La Matadora Rocio Morelli C triunfadora de la Feria Taurina CELENDIN 2022 confirmada para repetir el paseíllo en la Feria del presente año Celendin 2023
Gracias al Comité Taurino 2023 Santísima Virgen del Carmen
Representante: Cynthi Choroco
CELENDIN
La Provincia de Celendín es una de las trece que conforman el Departamento de Cajamarca, bajo la administración del Gobierno Regional de Cajamarca, en el Perú.
Limita al norte con la provincia de Chota, al este con la Región Amazonas, al sur con las provincias de San Marcos y Cajamarca y al occidente con la provincia de Hualgayoc.
Historia
La provincia se encuentra en la cordillera occidental, flanco oriental de los Andes, al norte del Perú. La historia moderna de Celendín empieza con la fundación política de la ciudad, el 19 de diciembre de 1802, gracias a los esfuerzos previos del obispo de Trujillo Baltazar Jaime Martínez de Compañón y Bujanda, quien empujó el proceso de compra de una hacienda por sus arrendatarios formados por Familias Españolas y Portuguesas, lo que culminó con el surgimiento de la actual población en una hermosa planicie al nororiente de Cajamarca.
La ciudad fue levantada sobre un trazado «a cordel» del ingeniero José Comesana, quien planificó calles rectas y manzanas de 80 varas por lado, lo que dio como resultado una ciudad hermosa y serena, de calles impecablemente regulares; tanto así, que Celendín ha sido tantas veces comparada con el famoso damero o tablero de ajedrez. Es un misterio el origen de muchos de los fundadores del pueblo. Por los apellidos y rasgos culturales, se sabe que en muchos casos se trataba de descendientes de familias Galaico-Portuguesas, tal vez de raíz judía o judío conversa.
Durante la época colonial, desde fines del siglo XVII y a lo largo del siglo XVIII, muchos judíos sefarditas que habían sido expulsados de España y Portugal pasaron a América, ya sea por su cuenta o por cuenta de Holanda, que tenía planes de colonización en América del Sur e intentaba apoderarse de Brasil, empresa que fracasó. Muchos holandeses se quedaron en estas tierras mestizándose con los judíos e indígenas de la zona.
Según antiguas historias y tradiciones familiares en torno a los orígenes étnicos y culturales de Celendín, un grupo de judíos portugueses llegó hasta la zona en el siglo XVIII, se enamoró de la región y decidió quedarse.
Capital
La capital de la provincia de Celendín es Celendín
Morante al recibir el premio de la Unión de criadores de toros de lidia por haber apostado por diferentes en encastes, manifestó con cariño que “los ganaderos de bravo sois el futuro de la fiesta, los toreros no podríamos ser lo que somos sin todos vosotros, y, por ello, os estaremos siempre profundamente agradecidos”.
“Hoy podemos decir con orgullo que somos Real Unión de Criadores de Toros de Lidia un título concedido por la Casa de S.M. Rey. Somos también la Casa del Toro porque él es el protagonista de nuestras ilusiones, de nuestros desvelos, de nuestros sueños. Y por él estamos aquí hoy”.
El vicepresidente de la Institución, Juan Pedro Domecq, hizo entrega del premio a la familia Guardiola destacando el profundo respeto y cariño por esa dinastía sevillana que según expresó es “un ejemplo de familia”. Tomó a entonces la palabra una emocionada Catalina Guardiola Domínguez, en representación de los Guardiola, que recordó con cariño a sus hermanos y agradeció el gesto a la RUCTL y a su familia asegurando que “todos sus hermanos estarían conmovidos por este homenaje”.
Seguidamente, Antonio Bañuelos, como representante de la centenaria Institución ganadera, entregó el reconocimiento y agradecimiento a Morante de la Puebla, en nombre de todos los socios de la Unión, por su compromiso con el toro bravo en las dos últimas temporadas donde apostó por hierros de distintos encastes dando visibilidad a los mismos. Por su parte, Morante manifestó con cariño que “los ganaderos de bravo sois el futuro de la fiesta, los toreros no podríamos ser lo que somos sin todos vosotros, y, por ello, os estaremos siempre profundamente agradecidos”.
