Recuerdos de un maestro. «Torero de toreros». José María Manzanares a 6 años de su partida. Se fue, en silencio, sin ruidos innecesarios con la grandeza con la que vivió.
José María Dolls Abellán, alicantino, conocido en el mundo del bello arte de torear como José María Manzanares uno de los grandes estilistas, esos que dejan historia, huella, pedagogía y que como dice Ignacio Lloret merecen ese titulo de MAESTRO.
Por encima de triunfos o fracasos ser y sentirse torero es algo grande, no al alcance de cualquiera, que exige un rigor, disciplina y sacrificio al alcance de muy pocos, y, tratándose de un arte, ser torero es ser y sentirse artista, aquel ser capaz de separar al ser humano con todos sus defectos y miserias para transformarse en creador e intérprete de la obra y llenar el escenario del ruedo con toda su grandeza.
Decir todo esto es decir Manzanares. Por eso será recordado con toda justicia como ‘el Maestro’.
Es, porque esas enseñanzas están ahí «torero de toreros» que en la traducción de Barquerito significa espejo en que mirarse los demás.
Privilegio de quienes supieron representar la torería mejor que nadie. Torero «en la calle y en la plaza», reza uno de los cánones más exigentes del oficio.
Torería natural: la figura misma, la elegancia congénita, la manera de hablar y conducirse, y la de estar en la plaza.
Todas esas cualidades, que fueron virtudes precoces, no habrían tenido el peso y el sentido logrados si Manzanares no hubiera sido un torero muy singular dentro del estilo clásico.
«El toreo de siempre», suele decirse como elogio indiscutible.
Nos hacen mucha falta sus consejos y su manera de entender el toreo.
Aquí, en esta Colombia que acarició su toreo se le quiere a mares y son muchos sus recuerdos gratos entre otras cosas porque fue el testigo de la alternativa del maestro Rincón en Bogotá.
Con los toros de Vistahermosa y teniendo como padrino a esa cima del toreo que ES (no creo que se haya muerto y debe estar fumando por ahí en un rinconcito) Antonio Chenel.
Manzanares (Alicante, 1953) fue uno de los grandes toreros de la época de los 70, 80 y 90, hijo del banderillero Pepe Manzanares y padre del actual matador de toros que lleva su nombre y del rejoneador Manuel Manzanares.
Debutó de luces en la plaza jiennense de Andújar en 1969, vistiendo un traje blanco y plata que había sido de Palomo Linares, y pronto comenzó un rápido ascenso que le situó como figura de los novilleros, junto al gaditano José Luis Galloso, y que culminó con su salida a hombros en su presentación en Las Ventas, el 6 de junio de 1971.
Se retiró definitivamente el 1 de mayo de 2006 en la Maestranza de Sevilla, donde su hijo del mismo nombre, hoy también matador de toros, le cortó la coleta.
El libro «Joselito y Talavera 100 años». Con motivo de la celebración del centenario de la muerte del mítico torero, acto que ha sido promovido por el Ayuntamiento de Talavera de la Reina y otras asociaciones culturales, como la nuestra.
El Colectivo Arrabal ha elaborado una publicación que ha contado con la colaboración de diversos especialistas que analiza, entre otras cosas, la relación que tuvo este trágico suceso con nuestra ciudad y con algunos personajes talaveranos que auxiliaron a Joselito o fueron testigos de sus últimos momentos de vida.
Es libre se agrega a la abundante bibliografía del torero con ocasión del centenario de su muerte en Talavera de la Reina.
SE LLAMABA «Bailaor»
«Bailaor», o «Bailador», ha pasado a los anales, como el toro que mató a Joselito, el rey de los toreros.
Perteneciente a la ganadería de la Viuda de Ortega, se lidió en quinto lugar en la fatídica tarde de Talavera.
Hijo de «Canastillo» y de la vaca «Bailaora», tenía el pelo negro y, según figura en el Cossío, era un toro de «escaso tamaño, presencia y trapío».
«Le ha matado el toro quinto; se llamaba Bailador, era negro, tenía cinco años, era muy chico, era corto de pitones y pesaba sólo 260 kilos; pertenecía a la ganadería de la viuda de Ortega, una cruza de Veragua y Santa Coloma», contaba Gregorio Corrochano en la crónica de ABC.
Francia rinde homenaje a Emilio de Justo con la publicación de un libro intimo: «Las claves del triunfo». Colombia lo acogió con cariño y su toreo se pudo justipreciar en las plazas de provincia pero Francia le dio «el empujón» que necesitaba para ser la figura que es hoy.
