La gente tiene interés por los toros pero el precio de la boleta ahuyenta a jóvenes y gentes de menos recursos

La gente tiene interés por los toros pero el precio de la boleta ahuyenta a jóvenes y gentes de menos recursos

El profesor Vicente Royuela advierte en un fundamentado estudio que las gentes quieren ir a toros pero los mas vulnerables y los jovenes no van por el precio de las entradas.

Es verdad que el estudio se centra en España pero si uno lo extrapola a otras naciones turinas vale la pena anotar que las empresas se han preocupado por los jóvenes con tendidos especiales ( caso concreto el de la plaza de Manizales ) para ellos, para quienes logran su primer empleo y para los mayores. Pero mucho tendremos que hacer para que la afición y el público en general vuelva a los toros especialmente en un tiempo en el que la pandemia nos ha cambiado la vida de una u otra manera.

Pero es preocupante que la gente no pueda asistir a algo que le interesa profundamente como es la corrida de toros.

En el preámbulo de su análisis econométrico, Royuela resalta que la fiesta de los toros, «como otros bienes inmateriales» que intenta salvaguardar Cultura, «puede estar perdiendo parte de su tradicional arraigo por distintos factores«, pero aun así «sigue contando con un respaldo muy importante entre la población».

En ese sentido, el estudio indica que desde 2007, cuando el espectáculo registró cifras récord, a 2019 se ha producido una caída de un 60 por ciento en la celebración de festejos «formales» -no tanto en los populares- así como también bajó la asistencia de público a las corridas, a causa de los efectos de la crisis económica de 2008 «que el sector aún no ha sido capaz de revertir».

A pesar de ese prolongado descenso, un 28,5 por ciento de la población de todas las edades muestra, en una escala de 0 a 10, un interés suficiente o mayor de 5 por la tauromaquia, lo que supone una base de once millones de españoles, de los que millón y medio (el 5’9) se consideran además «muy aficionados».

Mientras que un 56 por ciento que no está interesado por distintos motivos.

Del estudio se desprende también que el espectador medio de las corridas de toros, entre los que hay más hombres que mujeres, tiene un alto nivel educativo y sobrepasa los 40 años.

‘Hay más gente interesada en los toros que la que afirma haber asistido a la plaza’, sentencia Royuela. Para concluir que estaríamos ante un absurdo excluyente a causa de nuestra política de precios, de pagos de rentas de plazas insostenibles y de gestión pésima de los costes. Una gestión que va, directamente en contra del propio toreo, aunque sea la salvación puntual de un nombre o una empresa. Y, ¿por qué no acuden a las plazas los que están interesados? Porque el precio de a la entrada es muy caro y más en estos tiempos, y porque no hay oferta en los lugares en los que desean ir: el efecto de la España Vacía. Cuestiones que, afirma Royuela, inciden de forma directa en la pérdida de interés de la sociedad por los toros.

Vicente Royuela

El director del proyecto considera que una de las principales medidas a adoptar para la protección de la tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial frente a los procesos de globalización es la de su mayor difusión, ya que la mayoría de los «no interesados» alega para ello su falta de conocimientos o la dificultad de entender el que sigue siendo el primer espectáculo para once millones de españoles.

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