Nos cuenta Daniel Herrera desde Fuengirola.,,Noche de toros para inaugurar la temporada de verano en la plaza de esta localidad malagueña. No era cartel para puristas, más bien para el gran público. De todo tiene que haber para sustentar esta fiesta, y el regreso de toreros como El Cordobés, acompañado por El Fandi, se refleja con la presencia del gran público en los tendidos. Bondadoso, con ganas de pasarlo bien. Con ese nivel de exigencia, el espectáculo cumplió las expectativas; aunque se vivieron momentos que poco ayudan a la Fiesta por falta de rigor de la presidencia, y de profesionalidad de la rejoneadora Lea Vicens.
Abría el cartel la rejoneadora gala ante un astado con pies de Rocío de la Cámara al que colocó dos rejones de castigo antes de lograr encelarlo con una monta vistosa y variedad de recursos de doma. Pisó terrenos complicados, como una banderilla por los adentros al violín. Aunque la colocación de los castigos no siempre fue en lo alto. El toro se vino a menos, y con él la faena. No obstante, tras un rejón de muerte de efecto contundente, se marcó la línea triunfal del festejo con dos orejas.
Superado el ecuador del festejo, Lea Vicens recibía al segundo de su lote con otros dos rejones de castigo, el primero de ellos sin romper, a un burel rajado, que acusó su querencia a tablas. Incapaz de sacarlo a los medios ni de colocarle ni una sola banderilla, una y otra vez tuvieron que intervenir los auxiliadores, entre las protestas del respetable. Y la indiferencia de la rejoneadora que se negó a matarlo. Luego vino un triste espectáculo, una falta de respeto total a la fiesta. Antes de que sonara ni un aviso, se quitó de en medio y dio órdenes a la cuadrilla de que lo apuntillaran en el ruedo. Lamentable situación, con la presidencia como cómplice. Finalmente, pasó el tiempo, sonaron los tres avisos, y el animal regresó vivo a los corrales.
La incapacidad de lidiar un toro manso, y la falta de saber estar como torero, quiso ser premiada con el sobrero de regalo, que llegó a ser anunciado, y despreciado por Vicens con gestos ostensibles. Luego se quiso justificar lo injustificable aludiendo a una inexistente limitación horaria.
Volviendo a la parte seria del espectáculo, el salinero que hacía primero de la lidia a pie era recibido ceremonioso con el capote por El Cordobés. Se le dio un solo puyazo, muy fuerte, que terminó con animal que estaba más que justo de fuerzas. Quiso apostar por él el diestro, que brindaba al respetable. Lo llevó a los medios, sacándole medios muletazos con la mano alta. Totalmente parado en tablas, quiso agradar al público que acudió a su regreso a la Costa del Sol, pero no había la mínima movilidad que se le exige a un toro que se supone bravo. Cortó una oreja.
Tampoco fue bueno el segundo de El Cordobés, otro manso parado. Mientras tuvo brío, creó cierto desconcierto en la lidia, pero llegó a la muleta ya mucho más parado. Se puso Manuel Díaz, deseoso de agradar, y de uno en uno le fue robando los pases. “Manso, manso”, llamaba el diestro al toro… Frase bastante descriptiva para lo que sucedía en el ruedo. En un arreón propio de su condición, resultaba cogido sin más consecuencia que la taleguilla destrozada. Pero él se mantuvo en el ruedo, no se resintió de sus operaciones de cadera, dio la cara, y mató con dignidad al toro para recibir otro magnánimo trofeo.
Recibía El Fandi con una larga cambiada al tercero de la tarde, variado como siempre con el percal. Apretó al sobresaliente en tablas, viviendo momentos que pudieron ser dramáticos. Afortunadamente, tras el puyazo, siguió la fiesta con un quite por chicuelinas y el tercio de banderillas. Brillante como siempre e impecable de colocación. Con el público en pie, tomaba la muleta y se plantaba de rodillas para iniciar la faena al animal con más movilidad de los que hasta ese momento habían saltado al ruedo. Acompañó las embestidas, variado, valeroso y superficial, y nadie le pidió más. Justamente ofreció lo que su público esperaba de él. Por eso le premiaron con las dos orejas tras un pinchazo, una estocada trasera y un descabello.
Isaac Fonseca, Leandro Gutiérrez ( vallecaucano ) y Álvaro Burdiel lidiarán los seis novillos Miraflores de la Sierra a las 12 del día , hora colombiana y en directo por Telemadrid.
El mano a mano ganadero será de las ganaderías de San Isidro y Hermanos González Rodríguez.
Es el tercer encuentro de los dos contrastados encastes ( Domecq y Santa Coloma ) del circuito en la segunda semifinal de las Novilladas de la Comunidad de Madrid y el escenario es Miraflores de la Sierra
LA GANADERÍA DE SAN ISIDRO
La ganadería de San Isidro es de encaste Domecq y pasta en Villarejo de Salvanés. Los novillos que se lidiarán este sábado en Miraflores de la Sierra, Raúl Tenorio, su representante, indica que «serán dos de San Isidro y uno de Toros de Tenorio, mi otro hierro, aunque los tres son de tres padres diferentes», y añade que «están en las hechuras de la casa y son finos y rematados».
Sobre su comportamiento, espera que los de San Isidro «sean bravos en el caballo y tengan nobleza, humillación y recorrido, y el de Toros de Tenorio tenga un punto más de transmisión y humillación, aunque quizás se entregue menos en el caballo».
LA DIVISA DE LOS HERMANOS GONZALEZ RODRIGUEZ
La ganadería de Hermanos González Rodríguez, de procedencia Santa Coloma, se encuentra en Collado Villalba (Madrid). Para elegir los novillos, su ganadero Santiago González ha buscado «que fueron parejos y con buenas hechuras».
El 2020 fue un año complicado, aunque Raúl Tenorio tuvo la suerte de lidiar una novillada de San Isidro en Añover de Tajo en el mes de agosto, con la que debutó con picadores el semifinalista Leandro Gutiérrez, y por ello, resalta la importancia de este circuito «independientemente de lo que ocurra en la plaza y del resultado».
Tenorio reconoce que para él «está siendo un éxito este circuito por la promoción de las novilladas con caballos, por los novilleros que están ayudando a dar a conocer, no sólo en Madrid sino en los otros circuitos de España, y por los ganaderos porque es una gran ayuda en un año tan malo y la repercusión mediática que está teniendo nos viene muy bien». Además, confiesa que, como ganadero, «verme anunciado con los novilleros más punteros, es muy importante».
Jesús Arroyo Aguirre mejor conocido como “Chucho Arroyo”, murió la mañana del domingo tras varias complicaciones médicas que padecía desde enero. Tenía 88 años, informa la Agencia Reforma.