Emilio de Justo gracias a la paciencia, a su bien hacer, a ese talento innato y formas esplendidas de torear es hoy uno de los nombres imprescindibles en ese recambio necesario en el escalafón junto a Pablo Aguado, Juan Ortega, la reivindicación de un grande, Finito de Córdoba y la resurrección de Daniel Luque.
Claro, ay nombres para sumar como el de Diego Urdiales injustamente tratado.
Y esa Francia, faro y guía de la tauromaquia, le acaba de rendir un tributo a Emilio de Justo con la publicación de un libro«Las claves del triunfo» escritor por Antonio Arévalo.
Temprano en la mañana, cuando el sol aún no quema la arena del «Coso del Pino» y el aire salado del Guadalquivir refresca los cuerpos, entrenan juntos: humildes y gloriosos no escatiman en sus penas.
Cada uno empuja el carretón al otro, indiferente a su rango. Allí se fragua su destino: los que descargarán cajas de pescado en el puerto de Bonanza o los que desfilarán hasta la Maestranza.
En medio del ruedo, Emilio, con humildad, dibuja eternamente a la misma verónica, con el pecho reluciente de sudor. Como sus amigos, sus hermanos de Sanlúcar de Barrameda, él también vivió en la miseria y la soledad, anónimo y sin perspectiva, pero habitado por la fe en sí mismo.
¿Cómo rompió el muro de la indiferencia? ¿Por qué él y no los demás? ¿Cuáles fueron las pruebas queTuvo que cruzar para salir del «montón» donde terminan tantos? ¿Qué manos amigas se han extendido? ¿Cuáles fueron esos momentos de dudas y sufrimiento? ¿Cuál fue el papel de Francia en su ascenso? ¿Y qué será mañana para Emilio?.
Dolores Abril, viuda de Juanito Valderrama y una de las artistas más queridas de nuestro país, falleció este domingo 25 de octubre en su domicilio de Espartinas, Sevilla, a los 85 años.
Alejada del foco mediático desde hace varios años, la folclórica luchaba contra una larga enfermedad que, desgraciadamente no ha podido superar.
Nacida en Hellín (Albacete, España), hija de un carabinero de origen andaluz, y la menor de ocho hermanos, su verdadero nombre es Dolores Caballero Abril.
Por los sucesivos cambios de destino de su padre, residió en varias ciudades, en las que realizó hasta el cuarto curso de bachillerato. Fue alumna en Madrid de Luisa Pericet y Regla Ortega.
Carrera Artística
Especializada en el género de la copla. Estuvo unida sentimental y profesionalmente al cantaor Juanito Valderrama desde 1954.
Juntos editaron numerosos discos, entre los que destacan sus Peleas en broma y recorrieron España con diversos espectáculos como Voces de España (1962), Mano a mano (1963), Su Majestad la alegría (1967) o Revolera en el Price (1968).
Entre su discografía en solitario, puede destacarse los singles Al primer derrote (1959), Tú te casaste (1961), Gloria a Chicuelo II (1962), Miguel de la Cruz Romero (1963) y Qué bonita está la Reina (1963).
Al comienzo de los años 70, en pleno esplendor del género andaluz, con un despliegue de grandes figuras al frente de una cartelera popular, Valderrama y Dolores compiten sin bajar la guardia, situándose entre los mejores.
El triunfo lleva aparejado el discográfico, donde se publican las canciones del repertorio de ambos, especialmente la copla de vanguardia, ‘Pelea en broma’, que es arrolladora, sin que puedan olvidarse los números que ha popularizado Juanito en la radio, y entre ellos, como referente imprescindible, ‘El emigrante’, con una difusión extraordinaria y una venta espectacular.
Accidente
La buena racha la frena el destino, cuando la pareja, en octubre del 81, sufre un gravísimo accidente de tráfico, en un choque frontal del coche en que viajaban con otro vehículo.
Dolores padece una luxación cervical y lesiones en ambas piernas que exigen seis intervenciones quirúrgicas cuyas secuelas todavía le afectan. Juanito Valderrama resulta con daños en el tórax y en el esternón.
Es un parón artístico que soportan con la ilusión de reanudar el trabajo de inmediato, pero la convalecencia se prolonga y en el caso de Dolores se acentúa por la inmovilidad.
La historia reciente nos deja a la pareja, después de una intensa convivencia artística y sentimental, con apariciones en la televisión.
Quedan atrás siete películas con Juan como protagonista y otras compartidas con Dolores.
