La corrida del centenario de la plaza de toros de Pamplona no decepcionó. Lo tuvo todo. Emoción por la vuelta a la plaza para muchos después de tres años, un cartel de lujo, buenas faenas, éxitos y la felicidad de celebrar San Fermín con una gran corrida de toros. 

Es curioso que casi lo mejor de la tarde lo pusiera Morante de la Puebla en  su segundo toro, el único diestro que no salió a hombros de toda la corrida. Cortó una oreja después de momentos de mucha clase y torería, en las que se gustó con el toro de Cuvillo y deslumbró con su arte y embrujo, ataviado con un curioso traje blanco y rojo en honor a Pamplona que causó sensación. 

Pablo Hermoso de Mendoza abrió de nuevo  la puerta grande de Pamplona y lo hizo con un solo toro, al que desorejó tras una faena sensacional a lomos de Berlín. Pablo conoce como nadie los resortes que hay que tocar en su plaza, en la que debutó en 1985 y en la que ha cedido el testigo a su hijo Guillermo, triunfador en la corrida de rejones. 

En el primero de la tarde a pie, Morante trató de robar los mejores pases con la mano derecha. Sin embargo, la falta de fuerza del toro, con poca transmisión, evitó algo más rotundo. Mató de una estocada algo defectuosa y la petición fue insuficiente para conseguir un trofeo. 

El Juli, en su primero, sacó lo mejor que tenía el toro por el pitón derecho y, en una faena sin mucha fuerza, consiguió tandas hiladas con la mano derecha, suficiente para emocionar a un público deseoso de triunfo. Mató a la primera y cortó una oreja. Consiguió embarcar a su segundo oponente y de donde apenas había nada él consiguió cortar el segundo trofeo para su cuenta y volvió a abrir la puerta grande Pamplona. Y van…

Roca Rey es punto y a parte en Pamplona. Con su estilo tremendista, mezclado con esa clase y todo lo que transmite en el ruedo, conectó con los tendidos desde el primer momento. Expuso mucho en el primer toro, al que se lo pasó a milímetros de los muslos y se llevó las dos orejas con mucho mérito. En su segundo pareció que comenzaba más reservón, pero al final volvió a conectar con el público de rodillas y con algunas tandas de mucho mérito. Cortó otra oreja, que pudieron ser dos de no haber fallado con la espada. 

La foto final de la corrida fue la de Pablo Hermoso, El Juli y Roca Rey a hombros tras una buena corrida de Cuvillo, aunque no tan completa y por debajo de la de 2019, que le valió el premio de la Feria del Toro. 

Presidió el festejo Enrique Maya, alcalde de Pamplona, que cumplió correctamente con su cometido, aunque se hizo de rogar de manera innecesaria en la oreja a Morante en el quinto toro de la tarde. 

Las peñas estuvieron bulliciosas casi toda la tarde, con sus habituales carteles proetarras y sus gritos contra UPN, en un signo más de su ausencia de consideración por la democracia, salvo que gobiernen los suyos. 

Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas

Morante de la Puebla: palmas y oreja. 

El Juli: oreja y oreja. 

Roca Rey: dos orejas y oreja. 

Así les hemos contado la primera corrida de la Feria del Toro en vivo: 20:57

Séptimo toro: Roca Rey

Último toro de la tarde para Andrés Roca Rey. El peruano ya ha cortado dos orejas en su primero y ahora se las verá con Juguetón, un toro negro de 590 kilos. El toro ha buscado al caballo que guardaba la puerta, pero han conseguido reconducirlo. Muy trotón el de Núñez del Cuvillo, que no para quieto en el ruedo. Comienza Roca Rey la faena en el centro del ruedo, esta vez sin ponerse de rodillas y sin pasarse al toro por la espalda, algo marca de la casa del peruano. Suena Vino Griego en los tendidos de sol, completamente desentendidos de la faena del diestro, que con dos orejas en el primero apenas ha expuesto en este segundo suyo. Torea ahora al natural y consigue así algunos momentos de brillo en esta faena, que ha comenzado algo deslabazada. Ahora ya le ha bajado la mano con la derecha y el toro humilla con clase. Muy cerca de los terrenos del 7, junto a las peñas, Roca Rey se pone por fin de rodillas y capta toda su atención. Circulares con mucho mérito arrodillado. Pincha con la espada en el primer intento. Mete una casi entera al segundo intento. Una oreja para Roca Rey.