Los ganaderos resisten arremetida prohibicionista. Tentadero en Salento

Los ganaderos resisten arremetida prohibicionista. Tentadero en Salento

Salento la ganadería que lleva el nombre de uno de los pueblos más bellos y misteriosos del Quindío sigue siendo un enclave de resistencia al brutal desencadenamiento de un furibundo anti taurinismo, que nos quiere borrar del mapa cultural, que no se aviene a razonar sino que busca imponer un modelo de sociedad que nos llevará a extremos inviables de convivencia social.

Hay dos proyectos propuestos en el Congreso a cual más de soberbio para eliminar las corridas de toros, el coleo, las peleas de gallo, las corralejas, el rejoneo, la relación del hombre con el caballo, los tentaderos, las novilladas.

Desconocen el aporte del toro bravo en las dehesas de Colombia que es una muralla contra el cambio climático, las investigaciones muy concienzudas en materia de reproducción, de hugocitos, de embriones, de convivencia con otras especies del toro que para nosotros es ser mítico y que gracias a esas contradicciones que ocurren en la naturaleza, porque muere el toro en la plaza , vive como especie.

Bueno, pues hace un par de días entre nubes, las palmas de cera, gigantes, hermosas, y un cóndor que se paseo por un cielo velazqueño lo que fue un momento cumbre, el torero Ricardo Rivera que desembarcaba solo apenas unas horas antes, tentó vacas y sementales de una casa ganadera que ha apostado desde hace muchos años por el encaste Murube- Santa Coloma ( otra de las fantásticas Gracias que nos brinda el toro de lidia ). Está el torero del Valle, cuajado, dueño de una inapreciable técnica y el tentadero resultó todo un buen suceso bajo la atenta vigilancia de dos nietos de don Ernesto Gonzalez Piedrahita, Mauricio y Antonio.

Ojalá nuestros ganaderos puedan seguir levantando ( nos referimos siempre como en el mundo de los viñedos ) a la crianza del toro bravo no para divertirnos como nos enrostran los malquerientes sino para gozar espiritualmente de una faena, de la manera cómo el hombre puede vencer el miedo, la muerte que, insisto machaconamente la enfrentamos y no la escondemos.

Cómo me encantaría que los autores de los dos nefandos proyectos visitaran sin prejuicios una ganadería, que conocieran lo que es un tentadero, lo que es levantar un añojo, un eral, verlo novillo y más tarde toro. Y tras la visita nos dijeron con la verdad en la mano , no con la guía preconcebida del desprecio al arte de torear qué opinan.

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