‘El rey de la carretera’, ‘Gitana’ ‘La niña del patio’ y ‘El Padre Coplillas’ entre ellas. La muerte de Juan en Espartinas, en abril del 2004, es un desenlace que afecta profundamente a Dolores, que pierde a su gran amor. ‘
La muerte de Valderrama enmudece el mundo de la copla’, titula la prensa. Tenía 87 años cuando un infarto se lo llevó por delante. Nos queda su leyenda y la historia de su amor con la estrella hellinera de la copla, Dolores Abril.
Junto a él, Abril interpretó también su primera película, El emigrante (1959, Sebastián Almeida), y luego rodó Gitana (1965), cinta a la que seguirían otras como El Padre Coplillas (1968), de Ramón Comas.
Entre otros discos grabó con Valderrama Un chaval o Fandangos de Despedida. Abril y Valderrama fueron padres de tres hijos: Juan, María y José María.
El Festival «Olé al Hambre», festival inolvidable. Fue un éxito artístico, de solidaridad con los mas necesitados, de reafirmación de la tauromaquia y con una impecable presentación de los novillos-toros que se lidiaron en la plaza de tientas de La Holanda.
Con 5 matadores y un aspirante a novillero de nuestra tierra que con el magnífico concurso de los ganaderos.
Mondoñedo, Juan Bernardo, Achury, Las Ventas, Vistahermosa, Santa Bárbara (para el joven «Negret»).
A los criadores, a los toreros, a los picadores Cayetano Romero y Clovis Velasquez, a Manolito Castañeda que banderilleó con eficacia y discreción, siempre atento al quite.
A los colaboradores de la ganadería de Mondoñedo que se entregaron sin medida, al Dr. José María Serna.
Nunca mejor expresado, detrás de cámaras, a quienes se encargaron de la filmación.
Y como no puede ser menos al empeño sin límites de don Gonzalo Sanz de Santamaría director-gerente de este buen suceso taurino y humanitario.
Lo recaudado se destina a la Fundación «Pazífico» y a gentes de la familia taurina que pasan fatigas como consecuencia de la pandemia que de una u otra forma nos ha golpeado a todos.
Gracias a los donantes, entre otros El Juli, Roca Rey, Luis Bolívar, el escultor Manuel Riveros, que no escatimaron su mejor esfuerzo para que su aporte se rifara entre los aficionados que compraron el derecho a ver el festejo por las redes sociales.
Sin titubear se puede decir que «hay guardián en la heredad» tanto en el campo ganadero con un esfuerzo titánico por mantener al toro bravo aun en medio de esta tempestad que nos arrolló en los 5 continentes y conocida como Covid 19.
Así como entre la torería andante con esas disimiles expresiones de casta, nobleza, bravura, hondura en los ejemplares y expresiones estilísticas variadas, sugerentes, ilusionantes de los matadores y el becerrista… El Festival «Olé al Hambre», festival inolvidable.
EL FESTEJO
El toro de don Juan Bernardo fue un dechado de calidad y clase, por las embestidas de bravo, por la nobleza, por la regularidad de sus enclasadas acometidas, por ese morro, por el suelo, y eso tan vital en el toreo que es la emoción.
Por la durabilidad a la que se acopló perfectamente Cristóbal PARDO.
TORERO MADURO, de oficio, que ha sabido pulir su toreo con el paso de los años dejando sabor en el trasteo y fundamental: supo catar el manjar que tuvo como compañero de viaje.
Es siempre grato que los toros tengan suerte en el sorteo o, como en este caso, la escogencia de ganadería y torero.
Buena racha de esta divisa que ha conquistado numerosos premios.
Manuel Libardo está en vena.
Su toreo de dulce, de suavidad, de refinadas maneras va hilvanando una verdadera sinfonía, rítmica, entonada, a más, el toreo al compás nunca exento de la técnica necesaria para crear belleza.
Pues sin ella caemos en torear bonito pero no bien y el ubeteño torea bonito y bien.
Obviamente todo ello fue posible gracias a las embestidas «santacolomeñas» del Vistahermosa que le da ese punto de diferencia a la rica gama de encastes que llegaron de España desde que Mondoñedo se creó a fines de los veintes del siglo pasado.
Y ese picantito del «Santa» que cuando embiste da esas sensaciones a quien está en el tendido de «yo no puedo hacerlo» pero el torero sí.
Y uno entiende porque el maestro Camino toreó y triunfó con esa divisa cuya simiente trajo don Francisco García y que prolongaron su hijo y ahora sus nietos.
Santiago Naranjo se hizo matador de toros tras un largo paso por el escalafón novilleril tanto en Colombia como en España.
