Autor: Guillermo Rodríguez

Carlos Arruza. Apunte de «Alcalino»

De Carlos Arruza han circulado muchas fábulas, desde la que puso de moda José María de Cossío, tildándolo absurdamente de torero deportivo, hasta la de ciertos comentaristas de su primera época, encasillándolo como un criollo ajeno a los gustos del público mexicano, que «siempre lo rechazó».


Quien haya presenciado la conmoción provocada en todo el país por su triunfal reaparición como rejoneador en los años de 1965-66, la entrega desbordada de la afición ante su arte magistral y el cariño de la gente hacia el torero –expresado con tumultuoso dolor durante su sentidísimo sepelio en el Panteón Español de la ciudad de México (22-05-66)–, seguramente se sonreiría al conocer los reduccionismos que acerca del Ciclón Mexicano nos ha legado esa especie de injusta e inexacta leyenda negra en torno a una de las mayores y más arrolladoras personalidades toreras de este país.


Ésta estuvo más presente que nunca en la corrida de su reaparición como rejoneador –y grandísimo torero de a pie– en la Monumental México, séptima corrida de una temporada cuyo único sostén venía siendo un Manuel Capetillo en plenitud, mientras se daba el caso de que ninguno de los diestros que, simultáneamente, las dos plazas abiertas al público de la capital importaron de España –incluido Antonio Ordóñez, que vino a «El Toreo», y de ocho toros puestos a disposición de su arte solamente le cortó una oreja al primero–.


Para empezar, la empresa de Insurgentes se dio el gusto de instalar en las taquillas del enorme coso el cartel de «Agotadas todas las localidades». Y eso que, al lado de Arruza, escaso atractivo tenía la terna de toreros de a pie: un JorgeAguilar ya de salida, el gitano de Albacete Manolo Amador, que estuvo como la chata, aunando confirmación y fulminante despedida, y el queretano, también confirmante, Rafael Muñoz «Chito», que al menos tuvo el rasgo viril de permanecer en el ruedo con un muslo literalmente atravesado, y estoquear ejemplarmente a su heridor, el sexto de la tarde, gesto que le valió merecida oreja. Ver partir plaza al añorado Ciclón levantó los primeros  clamores de una tarde que iba a ser de apoteosis para Carlos.


La crítica, volcada
Manuel García Santos, español de Arcos de la Frontera, y gran señor de la pluma, se expresó así de la actuación de Arruza con «Gavilán» de Tequisquiapan, primero del festejo y único adversario suyo: “Por primera vez en la temporada, la plaza se ha llenado totalmente de público y de pañuelos. De pañuelos que se agitaban con entusiasmo. De auténticos pañuelos que reflejaban la emoción del gentío. Y ha vuelto a resurgir el grito mexicano de ¡Torerooo… Torerooo…!, y hemos visto como el alguacil cortaba las orejas y el rabo de un toro sin una sola nota discordante…
A los que dicen –a los que decíamos– que las orejas se cortan con la espada, nos ha llenado de dudas la actuación de Carlos Arruza. El volapié que logró tirar a «Gavilán», de Tequisquiapan, fue perfecto: se entregó el torero y enterró la espada hasta los gavilanes… Pero ese instante único de la suerte suprema no lo fue todo. Carlos había ganado ya las orejas y el rabo del toro en aquella pelea homérica que sostuvo con el caballo y con el astado; con el caballo, que se encogía al sentir el bufido en los ijares, y con el toro, que se frenaba y casi se escupía al llegar al caballo. Entre esos dos temores irracionales, –el miedo del caballo y el miedo del toro– el valor de Arruza hacía un puente y lo cruzaba: con su enorme cabeza de torero, con su sentido de la medida milimétrica de las distancias, con el conocimiento que tiene de las reses y del modo de encelarlas y consentirlas…Pocas veces hemos presenciado una faena de toreo a caballo tan perfecta, tan justa, realizada con tanto conocimiento y concebida con tal desprecio al peligro.


Cuando Carlos Arruza echó pie a tierra –obligado por la petición unánime de un público que había agotado las localidades de la Plaza México–, los antiguos aficionados se dispusieron a volver a ver al Arruza muletero magistral, y la nueva ola vibró de incontenibles ansias de conocer al diestro que compartió triunfos con Manolete…
El toreo de brazos sin enmendar el terreno, aguantando la embestida para que el toro se definiera y entrara en celo, el juego de muñeca para llevar al toro por los terrenos que la cabeza torera ordena. Y el temple –condición sin la que no puede existir el toreo–, y la ligazón, y un valor que no se veía porque estaba envuelto en poderío y en serenidad y en mando…» («Lunes de Excélsior», 31 de enero de 1966).


