Nada mas expresivo, elocuente que esta imagen de Botán: Ha caído el héroe de la jornada. Emilio de Justo se perfiló por derecho, el toro santacolomeño de Pallarés colocado en la suerte contraria. Se cumple el rito . En fracción de segundos la impresionante voltereta, el torero por los aires, cae expuesto a lo que la providencia fije, se incorpora y corre a refugiarse en tabla, vuelve a caer con expresiones de un intenso dolor en el rostro ( la foto de Botán lo capta perfectamente ), se teme lo peor pues esas caídas ( recuerden a Julio Robles o a Nimeño II ) son peligrosísimas. En efecto, mas tarde se comprueba, las lesiones de las cervicales son de sumo cuidado.

El toreo es dramaturgia pero a diferencia del gran teatro, el actor muere en el escenario, el público se levanta y lo ovaciona. El actor se inclina respetuoso a su púbico y abandona el escenario. En el toreo puede que haya como respuesta congratulaciones pero el artista puede morir en el intento como Víctor Barrio o Iván Fandiño. El toreo es vida y muerte y no la escondemos. la muerte, como amenaza trágica e imprevisible. 

Ayer ( por el domingo de ramos ) se posó benigno y magnánimo el capote de la virgen Macarena y también en el toreo el milagro se produce. Emilio de Justo está maltrecho como don Quijote tras su batalla con los molinos de viento pero esta vivo y como él mismo lo dice » pronto espero que volvamos a vernos «.

Emilio corre presuroso a la barrera, su banderillero Chacón !!qué pedazo de hombre de plata !!! pone su cuerpo y evita que el toro alcance al extremeño que ha perdido una zapatilla y se echa la mano a la cabeza.

Luego vendrá otro gesto y otra gesta ( cinco toros sin apenas haber toreado el salmantino acostumbrado a ser el eterno sobresaliente ) , el del modesto pero revestido de su grandeza , vestido con la magia de los toreros eternos: Álvaro de la Calle que pasó de actor de reparto a protagonista con esa dignidad de los toreros que saben el oficio,. Recitó el largo parlamento del toreo ( cinco toros de diversos encastes y divisas ) y al final recompensa de la ovación sincera de la afición de Madrid.

EL PASEILLO. ADELANTE , EL PROTAGONISTA, METIDO EN SU DIFICIL PAPEL DE LIDIAR 6 TOROS ,EMILIO DE JUSTO, ATRÁS, ORGULLOSO, sereno, serio, ALVARO DE LA CALLE

Recuerdo a Gerardo Diego quien mejor describe como ningún vate la suerte o la muerte

 ¿Dónde la estela del vibrar cenceño? / Sobre la arena pálida y amarga, / la vida es sombra, y el toreo sueño.

Y en otro verso

va el toreo, va el río por su cauce / espejando en remansos que no quiero / la caña degollada de Granero / y del gitano Curro Puya sauce. / Égloga sueño este poema, Antonio, / mi puro testamento o testimonio / de la suerte o la muerte. / Égloga o elegía, / pues la alegría unida a la tristeza / en el toreo son naturaleza, / don de lágrimas hondo, y merecía / tu cruzar por la plaza paso a paso / el verso natural de Garcilaso.