Por motivos personales que solo él conoce lo dejó, estudió una carrera universitaria pero «el gusanillo» estaba ahí y retornó con pasión que la desató en la larga faena al bravo, entipado, serio y hondo de Las Ventas del maestro Rincón.
El toro cumplió con aquello que un día me dijo don Fernando Domecq, el creador de Zalduendo, lamentablemente fallecido:
«los toros buenos deben tener buenos finales, no me vale el comienzo».
Un toro que aquilata las esencias de Naranjo. Hubo suerte en el sorteo para el toro.
Al toro le dieron la vuelta al ruedo.
Fue interesante observar las claras embestidas a lo largo de la lidia en la que se volcó el manizaleño que a veces parecía abandonarse al ensueño de torear.
Toreó sin duda para sí en ese misterioso pero elocuente diálogo que los artistas entablan con el toro en ese peregrinaje que solo y exclusivamente ellos nos brindan: El toreo límpido y diamantino, que nosotros, los mortales, apenas nos acercamos respetuosos para admirarlo y disfrutarlo con el toro de Las Ventas y el joven universitario que volvió a ver el sol deslumbrante del toreo.
Un gran toro.
Los rayos de sol alumbran la mitad del antiquísimo ruedo.
Sale el de Achury para otro brillante torero, el antioqueño Luis Miguel Castrillón.
Gran toro de la familia Rocha (un recuerdo al » viejo» Benjamin que trajo en buena hora el encaste Conde de la Corte), precioso de hechuras y de juego y que le vino como anillo al dedo para que se desataran los duendes.
Emoción a raudales con la filigrana de quien vimos debutar en Bogotá en ese añorado «Festival de Verano» en La Santamaría y con los días se nota la evolución, el poso, y reposo ya no solo de la finura sino de las cercanías, de la medida, del temple, de la colocación y el trazo del muletazo, largo, sentido, que en él resulta admirable.
Un toro «de la casa». Con la enseña de «Contreras», esos toros que están para ser descubiertos, para encontrarles el fondo que llevan. No hubo fortuna esta vez pues paradote, complejo en sus medias embestidas , reservón.
¡Ah!, pero hubo torero, decidido, firme, sin enmendar terrenos, con valor consciente, sin arredarse ante las complicaciones (el toro, proclama el maestro Andrés Vázquez, está para incordiar, para molestar) y el joven de Choachi nos legó su corazón, puso los muslos y al descubierto su entregado corazón.
¡Qué gusto ver a un torero con esos mimbres!.
El toro, como dicen los viejos aficionados «no se comió a nadie» y como ocurre con frecuencia con «El Contreras» se fue a mas a final.
Por fortuna estaba un torero «con hambre» de ovaciones de ser un grande y jamás declinó en buscarle «las vueltas» al Mondoñedo. Esa firmeza tiene premio.
El jóven Cáqueza está para grandes emprendimientos y en carteles de fuste en nuestras grandes ferias. Un torero para tener en cuenta. No olvidarlo.
Cerró el aspirante Felipe Miguel «Negret» con un novillo, bien presentado, de gran juego, aparejados la calidad con el trapio que es tan importante por su seriedad.
Estaba «en tipo» el de don Carlos Barbero. El jabonero fue bravo y noble y duró mucho. Un novillo con mucha calidad.
Enhorabuena. Aun recordamos la gran corrida en conjunto de la última feria de Manizales
Está crudo el joven, lógico y natural, pues lleva apenas un festejo vestido de luces en «Toros y Ciudad» en Manizales hace dos semanas y el Festival de este domingo. El Festival «Olé al Hambre», festival inolvidable.
Empezó con los trastos hace menos de 6 meses a la par de su carrera como aspirante a Dr. en Derecho. Se hace camino al andar.
Tiene que corregir muchas cosas, desde luego, carencias de quien empieza pero virtudes, muchas y quizás la más importante para mi, LA ACTITUD adosada de un valor innato.
Pegó buenos muletazos y es preciso decir: tiempo al tiempo. Le vi muchos detalles ilusionantes en Toros y Ciudad. Buena tarjeta de visita entonces.
Démosle la oportunidad, abramos el necesario compas de espera y no le neguemos el pan y la sal solo por ser el hijo de quien es. Quitarle méritos solo por eso es mezquino. Y en ese delito grave de anti taurinidad no voy a caer. Faltaría más.
Una oreja que le entregó Carlitos Rodríguez su banderillero.
El Festival «Olé al Hambre», festival inolvidable.
