Autor: Guillermo Rodríguez

Diusabá diserta sobre La Santamaría en «Unidos por el toro» promovido por Ruizesparza, Lomeli y Lemus

«Unidos por el toro» es una iniciativa mexicana para promover y difundir la fiesta y entretener en estos tiempos de «Quédate en Casa».

Este miércoles y sin costo, nuestro querido colega, autor de varios libros sobre tauromaquia, Víctor Diusabá, nos ilustrará sobre lo que han sido 9 décadas de la primera plaza de toros del país, a partir de las 9 de la noche.

Abajo encontrarán la dirección electrónica para escuchar esta exposición de tan sumo interés, sin costo alguno.

Oiremos la historia de lo que han sido 90 años de la plaza de toros De Santamaría y un esbozo de la ganadería Santa Bárbara de la familia Barbero.

En su reciente visita a Colombia, Oskar Ruizesparza nos dejó un perfil de la ganadería de don Carlos Barbero que por su interés incluyo:

SANTA BÁRBARA: TORO CON CONVICCIÓN Y ÉTICA

Monserrate es el cerro tutelar de Bogotá. Y en su cima, a 3,120 metros sobre el nivel del mar, está la basílica del mismo nombre.

A diario, suben allí miles de visitantes que imploran los favores de un Nazareno muy parecido al del Gran Poder de Lima. De alguna manera, Monserrate está custodiada por el toro bravo.

Ya sea a sus pies, donde se levanta la plaza de toros de Santamaría. O a sus espaldas, hechas de inmensos bosques, donde pasta la ganadería de Santa Bárbara.

Allí, en medio de esa exuberante vegetación, está ese, el hierro de la familia Barbero, herencia de un español, Julián, quien, a finales de los años 40 del siglo pasado, y luego de prestar sus servicios a la aviación republicana, emigró a América, donde tomó tierra en México.

Es el primer sábado de febrero del presente año y su hijo, Carlos, y su nieto, Juan Carlos, reciben la visita de la FCTH, en persona de Óskar Ruizesparza.

La casa, sobria y animada por el fuego de la chimenea, sirve de espacio para una presentación que pronto desembocará en tertulia sobre ese asunto que invade muros y espacios, el toro bravo.

Un pequeño y viejo cartel sirve para encaminar la conversación.

El trozo de papel

A buen resguardo del vidrio que se asienta sobre un marco de madera, sirve para atestiguar que fue en Coatzacoalcos, en Veracruz, hizo el paseíllo el tal Julián Barbero, quien desde que desembarcó en México dijo ser torero, lo que debió ratificar ese día allí.

Ninguno de sus herederos sabe cual fue el resultado del festejo. Lo que sí tienen muy claro es que, de alguna manera, allí nació lo que ahora pisan, el territorio del rey toro.

Y creen ambos que tantos años después y de haber existido aún, el mismo Julián se volvería loco de la dicha al ver seis toros embistiendo.

A cuál mejor, como lo hicieron el pasado 7 de enero en Manizales, en una corrida histórica que incluyó un indulto (el de ‘Castellano’ de nombre) y otros cinco ovacionados en el arrastre, incluido uno de vuelta al ruedo.

Para muchos, la mejor camada en años en ruedos colombianos, como lo pueden atestiguar los aficionados y los mismos diestros de esa tarde: Manuel Jesús El Cid, Román Collado y Juan Sebastián Hernández, quienes cosecharon ocho orejas y se fueron a hombros, junto al ganadero.

¿Qué tienen los Barbero en su dehesa?

Ante todo, la seriedad como estandarte. Animales rematados tanto por delante como por detrás, sin exageraciones, valga decir.

Atléticos, fruto del lugar en que se crían, terrenos ondulados colmados de pastos generosos.

Y lo que ayer fue Samuel Flórez hoy, básicamente, es Parladé, resultado de una larga tarea de aproximación que ha conllevado diversas procedencias.

Eso sí, con la meta puesta en un ideal: aquel del toro de cuello largo y manos cortas, que tenga trapío y seleccionado con mayor énfasis en la intención de que exponga sus virtudes en la muleta.

Carlos Barbero

Como dice el propio Carlos Barbero, que se emplee en el caballo hasta emocionar, para, enseguida, en el último tercio, embestir con recorrido, desplazarse, humillar y transmitir, sin olvidar la necesidad de hacer de la pausa entre muletazo y muletazo la mejor forma de darle continuidad y ritmo a las faenas.

Y mientras las puertas de los potreros se abren y se cierran y los toros parecen sorprendidos por la inusual visita de los extraños, queda claro una vez más su papel de guardián de una naturaleza sin igual en términos de belleza y abundancia de especies de flora y fauna.