Así lo contó Juan de Marchena…
«El caso de Carlos Arruza es asombroso. Su caudalosa maestría y una arrolladora facilidad lo llevaron a ser un torero para la historia. Como rejoneador, según lo demostró soberbiamente ayer, esos mismos atributos lo han colocado en primerísimo sitio, yo diría que a la cabeza de absolutamente todos los toreros de a caballo. Ayer se presentó en la plaza capitalina y escribió una página memorable de su vida torera, que dedicó, por la radio, al licenciado López Mateos.


A caballo y a pie, de manera rotunda, demostró su incontenible poderío. Desde el paseíllo fue ovacionado y tuvo que dar la vuelta al ruedo, saludando sobre un precioso tordillo rodado. Cambió de cabalgadura para enfrentarse a un toro de Tequisquiapan que fue soso y se refugió en tablas. ¡Y qué lección dio Arruza de lo que es el toreo a la jineta! ¡Qué lidia magistral realizó con ese astado, encelándolo con pasadas cada vez más cercanas, más comprometidas, en peligrosísimos terrenos, hasta quebrar en todo lo alto el primer rejón!.


Fue un curso magnífico de lo que es torear a caballo y, así, quebró otros dos rejones, de modo magistral. Como pocas veces, el público se entregó a Carlos. Qué bien estuvo el público, inteligente, entendiendo de inmediato la gran labor de Arruza frente a un toro que constituyó todo un problema; y cuando el gran torero lo resolvió tan gallardamente, con tan deslumbrante sabiduría, con tan emocionante valor, las ovaciones se sucedieron unas a otras. Con una mano, clavó Carlos un estupendo par de banderillas, y después, con las dos, puso otro par, sencillamente portentoso, dejando llegar, teniendo apenas salida e igualando en todo lo alto. ¡El mejor par que yo he visto a rejoneador alguno!.


Echó pie a tierra y, clavadas las plantas en la arena, sin enmendarse un ápice, se pasó al toro en cuatro soberanos ayudados por alto. Todavía añadió otro más y remató con torerísimo muletazo por abajo, con la zurda. Un molinete de rodillas y después, una larga tanda de ayudados por abajo, mandando y templando de modo impecable. Más toreo en redondo y con la diestra y, rodilla en tierra, cuatro formidables pases de trinchera. Hubo en la faena de muleta, como en la lidia  caballo, un señorío, una madurez y un equilibrio excepcionales. Y como punto final, un volapié perfecto, deletreado, que mató sin puntilla. Así terminó Arruza su prodigiosa lección de toreo. Las dos orejas y el rabo, dos vueltas, salida a los medios. Si Arruza quisiera, hacía un buche de agua con la nueva ola…» (Esto, 24 de enero de 1966).


Jarameño
«Cuando anduvo vestido de luces, su señorío se impuso en todos los ruedos, sin importar ni alternantes ni toros. Torero largo, completo, fue puliendo su estilo, y se encumbró hasta los sitios más altos que torero alguno haya ocupado. Y cuando las circunstancias eran prietas –en esas tardes de inolvidable angustia–, supo siempre, siempre, dar el pecho, cuando no era posible dar pases naturales.


¡Grandeza torera, la de este Carlos Arruza!… hubo quien afirmó ayer: «es el mejor rejoneador que he visto»; y quien lo decía, ha visto torear a caballo incluso a Juan Belmonte… No sabemos, ignaros en los pormenores del arte ecuestre, si Carlos tenga mejor «asiento» o rienda más firme. Pero sí sabemos que, a caballo, nunca le hemos visto a nadie hacer lo que ayer hizo Arruza, con el toro más absolutamente impropio –por remiso, por querencioso y áspero– para las suertes del rejoneo» (Ovaciones, ídem).


Alfonso de Icaza «Ojo»
«La coincidencia de unas iniciales como las que anteceden los nombres de los reyes, ha inducido a cierto diestro hispano a usarlas como propaganda… (pero) el único que merece ostentar tal título con pleno derecho, es S. M. Carlos I, el incomparable Ciclón Arruza, que es indudablemente el lidiador más completo que jamás haya existido… Nadie como él. Y después de nadie, el que ustedes quieran.” (El Redondel, 30 de enero de 1966).


