Orden de lidia de los toros de Emilio de Justo en solitario en Madrid el Domingo de Ramos

Orden de lidia de los toros de Emilio de Justo en solitario en Madrid el Domingo de Ramos

Ya están las ganaderías escogidas por Emilio de Justo que en solitario lidiará 6 toros en Madrid el domingo de ramos.

Palha – Parladé – Victorino Martín – Victoriano del Río – Pallarés – Garcigrande

PALHA

La ganadería portuguesa de Palha obtuvo un triunfo en Madrid en 1889, en que la mataron Lagartijo y Frascuelo. Se trata de la segunda más antigua de las existentes, después de la de Miura. Son 160 años de tradición ganadera ininterrumpida, lo que le produce a su propietario la satisfacción añadida de la continuidad en el tiempo. Pero lo cierto es que, desde que el actual heredero y propietario del hierro se encuentra al frente, sus éxitos han comenzado a multiplicarse.

PARLADÉ

ANTECEDENTES

Don Eduardo Ibarra adquirió en 1884 la mitad de la ganadería de doña Dolores Monje, viuda de Murube. En 1904, despues de sucesivas ventas parciales, fue adquirida una parte por el Conde de Santa Coloma y otra por don Fernando Parladé. En 1914, el señor Parladé, tras vender asimismo parte de la ganadería en varios lotes, la vendió a don Luis Gamero Cívico y al fallecimiento de éste, en 1921 se hicieron cuatro lotes para don Luis, don Manuel, don José y doña Juana, los cuales, en 1925 vendieron cada uno de ellos sus porciones siendo adquiridas dos de ellas por don Ernesto y don Manuel Blanco. En 1934 la adquirieron don Clemente Tassara y don Domingo Ortega, sufriendo una importante reducción en 1980. En 1986 es adquirida por don Domingo Hernández, que posteriormente la vendió a la Sociedade Agropecuaria Do Río, incorporando dicha sociedad a las reses existentes un lote de don Juan Pedro Domecq, buscando que fueran animales sin cruce Veragueño por lo que puede decirse que sigue siendo pura Vistahermosa-Parladé.

VICTORINO MARTIN

La ganadería de lidia conocida como los victorinos se compone de dos explotaciones ganaderas: Monteviejo y Las tiesas

Ambas se encuentran en la comarca ganadera de Coria, en la provincia extremeña de Cáceres, distanciadas entre sí por unos cincuenta kilómetros. Cada una de estas explotaciones se compone de varias fincas con características agroambientales diferentes, en función de las cuales son ocupadas por los distintos grupos de animales que forman la totalidad del rebaño.

Esta zona geográfica de Coria se localiza en el noroeste de la provincia de Cáceres, a unos 350 metros de altitud sobre el nivel del mar y su clima se podría definir como mediterráneo seco, caracterizado por inviernos suaves y veranos muy calurosos. La pluviometría media de la zona se estima en alrededor de 650 litros por metro cuadrado y año. Estas características son óptimas para la cría de ganado vacuno. 
Tanto en Monteviejo como en Las Tiesas existen viviendas de residencia tanto para la propiedad como para la dependencia.

La ganadería se compone en la actualidad de:

  • 320 vacas de vientre, número que en la actualidad consideramos como ideal en el que pretendemos estabilizarnos. Todas ellas pastan en Monteviejo
  • Dos camadas de añojas y eralas, de alrededor de 125 animales cada una. Las añojas se ubican en Las Tiesas desde su destetete hasta el verano siguiente, cuando son trasportadas en camiones a las praderas de Monteviejo. Aquí permanecen hasta los tres años, cuando son tentadas. Las que superan la prueba pasan a reproductoras y las que no, se destinan al matadero.
  • Cuatro camadas de añojos, erales, utreros y cuatreños, cada una de alrededor de 125 animales. Todas ellas en Las Tiesas.
  • Cinqueños. Su número suele oscilar según los años, pero es difícil que sobrepasen la veintena. Se encuentran en Las Tiesas.
  • Sementales. Su número suele rondar la quincena, pero varía según momentos y sobre todo teniendo en cuenta los que están en prueba. Van a Monteviejo después de superar la prueba de la tienta.
  • Dos piaras de cabestros de número variable. Una para cada explotación.

VICTORIANO DEL RIO

Historia: Por división de la ganadería de don Juan Guardiola Fantoni, que procedía de Gamero Cívico, uno de los lotes correspondió a su hijo don Manuel Guardiola Soto, el cual lo vendió en 1951 a don José Luis Vázquez Garcés, agregando vacas y sementales de Santa Coloma.

En 1973 la adquieren los Hermanos Vázquez Silva vendiéndola en 1982 a Doña Leandra Díaz Martínez, que anuncia “El Retamar”. En 1985 la adquiere su actual propietario, que elimina todo lo anterior y la forma con un lote de don Juan Pedro Domecq, otro de don Luis Algarra Polera junto con el semental Aldeano y setenta vacas y tres sementales de “Jandilla”. Posteriormente agrega más vacas de “El Torreón”.

En 2002 compró por sorteo una octava parte de la ganadería de “Toros de El Torero”, todo de procedencia Juan Pedro Domecq y Díez.

Proclamada por la empresa Taurodelta San Isidro 2016  como Mejor Ganadería de la feria.

Premio a la corrida más completa y brava de la Feria de Bilbao 2019.

PALLARÉS

Sobre sus toros, Benítez-Cubero explicó: «Busco que sean completos. Al toro se le da ahora poca importancia desde que sale y a veces parece que solamente importa en la muleta. Hay toros que salen muy buenos de primera hora, los animales se entregan mucho y en la muleta tienen que bajar. Ahí es cuando dicen que no ha durado pero, ¿han visto lo que ha hecho antes?. Es importante calibrar todos los tercios para valorar al toro».

GARCIGRANDE

Justo Hernández (Fuenlabrada, Madrid, 1969) es, posiblemente, el ganadero de toros bravos más cotizado de la actualidad. Es el que más lidia cada temporada, el más reclamado por las figuras del toreo y quien cuenta con plaza segura en las ferias más importantes. Su ganadería, Garcigrande, es sinónimo de éxito; cría un toro de encaste Domecq, de bonitas hechuras, irregular fortaleza, noble comportamiento e idóneo para la lidia moderna. Garcigrande es un hierro que atesora grandes tardes de triunfo (la puerta grande de Emilio de Justo en Madrid, en la pasada Feria de Otoño, y las dos orejas de Urdiales en la de San Miguel de Sevilla son los dos ejemplos más recientes), y otras de aburrimiento olvidable.

Frente a una taza de café, el ganadero no ofrece la imagen de un triunfador que reparte altivas sonrisas por donde pasa. De serio semblante, se define como un “loco de esto”, un soñador y un gran torero en su imaginación, y se presenta como un hombre tímido, algo receloso, poco amigo de los elogios, un enamorado del toro y un filósofo de su vocación; no le apetece hablar de éxitos y destaca más los defectos que las cualidades de sus animales. En el fondo, se siente un torero desbordante de ilusiones y sueños cada vez que se anuncian los toros de su ganadería; él hace el paseíllo desde un callejón y le afloran los nervios como si esa tarde el ganadero también se jugara la vida.

Pregunta. Su ganadería es una historia de grandes triunfos.

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