Enhorabuena a los organizadores, a los desprendidos aficionados que compraron su derecho a ver este festejo del que, seguro, quedan muy motivados y agradecidos al verlo a través de las redes sociales.
A nuestros ganaderos, a los toreros, a las cuadrillas, a los mozos de cuadra.
Una ovación grande a los seis ganaderos y a los cinco toreros y al joven Felipe que quiere ser novillero pues vocación tiene.
Cristóbal Pardo, dos orejas y ovacionado el de Juan Bernardo.
Manuel Libardo, una oreja con el gran Vista Hermosa.
Vuelta al ruedo al de Las Ventas y dos orejas a Santiago Naranjo.
Una oreja a Luis Miguel Castrillón y palmas agradecidas al comportamiento del de Achury.
Silencio para el de Mondoñedo y una oreja a esta revelación que es Sebastián Cáqueza.
Ovación de gala para el jabonero de don Carlos Barbero y una oreja a Felipe Miguel «Negret».
Las fotos son autoría de Farley Betancourt, y Diego Caballero a quienes Tendido7 agradece su valioso concurso. El Festival «Olé al Hambre», festival inolvidable.
La pequeña historia del viejo Renault 6, Antonio Ferrera rompe moldes dentro y fuera de la plaza. Hace colocar el sábado en Badajoz a su picador en los medios, el toro en los adentros lo que sorprendió a todo el mundo y generó mas de una soslayada critica por quebrar rituales de la corrida.
Como ya lo hizo en Bogotá al entrar a cumplir la surte suprema cita de largo y despacito se va a la cara el toro para colocar la espada.
El ceremonial indica que el toreo al natural se haga sin la ayuda montada, sin embargo, Antonio Ferrera invirtió los términos en el cuarto de la tarde y toreó con la mano izquierda con la muleta montada.
Hizo saludar a toda la cuadrilla (fue un festejo en solitario con los toros de Zalduendo) antes de abrir con el primer toro. En el sexto surgieron las dotes del lidiador. Con un par de banderillas en la mano cogió el capote y sacó el toro del caballo. Lo lidió para dejarlo colocado.
Una vez el toro estaba en el lugar indicado, dejó el capote fijo en el ruedo y puso un par de banderillas…
EL VIEJO RENAULT 6
En el último año es habitual ver llegar y salir de las plazas de toros a Antonio Ferrera en su Renault6 de color barquillo.
PEQUEÑA HISTORIA.
El carro se perdió y el torero comenzó la búsqueda hasta que dio con el vehículo en la población de Don Benito, habló con la persona, negoció y lo readquirió.
Se lo dio a su padre, antiguo guardia civil, pero el hombre prefirió no usarlo y lo «archivaron» en un hangar en la finca. Una tarde Ferrera le pidió al operario que arreglaba el tractor que revisara el coche a ver si valía la pena usarlo o no.
El técnico le dijo que estaba en buena condición.
Un día se montó a la una de la mañana para Sevilla donde torearía horas mas tarde en La Maestranza.
El carro, para usar un término colombiano, «lo dejó botado»… Como pudo llegó a la capital hispalense, se alojó en el hotel, toreó y entre tanto repararon «el carrito» y se devolvió para Badajoz conduciéndolo.
Le ha traído suerte pues son varios los triunfos que ha tenido y por eso optó por salir manejando del sitio donde se viste hacia la plaza.
Como aconteció este sábado en la llamada «encerrona» del extremeño que a la postre cortó 5 orejas y se salvó milagrosamente.
Tras ser embestido por el sexto «de la noche» (la corrida duró 3 horas) con dos derrotes impresionantes que nos hicieron temer lo peor…
Se incorporó, tomó la muleta y con vergüenza torera volvió a la cara del toro, cortó dos orejas.
Fue sacado en hombros por hombres de su cuadrilla, entró solitario como había toreado, a la capilla, oró y agradeció a sus dioses haberle salvado la vida.
Pasó al sitio donde aparcan los vehículos, se montó en el viejo renault, se puso al volante y se fue a casa, adolorido, maltrecho, extenuado tras lidiar 6 toros de Zalduendo pero feliz tras habar pasado un momento de apuro muy serio…
Nobel estuvo a punto de cobrar lo suyo.
EL RENAULT 6, EN VIAS DE EXTINCIÓN
Los primeros Renault 6 llevaban bajo el capó al inagotable motor Ventoux de 845 c.c. presente en varios modelos de la marca, con 34 caballos de fuerza a 5.000 rpm.