Nacido en Tulancingo, Hidalgo, “Chucho, ayudó a sus padres José y María a atender un negocio de barbacoa en un terrenito a la salida a Cuernavaca y que con el paso del tiempo se convirtió en el número 4003 de la Avenida de los Insurgentes, donde desde hace más de 80 años se erige el famoso Restaurante Arroyo, por el que la mayoría de los mexicanos han pasado.
Toreros, políticos y artistas en diferentes rubros, eran asiduos a su restaurante en el que organizó por más de 50 años la tradicional comida de la amistad, donde se reunían personajes de todos los ámbitos sociales en México.
Chucho, con un innata afición de hacer amigos se distinguió no sólo como restaurantero, sino como empresario taurino.
Jesús Arroyo Aguirre mejor conocido como “Chucho Arroyo”, murió la mañana del domingo tras varias complicaciones médicas que padecía desde enero. Tenía 88 años.
Nacido en Tulancingo, Hidalgo, “Chucho, ayudó a sus padres José y María a atender un negocio de barbacoa en un terrenito a la salida a Cuernavaca y que con el paso del tiempo se convirtió en el número 4003 de la Avenida de los Insurgentes, donde desde hace más de 80 años se erige el famoso Restaurante Arroyo, por el que la mayoría de los mexicanos han pasado.
Toreros, políticos y artistas en diferentes rubros, eran asiduos a su restaurante en el que organizó por más de 50 años la tradicional comida de la amistad, donde se reunían personajes de todos los ámbitos sociales en México.
Chucho, con un innata afición de hacer amigos se distinguió no sólo como restaurantero, sino como empresario taurino.
Su pasión por la fiesta brava le llevó a incursionar, primero, como aficionado práctico (lidiaba astados, aunque no vestía el traje de luces) y luego como organizador de festejos taurinos hasta llegar a dirigir, en 1989, ni más ni menos que la empresa de la Plaza México, la más grande del mundo, la que reabrió tras varios meses cerrada encabezando un patronato que dio su primer festejo el 28 de mayo con Manolo Martínez, David Silveti y Miguel Espinosa “Armillita”, con toros de Tequisquiapan.
Antes, Jesús hizo empresa en Villahermosa, Tabasco, y varias veces en Pachuca, Hidalgo, en donde gracias al apoyo de su amigo el entonces Gobernador del Estado, Adolfo Lugo, construyeron la plaza de toros Vicente Segura de la capital hidalguense.
Fue durante un corto tiempo apoderado de una de las figuras más importantes del toreo en México, su paisano Jorge Gutiérrez.
“Soy un privilegiado por la vida, primero por los padres que me dio, después por mis hijos y, siempre, por la inmensa cantidad de amigos que me ha dado. No tengo cómo agradecerle a Dios, a la vida, a todos”, dijo recientemente, en el programa Tradiciones Arroyo que durante cinco años se hizo dentro del restaurante.
Construyó dentro de su restaurante una plaza de toros que primero se llamó Antonio Velázquez en honor del matador leonés y después Plaza Arroyo.
“Una vez ‘El Calesero’ (Alfonso Ramírez, matador de toros de Aguascalientes) y yo, con unas líneas de cal, pasando por encima del huerto de mi madre, trazamos lo que ahora es la plaza de toros”, contó Jesús sobre el escenario que es el segundo de importancia, taurinamente hablando, en la Ciudad de México y que dirige su hijo José, director del restaurante desde hace más de 33 años.
En esa plaza donde se han montando una serie de distintos espectáculos, se formó la escuela taurina de Pepe Alameda (ícono de la crónica taurina) y de donde surgió un torero que a mediados de la década de los noventa fue una figura, Manolo Mejía.
La transcendencia que tuvo el popular Chucho Arroyo en distintos ámbitos marcó la vida del país en distintas etapas.
En la década del 30, la máxima figura del toreo español se llama Domingo López Ortega (Borox, Toledo, 26.02.1906). Siendo diestro muy intuitivo fue matador algo tardío, pues contaba ya 25 años cuando se doctoró en Barcelona (08.03.1931), luego de apenas una fulgurante temporada novilleril. Y se impuso de inmediato, cotizándose como número uno indiscutible con un estilo seco y dominador que unía al secreto del emple el saber andarles a los toros para enlazar rítmicamente sus doblones, ases de la firma y famosos trincherazos. En cambio, no sentía como propio el toreo en redondo, al que solía acudir cuando los toros, muy castigados por su picador “Parrita” y por la propia muleta del paleto de Borox, daban ya señales de franco agotamiento. Fue, sin duda, un gran torero.
Fermín Espinosa Saucedo “Armillita Chico” (Saltillo, México, 03.05.1911), fue, además de un maestro consumado de los tres tercios, uno de los primeros cultores eximios del pase natural, ligado en series ceñidas y caudalosas. Su ascenso, extraordinariamente precoz en su país –tomó la alternativa en El Toreo con 16 años 173 días de edad (23.10.1927)–, en España tardaba en concretarse y de hecho ocurrió hasta 1932, cuando más difícil se presentaba su continuidad en la península; obraron para ello dos factores decisivos: su célebre faena a “Centello” de Aleas en Madrid (05.06.32) y el apoderamiento de un taurino tan influyente y astuto como Domingo González “Dominguín”, que había descubierto y lanzado a Ortega y los emparejó a ambos aprovechando su extraordinaria capacidad como lidiadores –claramente contrastantes entre sí, han sido dos de los más consumados maestros de la historia— para mejor exhibir su superioridad sobre coetáneos menos dispuestos a afrontar a las temibles fieras astadas de “antes de la guerra”.
Por lo demás, el torero con quien más toreó mano a mano el Diamante de Borox fue justamente Armillita (10 veces en España, 8 en México, 2 en Portugal y una en Francia, 21 corridas en total); en el recuento de apéndices Fermín resulta indiscutible vencedor, y fue mucho más figura en España que Domingo en México, donde a la gente le decía más bien poco su recia concepción del arte –“Domingo a domingo eres el mismo Domingo”–. En cambio, como inteligente y empeñoso autodidacta iban a permitirse, muchos años después, firmar notables ensayos como teórico del toreo en la célebre Revista de Occidente, receptáculo de las plumas de mayor peso y prestigio de las letras hispanas.
