Esa monserga de los animalistas que se han definido como protectores de los animales, que nos odian al punto que un abusivo concejal en Bogotá en uno de los debates virtuales, proclamó : » maldita herencia » ( nuestra fiesta taurina, desde luego ). Maldita herencia tener un Concejo como el actual que tiene sobre el tapete los grandes temas de la ciudad y lo único que se les ocurre es acabar con el toro con la máscara de defender al toro.
Y en el colmo del cinismo la antitaurina Padila como lo relata Antonio Caballero, dejó varias perlas :
Prohibida por “desincentivación” la muerte del toro, ¿habrán pensado los animalistas qué hacer después con los toros así toreados? Se lo preguntó en un programa periodístico el torero Moreno Muñoz a la animalista Andrea Padilla, concejala impulsora del astuto acuerdo. ¿Los van a adoptar hasta que mueran de viejos? Y ella dijo, magnánima: “Son costos que hay que asumir”. Pero no dijo quién.
El maestro César Rincón conversó con El Mundo para expresar su rechazo a las decisiones del Concejo y advertir que es necesaria la unidad de propósitos de los taurinos :
César Rincón cree que los animalistas «ganan dinero a nuestra costa. Cobran subvenciones. No entienden el campo. Animalista soy yo, que dependen de mí 700 cabezas de ganado, que mantengo 700 cabezas de ganado. Ellos son ciudadanos que no conocen el mundo pero viven de intentar eliminar esta tradición. Respeto profundamente a los veganos, igual que nosotros merecemos también respeto».
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, sancionó la propuesta antitaurina. ¿Hay solución? «Dependemos de la Corte Constitucional, que ya se ha pronunciado hasta 10 veces para proteger la fiesta. No podemos dejar que nadie pase por encima de la ley a su gusto. Por capricho. Debemos estar tranquilos porque los abogados están a favor de la libertad. Se ha puesto una demanda. No creo que vaya a más. El problema es que de las mentiras hacen verdades y es difícil salir de ahí. Mientras que el Congreso de la República no cambie sus argumentos, debemos estar tranquilos».
Después de conquistar Madrid, volvió a Colombia un gigante. El país se paralizó como si hubiese bajado de la Luna y no de un Iberia. Había que ser muy extraterrestre para hacer lo que hizo. Eran los 90. «A mí me da alegría ver que todavía queda mucha gente joven aficionada a los toros. En Manizalez, Bogotá o Cali. Nos dan armas para seguir trabajando», comenta el hombre que impulsó los toros hasta hoy en su país. Quizá haga falta la inercia de otro héroe. «Da rabia que los tiempos hayan cambiado tanto que ahora la tauromaquia esté mal vista. Ver a los nuevos aficionados es una motivación para seguir luchando».
Gobernar no es actuar con los gustos personales, respetables pero que nada tiene que ver con el ejercicio de las funciones que le encomienda la Constitución y la Ley a un funcionario.
Es lo que uno pensaría de doña Claudia López, la alcaldesa y del Concejo de Bogotá en el que se impulso el criterio de que » a mi no me gusta y yo soy antitaurino» !!!alá! a legislar en contra de la fiesta atropellado justamente mandatos superiores que ese organismo de elección no puede transitar. Hay unas líneas rojas que no puede cruzar el Concejo de la capital colombiana pero esa furibunda concepción de estos señores y señoras los hace inundar de mentiras su proceder y quieren acabarnos al prohibir en La Santamaría de Bogotá los tres tercios ( la suerte de varas, el segundo, el de banderillas, y la utilización del estoque ).
Valdría la pena que estos «servidores » públicos leyeran lo que dijo en un foro el ministro e cultura de España Rodríguez Uribes :
Los gustos personales de cada cual son importantes en su ámbito y en la expresión que pueda hacer de ellos, pero desde el punto de vista de la acción de gobierno hay que estar en lo que dice la legalidad vigente. Yo es lo que voy a hacer, es mi obligación. Cualquier cosa que no fuera eso sería una conducta inadecuada por mi parte.La tauromaquia tiene ese reconocimiento en el ámbito de Cultura.
Simón Casas no ve claro hacer una mini temporada madrileña en medio de la precariedad que imponen las circunstancias que son las que son :pandemia, restruicciones de ingreso de espectadores….Así no.