Compartía transmisión, rines y suspensión con el Renault 4, con sistema de barras de torsión, que lo hacía ideal para transitar por caminos de cierta dificultad.
En cuanto a su diseño, este vehículo tomaba una carrocería hatchback de cinco puertas inspirada en el más lujoso Renault 16, aunque un poco más cuadrada.
Dejando a un lado la estética, esta configuración proporcionaba una excelente capacidad de carga de 335 litros que podía expandirse hasta 900 litros, con la posibilidad de abatir el asiento trasero completamente hacia adelante.
El frontal llevaba faros circulares unidos a una parrilla en cuyo centro, y rodeado de una “V”, se encontraba el logo de la marca y debajo de esta, los cocuyos y luces de parqueo.
Además, habían otras luces de parqueo laterales, bumpers cromados con topes de caucho y pequeñas luces posteriores con borde cromado.
La tarde-noche de Ferrera comenzó emotiva con los himnos de España y Extremadura, un minuto de silencio, la cuadrilla al centro del ruedo para ser homenajeada y la entrega de un recuerdo de los niños de la Escuela taurina al torero de Badajoz.
Se tomaron todas las medidas sanitarias.
Se escapó milagrosamente en el sexto de un cornalón pues tras el par al violín, le pegó dos derrotes al pecho que nos paralizaron.
Corrida seria y exigente, con edad y romana.
Jornada de inmenso esfuerzo, de variedad torera, de detalles, de golpes de improvisación, de emociones, de cariños, de entrega sin límites.
Y con esa lujosa banda sevillana de «Tejera» que dirige el maestro Tristán. Si dos toros es las medida, seis son un esfuerzo quijotesco.
El primero, con clase, el segundo, deslucido, el tercero con peligro, el cuarto, a màs al final. Aplaudido en el arrastre. El quinto, serio pero sin armonìa, y a menos y el sexto hizo pasar el susto de la jornada al pegarle dos derrotes al pecho del torero que por fortuna salió indemne. Toro que decreciò en su accionar y deslucido.
Un toro fijo, a màs, que batallò en los medios, codicioso, abriò el festejo en Badajoz en el que en solitario Antonio Ferrera lidiò una corrida de Zalduendo. Comenzò con un variado juego de brazos por verònicas y una media de estampa. Una lidia templada, regulando las alturas de la muleta y pases por ambos pitones.
Como ya le vimos en Bogotà, citò de largo para la suerte suprema, se fue caminando al toro, lentamente, y metiò la espada , caída y contraria. Le tiene cogido el sitio a este modo de entrar a cumplir con el ùltimo tercio. Acertò a la segunda. Una oreja.
Caía la noche en Extremadura cuando salió el segundo,»Tulipa», con cuello, serio, abre la cara con las puntas de los pitones hacía adelante.
El toro requiere las cercanías y dura poco. Trasteo fácil y equilibrado pero sin que pase a la historia por las condiciones del toro. Una oreja.
Y curiosamente la suerte de varas se hizo de manera singular y discutible. El toro en los adentros y el picador en los medios desde donde citó y acometió el toro.
Yo, jamás lo había visto de esa manera. Extraña decisión del torero. Creo que el ritual se debe respetar.
Una cosa es crear y otra deformar las reglas. Si cambiamos por cambiar, no vale pero alguna respuesta tendrá Ferrera. Uno supondría que por la condición del toro…
Con trapío el tercero: «Un tío» suelen decir por allá pero no descuelga. Pasa pero no embiste con claridad, y mide mucho y en un momento en el que no se vio sometido «le echa mano».
Voltereta sin consecuencia. Se incorporó, no se inmutó y le dio una tanda de vergüenza torera. Pundonor que llaman.
El toro con casi seis años expresa con esa edad la dificultad que comportan. Otro derrote en las corvas de la que se escapó por oficio. El serio «Primoroso», un regalito, un desaborío que diría un sevillano.
Atravesada en el primer intento. Ovación.
«Utópico» el cuarto. Un castaño de 565 kilos, serio, altito, pero estrecho de sienes.
Y esos saltitos que pegaba al principio las repite en la muleta. Muy intermitente pero con un Ferrera entonado, firme, serio mientras la banda del maestro Tejera de Sevilla nos regaló «Nerva» el pasodoble que le tocaban en tardes de gloria al maestro Paquirri en La Maestranza.
Y repitió aquellos muletazos de La Santamaría pasando con la mano derecha el engaño detrás de la cabeza para dar el pase. Aquí vino la mejor tanda pues consiguió el ritmo que no tuvo el toro por su irregularidad.