Finalmente, el viceconsejero Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Vicente Pérez, felicitó a la RUCTL por su labor y afirmó que “desde la Junta de Andalucía siempre hemos apoyado y siempre vamos a apoyar al toro bravo porque entendemos que forma parte de nuestra cultura, dinamiza nuestra economía y ejerce una importantísima labor social, fijando población en el medio rural y manteniendo nuestras dehesas”.
Previo a la entrega de los galardones, se celebró la Asamblea General de la asociación, con carácter extraordinario para la adaptación de la denominación de la Entidad, tras el reconocimiento por la Casa de S.M. El Rey del tratamiento de Real, que fue aprobado por los socios, pasando oficialmente a denominarse la Institución, Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, y, donde también, se aprobaron las cuentas del ejercicio de 2022 y el presupuesto del 2023.
El manizaleño Camilo Pinilla, afincado en México hace varios años y donde se recibió de matador de toros con ganado de San Mateo, ha retomado los entrenamientos y los tentaderos para ponerse a punto y poderse vestir de luces nuevamente que es su gran ilusión.
Un 30 de abril de 2016 en Tepatitlán, Morelos, Fabián Barba ejerció de padrino y Emilio Gamero, el testigo. Fue tal el acontecimiento que el colombiano cortó dos orejas y el rabo tras una gran faena en la que su toro fue indultado.
Acaba de estar en la ganadería de don Pablo Moreno en Zapopan, Jalisco.
El empresario y ganadero mexicano que llevó por una temporada la plaza De Santamaría en Bogotá tiene dos hierros, uno con sangre Saltillo y el otro con encaste Domecq.
Pues en ese tentadero con Antonio Lomelin y Arturo Gilio el ganadero les permitió torear 8 novillos y dos toros en una tarde muy significativa para Camilo como puede observarse en estas imagenes.
En el último quintil del siglo XX, en plena caída del arte de torear en su fase más monocorde y puntillosamente perfeccionista, aparecieron dos toreros con sobrada capacidad para romper con esa nociva pauta. Por desdicha, y debido en buena parte a la falta de persistencia de ambos, no lograrían librar a la fiesta del encorsetamiento.
El primero de ellos fue Paco Ojeda (Puebla del Río, 06.10.54). Residente desde muy temprano en Sanlúcar de Barrameda, era un mocetón de espaldas anchas y gesto recio que al aparecer llamó la atención de ciertos taurinos, pero una alternativa precipitada (Puerto de Santa María, 22.07.79) lo fue apartando del circuito donde se forjan las figuras—es decir, donde medran los trusts intercambiando nombres y fechas a su conveniencia–, de suerte que en 1981 apenas alcanzó a sumar seis contratos. Hasta que una tarde del verano madrileño del 82, día de mucho calor, poco público y toracos imponentes –en su caso de Cortijoliva–, consiguió confirmar la alternativa (25.07.82). Sin cortar orejas dio un golpe de advertencia. A poco de eso alzaba un rabo en El Puerto, Francia –Beziers, Nimes—fue la primera en acusar recibo, volvió a Madrid, rodeado ya de expectación, que no defraudó, y tuvo su tarde mágica en Sevilla (12.10.82), todo lo cual lo convirtió en la gran novedad del año 83, envuelto en la siempre bienvenida polémica. Ya figura, entraría en una espiral de altibajos, idas y vueltas útiles para alimentar el debate, bastante menos para su efectiva consolidación. Hasta que llegó el 15 de abril de 1988, el cartel más rematado de la feria de abril –Curro Romero, Paco Ojeda, Espartaco y toros de Juan Pedro Domecq–, con la Real Maestranza a tope y ojedistas y antis sin saber bien a qué carta quedarse.