‘Tengo una convicción, sería mejor pasar un año en blanco en todos los sitios antes que alterar el espectáculo de la tauromaquia, evidentemente si se puede dar un espectáculo hay que darlo pero lo peor sería alterar la esencia de la tauromaquia, la vivencia de la tauromaquia, a representación del ritual taurino. Esperemos que haya algún espectáculo de aquí al final de 2020 pero repito, lo más grave no sería pasar un año en blanco sino forzar las cosas y hacerlo mal. Esa es mi convicción’, matiza.
En este número analizamos su paso por las plazas de Madrid, Sevilla, Barcelona, Valencia, México y Perú; además, entregamos el más completo y pormenorizado resumen estadístico de toda su trayectoria; recordamos los integrantes de la Dinastía Belmonte; recogemos su impacto en la cultura, su legado y una completa recopilación de la bibliografía dedicada a su figura.
Como siempre, las opiniones y las noticias de actualidad completan un número con más de 100 páginas para guardar y coleccionar.
Uno de los sucesos clave de la tauromaquia del siglo XXI aconteció en Madrid los días 5 y 15 de junio de 2008, doble presentación de José Tomás precedida por arduas negociaciones en las que intervinieron no sólo la empresa Taurodelta y Salvador Boix, apoderado del diestro, sino incluso –y nunca se sabrá hasta qué punto– la presidenta de la Comunidad madrileña Esperanza Aguirre, que los apremió a arreglarse cuando las pláticas estaban prácticamente rotas. Aun descontando una sustanciosa rebaja, el de Galapagar rompió todas las marcas salariales, y, como se esperaba, las taquillas para ambos festejos se cerraron con mucha anticipación. Pero además, el resultado artístico superó las expectativas más optimistas, y José Tomás Román Martín puso su nombre a la altura de los mayores de la historia de las corridas de toros. De su historia, su leyenda, su mitología…
Jueves 5 de junio. Con el de Galapagar parten plaza Javier Conde y Daniel Luque, al que el primero va a confirmarle la alternativa. El agitanado Conde no se atreve con el mejor lote y redondea una tarde fatal; el toricantano, por el contrario, se enfrenta a lo peor con gran entereza, y su sello y clase cosecharon dos ovaciones macizas. Y José Tomás levanta en vilo a la plaza y al toreo mismo con una actuación prodigiosa, que aúna entrega total, arte personalísimo y un poderío fuera de lo común; corta las dos orejas de “Dakar”, de Toros de Cortés, y las dos de “Comunero”; más noble el primero y más encastado el segundo. Victoriano del Río ha enviado un encierro admirable. Sólo el lote de Luque flojeó.
Unanimidad sin tacha. A tono con una tarde no ya consagratoria sino decisiva para la construcción del mito tomasista, la prensa se volcó con el triunfador como tal vez no lo haya hecho nunca con torero alguno. Los diarios de circulación nacional colocaron el suceso en sus primeras planas, y los cronistas emprendieron involuntario concurso de loas y ditirambos, del que recogemos este breve muestrario: Zabala de la Serna (ABC): “José Tomás es el toreo. José Tomás es el toreo puro y absoluto. José Tomás convirtió su reencuentro con Madrid en una antología, en una página de oro de la tauromaquia… Nada puede igualar la experiencia de 24,000 almas unidas en una sola aclamación: “Torero, torero, torero”. Las Ventas se rindió al torero más grande, a la tarde más redonda y pletórica de las últimas décadas… Las campañas insidiosas se van ahora mismo a la letrina del ridículo: José Tomás salió a torear: ¡Y cómo toreó!… el toreo todo por abajo, vaciarlo hacia atrás, vaciarse con él; el toreo es cruzado, con un toro que pegaba un tornillazo y de entrada le quitó el capote de las manos, unas manos y muñecas que habría que clonar. En un principio el toreo fue Belmonte; hoy es José Tomás…”
