La clase del toro 636 y la de Emilio de Justo en un tentadero en Las Ventas

La clase del toro 636 y la de Emilio de Justo en un tentadero en Las Ventas

Una densa niebla nos impidió admirar la majestad de un peñasco que es frontera entre la Sabana de Bogotá y el Valle del río Magdalena mientras una pertinaz llovizna caía inmisericorde pero la tarde en Las Ventas en el municipio de Albán, Cundinamarca , nos regaló las enclasadas embestidas de un castaño chorreado procedencia Salvador Domecq que con la bravura medida, justa, emotiva, le permitió a Emilio de Justo bordar el toreo con la planta firme, el juego de la cintura, el acompañamiento al recorrido del toro, el mentón » pegado» al esternón».

El cacereño se dio cuenta que estaba ante un ejemplar con mucha calidad, nobleza, recorrido, que colocaba la cara embistiendo y por abajo y a veces » haciendo el avión» ese momento lucido de un toro con mucho fondo.

Desde que irrumpió en la plaza de tientas y remartó en uno de los burladeros advertimos que estábamos para admirar el toreo hondo.

Comenzó don Emilio con lances volcando su cuerpo a la derecha e izquierda llevando rítmicamente el capote, como en una danza , unas ajustadas chicuelinas y un remate de media quedándose muy firme y «quieto parado» como dicen los canarios.

Tomó la muleta y vino esa fiesta del bien hacer, todo lo fundamental del toreo sin » inas » , sin barroquismo, diríamos el toreo seco, castellano, y esa muleta planchada y trayendo al toro en esa media luna y la fijeza del «636» , y tandas de naturales , ceñidos y un manojo por el derecho. La fiesta del toreo en cuanto a celebración de la grandeza de lo bien hecho y bien » arrematao» que » cantaba El Guerra.

La fina llovizna fue una bendición y al ganadero don César Rincón le corrieron dos lagrimones de emoción.

El piso » soportable» y la faena de Emilio con esos ribetes de majestad. Sin duda en una plaza con ese torazo, las dos orejas y como evidentemente ocurrió, no podía ser menos, se indultó y va a padrear.

Luego salió otro toro mas liviano que lo lidió Luis el veedor de Tauroemoción que en su libreta lleva anotado lo que ha visto en las ganaderías colombianas para la feria de Cali 2021. Recordó sus tiempos de novillero y se gustó mucho.

Arturo Sierra, muy ajustado
José Gallo torea al natural

Repasaron Pablo Hernandez de Alba, Arturo Sierra y Gallo que volvieron a demostrar conocimiento y ganas ( los tres caminaron mas de una hora para llegar a la ganadería, armar sus trastos y » echar capa» ). Ahí se van formando. Es preciso como lo hacen nuestro ganaderos y en este caso el maestro Rincón permitirles a estos chicos de las nuevas generaciones probarse » in situ» pues es muy complejo hacer toreros por correspondencia.

Un buen muletazo de Guerrita

Salimos glorificados por ese gran castaño, por cómo estuvo Guerrita con un toro de capa negro mostrando en su mejor versión a ese experimentado torero vallecaucano a quien debemos anotar ( como a otros compatriotas ) para las grandes justas que vendrán.

Una loa a los » repasadores » ( los novilleros que le dan los últimos » toques » a los novillos o vacas ), a ese bien hacer de un formidable subalterno Alex Benavides en el manejo de la capa para colocar a los ejemplares y atento a los detalles de la tienta, al mayoral y vaqueros de Las Ventas encabezados por don Juan tan atentos y técnicamente esplendidos en el manejo de los bueyes y de todo el rodaje de un tentadero.

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