El estilo es el hombre. ¿Cómo era el toreo de Paco Ojeda? Vicente Zabala lo describe con admirable concisión en su crónica de dicha corrida: “Paco Ojeda es un torero corto. Me refiero a lo cuantitativo, no a lo cualitativo de su arte. A la extensión, no a la profundidad. Señalo aquello que pudiera ganar en belleza y finura por lo que pierde en variedad y dominio (…) El torero de Sanlúcar de Barrameda no bulle en la brega. No tiene un gran repertorio de quites. No banderillea. Y prefiere por gusto propio y por complacer al público la elegancia quieta y la dominación de los toros repetidores (…) En acción el sanluqueño es torpón, por eso prefiere lo estático a lo dinámico. Y su estilo alcanza en muchos momentos la importancia de lo heroico.” (ABC, 16 de abril de 1988)
Vamos al toro. El quinto se llamaba “Dédalo” y con él iba a alcanzar el arte del sanluqueño sus cotas más altas. Que lo relate el propio Zabala: “Ojeda sale a hacer “lo suyo”, aquello que le ha puesto en la cresta de la polémica. Cuando le sale algún toro que no le permite exhibir su peculiar estilo anda en un sí, pero no, como le ocurrió en su primero, que era más difícil de lo que parecía: primera embestida noble, pero en la segunda se iba derecho al cuerpo, porque no tenía fijeza y desparramaba la vista. A punto estuvo de cortarle la oreja, pero a la faena le había faltado ligazón (…) Pero en el quinto impuso en la Maestranza la singularidad de su toreo. El “juanpedro” era el toro de Ojeda. La bestia cayó en la trampa torera de la quietud, que no es trampa en el mal sentido de la palabra, sino el cebo en el que el toro se ve enredado por el temple de la muleta del torero (…) Tenía razón don Antonio Machado, no hay nada más serio ni menos divertido que una corrida de toros, y mucho menos cuando uno se da de bruces con una faena como la de Paco Ojeda, ejecutada en un ladrillo (…) Ojeda buscó el sitio donde podía estrecharse más con el toro, haciéndolo ir más obligado, para pasárselo muy cerca y despedirlo con espléndidos movimientos de muñeca (…) Hay que ser muy buen aficionado para entender la faena de Paco Ojeda a ese quinto. No basta con fijarse en la impresionante quietud del diestro, en sus lances sin enmiendas, sino en el asombroso estado del ánimo, respondido siempre con un valor inmenso. Claro que no nos divertimos con esa forma de torear, porque la emoción nunca es diversión, como no nos podíamos divertir con aquel volapié “a tumba abierta”, con agallas de torero decimonónico, saliendo con la ropa destrozada del encuentro (…) Si es capaz de repetirlo por San Isidro va a poner al toreo del revés. Lástima que lo coja ya con muchísimo dinero y no tenga dieciocho años precisamente. Pero la personalidad, su formidable personalidad, no se la quita nadie. Y no se olvide que vivimos una época de toreros en serie, sin sello propio, rutinarios pegapases (…) La fiesta estaba en el “unipase”. Ojeda resucitó lo que no se debía haber perdido jamás: la unidad de las faenas.” (íbid)
Espartaco y Curro. Sigue Zabala: “Muy difícil lo tenía el rubito Espartaco en la tarde ojedista (…) Pero el de Espartinas está donde está por la sencilla razón de que es un gran profesional. A su primer toro le hubieran pegado pases muy pocos toreros, pero él es capaz de hacer andar a un tullido. Se coloca muy bien y tiene un especial sentido para calibrar la velocidad de cada toro (…) A mí me gustó más en ese primero que en el que cortó la oreja porque se requería un mayor aguante (…) Curro (Romero) se vistió de lagartija –¡ya está bien de esos vestidos azabaches como distintivo del “arte”!— para matar dos toros de nulo recorrido sin pena ni gloria. No existió ni para bien ni para mal. Nada de nada. (…) Juan Pedro envió una corrida “para Sevilla”, con un solo toro que de verdad “sirvió”. Los otros mejor es no moverlos. Bien están para filetes, que desde luego no resultarán duros…” (íbid)