Nunca rejoneador alguno suscitó un tributo de la crítica tan hondo, entusiasta y unánime. Los que han venido después, en reconocimiento de rejoneadores contemporáneos de la talla de Pablo Hermoso de Mendoza Diego Ventura, suenan a elogios convencionales y de mero compromiso. Y a los quince días, repetía Arruza el llenazo, la expectación y la apoteosis. Pero su estrella estaba a punto de apagarse, se acercaba la lluviosa tarde del 20 de mayo de 1966 en que un mal volantazo de La Rana, su mozo de rejones y espadas, pondría al Ciclón Mexicano a merced del impacto brutal que acabó con su vida, mientras dormitaba a su lado tras entrenar en su Rancho «María», cercano a Toluca.


Lo que siguió fueron noches y días de doloridas manifestaciones de duelo, que culminaron en su tumultuoso sepelio en el Panteón Español de la ciudad de México. Obviamos los torrentes de tinta y papel que su inesperado óbito suscitó, y que se prolongaron durante meses.


En su postrera presentación en la repleta Plaza México (06-02-66), el Ciclón alternó con Jaime Rangel, Manolo Espinosa y Santiago Martín «El Viti», a quien, tras impecable estocada en la suerte de recibir, se le otorgó una oreja, injustamente protestada, del segundo de un flojo encierro de Jesús Cabrera.


Arruza le cortó las dos, con petición de rabo, a un bravo y esta vez muy propicio ejemplar de Reyes Huerta, con el que repitió su par a dos manos por los adentros y se explayó en larga y lucidísima faena muleteril, coronada de formidable volapié. Ésta nueva proeza se recoge, casi íntegra en Arruza, hermosa película biográfica de Butt Boetticher (1972). El toro se llamaba «Peregrino», como el último que toreó Carlos la tarde de su adiós vestido de luces sobre la misma arena de la Monumental (22-02-53). Un silencioso, premonitorio aviso que nadie, en ese momento, hubiera sido capaz de descifrar.

Corralejas y corridas , contradictorias emociones de dos maneras de entender la fiesta

Las corridas de toros nacen en el mediterráneo y vía la colonización entra en América de diversas formas. Como bien dice Rubén Amón, la corrida es contracultura : No ya por el espesor litúrgico, por la hondura ritual, por la dimensión popular, por el hedonismo, sino por su definición civilizadora y por su abrumador significado estético. No puede haber —ni hay— una experiencia más creativa que aquella que proviene del abismo de la muerte. El torero danza con ella. Eros seduce a Tánatos a las cinco en punto de la tarde.

Escribo en Sincelejo tierra sucreña de corralejas por excelencia en la que el sábado se escenificó una corrida de toros con tres espadas mientras a unos kilómetros miles de personas ingresaban a una plaza portátil para participar de otro rito de la fiesta, la corraleja.

Los orígenes de la historia de las fiestas en corralejas vienen de la cultura Española en América, también se busca más allá en la misma cultura Cretomicénica del Egeo que es en la que el toro fue el animal sagrado, representativo de la fuerza y el poder.

Los primeros espectáculos taurinos se dieron en Creta, donde estos fueron representados en la fuerza del animal frente a la habilidad y destreza del hombre.

En la región caribeña llega desde España este representante a la par que el ganado. Datan de la época de la colonia, pero no como espectáculo taurino sino como una escuela de manejo del ganado.

Estas labores, fueron empezadas en haciendas y se fueron convirtiendo paulatinamente en un espectáculo presenciadas por amigos, parientes e invitados del dueño. Se puede notar que estos eventos se hacían coincidir con fiestas patronales religiosas, hecho que aún se practica en la mayoría de los pueblos, expresa Karla Fajardo.

CORRIDA VERSUS CORRALEJA

Es evidente y manifiesto el apoyo popular a la corraleja en estas ardientes tierras de los sinues pues mientras en la portátil en medio de ensordecedora música de fandangos, los manteros esquivaban las emocionantes embestidas de los toros ( desde hace un par de años se corren toros de casta de ganaderías de prestigio y cada vez menos el criollo que topa pero no embiste ) ,EN EL COLISEO APENAS 300 PERSONAS asistíamos a la «corrida formal» con seis toros y tres toreros. En la corraleja, cada tarde, se corren 40 toros….

