En su cumpleaños 90, felicidades maestro Fernando Botero, genio de la pintura
El pintor vivo más grande de Colombia , Fernando Botero, que ha sabido reflejar en su rica y vasta obra a un país de soledades, violencias , y que no olvida que nació en un hogar humilde , admite sus influencias de la pintura del renacimiento italiano y que sigue siendo fiel a una manera de entender el manejo de los pinceles y los colores. Por eso en sus lienzos se ven mujeres desnudas, toreros, bodegones, músicos, familias o bebedores.
Su hijo Juan Carlos Botero ha escrito : Admiro que mi padre celebra sus influencias, las que otros ocultan porque creen que esas deudas delatan falta de originalidad. Fernando Botero piensa lo contrario: que esas fuentes ofrecen cimientos para edificar la propia obra, y por eso él dice que nunca ha trazado una línea que no esté autorizada por la historia del arte. Mi padre se ha nutrido de la mejor pintura de Occidente, incluyendo el arte mexicano, el arte moderno, el arte precolombino y el popular, y los maestros del arte español, flamenco, alemán, francés y holandés. Pero su mayor deuda es con el Renacimiento italiano, en particular el arte de Florencia de 1400, y su maestro de cabecera es Piero della Francesca.
SU RELACIÓN CON LA TAUROMAQUIA
Fue alumno en la escuela taurina que dirigía Aranguito el conserje de la plaza La Macarena de Medellín pero pudo más su amor a reflejar el mundo que lo rodeaba que dar muletazos y por consejo de su profesor en el arte de Cuchares se dedicó amorosamente a pintar lo que no ha dejado de hacer. Eso sí cada vez que su oficio se lo permite va al tendido y ha sido un defensor de la fiesta.
Amor por los toros
Unas pinturas con las que Botero dice crear campos de color, y en las que está muy patente su veneración por las mujeres y su amor por los toros. De jovencito su tío le apuntó a una escuela de tauromaquia, aunque solo duró un par de semanas porque no le gustaba nada.
«Ahí empezó mi afición por el dibujo y la pintura -reconoce-, porque empecé muchos cuadros de toros, a lo mejor soy pintor por eso», dice Botero, quien a la pregunta de si considera que las corridas pueden desaparecer en un futuro, asegura tajante que no.
«Los toros existirán siempre. Habrá algún lugar en los que se prohíba, pero los toros existirán siempre, porque forman parte de la cultura española y universal», sentencia este artista, que dice sentirse «muy colombiano» aunque viva en Europa.
«Estoy muy cerca de mi país, aunque no vaya con frecuencia, está en mi imaginación. Todos mis cuadros están hechos de Colombia, leo la prensa colombiana y estoy enterado de todo por mis amigos. Soy colombiano de pasaporte y de alma, y en los últimos años en Colombia está descendiendo la violencia, y me hace sentir optimista», recalca.
Botero reside en Mónaco, y tiene casa en Grecia y en Italia porque su salud le lleva a tener que vivir a la altura del mar, explica. Pinta todos los días desde que se levanta y a todas horas, pero ya no hace escultura, aunque en marzo inaugurará una exposición con dieciséis piezas en Hong Kong.
FACHADA Y EXPLANADA DEL MUSEO DE ANTIOQUIA