Versión de Joaquín Vidal.“La plaza entera estaba de pie, enardecida, cuando Paco Ojeda se pasaba por delante al quinto toro de la tarde, clavadas las zapatillas en la arena. Y cuando ya el alarde parecía haber llegado a su posibilidad infinita, y Ojeda se descaraba a un palmo de los pitones, firme e impasible el ademán, la muleta en ristre hecha un cartucho, volvía, de súbito, a citar al pase natural, a empalmarlo con el cambiado, y así una vez y doce, o las que fueran. La gente se llevaba las manos a la cabeza y creía estar soñando. Una vez y doce -las que fueran- el toro pasaba por delante del torero estatuario, en seguimiento continuo de la muleta que se movía a vaivenes de precisión. El triunfo era clamoroso y el torero lo solemnizaba con una prestancia épica (…) Después del estoconazo, que le costó una voltereta, Paco Ojeda dio una clamorosa vuelta al ruedo con las bien ganadas dos orejas en las manos, aferrándolas igual que si fueran un tesoro. Seguramente lo son. Un triunfo así en la Maestranza vale una fortuna.“ (El País, 16 de abril de 1988)
En la pluma de Barquerito. Ignacio Álvarez Vara tuvo a su cargo el anuario que Espasa-Calpe dedicaba a cada temporada taurina en la segunda mitad de los 80. Así vio y vivió la memorable faena del sanluqueño: ”Ojeda, rehabilitado en Sevilla. Reencuentro consigo mismo, pero en versión más depurada y mucho más flexible que en el año de su gran apoteosis, 1983 (…) Fueron dos Ojedas distintos el del segundo y el del quinto toro, porque éste fue mucho más “su toro” (…) El Ojeda del quinto empezó a poner a la Maetranza de pie a partir del cuarto muletazo, y la hizo en seguida bramar con el clamor de los grandes acontecimientos. Fue una faena de auténtico lujo. El de Juan Pedro Domecq se llamaba “Dédalo”, pero no se cayó. Astifino, bien hecho, con los kilos bien puestos –494—galopó de salida y, fibroso de temperamento, obligó a Ojeda a enmendarse en los lances de recibo (…) sólo pudo lucirse de verdad en dos recortes a una mano sacando secamente el capote por la cadera (…) El toro tomó corrido el primer puyazo, que fue duro, y dos picotazos más. Del último Salió apegado y echando las manos por delante. Sin embargo, en banderillas retomó aire, fue de largo y con alegría. Ojeda brindó al público, señal evidente de que el toro le había gustado. Tanto que ya estaba centrado en el tercer muletazo después de haberse estirado en una preciosa trinchera que dejó al toro en la raya (…) Se echó la muleta a la derecha, la adelantó casi con descaro y se trajo al toro muy obligado y templado para ligar una tanda de gran gusto, empaque y fuerza. El de pecho, aliviando al toro, fue espléndido. La música se puso a tocar. La segunda tanda, sin cambiar terrenos, fue igualmente memorable. Los poderosos muletazos eran casi circulares completos. Sin rectificar, Ojeda ganó siempre un paso en el remate, y los cuatro muletazos recrudecieron el clamor anterior. El toro se le paró en el segundo muletazo de la tercera tanda, y Ojeda aguantó el parón sin descomponerse. Impávido y tranquilo, se cambió de manos en la cara forzando el medio muletazo para fuera. Fue el muletazo clave para dominar del todo al de Juan Pedro que se entregó ya sin reservas, con una docilidad increíble, y con una alegría y un gas que habían parecido imposibles tras el primer puyazo. A partir de ahí, la absoluta borrachera. Ojeda hilvanaba pases y pases con las dos manos sin rectificar. Vaciando por alto los muletazos más forzados y echando la mano abajo en los pases de mando que provocaban la repetición de la embestida. La fuerza de la faena, con el torero entregado, estuvo en que discurrió en el mismo punto de la plaza. Todas las miradas confluían en él.
Matando, se volcó ciegamente Ojeda sobre el morrillo y el toro lo prendió por los machos y se lo echó a los lomos (…) Con el cuello manchado de sangre Paco, descalzo por la voltereta (…) se quitó de encima a quienes querían asistirlo y regresó a la cara del toro para, con gesto de bravura, hacer ademán de obligarle a tumbarse mientras se contoneaba desafiante (..) El toro acabó echándose, pero tras el tiempo suficiente como para enfriar la presentida petición de rabo.” (Álvarez Vara, Ignacio “Barquerito”. Larga cambiada. Temporada taurina 1988. Edit, Espasa-Calpe. Madrid. 1989)
Sin ninguna duda fueron faena y suceso para la historia. En letra irremediablemente menor quedaron la petición de oreja para Paco Ojeda en su primero y la que meritoriamente le cortó al sexto –sobrero de Antonia Juliá de Marca– Juan Antonio Ruiz “Espartaco”.Al margen, un Curro Romero sin nada para el recuerdo.