La Corrida de la Prensa madrileña de 1933. El del jueves 13 de julio de 1933 fue el primer mano a mano entre Armillita y Ortega, se celebró ya en nueva plaza de Las Ventas y sus prolegómenos desnudan la picaresca taurina en tiempos de la República española, de la que por cierto fue fugaz ministro el cronista y crítico riojano César Jalón “Clarito”, que presidía a la sazón la Asociación de Cronistas Taurinos de Madrid y de cuyas Memorias, un libro fundamental sobre la tauromaquia de su época, entresacamos este pasaje:
“El cartel original lo habíamos formado con Manolo Mejías “Bienvenida” y Domingo Ortega, pero los toros, siempre que toreaba Manolo Bienvenida, eran el problema. El viejo Manuel Mejías, padre de Manolo, su mentor taurino, su apoderado, intervenía absolutamente para aceptar o rechazar lo que su hijo toreaba. Había la malhada circunstancia, para nosotros los organizadores, que el 27 de abril, toreando Manolo en Madrid, un toro de Escudero (Albaserrada) le infirió gravísima cornada en el pliegue inguinal que lo tuvo encamado mes y medio. Aquella corrida de la Prensa iba a ser en julio y, sin yo saberlo, el torero no estaba en las mejores condiciones físicas para dar la pelea.
Adquirí ocho toros de doña Carmen de Federico, y los traté con Tomás Murube. El viejo anuel Mejías supo de aquello y mandó a su conocedor a ver el encierro. En seguida me llamó para reconvenirme: “Lo que quieren es poner una celada a Manolito, ese ganado no es propio –me dijo–. La corrida está muy gorda, muy aparatosa y no dará juego.” En seguida me llamó Tomás Murube: “Me están descomponiendo las cosas. El viejo don Manuel pretende que cambie tres toros por tres novillos que tengo preparados para otra plaza. O va la corrida completa, que la tengo lista para embarcarse mañana, o no va ninguno.” Jugándome el albur de desbaratar el cartel le dije: embárquela.
Al día siguiente volvió a llamarme don Manuel Mejías y le dije que precisamente ese día se desencajonaban los toros en la plaza y lo invité a verlos. Cuando llegué ya habían bajado dos toros y el viejo Bienvenida con su séquito estaban en un burladero del corral. Los toros eran preciosos. Quise detener la salida del tercero porque el mayoral me dijo que era más grande y basto que los que ya habían salido pero todo fue inútil, el toro ya venía bajando y la rampa se movía con estruendo. Y bajó como eran los murubes, ancho de pecho, fuerte, cornalón. En seguida, el grito de don Manuel… ¡Vámonos!, y se retiró con su gente.
Lo busqué esa tarde en su gallinero y trató a toda costa de que se sustituyera aquel ganado por otro de su gusto. Se molestó porque tuve que decirle que la verdad era que su hijo no se sentía en condiciones de lidiar aquello por lo de la cornada de Madrid. Acabó por decirme que mandaría un parte facultativo y Manolito quedó fuera del cartel. Se dio la corrida, no sin que antes llevara yo a Juan Belmonte que quería verla en los corrales. Aquel jaleo había llegado a sus oídos y deseaba saber si tenía o no razón su amigo Bienvenida…“E… está gordita”, dijo en su tartamudez. Fue su único comentario.
Fermín Espinosa “Armillita” fue a aquella corrida en mano a mano con Domingo Ortega…Tanto Fermín como Ortega triunfaron clamorosamente con aquellos toros y les cortaron las orejas. Yo también corté orejas para los de la Asociación de Prensa porque hubo un llenazo en la plaza.” (Rodríguez, Mariano. Armillita El Maestro. Recuerdos y vivencias. Edición del autor. Saltillo, 1984. pp 78-79)
Gregorio Corrochano describe la corrida. Sesgadamente, pues todavía no lo convencía mucho Armillita y el foco de su atención era Ortega, pero se trata de un texto sumamente revelador, como lo eran, para bien o para mal, casi todos los de don Gregorio: “Después de muchas dificultades, que hacen su aparición en cuanto se trata de organizar algo extraordinario… dificultades que resolvió con su pericia acreditada nuestro secretario don César Jalón “Clarito”… pudo celebrarse y se celebró la extraordinaria corrida de la Prensa…
Los toros de doña Carmen de Federico… gordos, bien criados, de presencia desigual, pues hubo dos o tres que bajaron algo, pelearon bien con los caballos, aunque con no mucha codicia… no presentaron dificultades y llegaron tardos al último tercio. Había que porfiarles y tirar mucho de ellos; esto, sin ser una dificultad para los toreros de clase, suele ser propicio al deslucimiento, porque hace las faenas lánguidas y de poco brío, resta emoción. Así ocurrió con el toro más grande, el primero de Ortega, que por exceso de carnes se agotó… Ortega no se deslució, porque esos toros son los más a propósito para su concepción del toreo, y estuvo por encima del toro. El cuarto metía los riñones al recargar en los caballos, signo de toro bravo y duro. Bien lo picó Parrita, aunque los que no tienen idea de lo que es la suerte de varas le chillaron… Ortega puso en este toro empeño en torear con la izquierda, y aunque no lo consiguió con perfección, su insistencia dio tono a la faena, que ya en la segunda mitad fue de gran dominio y gran éxito de público. Media estocada y el toro rueda, todo seguido de ovación, orejas y vuelta triunfal…
Armillita, que con el capote había logrado aplausos, banderilleó también con aplauso. Con la muleta intentó faena sin que el toro pasara… Al otro le hizo faena de aliño. El toro ni pasaba ni se podía sacar partido de él. A ese toro se le fogueó. Del lote bueno de toros, cuarto, quinto y sexto, a Armillita le tocó el quinto y le cortó las orejas. Estuvo bien con el capote. Con las banderillas, fácil, porque el toro se le quedaba en el viaje. Brindó a las bellezas “Miss Europa”, “Miss Italia” y dos fuera de concurso pero bellísimas, Gloria Guzmán y Conchita Rey. Niña, ¿no ha tenido usted ningún contratiempo con ese apellido?… ¿En dónde íbamos? Ah, sí, íbamos en que el quinto era un buen toro y Armillita lo aprovechó. La primera parte fue poco acoplada y los naturales poco tranquilos, pero luego se cruzó mucho con el toro y la segunda serie de naturales le pasó el toro muy cerca, rozándole el vestido. La gente se entusiasmó. Un pinchazo y una estocada que mata, y ya hemos dicho que la oreja y la vuelta al ruedo correspondiente. También salió en hombros.”.
Cañero y Algabeño, en vez de salir uno en cada toro, salieron juntos en los dos… Muy interesante y feliz la iniciativa. Torearon a caballo maravillosamente. Clavaron rejones, banderillearon y luego, pie a tierra, resultó más lucido lo que hizo Cañero… Este matiz de la fiesta de toros, que amenazaba con extinguirse, recobra nuevos bríos y no debe perderse por su abolengo y por ser un gran aliciente en corridas de ocho toros. Fue otro de los aciertos de organización de la corrida de la Prensa.” (ABC, 14 de julio de 1933)
Genio y figura.
