Mientras adentro los oradores taurinos desplegaban su razonamiento para defender la fiesta como un bien del pueblo, una larga tradición , negar que maltratemos al toro y por el contrario mantenemos una relación de respeto con ese rey de la fiesta con todos los cuidados y mimos en las ganaderías, afuera en las escalinatas del Capitolio Nacional, sede del Congreso,una banda de músicos interpretaba pasodobles y Manolo Castañeda toreaba de salón » embestido» por «Zapaterito» en ese juego sagrado del toro y el torero que dos empecinados, mal informados y con medias verdades pretenden acabar legalmente como si las tradiciones de oración, de recogimiento, de ritos y sacramentos se pudieran acabar de un tajo por medio de argucias presuntamente legales.

Farley Betancourt en nombre de tendido7 se vinculó a este acompañamiento taurino en el Capitolio con varios pendones que destacaban la presencia de las ganaderías de Alta Gracia, la de Nelsón Segura, la de Las Ventas del maestro Rincón que por cierto pagó a la banda para que interpretaran los pasodobles como otras de las riquezas de este arte maravilloso del toreo, la de Juan Bernardo, Carlos Barbero, Mondoñedo, Vista Hermosa, Dos Gutierrez, y la de Francisco Javier García, Punta Umbria.

Aficionados, ganaderos, toreros, banderilleros, picadores, aficionados prácticos, rejoneadores, caballistas, hombres del campo, la madre de un torero ( ella lo fue ), jovenes profesionales, voceros del taurinismo defendieron la corrida como escenario de digna batalla entre un animal y un ser humano ( hombre o mujer ).Un toro muere en la plaza dignamente. Un toro muere con la indignidad de ninguna defensa en los matadores diariamente pero sobre ellos hay un silencio sepulcral de los mal llamados animalistas.

Lo que menos les importa a estos nuevos creyentes del animalismo mal entendido es el toro pues buscan con ferocidad acabar las corridas y llevarse una especie creada por el hombre no para divertirse sino para emocionarse. Jamás en La Santamaría hubo una riña, un puñetazo ( salvo aquella nefanda tarde en el gobierno del general Rojas que los esbirros del régimen entraron a masacrar a los aficionados porque el domingo anterior la hija del militar en el poder había sido abucheada ( abucheo que es parte de la fiesta y que jamás sobrepasa los limites de la decencia y la educación ).

El ganadero Gonzalo Sanz de Santamaría la cuarta generación de una asolerada casa ganadera en la Sabana de Bogotá le propuso al autor y ponente del proyecto prohibicionista dialogar y mirar la forma de que no ponga fin a las corridas y que los taurinos le harían propuestas para recoger otros puntos de vista sobre el toreo.

Hubo en esta audiencia dirigida magistralmente por el representante Cirstian Garcés un apunte revelador de las inconsistencias de estos proyectos prohibicionistas : Los dos, el de una senadora y el de un representante no tienen el respaldo del ministerio de hacienda para saber de dónde saldrá el dinero para eventualmente indemnizar a quienes viven directamente de la fiesta ( ganaderos, mozos de cuadra, toreros, banderilleros, picadores, sastres, vendedores de sombreros, de botas, pequeños comercios que sobreviven en esos tiempos de la fiesta en la plaza de toros. Porque se habla ladinamente en el proyecto de que el gobierno implementará….No dicen cómo,. cuánto, los prohibicionistas no saben cuántas personas se verán perjudicadas.

«Tintin», torero cómico, preguntó en nombre de su maravilloso gremio de toreros que dan alegría y esparcimiento por estas tierras de Dios : Y el toro?. Señores animalistas, qué van a hacer con él ?

Nicolás Nossa, torero , advirtió que los derechos no se mendigan sino que se exigen y que como profesional defenderá hasta las últimas consecuencias las corridas

Proponen un santuario que lo único que haría es destruir esa raza única del toro de lidia. Así como el hombre hace siglos, un día logró amansar al caballo salvaje y hacerlo su compañero que entre otras cosas permitió las gestas libertadoras y aun hoy es el medio de transporte de centenares de campesinos por nuestras escarpadas cordilleras para transportarse, llevar alimentos y mercaderías. En esos largos viajes crecieron las fondas y con ellas, los lamentos poéticos, las canciones, la gastronomía

El torero Nelsón Segura contó una anécdota curiosa de su padre que al apartar unos toros que se peleaban en el campo, uno le mordió una oreja y después decía con gracia : es el único toro que ha cortado una oreja en una faena…

Otro de los expositores resumía » la defensa del toro» por parte de los animalistas : Con ese proyecto no salvan ni un ternero.

Hubo momentos de tensión como cuando el ponente y autor de la iniciativa dijo que mal que les pese el proyecto se aprobará tal como está a lo que un colega le replicó : No señor, todavía no se ha votado…..