No hubo mucho más en la sinuosa trayectoria de Francisco Ojeda González, de últimas también rejoneador. Para algunos, no pocos, sigue siendo “el último revolucionario”.
José Rojo y Mario Alcalde han saludado ovaciones tras petición de oreja en la novillada de este domingo en la Plaza de Toros de Las Ventas, con reses de Conde de Mayalde. Completaba el cartel Carlos Domínguez, que fue silenciado en su lote.
Cerca del trofeo quedó José Rojo con el primero de su lote, el reseñado como quinto tras ver el pañuelo verde el segundo de la tarde y correrse turno. Mucha prontitud tuvo el de Mayalde, al que Rojo dio distancia para lucirlo en los primeros compases de su faena. Buen tono tuvieron las primeras series con la diestra, antes de lograr una serie de peso con la zurda. A partir de ahí al trasteo le faltó más limpieza, pero volvió a coger vuelo gracias a una última tanda con la diestra y un cierre por bajo con mucho pellizco. Tras la estocada, la petición no fue atendida.
Mario Alcalde, que no había podido lograr lucimiento en el inicio ante la falta de fuerza del primero de la tarde, impactó con el cuarto. Fue prendido de manera muy fea en la primera serie y, visiblemente dolorido en el hombro derecho, aguantó en el ruedo para dejar una sólida actuación con momentos de peso al natural. Muy mermado entró a matar, cobrando una estocada que cayó baja. Hubo fuerte petición pero el palco tampoco concedió el trofeo.
PARTE MÉDICO DE MARIO ALCALDE. Ingresa en la enfermería Mario Alcalde tras la lidia del cuarto novillo. Luxación acromioclavicular derecha, más contusión en brazo izquierdo, pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Fdo. Dr. Máximo García Padrós y Dr. Máximo García Leirado.
El primero de la tarde no humilló en el capote de Borja Jiménez y no pudo lucirse en el recibo. Sí lo hizo en el quite por chicuelinas posterior en respuesta a uno que hizo Lama de Góngora. A la muleta llegó el de Bohórquez sin descolgar y se movió sin entrega, complicando el lucimiento de Borja. Lo intentó el torero con decisión por ambos pitones pero no tuvo opciones.
Emplazado de salida y muy aquerenciando, el segundo de la tarde no permitió a Lama de Góngora torear con el capote y tampoco se dejó picar. Se empleó en la brega José Chacón y saludaron en banderillas Fernando del Toro y Fernando Sánchez. En la muleta Lama tuvo el mérito de buscar y aguantar las embestidas de un animal totalmente negado y de este modo extraer lo poco que tuvo en series de mérito con la derecha y una al natural. Remató su labor con una buena estocada. Fue ovacionado.
Rafa Serna dio algún lance despacio por el lado izquierdo al tercero. Este toro de Bohórquez tuvo un buen inicio en la muleta permitiendo que el toreo se doblara con buen estilo y diera una primera tanda buena al natural. La faena rompió cuando Serna toreó con la derecha ligando bien por ese pitón en dos series. Después lució también al natural en una faena con buenos momentos a uno de los toros destacados de la corrida. Perdió un posible triunfo con la espada.
Ángel Jiménez no pudo lucir con el capote, pero con la muleta estuvo muy por encima de su oponente, dejándole la muleta en la cara por el lado derecho para ligar series de mérito a un toro que se dejaba pero que no transmitía mucho. Tuvo mérito su labor, que abrochó de una estocada sin puntilla. Ovación.
Ruiz Muñoz brilló en el recibo de capa al quinto, sobresaliendo la media verónica de cierre. También se lució al llevar al toro al caballo dejando bonitas medias. Brindó a Curro Romero, que fue largamente ovacionado por el público puesto de pie. Este toro de Bohórquez tuvo calidad y temple y permitió al torero sentirse en muletazos sueltos. Ruiz Muñoz hizo las cosas siempre con decoro y buen gusto, sobresaliendo a final de faena, cuando se acopló más y dio naturales muy suaves y ligó una excelente tanta con la derecha que tuvo empaque y llegó mucho al público. Mató de estocada trasera y el público reclamó una oreja que el presidente no concedió. Dio la vuelta al ruedo.