Corrochano da más espacio a un brindis a las misses para distraer al lector de su relato del triunfo de Armilla, concluido de cualquier manera, pero también aclara la preferencia de Ortega por toros excesivamente castigados por su picador Parrita; de paso, nos permite descubrir las primicias del rejoneo por colleras, tan censurado hasta su desaparición a finales del siglo XX y que en aquella crónica de 1933 fue saludado con enorme beneplácito por el afamado cronista talaverano. Además de un notorio descuido en el número de apéndices cortados, generalizable a casi toda la prensa de entonces.
Se cumple una semana de un suceso que dejó atónito –desconcertado, más bien– al público de Madrid, cuando el matador Antonio Ferrera tomó las riendas del caballo que montaba su picador Aitor Sánchez y le ordenó que practicara la suerte de varas desde los medios de la Plaza de Las Ventas. Aquello dejó estupefactos a los espectadores, sobre todo a los que se consideran garantes de la inviolabilidad de las normas que rigen el desarrollo de la corrida, especialmente las que se producen durante el primer tercio de la lidia, principalmente el arte de picar, donde se encuentran frente a frente el toro que acomete y el caballero que lo frena y castiga con la puya desde lo alto de una silla de montar. Bella suerte, vive Dios… cuando se ejecuta con serenidad y precisión, asumiendo el riesgo que conlleva tan, a priori, brutal y desigual encuentro.
Sin menoscabo de considerar importantes –y difíciles– las dos primeras cuestiones, hablemos del riesgo. No tanto el que se ha minimizado a lo largo de los años, evitando las horripilantes carnicerías caballares y los batacazos estúpidos de antaño, sino las disposiciones reglamentarias que le afectan. Y, en este punto, entramos en “la raya”. ¿Qué significan las rayas que actualmente se pintan en el ruedo? ¿Para qué sirven? ¿Qué se pretende? Veamos:
Cuando Melchor Ordóñez, notable político malagueño de mediados del siglo XIX y aficionado a los toros acérrimo, tuvo la ocurrencia de dictar unas reglas para el buen orden de las corridas que debían celebrarse en Málaga en el año 1847, puso empeño especial en la actuación de los picadores, por aquél entonces todavía considerados actores importantes en una Fiesta que iba tomando “forma formal” con la llegada de Paquiro, un torero de capital importancia en el desarrollo de la Tauromaquia. Ordóñez, perseveró en su fervor reglamentista y publicó, cinco años después, otro documento para Madrid, cuando fue nombrado gobernador civil de la capital de España, lo cual originó una catarata de Reglamentos por regiones –más o menos como sucede ahora con el batiburrillo de los Reglamentos autonómicos–, pero siempre haciendo hincapié en la suerte de varas, considerada primordial, de veras. Todo se iba aplicando razonablemente bien hasta que se fundó, en 1905, la Unión de Criadores de Toros de Lidia, una especie de lobby, presidido por el duque de Veragua, en el que se agrupaba la élite de los ganaderos de reses de lidia españoles. En aquél tiempo, los picadores utilizaban la puya “de limoncillo”, llamada así porque la punta acerada tenía por base una prominencia alomada, con forma y tamaño de un limón. Consideraban los criadores de bravo que esa puya era lesiva para sus toros, ejerciendo una función perversa para el comportamiento en el ruedo de sus productos. Fue el propio duque el que propuso que se cambiara esa puya por otra “anaranjada”, especie de pelota que trasdosaba al acero cortante, para impedir que profundizara, porque el “limón” se hundía muchas veces en el morrillo de los toros. Los picadores pusieron el grito en el cielo. La minoración en el castigo del toro era directamente proporcional a la mayoración del riesgo que afrontaban. Se estableció durante más de una década un duro enfrentamiento entre el grupo de presión que defendía el prestigio de sus hierros y el picaderil que velaba por su integridad física y la manduca de su prole. Solución: pintar una raya en el ruedo. Esa fue la propuesta de los picadores que aceptaron los ganaderos. Y la raya se pinto. Una sola.
En este punto se hace necesario consignar que, hasta entonces, los Reglamentos vigentes OBLIGABANa los picadores a salir “al menos hasta seis varas –cinco metros, más o menos– distante de la barrera” e IR EN BUSCA DEL TORO, bajo penalizaciones dinerarias importantes, incluso cárcel. Es decir, que, de siempre, lo difícil, lo meritorio, lo riesgoso, fue ir de dentro a fuera, puya en ristre. Cuanto más lejos de la barrera –parapeto salvador de muchas caídas–, menos alivio para el picador. Ese fue el motivo que impulsó a los piqueros a pedir que, como mal menor, se les autorizara a picar desde una ligera cercanía de las tablas; por tal motivo, se oían gritos en el tendido de la conspicua afición –“¡al toro!, ¡al toro!”–, pidiendo gestos de valor a los montados, instándoles a que traspasaran la raya en dirección a los medios, para que, “a solas con su soledad”, entraran en un brutal cuerpo a cuerpo. Más tarde, en 1959, se aprobó –dicen que instancias de Domingo Ortega–, pintar dos rayas: una a siete metros de la barrera y otra concéntrica dos más allá. En el Reglamento del 96, se amplió esta segunda a tres metros. Ya tenemos, pues, dos rayas, pintadas, que pudieron ser tres si se hubiera aceptado la llamada “solución de Jerez” o la “Optima” que propuso el crítico Don Justo. En cualquier caso, atendiendo a los antecedentes históricos relatados, traspasar hacia afuera la raya no debiera ser dolo de lesa majestad, pecado imperdonable, sino todo lo contrario. Pues bien, los “aficionados” (entrecomillo adrede) de hoy lo consideran poco menos que demencial, provocador e ignominioso. No hay plaza de toros en que no se soliviante gran parte del público cuando el casco del caballo de picar pisa ligeramente la primera raya o la pezuña del toro la segunda, lanzando denuestos de diversa consideración al del castoreño que va sobre la silla de montar o al torero encargado de poner en suerte al cornúpeta. Es la consecuencia de la falsa pedagogía recibida, o del resorte que activa la ignorancia, que de todo pudiera haber.
A propósito de todo ello, me permito rescatar un texto del humanista y gran figura literaria Ramón Pérez de Ayala, coetáneo de las vicisitudes apuntadas cuando solo existía pintada la solitaria raya que perimetraba un gran círculo, inscrito en el del propio ruedo. Ese “círculo mágico” es el hilo conductor de este delicioso relato, extraído de su ensayo “Política y toros”:
Volvamos a la ignorancia del público de toros:
Desde hace cosa de un año apareció en el redondel un círculo pintado con almagre, sobre la arena, a unos metros de distancia de la valla u olivo.
–¿Qué significa ese círculo rojo?—me preguntó en cierta ocasión un extranjero con quien yo asistía los toros. Respondí:
–Ya se lo indicará a usted el público, inequívocamente.