‘Castellano’ emerge en uno de esos espacios y deja ver el orgullo de sus hermanos y de sus propietarios.

Es ahí cuando la vieja sentencia del maestro, torero y ganadero Jerónimo Pimentel, anterior copropietario, brota ahora de labios de Juan Carlos Barbero, consciente de que no muy lejos deberá tomar la posta de su padre:

«El camino ya está marcado. Hay que seguir con la idea de que el toro debe emocionarnos para así mismo emocionar a toda la plaza, sin caer en modas ni pretensiones. Todo eso hecho con ética, pero sobre todo con convicción.»

Por favor compartan y sigan dándoles grandeza a nuestra fiesta. Nos vemos el lunes con reportajes de Bogotá.

VIDEOCONFERENCIA DE VÍCTOR DIUSABÁ

Para entrar a la videoconferencia de Víctor Diusabá, dentro de la inicitiva de «Unidos por el toro», este miércoles 1 Julio.

https://bringitps.zoom.us/j/6817111528

Oskar Ruizesparza

Si deseas estar informado de las siguientes videoconferencias, todos los miércoles de las 21:00 a las 22:30 horas. Es un chat solo para que recibas.

https://chat.whatsapp.com/J11Xrv2OdUs93ebhAuSLD4

El Capea en la mirada de Alcalino

Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea” (Salamanca 17/09/1952), constante triunfador de Madrid, contaba con amplio reconocimiento entre los mejores aficionados y colegas de profesión,

Sin embargo, ni su cotización ni lo que de él se leía hacían justicia a la realidad de su toreo.

Algo fallaba.

Algo que ni él mismo ni sus apoderados de siempre –los “Choperitas” Martínez Uranga—acababan de descifrar. Incluso cuando sus críticos más recalcitrantes fueron cediendo –dijeron que en México había descubierto el temple-.

Las empresas continuaban destinando el dinero fuerte a diestros de moda aunque fueran artísticamente inferiores a Pedro.

Hasta pudiera decirse que encabezar durante ¡seis años! el escalafón le había resultado contraproducente: era como si los públicos se hubieran acostumbrado a tenerlo en sus ferias y a verlo triunfar sin pausa, y sin embargo los motivaran más las novedades que el tenaz y poderoso Capea.

Y todo esto a pesar de que su fácil maestría se fue decantando hacia un arte cada vez más refinado y sentido a lo largo de los años ochenta. 

Las Ventas, su plaza.

En 1988 se encontraba El Capea en plena madurez, de la cual daba constancia su trayectoria en sucesivas isidradas.

Infalible sobre todo a partir de la de 1984, cuando un toro de Dionisio Rodríguez, lo hirió porque se inmoló al estoquearlo con tal de asegurar la oreja.

De la feria del 85

Data su célebre faena –faenón—a un arisco y astifino cárdeno de Manolo González llamado “Cumbreño”, pero ya en su corrida anterior había desorejado a otro ejemplar aquerenciado y difícil del hierro de Sepúlveda.

Y en la corrida de Beneficiencia, superó a los también triunfadores Espartaco y Pepín Jiménez y suyo fue el único apéndice, de un correoso sobrero de Gavira.

Infatigable, anunciado otra vez dos veces al año siguiente, de nuevo se alzó con sendas orejas, superando los inconvenientes de incómodos lotes de Sepúlveda y Hermanos Santamaría.

Quedó palmariamente demostrado que estaba por encima del resto del escalafón.

Pero a la hora de hablar del dinero, la empresa venteña cerró la escarcela y dejó a Pedro fuera de la isidrada de 1987,  justo cuando acababa de firmar la mejor faena de la feria de Sevilla, plaza que le era particularmente esquiva.

Y no por culpa suya ni de los sevillanos sino de la empresa maestrante, que acumulaba media docena de años sin contar para nada con el maestro de Salamanca.

El sanisidro del 88

Para el sanisidro del 88, Manolo “Chopera” al fin cedió y anunció a Pedro en el cartel estrella de la feria, al lado de Espartaco y Paco Ojeda, toros de Aguirre Fernández Cobaleda.

Sin esperar a más, cuajó magistralmente al abreplaza, y si sólo paseó una oreja fue porque el presidente no quiso soltar la segunda.

Sus alternantes también desorejarían un toro cada cual, pero el parecer general señaló la de El Capea como: la faena más sólida y artística de la tarde.

Y aunque en su otra comparecencia se fue en blanco, entendió que el terreno estaba debidamente abonado, para dar un salto cualitativo de cara a la historia grande de un tiempo taurino del que estaba siendo protagonista indiscutible.