Lo cierto es que la emoción que se palpa cada segundo en la corraleja la hemos ido perdiendo en muchas plaza de toros porque la casta se ha reducido sensiblemente y esa danza de vida y muerte ha dado paso a un hermoso ballet, es verdad, pero sin ese ingrediente del fusible de casta ( embestidas por abajo del toro que obliga al torero a PODERLE al toro y a torear con la muleta arrastrada ).

No sería verdad generalizar pues no todas las ganaderías van en ese camino. Hay excepciones que son admirables y no las menciono por respeto a ganaderos que no piensan o no conciben de la manera como creo y respetable es su postura. Respeto y mas respeto para ellos.

El toro dijo una vez el maestro Andrés Vázquez, está para coger. Y digo yo, el torero para esquivar artísticamente esa expresión «natural » del toro bravo adosada de una refinada técnica por parte del hombre.

Es menester devolverle al toro esas embestidas ( casi con fiereza y no digo que todas sean como aquel » Bastonito» de Baltasar Ibán que lidió en Madrid César Rincón en Las Ventas en lo que ya es historia y épica del toreo) pero que se le parezca. Que ese espectador en el tendido perciba que él no puede hacer eso, que la tensión está viva, que algo puede suceder.

Según ABC ,la casta es «1. Generación o linaje. Línea de asce «Bastonito» nº25 de Baltasar Ibán, negro de capa, con 501 kg y nacido en agosto de 1989. Su lidia y muerte correspondió al torero César Rincón, cortando una oreja y el toro premiado con la vuelta al ruedo. Sin duda, una de las batallas más épicas que se recuerdan entre un toro y torero.ndencia o descendencia de los hierros actuales… 2 Conjunto de caracteres hereditario que un determinado individuo recibe de sus ascendientes… 3. Figuradamente, genio, poder de combatividad que demuestra el toro en la lidia. Es la acepción más divulgada… Pero hay que distinguir al toro de buena casta o mal encastado…».

En estas tierras de verseadores, decimeros , cantores, la el sombrero » vueltiao» que se elabora en Tuchin; y juglares esplendidos , la tierra de mi ilustre y admirado David Sánchez Juliao cuyo personaje central El Flecha recita condolido :

Adió, hombe, adió, caráj, que ya no te dajaj ver, cuadro, qué pasa. Nada viejo, nada, yo aquí, matando el tiempo y la desocupación con la lengua, pa’ olvidar, mano, pa’ olvidar. Cháu, noj verno.

Tengo sensaciones contradictorias pero lo que se ve en una corraleja es la emoción a borbotones que se me ha refundido entre tanta bondad de toros predecibles. Recuperar la casta pareciera ser la pócima bendita , de que la gente llene las plazas, que sin perder el juicio se levante de su localidad, que ovacione y sepa que este es un rito sagrado donde la muerte ronda.

Mircea Eliade considera que la corrida de toros de Creta se inserta dentro del ámbito religioso, y no como un simple juego o deporte, como otros estudiosos han considerado.2 Así, los toreros cretenses, por cierto hombres y mujeres, son los sacerdotes del ritual, en el que han de librar la muerte en su lucha con el toro.

El torero de hoy, como ellos, ha de enfrentarse al Minotauro, en su Laberinto, pero no ya con el hilo de Ariadna, como lo hizo Teseo, sino con la «intuición de los terrenos», de que habla Ortega y Gasset:3 «En la plaza palaciega de Cnossos, o en nuestro ruedo solar, hay inscrito un laberinto en el que sólo el iniciado, el héroe, el torero, puede introducirse hasta llegar a los terrenos del toro: terrenos peligrosos porque en ellos está la muerte» (Cobaleda 2000, 57).

Se leen opiniones. Recordar que la corraleja es una expresión taurina muy nuestra

Anderson Sánchez, un valor en alza, se gana la puerta grande en Puente Piedra con buena novillada de María del Mar

Todas las fotografias son de autoria de FARLEY BETANCOURT HENAO

Una muy bien presentada novillada de María del Mar González cerró la mini temporada en Puente Piedra con unas 800 personas en los tendidos, una presidencia equivocada que no oyó » la voz del pueblo » y ni siquiera ordenó la vuelta al ruedo al tercer gran novillos cuando se clamaba el indulto por lo que hasta el final la abuchearon ( lo que en el toreo es legítimo y como decía Curro Romero las broncas hacen falta ). Pero además no manejaron los tiempos de los tercios al punto que en un momento estaba el picador en el ruedo y los banderilleros colocaban los palos.