En efecto, al poco rato el picador avanzó hacia el toro, acercándose al círculo. Por ventura, uno de los cascos delanteros del jaco penetró dentro del círculo, y al instante llovieron sobre el jinete feos y desapacibles insultos.
Hubo un toro que se mostró particularmente remiso a acometer a la equina tropa, por donde esta juzgó oportuno acosarle, adelantándose por dos o tres veces, como medio cuerpo más allá de la raya de almagre. Esta violación del círculo mágico produjo en el público una especie de frenesí. Algunas almohadillas hendieron el aire, con la aspiración piadosa de acariciar la testa de los piqueros.
Entonces mi acompañante dijo:
–Ya entiendo lo del círculo; significa que los caballeros no deben traspasarlo. Es una prohibición impuesta a los caballeros.
Yo repliqué:
–No, señor; es todo lo contrario.
–A juzgar por la indignación del público, el luchar a caballo con el toro, estando el caballo dentro del círculo, es una ventaja para los caballeros, una trampa.
–No, señor. Es todo lo contrario: una desventaja y un riesgo mayor.
–De todas suertes, les está vedado introducirse en el círculo.
–No, señor; les es lícito introducirse cuando les venga en gana.
-Sin embargo, el público no parece creerlo así.
–Es que el público todavía no se ha enterado de lo que es y significa ese círculo.
Larga ha ido la cita, pero creo que es altamente ilustrativa. Está escrita hace un siglo, año arriba, año abajo. Y seguimos igual. A vueltas con las rayas, protestando a tontas y a locas
A pocos días de cumplir 101 años -nació en Córdoba el 27 de julio de 1920- ha fallecido Pilar Chaves Pérez, hija de Manuel Chaves Nogales. Pocas personas he conocido tan vitales, alegres, generosas y simpáticas como esta señora tan alegremente andaluza y tan educadamente inglesa (con un punto británico deliciosamente libre y extravagante, como si en ella se fundieran la canosa informalidad de Doris Lessing y la ironía socarrona de Margaret Rutherfod), a la que tanto divirtió que en un artículo la llamara la sevillana inglesa bromeando con la novela cervantina.
Quien no haya tenido la suerte de conocerla no puede hacerse una idea del brillo joven de sus ojos de octogenaria, nonagenaria y hasta centenaria, y del sonido niño de su risa. Son las dos cosas que más recordaré de ella. Qué bien la retrata esta frase de Cicerón que ella tanto amaba: «Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín, ya no os faltará de nada». Lo cumplió en su casa de Marbella donde, como buena medio inglesa jubilada, pasó muchos años de su larga y juvenil ancianidad añadiendo al jardín ciceroniano el huerto del que tan orgullosa estaba.
Vino con sus hermanos para apadrinar el nacimiento de Diario de Sevilla hace 22 años. Porque hay que recordar que este periódico nació invocando a Chaves Nogales como patrono laico del mejor quehacer periodístico, obsequiando con su primer número una edición facsímil de La ciudad, el maravilloso «pecado de juventud» de Chaves Nogales que precisamente este año cumple un siglo y el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla reeditó por vez primera en 1977 iniciando la recuperación del maestro del que solo conocíamos su Juan Belmonte, matador de toros, único libro suyo que el franquismo no prohibió. Una recuperación que alcanzó su primera plenitud cuando en 1993 la Diputación Provincial, por iniciativa de Alberto Marina López, posterior coordinador del suplemento Culturas de Diario de Sevilla, inició la publicación de los tomos de las obras completas narrativas y periodísticas de Chaves Nogales con edición de María Isabel Cintas. Plenitud alcanzada del todo con la publicación definitiva de su Obra Completa por Libros del Asteroide en coedición con la Diputación y edición de Ignacio F. Garmendia, crítico literario de Diario de Sevilla desde su fundación en 1999. Están unidos, sí, este periódico y Chaves Nogales desde su fundación. Y estamos orgullosos de ello. Como también estuvo unida a él Pilar, que visitó Sevilla muchas veces con emoción agradecida por cada recuerdo u homenaje que diera vida a su padre y fue correspondida por las visitas de Alberto Marina y nuestra jefa de cultura, Charo Ramos, a su casa de Marbella.
Tuvo Pilar una infancia y adolescencia felices, y una juventud muy difícil. Tenía 17 años cuando, de su cómoda y privilegiada situación en Madrid, dejando atrás los años de esplendor profesional de su padre y las tertulias que reunían en su casa de la Cuesta de San Vicente a Valle-Inclán, Pío Baroja, Azaña, Belmonte o Marañón, la familia huyó a Francia en 1937 para ponerse a salvo, como escribió Chaves, tanto de «la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de Falange” como “de los analfabetos anarquistas o comunistas». Tenía 20 años cuando vio entrar a los nazis en París tras la caída de Francia y su padre tuvo que huir a Londres -«la última vez que vi a mi padre fue vez a través de la ventana, huyendo a Inglaterra solo con una gabardina y un maletín»- porque estaba en la lista negra de Goebbels, dejando a su familia en París para no exponerla a los bombardeos que sufría la capital inglesa. Tenía entre 20 y 21 años cuando, siguiendo el consejo del padre, regresaron a España atravesando la Francia invadida con su madre embarazada y sus hermanos Josefina y Pablo; cuando la madre dio a luz a Juncal en un campo de refugiados (Chaves, que no la conoció, la llamaba con humor y ternura «esa señorita a la que no he sido presentado» en las cartas -sin firmar para burlar la censura franquista- que lograba hacerles llegar desde Londres); y cuando sus familiares sevillanos lograron, pese a la condena que pesaba sobre el padre, que las autoridades franquistas les permitieran llegar a Sevilla y establecerse en El Ronquillo.
Tenía 24 años cuando murió su padre. Así lo recordaba en una entrevista concedida a El Español hace un año, con motivo de su centenario cumpleaños: «Mi tío Pepe, que vivía en Sevilla, apareció en El Ronquillo. Mis hermanas y yo estábamos fuera de casa; y mi madre, dentro. Entró Pepe. Cerró la puerta y las ventanas. Le contó lo que había pasado. Cuando me enteré, no pude llorar. No lloré en toda la semana. Toda nuestra vida giraba en torno al final de la guerra, a volver a vernos».
He oído estas historias de su boca en sus visitas sevillanas. Y les aseguro que las contaba con una pena honda pero también limpia, como agua de pozo, libre de rencor y de amargura, que en ninguna otra persona que haya vivido cosas tan duras he conocido. Nada parecía capaz de ensombrecer su alegría por así decir biológica, quizás heredada de su madre, Ana Pérez Ruiz, a la que Chaves le escribió desde Londres: «Sin tenerte a mi lado no sé vivir; soy una desdicha. Esto es lo único que me interesa y lo único que me hace desgraciado. Lo demás, por duro que sea, no tiene ninguna importancia».