Antonio Lorca (El País): “La leyenda se engrandece. Un genio llamado José Tomás bordó el toreo y lo elevó a las más altas cumbres de la belleza. Madrid vivió una de las tardes más apoteósicas de las últimas décadas. La vuelta al ruedo con las dos orejas de su segundo toro fue inenarrable. Sonreía Tomás, siempre tan aparentemente triste. La plaza coreaba “torero, torero”… un momento emocionantísimo, como fue la faena a ese quinto toro, primorosa por ambas manos. Sobrecogió a los tendidos con la más pura concepción de la tauromaquia. Una obra de arte total… Noble y muy blando había sido el segundo, y Tomás se ganó a la plaza cuando prefirió brindar al respetable antes que al Rey… la faena fue un dechado de temple y lentitud… dibujó un natural ceñidísimo y otro que fue sobrenatural por su largura, hondura y despaciosidad. Crujió la plaza… (Pero) La verdadera conmoción llegó en el quinto, con el que realizó un quite por verónicas monumentales. Lo cuidó en los caballos y lo esperó en los medios, el cuerpo erguido, las zapatillas ancladas en la arena, la muleta plana. El toro acudió con presteza y los estatuarios surgieron como borbotones de pasión… aparece el viento y ondea la muleta, pero Tomás ni se inmuta… muletazos largos, poderosos, ligados… un trincherazo de cartel… el toro desafiante, encastado, y los naturales preñados de hermosura y abrochados con un pase de pecho absolutamente genial… se desata por primera vez el “torero, torero”… el toro se da por vencido y huye a las tablas. La estocada, recibiendo, quedó sepultada hasta la empuñadura… El clamor de la perfección… Y tres noticias para los incrédulos: primera, que José Tomás no sufrió ninguna voltereta; segundo, no hubo dramatismo ni corazones encogidos; y tercera, lo que sí hubo fue un genio en plenitud para cantar la auténtica verdad del arte del toreo.”
Carlos Abella (El País): “Enmudecieron los intereses, callaron los mercaderes del falso templo. Triunfó la verdad eterna del valor sereno, consciente y cabal de un torero privilegiado, capaz de asustar al mismo miedo y de imponer sin hablar su desnuda verdad… la de quien además de enfrentarse al toro se enfrenta a los miuras del conservadurismo, al victorino de los mediocres, al pablorromero de los que prefieren vetar que retar, medrar en vez de rivalizar y levantar falsos antes de aceptar que el toreo es y será siempre esto. Valor de verdad, arte para dejarse ver en los cites, en los remates, y dejar en el cielo azul de Madrid el recuerdo de una tarde histórica.”
Hay aquí una alusión nada velada a los panegiristas de Enrique Ponce y su mercenaria campaña para empañar la reciente vuelta a los ruedos de José Tomás.
Joaquín Sabina (El País): “Aunque a los aficionados las estadísticas nos importan, y porque las emociones de hoy se pusieron de acuerdo con las estadísticas, había unanimidad en el 7, en el 9, en el 10, en el 11 y en la madre que los parió… Desde el paseíllo se notó que José Tomás venía a decir algo alto y claro, a tapar bocas, que dicen los taurinos. Desde el primer quite, con un toro que no era el suyo, hasta la clamorosa salida en hombros por la Puerta de Madrid, la tarde fue, más que perfecta, sublime… Hacía cuatro décadas que ningún torero cortaba cuatro orejas en Madrid, en la misma tarde. Fue José Tomás. Yo lo vi. Iba de purísima y oro. Y tuvo una tarde sublime. No lo digo yo, lo dice todo Dios.”
Paladín silencioso de la arena / de vértigo y poesía la tarde impregna // Cerebro, corazón, pulso, muñecas / cadencia de percales y muletas // De torería, de entrega, de fragancia / transformó la escasez en abundancia
Domingo 15 de junio. Ante dos astados indómitos, geniudos, peligrosísimos, José Tomás ofreció la versión opuesta, la del samurái capaz de cambiar la vida por la honra. Y por el arte. Tarde de escalofrío, de insoportable tensión. Cuatro veces entre los cuernos, impertérrito ante las probaturas, los arreones, las embestidas al bulto. A su primero, atrincherado en tablas, violentísimo, le cortó una oreja. Ante el sentido del sobrero de El Torero –“Caribello” de nombre, desmesurado de cuerpo y pitones–, la ofrenda alcanzó caracteres insoportables. Llevaba ya dos cornadas –en el de pecho izquierdista, el animal se le cruzó y lo levantó ¡con el pitón zurdo!—cuando puso a la plaza al borde del infarto con unas manoletinas espeluznantes; no consiguió, ni le importaba, pasar la aduana de las astas en la estocada, lo que le costó una herida más. La imagen del hombre de tabaco y oro que cruzó la plaza rumbo a la enfermería luego de demostrar escuetamente las dos orejas que premiaran su entrega increíble –chorreando sangre, la ropa estropeada, el corbatín desecho, pero sin perder un ápice de dignidad– será inolvidable.