Calerito se fue a portagayola en el sexto y toreó con solvencia de capa. Brindó a Espartaco y comenzó bien la faena, haciendo sonar la música en la primera serie. El toro fue a menos y la faena no pudo seguir creciendo. Calerito estuvo firme y decidido pero sin poder alcanzar el triunfo. Fue ovacionado.
( Información de la Cope )
CURRO ROMERO SE LLEVA UNA SENTIDA Y PROLONGADA OVACION TRAS BRINDIR DE U SOBRINO NIETO, QUE DESCOLLÓ EN SEVILLA
Y es que » el niño» tiene ese duende del maestro Curro
Compartirá cartel el 15 de agosto con Solalito y Lalo de María que estuvo en Manizales . En esa plaza francesa lidiará novillos de Margé.
LA GANADERIA
Historia: Marcelino Miajas Calvo y José Chafik Hamdan compran en 1994 la ganadería del que fuera matador de toros Francisco Camino Sánchez, que estaba formada por reses del encaste Santa Coloma, en concreto de Joaquín Buendía y de Felipe Bartolomé; modificando el hierro y anunciándola a nombre de San Martín, al igual que una de las ganaderías que poseen en México. Al poco tiempo los ganaderos adquieren un lote de vacas y un semental de Sánchez Fabrés, así como un lote de vacas de Sánchez Arjona, ambas pertenecientes al encaste Santa Coloma, línea Coquilla. También adquieren reses del tambien exmatador Palomo Linares y de Herederos de Ignacio Pérez-Tabernero, del encaste Santa Coloma, línea Garciliano. Igualmente compran otro lote de vacas a Joaquín Buendía. De esta forma, Marcelino y José aúnan las tres líneas del encaste Santa Coloma: la de Buendía, la de Graciliano y la de Coquilla. Por otro lado, y de forma independiente, los ganaderos adquieren vacas y sementales de distintos encastes: a Moreno Silva y a Javier Moreno de la Cova, de Saltillo; a Barcial, de Vega-Villar; y a Daniel Ruiz, de Domecq-Jandilla. En junio de 2005 la mitad de la ganadería perteneciente a Chafik es vendida a Ignacio Huelva, propietario del hierro Hernández Plá. La otra mitad sigue perteneciendo a Juan Carbonell, nieto de Miaja.
( Fotos captadas de la transmisión de Telemadrid por Julián Velasco )
ORDEN DE LIDIA
Juan de Castilla ha estado inmenso ,importante, con un encastado y complejo Baltasar Ibán con dos series de naturales de mucha calidad, emotivos y por abajo.
Nunca perdió los papeles, siempre dándole importancia al toro. Concluyó con unas bernadias y un pase de pecho largo.
Metió la espada y descabello. El palco ante la petición unánime concedió cuando estaban las mulillas a punto de llevarse los despojos del toro, el premio, una oreja de oro para el antioqueño.
El maestro Espartaco que está en la plaza de Guadalix de la Sierra valoró con nota alta la actuación del torero colombiano.
Su segundo es un toro cinqueño de Cuadri de nombre «Zapatero».
Sé que es un toro exigente el de Cuadri y quiero que la gente me vea. El toro de Baltasar : Quise desde el principio apostar por él, le dijo a Telemadri
Lamentablemente devolvieron al toro que en los primeros compases tenía buen son pero se lesionó en la salida del toril, y el presidente sacó el pañuelo verde.
Sale Jabatero, # 22, otro cinqueño , de Cuadri
Juan brinda al público.
El toro tiene una lesión en la mano derecha pero no la ha acusado visiblemente. Juan ha comenzado con muletazos suaves, doblándose con él » para hacerse a la embestida» como es menester.
Se va a la zona de tablas y coge la muleta con la mano izquierda. La lleva a la derecha ahora , él despatarrado, apretandolo y el toro ya no responde igual. Dos muletazos por abajo y dos por arriba, Un natural y el forzado. Dos por el derecho y remate.