Y sin ayuda, con la mano derecha, al natural, por abajo, desmayado y con temple. Además el toro, por fin, «descolgó» y facilitó el toreo con base en la paciencia.
Saltó la voz de una dama que por soleares animó desde el tendido la faena de Ferrera. Antonio finalizó con un alegre «kikiriki» a la manera de El Gallo, salvando distancias.
Y hablando distancias, lo toma de largo para la suerte suprema, desiste, se coloca más lejos para » igualar».
La muleta descansa en el hombro izquierdo, vuelve a la forma natural, le musita mas que hablarle, se acerca y entra la espada. Impresionante. En el hoyo de las agujas. Sin puntilla.
Dos orejas.
«Ofuscado», el quinto. Cuesta arriba. A pie juntos y abriendo el compás, unas preciosas verónicas que abrochó con un recorte.
Cuando «quita» del caballo, el toro sale distraído
Sin historia este toro.
«Nobel» , descarado de pitones, com casi seis años, con ese comportamiento de adulto, fue exigido pues se realizó la suerte que Goya inmortalizó en Tauromaquia «El Salto de la Garrocha».
Y que se fue marginando del toreo, actuaron los sobresalientes Alvaro de la Calle y Enrique Chapurra, en quites, el torero que es un gran banderillero, en el de cierre puso los palos y nos estremecimos pues tras el par al violín, el toro se lo llevó hasta las tablas por el pitón izquierdo.
Quedamos impactados. Suerte ha tenido. Dos derrotes. El segundo, terrorífico. Ferrera se despojó de la chaquetilla para tomar otro aire, se sentó en el estribo para comenzar la faena.
El toro sorprende, busca pretextos para embestir. Rajado, deslucido, se va a tablas.
Espadazo.
Al final, paseado en hombros. Al bajarse, ha pedido ingresar a la capilla para agradecer a los dioses que le echaron un capote milagroso.
Estoy agradecido de pertenecer a este mundo del toreo de tantos valores, doy las gracias a todo el mundo, a mi cuadrilla que se ha entregado, al público que ha estado en la plaza y al público que nos ha visto en todo el mundo.
Que Dios bendiga al toreo, siempre, le dijo Ferrera a mi colega David Casas a la puerta de la capilla.
Y como llegó, se fue, manejando su propio vehículo, un viejo Renault 6.
Abren las puerta a mayoría de extranjeros en las corridas en México, que ha mantenido durante los últimos años, la norma del 50 por ciento de toreros mexicanos por corrida.
Abre la posibilidad de que actúen en un festejo solo extranjeros.
«No hay razón para que en los espectáculos taurinos se restrinja la conformación de los carteles.
Pues en términos de lo previsto en el artículo 5o. de la Norma Suprema.
La libertad de trabajo sólo puede vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero.
O por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, o cuando se ofendan los derechos de la sociedad.
Empero, si la actuación de extranjeros en los espectáculos taurinos, no encuadra en ninguno de esos supuestos.
Evidencia que no se permite realizar eventos taurinos con la libertad de decidir el número y tipo de actuantes, impidiendo así el ejercicio de la actividad comercial para la que fueron constituidas las sociedades.»
Abren las puerta a mayoría de extranjeros en las corridas en México.
9 años del vuelo a la gloria de Antoñete y 20 del último festejo de Curro Romero. Dos aniversarios de distinto calado sentimental pero con la misma emoción por ser quienes son: Hace 9 años partió el maestro Antonio Chenel «Antoñete» y se cumplen justamente hoy 20 del retiro de otra cumbre del toreo, Curro Romero , en La Algaba el día que toreó el joven Morante.
ANTOÑETE visto en el libro de Manolo Molés
La personalidad humana y profesional de Antonio Chenel Antoñete puede conocerse a través del libro Antoñete, el maestro, editado por El País-Aguilar en la colección Visto y leído y escrito por Manuel Molés, periodista, presentador del programa Los Toros, de la cadena Ser .
La obra que el día de su presentación fue apadrinada por el biografiado y el cantautor Joaquín Sabina, que ha escrito el prólogo. Carmen Lacambrabra, directora de la editorial, definió el libro como «ameno, completo e intenso».
Molés hace en el libro una semblanza humana y cariñosa del maestro.
La personalidad humana y profesional de Antonio Chenel Antoñete puede conocerse a través del libro Antoñete, el maestro, editado por El País-Aguilar en la colección Visto y leído y escrito por Manuel Molés, periodista, presentador del programa Los Toros, de la cadena Ser y responsable de la información taurina en Canal +.