Muy olvidables, en cambio, la actuaciones de El Fundi y Juan Bautista, sin toros ni ánimo para enfrentar el tsunami tomasista. José Pedro Prados, primer espada del cartel, lo reconoció sin ambages: “José Tomás, que ha estado monstruoso, monstruoso…”
Juan Posada (La Razón):“La faena a su primero, manso querencioso y violento, tuvo momentos sublimes… Con el quinto, dio una lección de lo que es torear, con cites a media distancia, cruzado, el engaño en el lugar preciso; como no lo retiraba del hocico al final de cada pase, los ligó de manera magistral…Se la jugó con la izquierda y fue volteado… Siguió con la derecha como si nada, muy cruzado y ceñido. Las manoletinas, ajustadísimas. Los volteos fueron consecuencia de su desmedido arrojo y ganas de triunfar…”
Antonio Lorca (El País). “José Tomás llegó a Madrid dispuesto a superar lo insuperable; es decir, a dejarse matar antes que perder la batalla contra sí mismo… lo demostró con una entrega absoluta, con una heroicidad sobrehumana y un rotundo desprecio a la vida. Salió dispuesto a morir y estuvo a punto de conseguirlo… contoros mansos, rajados, huidizos y de pésima clase…Se le premió la disposición, el desafío, el poder, la gallardía… ¿Por qué lo cornean tanto los toros? Quizás porque se arrima más que ninguno… con las dos orejas concedidas atravesó el redondel, en esa imagen que figura ya en los anales de esta plaza.”
Andrés Sánchez Magro (La Razón):“El héroe ha afianzado su ética del compromiso… Enfrentado a su propio mito y a la historia, que será imposible de superar, el de Galapagar ha acallado voces adversas e interesadas… Madrid volvió a ser fiel a su marchamo de primera plaza del mundo y se rompió en gritos roncos que decían “¡torero, torero, torero!”
Zabala de la Serna (ABC): “El valor de José Tomás no conoce límites, transgrede la razón, la atropella, supera y destroza. Rotos los esquemas, rota la taleguilla, desgajadas las carnes. Ni un paso atrás. Todo hacia adelante, ni siquiera cuando el sobrero de El Torero se lo pasó de pitón a pitón en el remate de una serie zurda. No lo soltaba, y cuando lo hizo, José Tomás volvió a la carga. La sangre caía por los boquetes de seda del dios de piedra de Galapagar… Y el corbatín, ese corbatín que ya perece soga al cuello, suelto otra vez de un pitonazo… José Tomás se enfrontiló por manoletinas, se tiró a matar a topacarnero… La batalla había sido a bayoneta calada desde el anterior, un toro de Puerto de San Lorenzo cinqueño, con mucha cara y manso navajero… sus dentelladas le rozaban las femorales… Tenebrosa la gloria de José Tomás. Patetismo trágico belmontista para una nueva Edad de Oro… Puerta Grande abierta. Puerta Grande cerrada y cambiada por la de la enfermería.”
No es tiempo para las medias tintas. Nos atacan inmisericordemente desde los poderes públicos y sectores ciudadanos que tienen el derecho a expresar sus opiniones pero al igual que ellos nosotros también podemos y debemos hacerlo con dignidad, la cabeza en alto , con el temple y la educación debidas.
Pero basta ya de injurias, de calumnias, de despropósitos de quienes no aman ni entienden una fiesta que se nutre de raíces muy profundas.
La decisión de la plenaria virtual del Concejo de Bogotá de atacar la fiesta al dejarnos sin los tres tercios, aumentar impuestos, y obligarnos a publicitar las corridas advirtiendo que es un acto criminal, es el colmo del sarcasmo. Dado el tipo de sesión no hubo campo para la controversia civilizada.
Si nos hubieran permitido, les hubiéramos contado muchas cosas de nuestra fiesta. Pero, pareciera, estamos en el tiempo de una sola voz, una sola verdad, y eso es tiranía.