Suerte contraria, se va en corto, muy entregado, un pelín trasera pero efectiva.. El toro dobla.
El palco niega la oreja. Vuelta al ruedo.
Borja, oreja del segundo y Rafael Serna, silencio y suilencio con espada atravesada.
Ya se sabe que en esta semifinal solo pasa a la final uno de la terna encabezada por Borja Jiménez , el colombiano y Rafael Serna.
Y ese uno lo define este jurado
Borja Jiménez corta una oreja y vuelta al toro de Baltasar Ibán.
En el cartel se anunciaron Borja Jiménez, Juan de Castilla y Rafael Serna. El festejo será retransmitido en directo por Telemadrid
La localidad madrileña de San Agustín del Guadalix acogió edste sábado la primera semifinal de la Copa Chenel. En el cartel Borja Jiménez, Juan de Castilla y Rafael Serna.
El torero de Espartinas, Borja Jiménez, afronta la tarde del sábado con mucha responsabilidad y asegura que la Copa Chenel “está cogiendo mucha categoría y repercusión ya que es un formato en el cual se están haciendo bien las cosas y la competencia entre los toreros ayuda a eso”.
Delante tendrá a los toros de Baltasar Ibán y los de Cuadri: “dos ganaderías legendarias, consideradas toristas, que sueltan toros con mucha musculatura y con calidad”. Se enfrenta a dos compañeros de cartel que no se lo pondrán nada fácil, “están en un momento muy bueno y va a ser una tarde de mucha competencia. Ninguno de los 3 lo tenemos fácil para pasar a la siguiente fase”, confiesa.
El colombiano Juan de Castilla llega a las semifinales tras ser el triunfador de la corrida de Moralzarzal, muy ilusionado y sabiendo que torear en la Copa Chenel “es una responsabilidad muy grande porque cada día la competencia se hace más ardua y la gente va a estar pidiendo más de cada torero”. Está seguro de que “es un motivo de orgullo estar ahí, me lo he ganado a pulso, a base de amor propio, corazón y honradez” porque si no fuese así, “no estaría haciendo el esfuerzo todos los días para prepararme y estar al 100%”.
Conoce el hierro de Baltasar Ibán porque en Colombia formó una ganadería con su sangre. Es una ganadería “muy exigente, muy brava y hay que hacer las cosas muy bien”. Tras la jornada de campo en Cuadri, sintió que es “una ganadería muy exigente pero si un toro embiste y estás a la altura, puede darte un triunfo muy grande y marcar un camino muy importante”.
Juan de Castilla :
«Prefiero tener la posibilidad de luchar cara a cara por mis sueños»
Rafael Serna llega a la primera semifinal tras cortar dos orejas en la clasificatoria de Moralzarzal. Estar en semifinales supone “un orgullo y una satisfacción por haberme ganado una corrida más, ilusionado porque es una cita importante y muy responsabilizado porque no va a ser una corrida fácil”.
A los de Cuadri ya se ha enfrentado, en 2019 mató una corrida suya en Huelva en la que “hubo toros con mucha calidad y otros más duros”. Sin embargo, Baltasar Ibán será una ganadería nueva en su currículum, pero ilusionado por ponerse delante de los toros de “una ganadería legendaria, sobre todo en la Comunidad de Madrid”. Llega a San Agustín del Guadalix con “mucha responsabilidad porque son ganaderías que tanto para lo bueno como para lo malo, tienen emoción y no son embestidas fáciles”.
Luis Cuadri trae sus toros desde la provincia de Huelva a “un formato que suple muchísimas carencias que tiene la tauromaquia hoy en día”. Volver a lidiar en la Copa Chenel, tras su paso en la primera edición, supone “una fecha muy bonita”.
Los toros por los que han apostado son “cortos de manos, recogidos de pitones, con desarrollo de cuartos traseros y muy armónicos”. A los toreros les aconseja “que vayan con la cabeza despejada, que midan los encuentros al caballo y que no haya muchos capotazos porque aprenden muy rápido”. Lidiar en formato desafío “da muchas oportunidades a las ganaderías que tenemos camadas cortas para llegar a plazas en las que de otra forma no lidiaríamos”. Compartir cartel con Baltasar Ibán es “una ilusión tremenda y una satisfacción. Es una ganadería encastada y nos sirve de termómetro para saber cómo está nuestra ganadería”.