La obra fue presentada ayer en un hotel madrileño.
Con asistencia del autor, el protagonista de sus páginas y el cantautor Joaquín Sabina, que ha escrito el prólogo.
Carmen Lacambrabra, directora de la editorial, definió el libro como «ameno, completo e intenso». Hablaron también Joaquín Sabina, con simpáticas palabras para el torero, el propio Antoñete y Manuel Molés, que hizo una semblanza humana y cariñosa del maestro.
El libro es un recorrido por la vida familiar y profesional del diestro, desde sus primeras novilladas hasta sus últimos éxitos en Las Ventas, en la década de los ochenta, cuando se le reconoció, de nuevo, como la gran figura del toreo.
Mezclados con los andares de su vida aparecen nombres como el de su padre, el tío Paquillo, «un hombre de izquierdas, republicano y rojo»; Paco Parejo, mayoral de la plaza madrileña, de quien aprendió «todo lo que sé de toros» y Carina, una aficionada francesa con quien el torero comparte su vida.
Novillero desde 1949 mató su último toro en el 2000. Vio la gloria en su primera reaparición 1981-1985. Frase preferida: “Se torea como uno es: por eso el toro delata a los malos toreros y a los impostores”.
CURRO ROMERO
Corría el año 2.000 y el maestro de Camas se retiraba en un día como hoy de la actividad profesional taurina.
Entonces se comunicó la sorpresiva noticia: El torero Francisco Romero López, más conocido como ‘Curro Romero’, ha anunciado su retirada definitiva de los ruedos tras participar en el festival beneficio de La Algaba, donde ha cortado las dos últimas orejas de su dilatada carrera profesional que se ha prolongado durante 42 temporadas.
«Me voy en silencio, como siempre fue mi prósito». Con estas palabras el diestro ha confirmado su decisión durante una entrevista en el programa ‘Clarín’ de RNE.
Lo curioso es que el maestro llamó al periodista y le dijo en antena: Soy Curro, que me retiro. Fernando Fernández Román no salía de la sorpresa.
‘Curro Romero’ ha señalado que la voltereta que un novillo le ha propiciado a ‘Morante’ durante una corrida en la que han compartido cartel le ha hecho reflexionar sobre su retirada.
El diestro sevillano ha dicho que algo así le podía pasar a él y ha reconocido que no se encuentra ya en condiciones para seguir toreando.
La Maestranza de Sevilla ha sido un escenario muy especial para el torero. En esta plaza ‘Curro Romero’ ha hecho historia, hasta tal punto que en estos últimos años de su carrera era contratado hasta cinco tardes por temporada.
Su carrera ha estado marcada por ciertas desigualdades y polémicas.
Así, en los círculos taurinos han sido clásicos los enfrentamientos entre su legión de partidarios y sus detractores.
Precisamente su despedida está empañada, en cierto modo, por la última polémica que se creó en septiembre a raíz de su baja en el cartel de la Feria de San Miguel de Sevilla.
Luego Romero intentó celebrar el festival a beneficio de Andex en La Maestranza, pero unas declaraciones del actual empresario de la plaza, Eduardo Canorea, acrecentaron la polémica y motivaron el cambio de coso para llevar a cabo el festival.
Finalmente ‘Curro’ y ‘Morante de la Puebla’, han toreado mano a mano a beneficio de ANDEX en la localidad sevillana de La Algaba.
9 años del vuelo a la gloria de Antoñete y 20 del último festejo de Curro Romero
Tal como lo hemos venido contando, la empresa Tauroemoción que tendrá a su cargo organizar los festejos taurinos en los próximos tres años está empeñada en dar toros en Cali con todas las medidas sanitarias.
Cuyos protocolos ha cumplido esa empresa en sus plazas en España y que son estrictos y exigentes en cuanto al número de personas en los tendidos, uso de mascarillas, desinfección etc.
LO QUE PRETENDEN PARA CAÑAVERALEJO LOS NUEVOS EMPRESARIOS DE TAUROEMOCIÓN
Una novillada, dos corridas de toros y un festival entre el 25 y 30 de diciembre.
Esta feria tendrá un contenido social para contribuir a paliar la situación de familias en precario estado.
Ya SABEN QUE LA ALCALDÍA DE CALI anunció que la feria caleña será virtual; lo que no sabemos es que plantea sobre la feria taurina que se viene realizando ininterrumpidamente desde 1957 y mas cuando don Jorge Iván Ospina desde la propia plaza dijo que en Cañaveralejo no habrá mas corridas de toros.
Bueno, del dicho al hecho…
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