Corrida de la Prensa, 1988.

Su organizador, Manuel Molés, había adquirido un corridón de Victorino Martín y afrontaba dificultades problemas para encontrar toreros dispuestos a salirle.

El Capea aprovechó la coyuntura:

encerrarse en solitario con el lote cárdeno del paleto de Galapagar sería la fórmula ideal para acabar de demostrar quién era y lo que significaba en el toreo.

Martes 28 de junio de 1988: papel agotado en Las Ventas. Era el mejor augurio para Pedro Gutiérrez Moya, situado ante al mayor desafío de su carrera.

Versión de Vicente Zabala.

“No hubo otro paseo que el que hizo El Niño de la Capea con la mayor gallardía al frente de sus cuadrillas, teniéndose que desmonterar al llegar al centro del ruedo, porque la plaza se venía abajo de ovaciones y el vello se erizaba al verle caminar con paso firme y decidido… Y a partir de ahí se acabaron los paseos.

El torero, con cuatro primeros toros muy deslucidos, con problemas y peligro sordo –blando aunque toreable por el derecho el primero,  de viaje muy corto el segundo, terriblemente distraído el tercero, aplomado y quedado el cuarto—anduvo decidido, suelto, fácil y hasta hábil con la espada.

Los aplausos lo alentaban al final de cada actuación, así como crecían las censuras a Victorino y el juego de sus toros, muy pitados en el arrastre… Pero faltaban dos, hijos, según en ganadero, de aquel “Belador”, indultado hace años…

Y mira por donde al quinto toro le dio por embestir. Lo hizo con el temperamento de los auténticos toros bravos, repitiendo las embestidas después de seguir el engaño con ansias de “comérselo”.

El Niño de la Capea, que abrió la faena con unos soberanos muletazos por bajo —¡qué hermoso es el toreo a dos manos!

Se apretó con el animal en larguísimos y templadísimos muletazos con la muleta a rastras, sometiendo una barbaridad, prolongando la embestida del animal, llevándoselo hasta la cadera, haciéndole describir medios círculos mientras arrancaba ¡olés! y ovaciones.

Las ansias de triunfo le dieron a la labor del torero un punto de vibración novilleril, hasta que vino la peligrosísima voltereta, de la que se levantó con ansias de torero macho, muy encastado y rabioso, sin siquiera mirarse la ropa para proseguir con el mismo denominador común:

bajar la mano una barbaridad, para sacar siempre la muleta por debajo de la pala del pitón como remate de las suertes fundamentales. El público se le entregó. Y llegaron por fin las dos orejas.

Y ya con el triunfo en la mirada y en el ánimo, El Niño de la Capea aprovechó el buen estilo del sexto… La faena tuvo parsimonia, seguridad y buen gusto.

Los ayudados por bajo, que sirvieron de broche a su labor, fueron excelentes. Llegaría la tercera oreja de la tarde cuando mató de una estocada. Lo alzaron en volandas… y salió feliz y sonriente por la puerta grande.” 

(ABC, 29-6-88) 
El niño de la Capea. Junio 28 de 1988

Versión de “Barquerito”.

“La euforia tardó en llegar y, cuando llegó, fue incontenible… El Capea, tan solemne, humilde y sabio toda la tarde, se había retirado al burladero tras haber cortado al quinto de los victorinos las dos orejas y aún se oía el murmullo admirativo de Las Ventas.

Una especie de “¡Salve, maestro!”… ¡Qué grandeza!¡Qué fuerza!¡Qué seguridad!… ni una duda en hora y media ante seis victorinos.

Con toros “zapatilleros” o “tobilleros”, como el primero, el segundo o el tercero. Y con los toros más nobles, los dos últimos, a los que hubo de torear más a base de inteligencia y gusto que de coraje…

En eso se reunió el registro más completo y cabal del torero, cuyo mérito más fino fue saber esperar una hora a que saliera su toro, que fue el quinto.

Mansito de salida, abantón, manos por delante en el capote, pero el toro que Capea, en un rapto de coraje, convirtió en el toro de la corrida.

Muleta en mano lo tomó entre la raya y las tablas para doblarse con verdadero valor y ligarlo sin irse al rabo, sino alargando el viaje y sacándoselo por delante del pecho con alegría.

Ésta que empezó así fue la faena más perfecta y redonda que Capea ha hecho en Madrid desde que torea en Las Ventas… La faena rompió en seguida.