UN PALCO DESACERTADO

Los tres novilleros, Andrés Manrique, Joselito Castañeda y Anderson Sánchez estuvieron bien pero quien «se llevó el gato al agua» fue el chico de Lenguazaque que a la postre salió por la puerta grande con dos legítimas orejas ganadas a ley.

Un palizón se llevó Castañeda. En los dos estuvo por los aires al igual que Manrique que regaló el séptimo. Traducido: Estuvieron en novilleros, con actitud y aptitud y eso los avala y merece el reconocimiento.

Manrique estuvo bien, correcto con la muleta en sus dos pero el fallo con la espada le privó de trofeos. Con el quinto estuvo sembrado incluida la suerte suprema pero el palco no le concedió la oreja. Y esto porque le puso ánimo, alegría, tandas conjuntadas, llevaba a los novillos » hasta allá » y por abajo…Pero, reitero, la espada, !!ay, la espada » y cuando tras pinchar sin soltar, lo mató bien y el palco » ni caso «!!!.Paliza incluida.

joselito castañeda

Joselito Castañeda tras la paliza del primero, cojitranco pues el novillo se lo llevó en la testuz unos 10 metros y , desde luego le mermó facultades. Como suele decirse en lenguaje popular » se le enredaron los cables «-

ANDERSON SANCHEZ

En ese primer novillo de Anderson, el mejor de los siete, variado con el capote, con la muleta » aseado», toreando al ralenty, aprovechando la enorme condición del ejemplar de doña María del Mar. Lo bordó con un espadazo, las dos orejas pero quedó la sensación de que el premio al novillo se quedó en la insensatez del palco.

El sexto fue el segundo mejor novillo de la tarde. Ese gran pitón derecho lo aprovechó entre los clamores de torero, torero , no se centró y al insistir por el izquierdo, la faena bajó de tono. Pero ya se había ganado la puerta grande.

Un recado a los organizadores, respetuoso, pero es necesario colocar en el palco gente mas enterada y sobre todo con sensibilidad.

Encabezado por el Dr Rodrigo Rojas, el equipo medico y paramédico estuvo atento con todo su instrumental. Son nuestros ángeles guardianes y merecen todo nuestro afecto y admiración

Nuestro mas grande abrazo al maestro Juan Torres que nos acompañó . El escultor que acaba de realizar con el maestro Mario Jiménez en el ,hotel Carretero en Manizales una exposicion mravillosa, cree firmemente en el futuro de esta fiesta.

GALERIA DE FOTOS POR FARLEY BETANCOURT HENAO

Un pitón izquierdo de un Juanbernardo y Juan de Castilla borda el toreo al natural en Sincelejo

Todas las fotografias son de autoria de AGNES PERONNET de francia

( Imagen de Juan de Castilla en primer plano y al fondo Cristian Escribano. Los dos a hombros en Sincelejo)

0currió en el primer toro de la corrida internacional. José Porras cumplió lo prometido pero la gente no acudió pues es tiempo de corralejas y luchar contra una bien arraigada cultura como esa es empresa de romanos.

Las barreras estaban adornada con motivos pictóricos de grandes cultores : Goya, Picasso, Botero, Dali..

Decía que Juan de CASTILLA ha sembrado de buen toreo una faena del tercer toro de la calurosa tarde sincelejana entre el pasodoble » Feria de Manizales » y » Fiesta en Corralejas «. El castaño , bajito, bien hecho, de manos cortas tuvo un pitón derecho de esos imposibles, colándose y sin permitir un muletazo. Pero !!amigo!! ese izquierdo fue cumbre y el antioqueño le bajó la mano , arrastrada la muleta y el toro metiendo la cara y fijo en los vuelos. Sin duda un concierto del bien torear, de la medida, de lo bien hecho y bien arrematado en esos abrochados de pecho a la hombrera contraria y unas trincherillas y uno del desprecio…Pero…Pero la espada le jugó una mala pasada y todo quedó en palmas y aplausos en el arrastre a ese castaño de finas formas.

La compensación ( la vida no puede ser injusta y el toreo no lo es ) vino en el sexto con las escasas luces artificiales donde Castilla se empleó a fondo , mató a ley y cayeron del palco los dos pañuelos. Al final, en hombros con Cristian Escribano.