Luis Miguel Encabo, representante de Baltasar Ibán, destaca que el formato de la Copa Chenel es “muy competitivo, todo es susceptible de mejora, pero no cabe ninguna duda de que todos los que están son por méritos propios”. Repetir, para ellos, es “un privilegio y una gran responsabilidad”. Los toros que se lidiarán son “cinqueños, muy bien hechos y muy abiertos de sementales”. A los toreros les recomienda “que aprieten, que estas oportunidades son únicas y que aunque sean todavía jóvenes, estas corridas les pueden aportar ese poso de madurez”.
Lidiar en desafío ganadero supone “una gran responsabilidad y aún más en un día tan señalado para los aficionados y para las dos ganaderías”.
De cada semifinal pasará el triunfador de la tarde a la Final a Tres, que se celebrará en Alalpardo el próximo 10 de junio, ante los toros de Victoriano del Río y Ana Romero.
‘Morante, media vida’, libro de la la fotógrafa colombiana Olga Holguín será presentado en Sevilla el martes.
Edición en gran formato que cuenta con una amplia selección de fotografías de la autora caleña con Morante de la Puebla como protagonista y se completa con textos de reconocidos escritores y periodistas.
La cita será a las 11 horas de Colombia en la Fundación Caja Rural del Sur, en la calle Murrillo 2, de la capital andaluza.
El mundo de la tauromaquia es capaz de dejarnos imágenes sorprendentes que difícilmente vamos a olvidar. Esto es justo lo que vamos a ver en el reportaje que ha preparado el programa Toros para todos de Canal Sur. En él, el diestro David de Miranda nos muestra, con todo lujo de detalles, cómo prepara la temporada.
El escenario en el que sucede todo es la ganadería de José Luis Pereda, en la localidad de Rosal de la Frontera, de Huelva, provincia de la que es natural el protagonista de esta historia. Por su parte, el propio Pereda es el apoderado de David y también aporta su punto de vista a este reportaje.
Las imágenes nos hacen testigos de cómo el onubense torea una vaquilla dentro del agua. Este es un ejercicio muy útil para la potente temporada que le espera por delante, puesto que requiere una mayor implicación muscular que haciéndolo fuera de ella.
Aunque el animal tiene la libertad de escapar por cualquier sitio, se mantiene mostrándose bravo frente al torero y embiste con generosidad. «Ha sido algo mágico».
«Nos espera un mes de abril con tres corridas de toros. Estoy muy ilusionado con el arranque de la temporada y con la vista puesta en estar en alguna feria importante», confiesa David.
En cuanto a sus mayores cualidades, el onubense destaca su «valor, que es algo muy importante para torear». Asimismo, respecto a sus defectos menciona la «falta de creer en mí mismo y en lo que intento superar cada día».
Este es David de Miranda
Su nombre es David Pérez Sánchez y nació en Trigueros el 13 de septiembre de 1993. Su pasión por el mundo del toro le vino heredada directamente de su tío José Ramos, ganadero de reses bravas. Fue en agosto de 2016 cuando tomó la alternativa en la plaza de toros de Huelva, con José Tomás como padrino y López Simón de testigo.
Su apoderado, José Luis Pereda, cuenta en el reportaje que «es un chaval que dedica su vida entera al toro. Le ha tratado mal la pandemia y ha tenido muchas cosas negativas en la última etapa de su vida como torero».
A pesar de todo esto, David de Miranda sigue esforzándose para poder dedicarse durante muchos años más a la que siempre ha sido su pasión. Las imágenes de este reportaje lo abalan.
«Tiene hambre de ser figura del toreo, pero hambre de verdad. Se levanta todos los días con eso en la cabeza y no se lo quita hasta que se acuesta. Le dan igual los kilómetros y las adversidades. Siempre va con la sonrisa en la cara y tira para adelante, pase lo que pase», concluye Pereda.
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