Tan pronto como el Capea, fuera de la raya, se hizo con el toro y lo obligó a la distancia media, dejándole venir siempre sin enmendarse y empleándose sin reservas, pues el toro tenía temple y no derrotaba al final del muletazo…

Crecido, el maestro se echó la muleta la izquierda y se dejó ir. Sintiéndose.

Es tremendo cuando un torero de fuerza se convierte en un torero de sentimiento:

Esa tanda de naturales, con la muleta por debajo de la pala de los pitones y remate en la cadera, sin angustias, sin desahogo ni desasosiego, fue espeluznante…

El toro, acostado sobre el pitón derecho, levantó los pies al torero. Capea cayó sin ser prendido y quedó a merced del toro, que no hizo por él. Las cuadrillas, al quite, lo animaron.

Las mismas cuadrillas, que al final de la corrida volvían a mirarle admirativamente mientras casi a la fuerza, se lo llevaba la gente por la puerta grande de Las Ventas.

Con la misma fuerza devota de quienes pedían el sobrero, seguros de que acabaría llegando; pues ni el Capea parecía cansado, ni la gente estaba cansada de verlo.

El primero de todos, el Rey de España… Capea se levantó y se puso a torear de frente con el convencimiento de que el toro era suyo, como suyos fueron los seis de su tarde redonda, aunque en algún  momento pareció cuadrada…

Aguantó con cuatro y toreó con deleite al sexto, para rematar con lo que fue probablemente lo más bello de esta corrida difícilmente perfecta:

los ayudados por bajo a dos manos. Cinco estocadas de genio. Y un bullicio interior que contagió con todos y a todos.”

(Larga cambiada. Temporada Taurina 1988. Edit. Espasa-Calpe. Madrid, 1989, pp 170-171)

El famoso toro quinto se llamó “Cumbreñito”, quien sabe si en recuerdo de aquel “Cumbreño” del año 85.

Y vale la pena escuchar lo que un joven torero de Galapagar, dijo por TVE a las puertas de su crucial San Isidro de 1999, cuando José Tomás aún concedía entrevistas:

Yo decidí hacerme torero mirando al Capea torear por naturales al quinto toro de la corrida de la Prensa de 1988. Todavía no he visto nada más grande en una plaza de toros”.

Balance comparativo.

Al finalizar esa temporada, Pedro Gutiérrez Moya anunció su retirada de los ruedos.

Sin embargo, cedió al canto de las sirenas en 1991: lo iba a parar en seco un temprano cornadón en Sevilla y si alcanzó a torear.

Muy disminuido

Dos sanisidros más, esto no mejorarían en nada su ejemplar trayectoria en Las Ventas, donde sumó en su carrera 36 festejos, cortó 21 orejas y abrió cuatro veces la puerta de Madrid.

Balance superior al del resto de la generación más cuesta arriba del siglo XX. Los Paquirri, Palomo, Teruel, Dámaso, Manzanares, Robles, y luego Espartaco, Ortega Cano, Ojeda…–.

Otra plaza de referencia para Pedro fue Bilbao, donde le había dado la alternativa Paco Camino (19/06/72).  Y fuera de España la México. Allí hizo El Capea 37 paseíllos y cosechó 17 auriculares y tres rabos, además de indultar a “Samurái” de Begoña (04/05/86).

El temple que le empezaron a achacar sus críticos más remisos a mediados de los 80, lo conocían de sobra los mexicanos , casi desde el primer día de Pedro en Insurgentes.

Y a través de una sucesión de grandes faenas, incluida la de su primer rabo (“Corvas Dulces”, de Garfias, 20/12/74)  y algunas malogradas con la espada pero asimismo enormes, como la de “Alegrías” de Reyes Huerta, al que bordó con la zurda (20.01.74) o “Fandango” de Jaral de Peñas, que le brindó a su padrino Paco Camino (18.02.79), por no hablar de la de “Debutante” de Funtanet, auténtica sinfonía de trazo exquisito aunque flojo remate (10.02.85).

“Fue mirando al CAPEA torear así al natural que decidí hacerme torero”.

En Jardines de Paz reposan los restos de Over Fresneda

Obra de Alfonso Brillón para honrar a su amigo Over Fresneda.
Obra de Alfonso Brillón para honrar a su amigo Over Fresneda.

Este domingo fue sepultado en Bogotá, Over Fresneda, que llevó el honroso título de el «Indio Veloz», en una de la querida y respetable expresión de la tauromaquia, el toreo cómico, el más serio de todos.

Over Fresneda falleció el viernes a la edad de 84 años y es velado en la funeraria Gaviria, Cra 13 #43 A 45. Sala 6.