Quiero recordar a esta querida sevillana inglesa evocando una de las historias que me contó. Era 1940. Su padre había huido del París ocupado por los nazis a Londres, aconsejándoles que dejaran pasar unas semanas antes de regresar a España en busca de la protección de su familia sevillana y así evitar la avalancha de quienes huían de París, la tragedia que tan conmovedoramente narró Irene Némirovsky en Suite francesa. No tenían recursos y debían muchas semanas de alquiler. Decidieron dejar la casa de madrugada para que la portera -las terribles cancerberas parisinas- no les exigiera el pago e incluso les denunciara. Al pasar ante la portería procurando no hacer ruido, allí les aguardaba. Se sintieron perdidos. Pero lo que hizo fue darles un rollo de billetes con sus ahorros para ayudarles en su huida. Cuando Pilar nos lo contó se le humedecieron los ojos. 81 años -que en la eternidad son menos que un suspiro- después de verlo por última vez, Pilar ha vuelto a abrazar a su padre.
El presidente del gobierno de España ha rectificado a su ministro Alberto Garzón que ladinamente aseguró que el consumo de carne perjudica al suministro de agua y de manera concluyente le dijo : » para mi un chuleton es imperdible».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha referido a la polémica surgida a raíz de la recomendación del ministro de Consumo, Alberto Garzón, de reducir el consumo de carne por motivos ecológicos y de salud, a lo que se ha limitado a contestar con una sola frase: “Donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible”.
Sánchez se ha pronunciado así durante una conferencia de prensa celebrada en Lituania, en el marco de su gira báltica, al ser preguntado por las discrepancias entre el ministro Garzón, partidario de reducir el consumo de carne, y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que considera que esta recomendación «es tan errónea como la del azúcar mata». «Sobre esta polémica, lo diré en términos muy personales: A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible«, ha afirmado el jefe del Ejecutivo, que no ha querido explayarse más en su respuesta.
La campaña en cuestión fue lanzada en redes sociales este miércoles. En ella, Garzón aseguraba que «el consumo excesivo de carne perjudica a nuestra salud individual y también a nuestro planeta«, y aporta datos como que el 14,5 de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, o que para producir un kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua. «Estoy preocupado por la salud de nuestros conciudadanos y de nuestro planeta. Sin planeta no tenemos vida, ni salarios ni economía, y nos lo estamos cargando», apuntaba en el vídeo el ministro, de Unidas Podemos, dice la web de radio televisión española.
LA RESPUESTA AL MINISTRO DE los ganaderos
Los ganaderos de España claman contra el último vídeo que ha lanzado el ministro de Consumo, Alberto Garzón. El líder de Izquierda Unida ha pedido a los españoles que reduzcan el consumo de carne porque España “es el país de la UE que más consume” (con sus consecuencias para la salud) y la industria del sector hace daño al planeta porque «produce el 14,5% de las emisiones de CO2”. Con este último dato sitúa a la contaminación de las granjas al nivel de los vehículos.
La industria y los ganaderos se han sentido atacados por este video en el que, con datos de la FAO y la OMS, pide a los españoles reducir su ingesta de carne a la mitad bajo el hastag MenosCarneMásVida. Garzón ha publicado un vídeo en el que cifra el consumo actual en más de 1 kilo de carne a la semana por cabeza, si bien en un tuit inicial -posteriormente borrado- hablaba de 2 kilos por español cada siete días. Desde la industria aseguran que son datos falsos y critican que se trata de una campaña de desprestigio en la que no hay rigor científico.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA, califican el video como “inaceptable”. Según su secretario general, Román Santalla, “no salimos de nuestro asombro” porque “el sector está sufriendo una crisis y cuando un ministro hace un video con esa declaración desinformada, al estilo Trump, está fuera de lugar y hace mucho daño”.
Desde Asaja también coinciden en que es un ataque “innecesario” a una industria en horas bajas. El presidente de la asociación, Pedro Barato, defiende que “está creando alarmas innecesarias» y que «ahora toca a la carne”. Barato remarca que “son declaraciones sin contenido, pero que pueden hacer mucho daño a un sector que ahora tiene serios problemas de rentabilidad”. “En esos tuits hay un gran desconocimiento y la ‘caradura’ de usar cifras de FAO y no las de sus propios compañeros”, afirma el líder de la asociación.
Ambas patronales argumentan que, a pesar de que en el video se dice que un 14,5% de la contaminación por gases de efecto procede de granjas, los datos del Ministerio de Transición Ecológica afirman que este sector es responsable del 9% de las emisiones. Por lo que “no entendemos de donde sale esa cifra”. Quedaría muy lejos del 27% que corresponde a transporte, el 20% de a la industria, el 17,8% a la generación eléctrica y el 8,5% al consumo de combustible.
“Son declaraciones sin contenido, pero que pueden hacer mucho daño a un sector que ahora tiene serios problemas de rentabilidad”
Asaja remarca que cree que la cifra viene de mezclar agricultura con ganadería, que sí suman ese 14%. En ese caso “no entendemos por qué se centra entonces en la industria cárnica y por qué lo compara igualmente con otros sectores que, incluso con esta suma, siguen produciendo mucha más contaminación”.
Tampoco están de acuerdo con que se consuma más de 1kg de carne por español como dice el video. Según sus estadísticas las cifras reales estarían a la mitad aproximadamente y creen que el error se debe a que los datos que utiliza no tengan en cuenta el consumo de los turistas y las exportaciones.
El sector cárnico español está fuertemente orientado al consumo de exterior, con más de 8.680 millones de euros el año pasado facturados en todas sus carnes. Destacando las exportaciones a China y con el sector porcino como punta de lanza. Por ello, la producción de España se aleja mucho de los niveles de consumo. Respecto a los turistas, no hay datos específicos, pero según Rabobank, el consumo de carne cerdo cayó un 6% el verano de 2020 por la falta de turistas.
Un comunicado conjunto
Horas después de que la polémica estallase, las principales asociaciones han firmado una carta conjunta contra el mensaje de Alberto Garzón. En la misiva afirman que «queremos manifestarle el estupor de los cientos de miles de ganaderos, empresas, trabajadores y técnicos de toda España vinculados a los sectores ganaderos y cárnicos a los que representamos, ante la campaña suscrita por usted mismo y el Ministerio del que es titular, en la cual difama al conjunto del sector ganadero-cárnico», ha indicado las seis asociaciones firmantes de una carta abierta remitida al ministro.
