Un recuerdo del maestro Joselillo de Colombia

Un recuerdo del maestro Joselillo de Colombia

( En la imagen, al centro, un joven Joselillo de Colombia al iniciar el paseíllo )

Parte de lo que somos como sociedad taurina se lo debemos al maestro Joselillo de Colombia. porque más allá de que fue torero, ejerció de empresario y constructor de sueños como la hermosa plaza de Cartagena de Indias.

Polémico como todo ser humano grande por sus ejecutorias , José Zúñiga Villaquirán nació en Santander de Quilichao en 1929 y falleció en la que fue su ciudad amada y refugio, Cali , en 1997.

Su hijo , Edgar ,mantiene y prolonga una dinastía en la que sobresale el maestro y su hermano Manolo que vive en Madrid, y Karen, periodista taurina de altos vuelos que reside en España.

Era, ante todo, un hacedor de sueños. Un romántico del siglo XVIII en el XX.

Le vi, ya mayor, en una de sus últimas corridas en Cañaveralejo. Vestía un terno azul noche y oro y conservaba esos andares de los grandes toreros pues perteneció a esa generación espléndida de Luis Miguel, Antonio Bienvenida, su padrino de alternativa, y naturalmente El Viti, Camino y César Girón, entre otros rutilantes nombres..

 «El día 1 de junio de 1952 hizo el paseíllo en la pequeña plaza madrileña de Vista Alegre, en donde, acompañado por los novilleros Pedro Palomo y «Mirabeleño», despachó un encierro marcado con el hierro de Quintana.

La aventura no comenzó como esperaba, ya que ese año toreó una novillada más y su nombre pasó desapercibido al no conseguir triunfos sonados. En 1953, empeñado en conseguir su sueño, toreó seis novilladas más en donde captó la atención de los empresarios, uno de ellos el de la plaza de toros de Lorca, que le ofreció la alternativa.

Con ese corto bagaje, “Joselillo de Colombia” tiró la moneda al aire y le salió cara. El domingo 20 de septiembre de 1953, hizo el paseíllo en Sutullena para convertirse en matador de toros. Su padrino, nada más y nada menos que Don Antonio Bienvenida y ejerciendo de testigo, Jaime Malaver, ídolo de la afición lorquina por sus reiterados triunfos en el coso de las alamedas» , reseña El muletazo.

Su última faena en la clínica del Valle del Lili en Cali. Fue vencido por complicaciones en su hígado y falleció a los 65 años.

Joselillo toreó en el cartel inaugural de Cañaveralejo que él impulsó. Este evento el 28 de diciembre de 1958 contó en el paseillo con el catalán Joaquin Bernadó y el castellano Gregorio Sánchez,.

En ese entonces este caucano-caleño ya había ganado el reconocimiento y el respeto en las plazas de México, Colombia y España. Y eso que todo empezó con una película en blanco y negro , señala uno de sus amigos.

Zúñiga se enamoró del toreo sentado en una sala de cine. A los 12 años vio una película que mostraba a esos hombres temerarios enfrentándose a los descomunales animales y desde entonces asumió con convicción el destino de su vida.

De inmediato, le confesó su sueño a su mamá, Jesusita de Zúñiga, y contagió a su hermano Manolo, que a la postre también se convirtió en torero.

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