Hay que subrayar que al encierro, bien presentado, le faltó chispa( ese combustible de la casta , de acometidas emocionantes ) y esos finales agónicos pues casi todos se afligieron , duraron poco y prefirieron el abrigo de las tablas.

Como me dijo don Juan : la corrida con mucha calidad pero poca duración.

Cristian Escribano, vestido preciosamente de goyesco no tuvo ese lote para verle en toda su dimensión pero dejó gotas de calidad tanto con el capote como con la muleta. Es torero empeñoso, de buen trazo. Habrá que verle mas por Colombia pues es un gusto disfrutar de las formas y el fondo de este tipo de toreros. Cortó una y una.

Angelino de Arriaga, el mexicano, alegró en los dos toros en banderillas especialmente con dos pares al violín. El personal le recompensó con sendas ovaciones. Me comentó que su primero fue noble, potable pero se acabó en un plis plas. El segundo ya fue un toro con mas complicaciones y como se dice ahora en ese modernísimo lenguaje taurino: con muchas teclas por descifrar. Es verdad, su segundo el mas complejo del encierro. Se fue de la capital de Sucre con una oreja.

Porras cumplió , la afición salió contenta, los toreros no defraudaron y la corrida se dejó mucho en varias tonalidades.

El 27 se lanzan los carteles de Puente Piedra

El jueves 27 de enero se lanzan los carteles de Puente Piedra.

En un loable esfuerzo, don Alberto Cediel dará tres corridas y un festival de lujo » Señor de Monserrate» para que los aficionados no olviden a Bogotá como epicentro de la tauromaquia colombiana.

Este nombre se da en honor a «Nuestra Señora de Monserrate» que se encuentra en un monte cerca de Barcelona, España. Ya que, su significado es «Monte en forma de dientes». Cuentan que por los cerros orientales de Bogotá, moran espíritus en silencio junto al Señor caído, los dioses Chibchas y Muiscas.

Serán dos fines de semana ,el 26 y 27 de febrero y 5 y 6 de marzo.

Libro imprescindible: 90 años de La Santamaría. Edición limitada

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Sin duda las obras se miden por su contenido, su historia, sus saberes a lo largo de lo que fueron páginas en blanco y ahora enriquecidas por la información, la foto, la anécdota , la sorpresa en cada párrafo, el recuerdo de lo memorable, el fondo de un arte esquivo pero eterno, ese por qué ocurrió, cómo.

Los colegas Víctor Diusabá, Rodrigo Urrego y Diego Caballero emprendieron la marcha por descubrirnos casi un centenario de una de las tres grandes plazas , La Santamaría.

Tendido7 rinde homenaje a este laborioso documento y expresa a sus autores la mas fervorosa enhorabuena

Emilio de Justo, otro golpe de opinión: seis toros salmantinos en solitario en Guijuelo

La Tribuna de Salamanca confirma la encerrona de Emilio de Justo en Guijuelo.

Emilio de Justo será uno de los grandes protagonistas del verano taurino en la provincia. El torero de Torrejoncillo se encerrará con seis toros en solitario en el festejo que cerrará la feria taurina de Guijuelo, que estará compuesta por cuatro espectáculos taurinos del 15 al 18 de agosto (tres corridas de toros y una de rejones). Esa tarde del 18 de agosto Emilio de Justo se anunciará con seis toros, todos ellos de hierros del Campo Charro y de variados encastes: vegavillar de Francisco Galache, domecq de Montalvo (vía Daniel Ruiz) y Garcigrande (procedencia Juan Pedro Domecq), atanasio de Puerto de San Lorenzo y murubes de Capea y Castillejo de Huebra.

Emilio de Justo es uno de los toreros con mayor ambiente del momento, después de su lanzamiento en la campaña de 2018 en la que fue la gran revelación de la temporada, que confirmó tanto en 2019 como en las escasas comparecencias de 2020 para ratificarlo todo en 2021 en el que ha sido uno de los nombres propios del año. En este tiempo, Emilio de Justo, además de una gran regularidad en el triunfo, ha conseguido salir a hombros de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid en tres ocasiones: a la primera en la Feria de Otoño de 2018 con los toros salmantinos de Puerto de San Lorenzo, le siguieron las dos de la pasada campaña, el 4 de julio tras cortar tres orejas a un imponente encierro de Victoriano del Río y el 2 de octubre tras desorejar a otro astado salmantino, esta vez con el hierro de Garcigrande.

