Recuerdos del nacimiento de un sueño: Cristian Restrepo con las figuras en España
La formaci`on de un torero se esculpe de sueños porque el toreo es sueño e ilusiòn.
Y un niño que creció entre espuertas, capotes, muletas, fundones, cajas monteras tenìa que ser torero. Su padre, Cristian Restrepo, de Caicedonia, no le inculcò el toreo como obligaciòn pues en su fuero querìa que fuera profesional en lo que quisiera pero profesional y menos torero porque sabe la dureza de esta hermosa tarea de inventar faenas pero el chico veìa al padre salir de madrugada ( iba a un parquecito del pueblo) a torear de salòn e inventar otros sueños. Y otros dìas, vestido de luces elegantemente, Y eso cala en el espìritu de un niño.
Pues al niño le he visto torear en Colombia y tiene todas las condiciones para ser no uno mas sino un referente . Eso sì esperemos el curso de los acontecimientos que siempre serà un misterio para convertirse en torero y quizàs, quizàs, figura.
EL BAUTIZO
Impecablemente de corto se acaba de presentar en Buitrago de Lozoya en la Comunidad de Madrid pueblo que guarda la memoria pictòrica de Picasso que reuniò las obras que el malagueño le regalò a su barbero de mas de 25 años, Eugenio Arias y que èste legò a su lar nativo que convirtiò en museo el fantasma picassiano.
TOREANDO QUE ES GERUNDIO
Y el chico colombiano compartiò cartel con ejemplares de Domingo Hernández y dos grandes figuras, Finito de Còrdoba y Manuel Jesus El Cid. Desarrollò lo que sabe y siente pues el toreo es improvisaciòn tambièn a mas de `tecnica, valor y otras » cosillas «, en su primer festejo pùblico tras varios meses de formaciòn en la Escuela Taurina de Madrid que dirige el maestro Fundi . Menudo papel con Luguillano, Fino y El Cid de compañeros de viaje. No se amilanò , toreò y algùn consejo le dieron. Toreò con tanto sentimiento que al final, Finito, hombre sensible , le dijo al padre del becerrista : Tome mi nùmero mòvil, me llama y lo llevo a tentaderos. Mejor premio, imposible.