La Homilía en sala, Domingo 28 de Junio se realizó casi en la intimidad a las 11:00 de la Mañana.

La cremación en el parque Cementerio Jardines de Paz.

Para un artista de calidades humanas y profesionales. No es un adiós sino, «!!!hasta siempre, torero !!!».

Ejemplo de vida, honestidad y bien hacer.

La secretaría de gobierno se viste de LGBTI

La Secretaría de Gobierno de Bogotá se ha vestido con el símbolo LGBTI, que en resumen son las siglas que designan colectivamente a Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales.

En uso masivo desde la década del ’90, el término «LGBT» es una prolongación de las siglas LGB, que a su vez habían reemplazado a la expresión “comunidad gay” que muchos homosexuales, bisexuales y transexuales sentían que no les representaba adecuadamente.

La “I” incorpora a la intersexualidad.

Y sería torpe de mi parte criticar o zaherir al secretario Luis Ernesto Gómez por señalar en la cuenta de twitter:

«Nos vestimos de colores!. #Bogotá es diversa, plural y diferente. Es la ciudad de todos».

Me asalta una duda y es que el joven funcionario que se expresa muy amplio y consecuente con «Bogotá diversa», «plural » y «diferente» pero se estrella con su intolerancia cuando se trata de la fiesta brava y ahí brotan todos los perjuicios y prejuicios (los dos).

Pues los amantes de este ritual mediterráneo que se afincó en América por la colonización española (como la lengua de Castilla o la religión católica, para entendernos).

Nos convertimos en asesinos y maltratadores.

Entonces la diversidad, la pluralidad, la tolerancia, y la diferencia para nosotros, afectos a la tauromaquia desaparece como por encanto. Nosotros hacemos parte de lo que usted describe como «la ciudad de todos». No lo dude.

Tengo el más grande respeto por quien piensa diferente a lo que yo creo, o por su comportamiento religioso, político o sexual.

Pues si reclamo respeto para las corridas que es lo que le pediría a la alcaldesa que públicamente expresó su inclinación sexual y no soy quien, ni debo, ni puedo, ni está en mi ser objetarle nada en ese campo.

Exijo reciprocidad porque nosotros somos ciudadanos libres, nos movemos en la legalidad, de la Ley, de la cultura.

Hoy, tras años de explicaciones de sociólogos y antropólogos sabemos que tan válida es la cultura de los Embera, como la de los Guahibos, Guambianos, Incas, Mayas, Arhuacos, o lo que dejaron nuestros antepasados en las cuevas de Lascaux y en Altamira, o las «occidentales» de Botero, Picasso, Stravinsky, o Goethe, Kafka, Marcel Duchamp, Goya, entre otros.

Como el secretario es educado en Europa supongo sabe qué es HOMÓFONO pero se lo recuerdo: Palabras que se escuchan de la misma manera, pero que guardan un sentido diferente.

Y se lo expreso no como un culteranismo de mi parte sino porque para lo PLURAL, DIVERSO Y DIFERENTE, (que su despacho utiliza en el twitter) significan solo palabras atrapadas en su pensamiento y actitud excluyente pero no en la universalidad de lo que significan para TODOS.

O sea, acepte usted por vía de discusión académica que nosotros también hacemos parte de esa pluralidad que usted pretende excluir. ¿Entendido, señor secretario?.

El centenario de Manuel H, el Frank Capa colombiano

!!Quien lo creyera!!, el maestro Manuel H. se nos fue hace 11 años pero es tan viva su presencia que no me di cuenta que estamos celebrando el centenario de su nacimiento.

Lo tengo tan presente, en la plaza De La Santamaría o tomándonos un humeante chocolate en «La Florida» (que ojalá no vaya a desaparecer por esta pandemia), o recorriendo la carrera séptima, o en su estudio de la calle 22.

Cachaco en sus formas y fondo, me hablaba de esos tiempos aciagos del 9 de abril en el conocido como «el bogotazo», y como dejó el almuerzo servido tras oír la noticia del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán.

Por que fue uno de los primeros fotógrafos en captar las imágenes de ese hecho que enlutó a Colombia.

De cómo en una fracción de segundo tomó la que se considera la foto icónica de Manolete, tras una faena en en el 46 en La Santamaría de Bogotá, donde no cabía un alfiler y el pequeño fotógrafo captó ese momento de tragedia maravilloso del monstruo de Córdoba.

Si me demoro un segundo o me adelanto, la foto no existe, esa es la paradoja de nuestro oficio, me relató.

El mejor homenaje será recuperar ese archivo por instituciones como el Banco de la República o el Archivo Nacional pues la obra del maestro bogotano es imprescindible para mirar con sentido crítico más de medio siglo de un país maravilloso, a veces cruel pero dulce como la mandarina.