No podemos esperar a que la alcaldesa de Bogotá firme o no el Acuerdo virtual.
Es la hora de la protesta en medio de esta otra pandemia, de hacernos escuchar, de que somos un colectivo que se mueve en la legalidad y no en los linderos del código penal como pretenden estos nuevos inquisidores que buscar eliminarnos y generar el pensamiento único que ya en el siglo pasado desató dos guerras mundiales, regímenes oprobiosos en la antigua Rusia, la de Dostoievsky y Tolstoi la de Serguéi Rajmáninov (1873 – 1943), Alexandr Scriabin (1871-1915), y Serguéi Prokófiev ,y en la Alemania , la la de la Escuela Bauhaus , la de Goethe, la de Grass.
Sí allí y allá se produjeron genocidios reprochables y condenables. Hoy esos animalístas del Concejo de nuevo cuño quieren acabar con la fiesta y los mas grave con el toro bravo.
Y de ellos no ha salido una sola palabra para expresar qué va a ocurrir con la tropelía que están por cometer.
Los concejales de la capital quieren eliminar al toro con la tarjeta el animalismo pues si las corridas se acaban este ser magnífico que es el heredero del bos tauros, desaparecerá como tantas especie.
A tendido7 le corresponde animar y convocar a ese grito herido en favor de una fiesta multifacética que no sabe de credos religiosos o políticos.
No se si somos muchos o pocos ! qué importa! Somos ciudadanos libres y tenemos el deber y la obligación de ejercer nuestra inviolable condición de ciudadanos.
Y lo que sí sé es que ya se están preparando los juristas pues somos gentes de bien, de leyes, de seguir el cauce de la legalidad y haremos valore nuestros razonamientos en los estrados judiciales. No nos van a arrinconar. NO Pasarán estos inquisidores.
El Concejo de Bogotá pretende imponer la muerte del toro bravo y se escuda, irónicamente, en la defensa de los animales mientras en España se ponen toda clase de trabas a la fiesta en medio de la pandemia por el virus corona.
En la proclama de Salamanca se dijo :
Somos la gente del toro, Cultura de un pueblo libre que celebra la vida alrededor de un animal mitológico, con ritos milenarios que nuestra cultura latina ha sabido preservar.
Somos el mundo del toro, somos brutos y sabios, del sol y la sombra, de derechas y de izquierdas. Somos de la calle, de la cuerda y de la plaza.
Somos la cultura con la que un pueblo se expresa alrededor de la tradición del toro, cultura que heredamos de nuestros abuelos y transmitiremos a nuestros nietos.
En las redes sociales circula un video de los toreros: Hoy mas que nunca unidos por una Colombia taurina generadora de empleo y expresión de cultura.
Un Papa, un dictador mexicano, un alcalde en Bogotá, una asamblea en Quito , un organismo legislativo en Cataluña prohibieron los toros y el toreo sigue vigente en ocho naciones más allá de censuras y prohibiciones.
Don Alberto Cediel, el vocero de Casa Toreros Colombia, recordó que el animalismo que mueve miles de millones de pesos en medio de una gran corrupción, está detrás del proyecto animalista que salió como Acuerdo del Concejo de Bogotá y que está en el despacho de la alcaldesa Claudia López.
La Plaza Mayor de Salamanca se ha llenado de rostros conocidos para asistir a la puesta de largo de la plataforma ‘Salamanca es Tauromaquia’ y para apoyar al sector taurino en un momento tan difícil como el que está atravesando debido a la pandemia de coronavirus que azota a todo el país desde hace ya tres meses.
El maestro Ponce leyó el documento :
‘Somos la gente del toro,
Cultura de un pueblo libre que celebra la vida alrededor de un animal mitológico, con ritos milenarios que nuestra cultura latina ha sabido preservar.
Somos el mundo del toro, somos brutos y sabios, del sol y la sombra, de derechas y de izquierdas. Somos de la calle, de la cuerda y de la plaza.
Somos la cultura con la que un pueblo se expresa alrededor de la tradición del toro, cultura que heredamos de nuestros abuelos y transmitiremos a nuestros nietos.
Somos la cultura universal que mantenemos viva en un lazo de hermandad pueblos del Perú, de Venezuela, Ecuador, Colombia, Portugal, Francia, México y España.
