Es necesario adecuar la fiesta sin que pierda un ápice su ritualidad
No voy a pedir permiso para hablar de toros en una conversación, ni voy a indagar previamente si algún participante es vegano radical, animalista, antitaurino . Nada mas de acuerdo que con la rotundidad de la afirmación del notario Fernando Gomá. LA SUSCRIBO EN TODA SU MAGISTRAL CONCEPCIÓN
Dicho lo cual ,es preciso reconocer que los taurinos nos dormimos y no hemos atendido la admonición de la Corte Constitucional que en uno de sus fallos donde nos avala como cultura y nos excluye como supuestos maltratadores de animales ( que no lo somos ) para » morigerar » la fiesta [La palabra morigerar procede del latín morigerāri…En el diccionario castellano morigerar significa templar o moderar los excesos de los afectos y acciones ].
Hemos transitado olímpicamente y nada hacemos.
Como afirma el Papa Francisco para temas vaticanos » no nos podemos encerrar en nuestras certezas «…Los taurinos seguimos en nuestras almenas, indiferentes al mundo que nos rodea. Y creemos que nuestras certezas son inmodificables.
Es menester adecuar nuestra fiesta / en el modo, no en el contenido de un ritual antiguo que tiene unas reglas / a la sociedad en la que ella se mueve y no podemos despreciar ese aspecto fundamental. Y hacer caso omiso como si fuéramos habitantes de una isla desierta.
Los mexicanos ya avanzaron y pusieron en marcha nuevas puyas, banderillas retractiles y una espada que facilita la ejecución de la suerte suprema que no puede y ni debe desaparecer.
La siguiente imagen tomada en 1929 es la del primer peto tras la gran reforma del siglo XX en la corrida que implicó la aparición de ese instrumento en defensa de los caballos en la suerte de varas y se acabó el espectáculo de la muerte de 7 , 8 o 10 caballos en el ruedo en el encuentro del toro con el equino.
Los católicos entendieron después de Vaticano II que era menester contar el rito del relato de la misa en la lengua de cada nación ( a mi me tocó de pequeñajo en latín ( maravilloso pero no entendía nada ) y el Concilio dijo : pues a reformar. El sacerdote oficiaba de espaldas y desde esa magno suceso vaticano el sacerdote está frente al feligrés.
El romano pontífice de origen argentino, formado entre los jesuitas y que lleva el honroso nombre de «Francisco», apunta de manera clara ( desde luego sobre los temas de iglesia ) y por supuesto la católica y su devenir :
El papa Francisco puso en marcha un proceso que puede cambiar el futuro de una institución que, a lo largo de los siglos, se ha convertido en símbolo de una rígida jerarquía, conservadurismo y poca transparencia.
El Sumo Pontífice urgió a los católicos a «no quedarse encerrados en sus certezas», sino «escucharse los unos a los otros» al presentar la iniciativa en la misa de este domingo en la Basílica de San Pedro.
«¿Estamos preparados para la aventura de este viaje? ¿O nos da miedo lo desconocido, prefiriendo refugiarnos en las excusas habituales: ‘es inútil’ o ‘siempre lo hemos hecho así’?», planteó.
Frnando Gomá sostiene por su parte :
«Si no te gustan los toros, o los aborreces, es un problema esencialmente tuyo, así que no me des la turra con tus ideas, que yo no te la doy con las mías.
No estoy dispuesto a pedir perdón por el hecho de que me gusten los toros, ni a esforzarme en empatizar con las personas que los detestan. Si esos son sus sentimientos, pueden ser muy respetables -o no, dependiendo de cuál sea la actitud hacia los taurinos- pero no me tienen por qué importar a mí».
Así que es la hora de entender que estamos atrasados en aplicar las reformas que crean conveniente los profesionales. No voy a cometer la insensatez de dictarle normas a quienes son nuestros actores principales. Es a ese colectivo al que le corresponde dar los pasos. Pero no soy espectador pasivo y llamo cordialmente a quien me quiera leer o escuchar para emprender el camino de las reformas que sea necesario hacer sin que el toreo en mi país pierda un milímetro de su trágica grandeza.
Concluyo, por ahora, con un fragmento de un texto que se encuentra en la biblioteca virtual Cervantes :
En lo esencial el espacio de la corrida no ha variado y es en el ruedo, sus burladeros, sus tercios, exactamente igual que antaño, salvo los casos que existían de plaza partida. Las variaciones han surgido desde una progresiva estilización de los elementos formales de la fiesta, con adaptación a las nuevas circunstancias, rebajas de los signos de la violencia en lo que se refiere a los caballos, mitigación del riesgo, etc., etc. De vez en cuando la muerte en la plaza de un torero, casos de Paquirri y Yiyo últimamente, presentan esa otra cara de la dureza del riesgo, aunque resulte difícil hacer entender a la gente que las minas o la construcción suponen mucho mayor peligro y que el índice de mortalidad resulta muy superior. El «folklorismo» que todavía acompaña a la fiesta transforma la mentira en verdad y constituye, paradójicamente, uno de sus mayores enemigos.