El coso de Guijuelo fue el escenario el pasado 17 de agosto del debut en la provincia de Emilio de Justo en una corrida de toros. Tras participar en 2020 en el festival de Valero, aquella tarde del coso chacinero (junto a López Chaves y Miguel Ángel Perera) se enfrentó a un encierro de Puerto de San Lorenzo firmando una brillante actuación: cuajó una excelente faena a su primero al que pinchó en la suerte suprema e indultó al segundo, sexto de la tarde, de nombre Lituanillo y con el hierro de La Ventana del Puerto.  En el stand de Guijuelo de Fitur, Emilio de Justo recoge el premio como triunfador del ciclo pasado y es uno de los grandes protagonistas de la feria chacinera del próximo mes de agosto.

En Fitur se acaba de presentar uno de los carteles del año. Además con categoría y elegancia, como merece el acontecimiento. Enhorabuena

Flamenco y toros, eterno hermanamiento

El matador de toros Miguel Báez ‘Litri’ y el cantaor Arcángel han protagonizado una nueva sesión de los ‘Mano a Mano’ en la Fundación Cajasol, en concreto, el número LXI de estos encuentros culturales, que se celebran en Sevilla desde 2007.

Esta nueva cita estaba marcada por un denominador común: el sentimiento ‘choquero’ de ambos protagonistas que se asomaron al escenario del teatro de la Fundación Cajasol y bajo la batuta de José Enrique Moreno, moderador habitual de estos clásicos ‘vis a vis’ que suman el testimonio de un torero al de una personalidad del mundo del espectáculo o del panorama cultural.

El último encuentro se había celebrado en mayo, después de haber tenido que aplazar el proyectado encuentro de Litri y Arcángel en noviembre de 2020, debido a la modificación de horarios impuesta por las restricciones del Covid-19. Pero nunca es tarde si la dicha es buena. La ovación del público rubricó el interés que había despertado la cita.

Al inicio de la tertulia, ambos manifestaron su interés común por sus respectivas profesiones, manifestando que «el mundo del toro y el del flamenco tienen muchos vínculos; yo me inspiro mucho en la música y comparten muchas connotaciones» explicó Litri confesando que, en la intimidad del campo, se había hecho acompañar de cante toreando para sí mismo. Eso sí, el diestro descartó que la experiencia fuera extrapolable a las plazas de toros afirmando que «se han hecho intentos pero creo que debe ser algo para uno mismo, en la plaza no he llegado a sentirlo así».  Por su parte, Arcángel replicó que «no es fácil, pero pensándolo bien, dedicándole tiempo, se podría conseguir, aunque es difícil sustituir a una banda; debe ser alguien conocedor del toreo, con la suficiente sensibilidad»,  señalando que «hay que unificar posturas».

A lo largo de la conversación, el moderador evocó la figura del primer Litri, abuelo del actual Miguel Báez, como aficionado flamenco. El propio torero comentó que su padre «siempre ha sido muy aficionado a los fandangos de Huelva, todos los toreros hemos tenido mucha vinculación con todos los artistas y en el caso de Arcángel, además del cante y el toreo, nos unen muchas cosas». A lo que el cantante onubense respondió, diciendo que « se trata de una cuestión de sensibilidad ya que en estas profesiones lo importante es grabar a fuego nuestras experiencias, somos personas que hemos hecho de nuestra inquietud y amor por algo nuestra profesión». No obstante, el cantaor fue más allá al hablar de «jerarquía y liturgia», tranzando nexos comunes entre ambas actividades y reconociendo que a veces, echa en falta esa rectitud en el mundo del flamenco ya que las cosas funcionan cuando están en orden.

Cuando la charla ya iba encarando su final, ambos protagonistas , coincidieron en que «uno de los valores más importantes de una sociedad moderna deben ser sus tradiciones y debemos sentirlas y transmitirlas a los nuestros; si somos capaces no debemos temer nada», sentenció Litri. Por su parte, el cantaor añadió que «erramos si queremos explicar todo desde una única perspectiva; yo puedo respetar al que no soporta el dolor de un animal pero eso es sacrificar el todo por la parte».

CUAL ES LA RELACION ENTRE EL FLAMENCO Y LOS TOROS ?

Como bien dice CRESCENCIO TORÉS ALGECIRAS . La relación del toreo y el cante flamenco es notoria. Como el toreo, el cante, es una manifestación eminentemente popular, nace del pueblo, la hace suya, la interpreta y acomoda a su libertad. Caminan juntos por esta historia singular.
Es a partir de 1878 (apenas 135 años) con la aparición del primitivo fonógrafo cuando se recoge por primera vez la voz humana. Fue en Cádiz, como lo fue el toreo de a pie.

