Gran exhibición de rejoneo de Guillermo Hermoso. Puerta grande en Bayona.

Gran exhibición de rejoneo de Guillermo Hermoso. Puerta grande en Bayona.

Plaza de toros de BAYONA (FRANCIA).

ENTRADA. Lleno.

RESEÑA: Miguel Moura (silencio y oreja); Lea Vicens (silencio, ovación y oreja en el de regalo); y Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas  y oreja).

Actuaron los Forcados de Aposento de Moita.

GANADERIA: Toros de Romao Tenorio (1, 2, 3, 4, 5 y 6) y uno de regalo de San Pelayo (7).

Primer toro de la Ganadería de Romao Tenorio, número 126, de nombre  Lavado: De salida MARTINCHO (1 rejón de castigo); en banderillas BASAJAUN (4 banderillas); y para el último tercio ESENCIAL (2 cortas, un par a dos manos y un rejón de muerte).

Segundo toro de la Ganadería Romao Tenorio, número 144, de nombre Urssula: De salida JIBARO (1 rejón de castigo); en banderillas BERLIN (2 banderillas) e ILUSION (2 banderillas); y para el último tercio ESENCIAL (dos rosas, un par a dos manos y tres rejones de muerte, pinchazo y dos descabellos).

OTROS CABALLOS DESPLAZADOS: JUSTICIERO, ALQUIMISTA, ECUADOR y EXTRANO.

COMENTARIOS.  Quinta y última actuación de la temporada para Guillermo Hermoso de Mendoza en suelo francés, donde hasta esta fecha había logrado pleno de puertas grandes. Cuatro de cuatro….y cinco de cinco al final, porque el jinete volvió a salir a hombros de un coso francés cerrando así una gran temporada en el país galo y dando una de las mejores faenas de la temporada.

Ya en la primera faena obtuvo el derecho a la puerta grande y lo hizo merced a una faena dominada por la paciencia. Eso es lo que tuvo ante un toro que no prometía nada, muy apático de salida, sin mostrar el más mínimo interés por MARTINCHO ni a los gritos del torero. Le puso un rejón medio al relance y sin apenas un galope, cambió el tercio.

Salió al ruedo montado en BASAJAUN y cargado de esa paciencia que un buen torero también debe de saber calcular. Continuaba la lidia con un toro parado, incluso se giraba a la presencia del caballo. El poderío de un caballo muy seguro de sí mismo, le hizo llegar a la cara para colocar la banderilla y redondear a la salida un toreo cercano ante el que el toro no tuvo más remedio que embestir. Aquí cambio el toro, ahora ya galopaba y buscaba al caballo que a base de temple y de dejarse llegar al toro iba firmando una labor “in crescendo”. No cambió de cabalgadura y apostó todo a BASAJAUN y acertó, porque el caballo lucía en cada embroque, en cada toreo en la cara del toro y hacía que incluso el toro luciera. La lidia se había venido arriba y tras la actuación de los Forcados de Moita, fue ESENCIAL el que colocó os banderilla cortas en las dos siguientes reuniones y un par a dos manos que pusieron el tendido boca a bajo. Con la plaza entregada y Guillermo muy seguro de sí mismo, entró a matar dejando un rejonazo de efectos fulminantes que hicieron que el toro rodase sin puntilla.

Dos orejas premiaron la paciencia de un jinete que poco a poco fue metiendo a un toro que no quería en la muleta de sus caballos.

Con el sexto tuvo más suerte porque fue un toro de vuelta al ruedo y Guillermo pudo dibujar una de las cumbres de la temporada. Nos podemos hacer una idea de la intensidad de lo visto porque tras cuatro intentos con el rejón de muerte y dos descabellos pie a tierra, el jinete todavía obtuvo una oreja.

Y es que desde que el toro saltó al ruedo se le adivinaban las ganas de embestir y cuando lo agarró JIBARO en los medios y comenzó a caracolear la plaza se volvió loca. Lo templó y lo paró con el cuerpo del caballo y con un solo rejón de castigo se fue por BERLIN. Aquello fue una sinfonía de toreo, una borrachera de hermosinas con la suavidad de la brisa. Una y otra vez la cola del caballo a los golpes de grupa pasaba por los pitones haciendo al toro cambiar la dirección de la embestida. No sonó un pasodoble, por la banda con muy buen criterio escogió un vals y aquello era un baile entre dos con hermosinas, trincherazos y suaves galopes de costado.

BERLIN se fue de la plaza solo, con el público en pie mientras su jinete descabalgó en el centro del ruedo.

Difícil papeleta tenía ILUSION para suplir a su compañero de cuadra y lo hizo con otro sobresaliente como si un tercio de quites se tratase. Con un toreo frontal, circular, valiente y aguerrido se metió en los pitones y salía retrocediendo llevando al toro muy pegado a su cuerpo. Luego vinieron las rosas, el par a dos manos y la fuerte apuesta final de Guillermo que con el rabo ya en el bolsillo, volvió a arriesgar y a tratar de poner fin a la faena como lo merecía, atacando desde la otra punta de la plaza, llegando y reuniendo al estribo. Esta ocasión la moneda salió cruz y Guillermo cedería los derechos los derechos a cortar el rabo, pero no la vitola de figura del toreo que dejó con una actuación para los anales de la plaza vasco francesa.

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