La misiva está suscrita por las asociaciones profesionales del cerdo ibérico (Asici), de carne avícola (Avianza), del sector cunícula (Intercun), del sector ovino y caprino (Interovic), del sector porcino de capa blanca (Interporc) y de la carne de vacuno (Provacuno).
Las asociaciones consideran «preocupante» que el ministro «enarbole una serie de afirmaciones erróneas o desenfocadas (…) tratando de crear una confrontación artificial» con el sector.
«El sector ganadero-cárnico contribuye a la creación de empleo y genera oportunidades, además de impulsar fuertes compromisos medioambientales con resultados comprobables. Desde el sector, seguiremos en la senda de la colaboración institucional y el diálogo, confiando a su vez en que nuestros responsables públicos contribuyen, con su actitud y sus manifestaciones, a ese clima de entendimiento», han apostillado las organizaciones.
PP y Vox cargan contra Garzón
Vox ha criticado la petición que ha realizado este miércoles el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a los ciudadanos sobre reducir el consumo de carne porque «perjudica la salud y el planeta».
«Para esto ha quedado la izquierda. Para hablar en lenguaje inclusivo, disfrazarse de colorines y demonizar el consumo de carne», ha denunciado la formación que preside Santiago Abascal a través de su cuenta oficial de Twitter.
«¿Y los políticos progres se preguntan cómo perdieron la confianza de la España que madruga? Nuestros ganaderos tienen claro que #MenosComunismoMásVida», termina el mensaje de Vox en la red social.
Algunos miembros de la formación han compartido el mensaje en sus cuentas, como el vicepresidente primero de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, que asegura que la «izquierda progre al servicio de Gates y los demás multimillonarios es un peligro para el ser humano». «Ellos son más de caviar», ha señalado.
«Pues yo veo a muchos de la izquierda comer carne, será que sólo ellos quieren tener ese «privilegio», ha publicado en redes sociales el diputado de Vox José Alcaraz; mientras que su compañero en el Congreso, Ricardo Chamorro, califica al Gobierno de «talibán» y le acusa de atacar «a la ganadería sin ningún tipo de recato».
También representantes del PP han cargado contra el ministro de Consumo. «Este señor de ignorancia extrema es ministro de este desgobierno. Todo no vale Pedro Sánchez», ha señalado la portavoz de Agricultura del PP en el Congreso, Mila Marcos, también en su cuenta de Twitter.
Además, Marcos ha puesto en valor la ganadería. «El sector primario nos da de comer a todos los días. Si necesitas excusa para justificar los recortes en la PAC busca otra, esta no cuela», ha respondido a Garzón, solicitando después la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«¡Las vacas perjudican el planeta, pobres ganaderos! Con estos tíos no se salva ni el productor de aguas!»
La edil madrileña y presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, Andrea Levy, también se ha hecho eco de las declaraciones de Garzón. «El comunista dice que no comáis carne«, ha manifestado en la misma red social.
En parecidos términos se ha expresado la portavoz de Interior del PP en la Cámara Baja, Ana Vázquez, que ha criticado que ahora hasta nos digan lo que tienen que comer. «¡Jolines con el comunismo!«, ha exclamado.
«¡Las vacas perjudican el planeta, pobres ganaderos! Con estos tíos no se salva ni el productor de aguas!», ha afirmado la diputada gallega del Grupo Popular en su cuenta oficial de Twitter
El ganadero José Vázquez ha respondido a las declaraciones y ha desmentido en su cuenta de Twitter los datos que aportaba el ministro de Consumo, mediante cifras reales del consumo de agua que necesita una vaca a lo largo de su vida.
Mediante un hilo de tuits, ha calculado con todo detalle el consumo medio de una vaca a lo largo de su vida según los datos aportados por el ministro, empezando con el cómputo medio de los días de vida de una res:
La mayoría de carne de vacuno que se consume es de añojo o ternera, pero para ajustarnos al mensaje [del ministro Garzón] haremos el cálculo para una vaca vieja al final de su producción, de 15 años, de 15×365=5475 días, más 4 días de años bisiestos= 5479 días de vida.
A continuación calculaba la cantidad de pienso que consumiría una res a lo largo de esos 15 años de vida, y el agua necesaria para producir esa cantidad.
Una vaca con esa edad pesa 500 mínimo, por tanto, consumiría en total. 500 Kg×15000 litros = 7.500.000 de litros por vaca en toda su vida ( 5.479 días). Con estos datos el consumo diario de una vaca es de: 7.500.00÷5479=1368,9 litros diarios.
Una vaca consume, como máximo, 20 litros de agua al día. Comparados con los 1368,9 litros diarios por vaca calculado. No sé donde se consumen los 1348,9 litros restantes. Calculemos cuanto se consume en el proceso de matadero.
En el análisis del consumo de agua en el proceso de limpieza y preparación del producto en el matadero, el ganadero llega a las siguientes conclusiones:
Supongamos que el matadero a la canal le dan una ducha, excesiva, de 15 minutos y se tarda 5 minutos en limpiar las herramientas usadas. Más la ducha de 10 minutos del operario en su casa. Una ducha de 1 minuto consume 20 litros de agua. 30×20=600 litros.
Restando los 600 litros gastados en matadero al exceso de agua calculado, tenemos: 6.790.623 litros de exceso por vaca. Que según el ministro corresponden al transporte y envasado de la carne. (Esto no se lo cree nadie).
Tras este exhaustivo análisis, José Vázquez finalizaba el hilo de respuestas dirigiéndose directamente al ministro de Consumo:
Usted, si fuera un buen ministro de Consumo, aconsejaría el consumo de proximidad y sin envasar, en la carnicería de Mariano, sí, el de la esquina, y me preguntaría por qué a las grandes empresas les sale más barato traer carne de Argentina.Abro hilo (1) La mayoría de carne de vacuno que se consume es de añojo o ternera, pero para ajustarnos al mensaje haremos el cálculo para una vaca vieja al final de su producción, de 15 años, de 15×365=5475 días, más 4 días de años bisiestos= 5479 días de vida.
( Gracias a mis colegas y amigos de Boyacá7días por la nota que replico en uno de sus apartes con un enorme gusto en medio de la tristeza por la partida del maestro )
En Duitama o Sogamoso , promediando la corrida, era un placer oir ese solo de trompeta del maestro Francisco Mancipe en » Vírgen de la Macarena » que él interpretaba tan magnificamente que ese olé y la ovación cerraban su actuación en solitario , pues se nos ha ido a tocar al reino del más allá dejando un gran vacio en la cultura boyacense, en el concurso de bandas de Paipa, en la formación de las nuevas generaciones.
Boyacá7días recuerda al insigne maestro.
Un hombre entregado a la música y a la enseñanza de este arte, al que hasta los toreros extranjeros le rindieron honores, calló para siempre su trompeta. Lo lloran sus alumnos, la afición taurina y todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocer a un virtuoso artista y a un excelente ser humano.