La primera demostración pública fue en la Academia Santa Cecilia. Se incluye en ella una malagueña cantada por, María Monte. Fecha que le da carta de naturaleza ‘físico-auditiva’. Sus orígenes se nos pierden en la nebulosa de los tiempos. Como el toreo, así lo acredita mi admirado amigo gaditano, el doctor Guillermo Boto Arnau, en su esplendido libro Cádiz, origen del toreo a pie (1661-1858).

Por lo tanto son inseparables estas dos ramas de la cultura Ibérica.
El cante flamenco tiene que ver con el toro en todo, no solo sus relaciones estrechísimas; toreros y cantaores, como ya veremos. Ambas son expresiones nacidas desde el mismo tronco; desde el mismo concepto popular del Arte. Cuando se produce en Europa, puntualmente en Inglaterra, la primera revolución industrial, en Andalucía comienza un lento y continuo éxodo del campo a las grandes ciudades, especialmente, a Cádiz y Sevilla.

Fueron precisamente en los mataderos donde más se desarrollan los cantes, sobre todo los mataderos de Cádiz y Sevilla, de donde salieron oleadas de toreros y cantaores que resultan muy difíciles de separar. «El cante ‘jondo’ tiene su propia patria, su ‘duende’ en Cádiz y Sevilla y en Jerez y los Puertos hasta llegar a Triana», lo atestigua, Tomás Borrás, quien también aclara que el calificativo de ‘flamenco’ es que: «desde El Cuervo hasta la desembocadura del Guadalquivir, allí donde se posaban en sus emigraciones las bandadas de flamencos cuya silueta caricaturizaba la de los artistas de pantalón de talle y de ahí el mote y su definición».

Cuentan …Habrá que esperar se haga oficial el marco general de las tres corridas y el festival en Puente Piedra…Nombres (posibles)

Don Alberto Cediel es hombre que no teme a los riesgos que ama profundamente la fiesta y no quiere dejar a Bogotá sin sus corridas pues no es viable la apertura de La Santamaría al declarar el I D R D desierta la licitación para la operación taurina de la plaza pues el pliego es un enjambre de despropósitos al desnaturalizarse el ceremonial de los tres tercios.

Bueno pues dos fines de semana 26 y 27 de febrero ; 5 y 6 de marzo la plaza de Puente Piedra será el escenario de los festejos.

GANADERIAS

Vista Hermosa ,de don Juan Carlos García , Ernesto Gutiérrez . El Manzanal ,de don Alberto Cediel y Altagracia de don Ricardo Arandia.

TOREROS ( A FALTA DE CONFIRMACION y con algunos nombres por definir )

Manuel Jesús El Cid

Víctor Puerto

Eduardo Gallo

Rubén Pinar

Octavio Chacón

Sebastián Ritter

Sebastián Cáqueza

El novel rejoneador José Gómez Cuellar actuará en el festival con un novillo de María del Mar González ( Ernesto González ). Tiene una cuadra donde prima el caballo lusitano.

Los santacolomas de Ernesto Gonzalez en Puente Piedra este sábado para 3 novilleros

Seis entipados novillos santacolomeños de don Ernesto Gonzalez ya están listos para ser » corridos » como se decía antes , este sábado en Puente Piedra tras el éxito de los mondoñedos y de Juan de Castilla el 15 de enero en un festejo que ya marca historia.

Los novillos llegaron a Marruecos como añojos y hoy están en la edad para ser lidiados por los tres novilleros.

Don Luis Miguel Londoño hizo sociedad con María del Mar González una de las tres hijas del médico Ernesto.

0rganizada por don Gonzalo Sanz y el equipo que capitanea José María Serna ,un grupo de entusiasta , inteligentes y muy taurinos jóvenes , la novillada » promete» ( por los novillos y los tres toreros : Andrés Manrique, triunfador de Manizales, Joselito Castañeda que conoce que es torear con soltura y triunfador en Choachi y Andersón Sánchez de Lenguazaque que triunfó en Cali. 0 sea, tres triunfadores.

Así que confío en que la afición responda y ojalá la plaza se llene como cuando hace medio siglo Zerrato y Márquez llenaron La Santamaría varas veces. Sueños de uno.


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