Richard Emblin dice :

Manuel H. era el colombiano Capa: un hombre que durante más de medio siglo capturó la historia y los «momentos» de su país con su emblemático Rollei. Y al igual que Capa, su carrera en el fotoperiodismo nació del caos y la violencia.

Llámalo circunstancia o destino, pero la vida tiene una forma extraña de arrastrar a ciertas personas al «momento». 

Para Robert Capa, sin duda el mejor fotógrafo de guerra de nuestro tiempo, llegó el momento en que fotografió al miliciano republicano español cayendo después de recibir un disparo en sus colinas de Andalucía el 5 de septiembre de 1936.

Y lo cierto es que Manuel H con Leo Matiz, Sady, Nereo, entre otros; fue capaz de reflejar la vida agitada de una Colombia donde parece que la violencia es nuestra compañera de viaje. Nos hemos acostumbrado tanto que asumimos que es nuestro fatal destino y va del brazo con nosotros.

Ricardo Arcos-Palma anota :

Manuel H. también fue testigo de hechos históricos transcendentales de nuestro país: el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y la revuelta popular que siguió a este hecho conocida como el Bogotazo (1948) donde buena parte de la ciudad fue destruída; este hecho hizo que Manuel H, se convirtiera en reportero para la prensa.

La caída de Rojas Pinillas en 1957 también fotografiada.

Su lente captó la acelerada transformación urbana de Bogotá: en estas fotos podemos ver las famosas salas de cine de los años cincuenta como el Teatro Colombia (hoy Jorge Eliécer Gaitán) y el Teatro México, o el Olympia de los años ochenta.

La construcción de la torre de Colseguros que reemplazó el tímido edificio de dos plantas de Icollantas (1964) y la construcción de las Torres del Parque (1970).

Las fotos de hechos cotidianos como el desbordamiento del río San Francisco.

También capturó en su lente momentos memorables como la venida del Papa Pablo VI (1969) y la visita de los Reyes de España (1976) .

O una corrida en la antiguo Chapinero en una improvisada plaza de toros frente a la Iglesia de Lourdes (1962).

La historia de Bogotá y del país político y cultural fue congelada por Manuel H.

Con Luis Galindo fuimos a verle al hospital un día antes del deceso y seguía contando anécdotas, y las fotos que tomaría en la próxima temporada taurina, y de su archivo, y de su familia , y «de esta vaina de los achaques».

Adiós Over, gran torero

El nieto despide al abuelo, Over, el «Indio Veloz».

«Gracias abuelo por heredarme la pasión, el amor y el respeto por la profesión más linda de todas. Gracias por compartir mis sueños y por creer en mi, fuiste y serás un gran ejemplo. descasa en paz ROBLE. Descansa en Paz Indio veloz. Te amo abuelo.

Con inmenso cariño, Santiago».

Y su hijo, el gran Gitanillo, sabe que al amparo de su viejo él logró las mas altas cotas como torero. Hay guardián en la heredad.

Hoy estamos mas desolados, mas tristes pero quiero recordar al viejo Over con su magisterio, su sentido de la vida, de la amistad, de su inmenso amor por esta fiesta que los insensatos nos quieren arrebatar, con su inapreciable y contagioso humor… Y mientras haya alguien que lo tenga en su memoria y en su corazón, Over no habrá muerto pues continuará guiándonos desde donde le apetezca estar. Es, sin duda, una ausencia presente y viva.

PRONUNCIAMIENTO DE LA UNDETOC

Con profunda tristeza informamos que el señor Over Fresneda, conocido en el mundo taurino como el indio veloz, patrono de una dinastía torera, padre del maestro Gitanillo de América y abuelo del novillero Santiago Fresneda Velasquez, falleció el día de hoy.

El pilar de una familia son nuestros padres, lamentablemente llega el momento en que debemos despedirnos de ellos porque han partido de este mundo, los momentos vividos junto a nuestro ser querido son recuerdos imborrables que quedan marcados en nuestra vida.

Don Over Siempre será recordado como un hombre integro, fue y seguirá siendo un buen ejemplo de padre y esposo amoroso como nadie, educado y respetable. Nuestras más sinceras condolencias a Doña Cecilia, sus hijas, el maestro Gitanillo, Santiago y demás familiares.

Hoy se abren las puertas del cielo para un nuevo ángel ¡Que Dios lo guarde en su gloria!.

Luto en el toreo. Ha partido Over, el «Indio Veloz»

Over, el «Indio Veloz» se fue silenciosamente, sin amarguras, con esa sonrisa que era su signo en sus actos públicos y privados.