Reyes y papas han querido prohibirnos en el pasado, les molestaba una cultura que no podían controlar. Pero nunca pudieron con la fuerza de un pueblo.
Nuevos poderosos, en nuevos tribunales de inquisición, pretenden de nuevo prohibirnos.
Pero tampoco podrán, porque la cultura no se censura, la cultura no se puede limitar, la cultura no se puede reprimir.
La Cultura es riqueza, diversidad, rebeldía, conflicto y creatividad.
Pero la cultura es, sobre todo y por encima de todo, libre y nos hace libres.
¡Viva el toro! ¡Viva el toreo! ¡Y Viva España!’
Volviendo a Salamanca, en el ágora se han dado cita importantísimas figuras del mundo taurino, como los diestros Enrique Ponce, Cristina Sánchez, El Juli, Diego Urdiales, Sebastián Castella, José María Manzanares, Manuel Escribano, Miguel Ángel Perera, Paco Ureña, Pablo Aguado, El Fundi, Jiménez Fortes, Pucela Leal o Ginés Marín.
También los salmantinos Domingo López Chaves, Pedro Gutiérrez ‘El Capea’, Juan del Álamo, Damián Castaño, Alejandro Marcos y Marco Pérez. Entre los ganaderos, estaban Juan Ignacio Pérez Tabernero, Justo Hernández, Julio García, Ignacio López Chaves, Carmen Lorenzo; y empresarios como Julián Guerra o José Ignacio Cascón. No podían faltar los profesores de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca José Ignacio Sánchez, José Ramón Martín y José Javier Martín Corral. Por último, entre los representantes políticos han acudido a la Plaza Mayor el diputado provincial Jesús María Ortiz, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Salamanca, José Luis Mateos y el diputado por Salamanca de Vox en el Congreso de los Diputados, Víctor Coello González.
El acto ha sido dirigido por la profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca Mónica Pérez Alaejos, que ha ido dando paso a los distintos oradores. Pérez Alaejos ha iniciado su intervención recalcando la necesidad de guardar las distancias establecidas por las autoridades sanitarias, así como las mascarillas, y ha pedido iniciar el acto con un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas durante la pandemia, que rigurosamente han guardado los asistentes.
Casa Toreros ha salido al paso de la decisión del Concejo de Bogotá de amordazar el toreo, y argumenta :
“Desconoce el ordenamiento constitucional colombiano”, desacatando “flagrantemente los diferentes pronunciamientos de la Corte Constitucional mediante diferentes sentencias promulgadas sobre este asunto”. Sobre la cuestión legal, la empresa señala que “una norma inferior -en este caso un Acuerdo Distrital- no puede modificar y/o derogar una Ley de la República. Esta competencia es exclusiva del Congreso Nacional”.
Casa Toreros apunta: “No se entiende cómo los concejales de la capital colombiana se reúnen para materializar la persecución a un sector minoritario de la sociedad, violando la Ley y desconociendo cuáles son las facultades que las normas les otorgan. No debemos olvidar que la ignorancia de la ley no sirve de excusa”.
Es bueno hacer énfasis en que la Corte Constitucional ha sido contundente al precisar que ni Asambleas Departamentales, ni los Concejos Municipales, ni Gobernadores y Alcaldes, pueden apropiarse de una facultad exclusiva del poder legislativo.
La empresa envía un mensaje de serenidad y tranquilidad a la afición de la capital colombiana. “El sector taurino acudirá a las herramientas jurídicas establecidas en la Constitución para defender la cultura, las tradiciones y la libertad de todos los ciudadanos”.
Las tensiones entre el sector cultural del gobierno español y el toreo se ha ido rebajando tras las declaraciones conciliadoras del ministro de cultura,
Rodríguez Uribes que ha citado en una comparecencia en el Congreso un párrafo de la emblemática obra de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte : “En la biografía de Belmonte que escribió Chaves Nogales, el torero, pasando el miedo lógico y normal de un día de corrida, dice en un momento determinado: ‘ojalá los socialistas hubieran prohibido los toros’. Bueno, pues eso no va a suceder. Lo que vamos a hacer es tratar de entendernos con todo el mundo, escuchar a todos y cumplir la ley, que es lo que debe hacer un gobernante en un Estado de Derecho”.
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.
Más información