diluvio, con tormenta elèctrica que no amilanò a una honrada terna encabezada por el Fandi que tuvo en «Topero» a un grandìsimo compañero de viaje, enclasado, bravo, con fijeza, recorrido, con transmisiòn, emocionante que no fue indultado. Hubiera sido de vacas como suelen anotar los profesionales. Se le perdonò la muerte a «Sorpresa».

Honra al toreo estos artistas que se jugaron la vida sin trampa ni cartòn en un ruedo convertido en un fangal y una piscina. !!Còmo pesaban esos capotes y muletas, por Dios!!!.

En los tres primeros compartieron en banderillas. Se lucieron con pares al quiebro, de dentro hacia afuera, » al violìn «, de poder a poder.

El Fandi topò con el que abriò plaza , mansòn , huidizo, no se arredrò, » le buscò las vueltas «. El toro mansito pero con genio. Acertò con los aceros y cayò el pañuelo blanco del palco, una oreja.

El segundo fue ese gran Topero, castaño oscuro. Llueve de manera inclemente. El toro a màs. Toreo variado. Le ponìa la muleta, tiraba suavemente y el toro se deslizaba que era un gozo. Còmo tomaba la muleta !!!! Bravura y nobleza aparejadas. Es posible que se le anote al toro una manchita, se fue al final a tablas pero es que la larga faena del granadino tambièn hizo lo suyo. Por cierto, en los medios. Dos orejas sin discusiòn.

Manuel Escribano Lidia a Almudeno. El viento resopla con fuerza y el toro pega tornillazos, cabecea, èl lo aguanta, pero con la violencia que lleva en sus genes lo desarma. Le planta cara pero el esfuerzo no tiene recompensa. Dicen los profesionales cuando sale un ejemplar » maluco»: !!Vaya prenda!!

A esa altura cae un aguacero biblico y el ruedo se va transformando en piscina. El toro salta al callejòn, siembra el pànico. No hay consecuencias què lamentar.

Se pone de rodillas, viene el toreo de fondo, con naturales largos y templados pese a las circunstancias. Buen toro. A màs. Suena Nerva ese pasodoble que le tocaban al maestro Paquirri en su honor en Sevilla, Viene el toreo para la galerìa, valido a esta altura de una tarde climáticamente hablando, espantosa ,el desplante, cita de espaldas, manoletinas, ayudados por alto y muy seguro, estocada de libreto

Muerte lenta del toro, nadie perturba este sagrado momento. Rueda. Dos orejas. que pasea por el anillo…

El mexicano Leo Valadez dejò la mas grata impresiòn. Es de la hornada mas reciente de ese Aguascalientes de los Adame.

Con el capote nos regalò esas zapopinas del Zapopan ( huelga decirlo ) y una media, esa que encumbraron sus paisanos Calesero y Arruza. Torea en los medios con el buen toro. Las tandas tienen gusto y sabor. Se para en la segunda raya. Estocada, pincha y descabello.

Lo grande vino con el de cierre. Verònicas mirando al tendido.

No se banderillea por el estado del piso.

Suena el «Chulla quiteño». La banda abandona la azotea en la que colocaron a los sufridos mùsicos y entonces la gente , a capella, la canta :

Así todo el mundo bailando
Este es el himno de los quiteños
Que Medardo y sus players la prepararon
Para éste hermoso día
Así todo el mundo me ayuda con las palmas
A bailar con alegría
Un dos, un dos, un dos, un dos, un dos, un dos, uno

Y Valadez sigue toreando a placer. El toro es bravo, noble, repetidor. Un molinete de rodillas, pases por alto, el del desprecio y mas toreo fundamental. Naturales y el forzado. Un buen toro sin las cotas de ese cuarto de El Fandi al que ni siquiera lo honraron con la vuelta al ruedo. Al de Valadez, lo indultan. El chico ha triunfado con la faena sufrida, contenida pero llena de bellos matices . Po-r cierto la terna ded hoy fue la de su alternativa y, por cierto, con la alegrìa del consenso de los ecuatorianos que gritan en pie !!Viva Mèxico!!.

Le esperan » los cargueros». Los tres, empapados hasta el tuétano, felices y en hombros.

Hemos asistido a otra gran corrida organizada por ese visionario que es don Josè Luis Cobo. Latacunga ES NUESTRO » escampadero» a la espera de que podamos volver a Quito con la corrida sin mutilaciones.

Y Gracias ganadero Luis Fernando Garcìa. Ese toro cuarto, ese solo gran ejemplar amerita nuestro rendido agradecimiento a Campobravo.

Y extiendo mis gracias a las cuadrillas, a los aficionados, a la gente de seguridad. Todos con su buena voluntad han abrochado una tarde magnìfica de toros. Y renuevo, no me canso: Gracias ganadero que tiene sus toros de encaste Baltasar Ibàn y Garcigrande allà en el Chimborazo donde hace dos siglos estuvo el gran Humboldt contándonos las historias de las plantas exòticas y nativas , y la vida de las gentes de ese tiempo.

OBSERVEN ESE PAISAJE DONDE PASTAN LOS TOROS DE CAMPOBRAVO

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