Hombre bueno y generoso si los hubo, ha partido por esas dolencias del cuerpo que nos aquejan a una determinada edad.

Nos entregó lo mejor de sí durante mas de 40 años en las comparsas toreros en las que actuó con el personaje que encarnó brillantemente «El Indio Veloz» con sus acrobacias, su sentido de las distancias y el temple como es rigor en el toreo.

Paseó por varios países de América el espectáculo y curiosamente quizás sea el único torero que actuó en San Andrés para llevarle a esos compatriotas un poco de su saber estar como artista.

Estuvo en varias naciones americanas , incluida Panamá que fue tan nuestra como Boyacá hasta 1903, y que la perdimos.

Over actuó con las mejores compañías nacionales y extranjeras y fue amigo de Cantinflas, de El Cordobés y otros grandes de la tauromaquia

A sus hijos, nietos, a su querida esposa, a los suyos, todos, sin excepción nuestra condolida voz de pesar y acompañamiento desde estas páginas.

El toreo cómico

Es de los más serio que hay; solía decir Chaplin pues hacer reír a niños entre 8 y 80 años no es fácil.

Y él con su grupo de encantadores y mágicos miembros de las cuadrillas ocupan páginas doradas en ese toreo que tiene sus raíces en las mojigangas y que enriqueció un genio como Llapicera y en Colombia Don Rodrigo, los Valencia, los enanitos toreros.

Y en muchos de esos espectáculos se contrataba un novillero lo que equivalía mas tarde a una prometedora carrera.

Alcalde de Cali decidirá con qué presupuesto cuenta para la Feria

Feria de Cali 2019

La Feria de Cali de este 2020 dependerá de la decisión del alcalde quien tendrá que explicar con qué recursos cuenta este evento lúdico en aportes de ese despacho y si hay presupuesto para ese dispendio.

Así que el evento de diciembre está en vilo hasta tanto no se tenga, y nunca mejor dicho, las cuentas claras.

El director de la Feria Alexander Zuluaga presentó un presupuesto de 18 mil millones para realizar el evento que congrega a miles de personas en conciertos, desfiles, artistas y eventos en los barrios caleños.

La Junta pidió al funcionario que diga si cuenta con ese dinero por lo que al final optaron por nombrar una comisión.

Esta se encargará de redactar una carta al alcalde Jorge Iván Ospina, para ponerle realidad al multitudinario evento que en principio sería un híbrido entre lo presencial y lo virtual.

La Feria de Cali

Esta feria que sería la número 63 de su historia, se enmarca en un oscuro panorama para la sociedad colombiana, que enfrenta una pandemia no conocida en un siglo y para combatirla no se sabe aun cuando estará lista la vacuna.

Certámenes en el Valle como el festival de música andina, conocido como «Mono Núñez» se está realizando de manera virtual con el concurso de Telepacífico y el inminente «Petronio» quizás se realice igual.

Sus eventos

La Feria de Cali reúne en seis días la identidad de la ciudad, siendo la salsa el componente principal de los eventos.

Hay conciertos, shows con los bailarines de las escuelas de salsa más representativas de la ciudad y encuentros para aficionados a este tipo de música.

Pero también hay otros espacios como el Festival Juvenil o la Feria Rural y Comunera que convocan otros géneros musicales, por eso la Corporación de Eventos está a la espera de la decisión oficial.

Y de contera, del pronunciamiento del alcalde dependerá la Feria y sabremos, más adelante, que ocurrirá con lo taurino.

En Cañaveralejo se reúne la tauromaquia al hilo de la feria caleña aunque tengan administraciones y mecanismos distintos.

Muy delicado de salud Over, padre de «Gitanillo»

Autor: Paco Media-Luna

Hace un par de semanas me referí al toreo cómico, a Llapicera, el gran innovador, al Bombero Torero, al Empastre, a Superlandia y esa entrañable relación con nuestra formación como aficionados. Toreo que en Colombia ha tenido gran predicamento y numerosos exponentes que han hecho reír durante mas de 50 años a varias generaciones. Como es el caso del famoso de Over, el «Indio Veloz».

Over, el famoso «Indio Veloz»

Pues tengo que comunicar que se encuentra muy delicado de salud y en cuidados intensivos, Over, el famoso «Indio Veloz». Padre del torero Gitanillo y abuelo de Santiago Fresneda.

Son ya muy tenues sus signos vitales y los médicos son muy pesimistas. Sobretodo la gravedad de las lesiones que tiene su cuerpo. El cual hace más de 40 años, participó en agrupaciones que buscaban dar un poco de felicidad a niños entre 8 y 80 años.