El boyacense que, con sus solos de trompeta, elevando al cielo las notas musicales del pasodoble ‘Virgen de la Macarena’, hizo que más de un torero parara su faena para escucharlo, silenció para siempre sus interpretaciones al fallecer este martes en la ciudad de Paipa.
Al parecer un infarto le puso fin a la vida del maestro Juan Francisco Mancipe Núñez, un enamorado de la música y de la enseñanza.
Este licenciado en Pedagogía Artística comenzó su vida musical en la Banda de Paipa, dirigido por el maestro Marco Antonio Gómez Torres.
En su formación estuvo también bajo la batuta de los maestros Eduardo Chávez, Carlos Aranguren, Puno Puentes y Luis Martín Mancipe.
Hizo parte de la Banda de Paipa, de la de Duitama, de la del Batallón Bolívar de Tunja, de la del Batallón Guardia Presidencia y de la Banda Sinfónica de la Policía.
También integró la Orquesta Sinfónica de Vientos de Boyacá, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia, la Banda Departamental del Valle y la Orquesta Sinfónica del Valle del Cauca.
Muchas veces estuvo invitado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, por la Sinfónica de Colombia, por la Orquesta Arte Lírico de Colombia y por la Orquesta de la Ópera de Colombia, entre otras.
Fue profesor de trompeta en diferentes programas musicales del país y asesoró al Ministerio de Cultura en la elaboración y diseño de la Guía de Iniciación a la Trompeta.
Fundó el grupo de Cámara ‘Dorado Brass’ Quinteto y se desempeñó como profesor de trompeta de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Uptc), donde también dirigió la Banda Sinfónica de esta alma mater.
Desde enero del 2002 era el director de la Banda Sinfónica Municipal de Duitama, con la que acompañó durante varios años las corridas de toros que se celebraban en la plaza César Rincón, donde toreros internacionales de la talla de Manuel Caballero, Sebastián Castella y el propio César Rincón le brindaron sus toros por sus apoteósicas interpretaciones.1 of 7
Además de ser un gran artista, era un excelente ser humano, que siempre saludaba con una amable sonrisa. Sus discípulos y dirigidos siempre lo recordarán como un magnífico maestro, con un gran don de gentes. ¡Paz en su tumba, maestro!
1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio…7 de julio, Sanfermin!!! Gora San Fermin.
Bueno, pues por segundo año consecutivo ni corridas de toros, ni fiestas de Sanfermin ni toros por las calles de Pamplona.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha hecho un balance «muy positivo» del transcurso del día 6 de julio, fecha en la que habrían comenzado las fiestas de San Fermín, suspendidas por segundo año consecutivo por la pandemia. En este sentido, ha resaltado que «ha habido muy poquitas incidencias, alguna actuación por exceso de acumulación de personas en algunos ámbitos, pero mi visión global es muy positiva».En declaraciones a los medios de comunicación antes de asistir a la misa en honor a San Fermín en la Iglesia de San Lorenzo, Maya ha destacado que «ha habido una bajada significativa en el número de contagios» de Covid-19 y ha esperado que «salgamos de los Sanfermines con menos contagios que los que había antes de las fiestas». Al respecto, ha expresado que personalmente «estoy mal porque veo que la ciudad está mal y ayer pasé un día malo». Ha afirmado que «hoy estoy mejor» y «con ilusión de que todo esto termine bien estos días, que Pamplona esté, que va a estar, a la altura, y pensando en 2022».
Y cerrar con este cartel de 1917 que es una verdadera maravilla :
Yo diría que la situación en que vivimos los taurinos, ante la absurda arremetida de los animalistas tiene cosas muy puntuales porque su malicia alcanza límites insospechados, ya que ahora clasifican a los animales como individuos similares a los seres humanos, al punto de llegar a señalar que los animales tienen ética en un pensamiento desenfocado pero que hace ostensible la decisión de obturar un retrato de igualdad con el hombre.
Olvidan que el comportamiento ético deviene de la conciencia de imprimir sentido a la existencia y del propósito de generar una cultura (valores, creencias, prácticas) que contribuyen a su perfeccionamiento general y social, y por ende, a una eventual superación, como nos lo muestra aquella vieja película «El Planeta de los Simios», por cierto ficción pura, pero harto reveladora de nuestra afirmación.
Pienso que es conveniente que sus referentes que vienen muy ligados al sincretismo, por cuanto se trata de un espectáculo cultural, buscan desvincularlo de la tradición cultural con el cuento de la suspensión temporal de las corridas de toros olvidándose de las leyes y sentencias establecidas por las instituciones legislativas de Colombia.
Por tanto, es conveniente distinguir lo uno de lo otro. Por ejemplo, quién niega que la feria de Manizales tan magníficamente orientada por Juan Carlos Gómez, tiene su base sincrética en las corridas de toros ? Y la feria de Manizales si no estoy mal, ha sido suspendida en tres ocasiones antes de la pandemia.
Y quién dice que la tradición se pierde ?
De dónde han sacado eso ?Y existen puntos de gran fricción como los que ellos mismos quieren asegurar en posición generalizada, que los animales tienen ética. Pero como van a tener ética unos animales que no saben que van a morir.
Es un mecanismo imprevisible e intransigente. El hombre sabe que tiene una actividad productiva en la vida y para ello se motiva y trabaja. Y por supuesto, disfruta de su paso por la vida. El animal no.
Sin embargo, ahora se pretende destruir la tauromaquia con aquello de la mal llamada tradición. Aquí en Cartagena ha surgido la idea como política pública, de convertir a la plaza de toros en un escenario de artes escénicas. Pero si siempre lo ha sido.! Y de un manotazo acabar con las corridas de toros para lo cual fue construida a un costo de 30 millones de pesos, conseguidos por el parlamentario Joaquín Franco Burgos, plaza que fue inaugurada en 1974.
Qué se acabó la tradición ?
Por Dios, esa es precisamente su base sincrética, pues los principales rasgos culturales que configuran nuestra historia no son sino la tauromaquia, el béisbol y el boxeo. De tal manera que no es sino una estrategia para imponernos un factor común y de soslayo acabar con las corridas de toros en la ciudad.Veremos en qué queda eso porque los cargos públicos son efímeros y de 30 millones a 10.000 millones hay una diferencia abismal.
Es un esquema montado para borrar del horizonte a nuestra fiesta brava, distinto al querer de aficionados como Gabriel García Márquez cuando dijo: «Si la tauromaquia está destinada a morir, quisiera verla morir con honor y como se merece, cuando los taurofilos dejemos de ir a las plazas, y no cuando alguien ajeno nos lo quiera imponer».
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