«El terrible Pinilla»

Gabriel Pinilla, «El terrible Pinilla» actuó con él y lo recuerda como un artista integral, de gran fortaleza física, ágil y de una inventiva superior en todas las suertes.

Lo que tenga que vivir este buen hombre que ha logrado mantener unida a su familia y darnos dos toreros. Solo Dios lo sabe pues la medicina practicó lo que era viable hacer.

Don Jorge Gutiérrez se refiere a ese mundo abigarrado de escenas hilarantes:

«Considero que ha sido desafortunado para la tauromaquia colombiana el hecho que el toreo cómico haya venido desapareciendo paulatinamente de su panorama, máxime cuando a través del tiempo este país ha producido un número bastante significativo de representantes de esta manifestación del toreo. De hecho varios de ellos, dadas sus excelsas cualidades profesionales, decidieron afincarse allende los mares en donde ratificaron el reconocimiento que a nivel nacional habían obtenido».

Agrega el conocido ganadero en «La Patria».

Recorrió también exitosamente los ruedos del mundo el famoso «Indio Veloz». Personificado por José Over Fresneda padre del matador de Toros Over Gerlaín Fresneda Félix «Gitanillo de América»; y dentro de la categoría de los «aborígenes-toreros» también recuerdo a Jairo Velásquez, «El Indio Mapache» y a Hermes Santander, «El Indio Jerónimo».

Celebramos el natalicio del maestro «Antoñete»

Nació en Madrid y el patio de juegos fue un rincón de la plaza de Las Ventas que tantas tardes, años después, le aupó en hombros varias veces tras gozar con su espléndido toreo, luminoso, veraz y contundente. Por eso hoy celebramos el natalicio del maestro «Antoñete»

Antonio Chenel Albadalejo

es cosecha 1932, la misma de su amigo Jerónimo Pimentel que nació unos kilómetros más allá, en Cenicientos y por eso son hijos de la mal llamada guerra civil española que por contra tuvo para América la bendición de la presencia de adoloridos intelectuales y amigos de la tauromaquia que se afincaron al campo de la libertad que vivíamos los antiguos colonizados por la llamada «madre patria». Manes de la historia.

Paco Parejo

Su cuñado Paco Parejo era el mayoral de la plaza de Las Ventas y allí solía ver a los matadores punteros de la década de los años 40 durante sus entrenamientos y en las tardes de triunfos. Admiraba especialmente a Manuel Rodríguez, ‘Manolete’.

Además en las tardes en el coso, aprendió a conocer el comportamiento del toro bravo, para él, el indiscutible protagonista de la fiesta.

Y es que la relación con Colombia de unos de los más brillantes toreros del siglo XX fue un capítulo maravilloso.

El natalicio del maestro «Antoñete»

En 1966 con la faena más estructurada que se recuerde en Las Ventas, y muchas hay para la memoria del aficionado, esa lidia al toro «blanco» de Osborne que es perfecta, si cabe, se la brindó a quien hacía pocos días había sido ungido presidente electo de Colombia, don Carlos Lleras Restrepo (Cómo nos hacen falta esos personajes a quienes jamás se les pasó por la mente prohijar proyectos prohibicionistas de la tauromaquia, pues la respetaban).

César Rincón

Luego, en el 82 del siglo pasado, el jovencito César Rincón recibió los honores de que el viejo maestro madrileño fuera el padrino de su alternativa con toros de VistaHermosa y otro grande, Manzanares, padre, el testigo de la ceremonia.

Y justamente tras ese soleado 1991 con las 4 salidas en hombros de Las Ventas, del maestro Rincón, en la casa del maestro Antoñete, vino a Colombia de la mano de un maestro de periodistas, Manolo Molés y con el auspicio de Oscar Rentería e hizo parte varios años del llamado «combo» taurino de radio Caracol con dos maestros de la narración taurina, Hernando Espinosa y Ramón Ospina, y un joven, entonces, de voz clara y sabio, Iván Parra.

Qué maravilla de enseñanzas nos dejó el maestro del mechón blanco. Era senequista, seco pero alegre y sin perder el humor.

Cómo veía al toro, cómo trataba al torero, a la afición, al entorno de la fiesta, Toda una lección de magisterio.

Todo esto me viene a la memoria al recordar que un 24 de junio nació en la capital del reino uno de los toreros emblemáticos de esta fiesta multiforme y aleccionadora por los tantos valores que dimana. Se llama, pues mientras se le recuerde seguirá vivo entre nosotros, Antonio Chenel.


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