Autor: tendido7

Hace 80 años… Alberto Balderas exclamó: ¡Estoy muerto! Alcalino y una remembranza luctuosa

El siempre bien recordado «Torero de México», Alberto Balderas, dejó de existir físicamente hace 80 años, pues murió en las astas del toro llamado «Cobijero» de la ganadería de Piedras Negrasen el Toreo de la Condesa.

Efeméride que ha marcado una infaltable referencia en la historia del torero mexicano.

Aquella tarde del domingo 29 de diciembre de 1940, Balderas vestía un terno canario y plata, color considerado de mal fario en el ambiente de los toros.

Hizo el paseíllo a lado de José González «Carnicerito de México» Andrés Blando, a quien esa tarde concedió la alternativa.

Una oreja le cortó Balderas al segundo de la tarde, un ejemplar de nombre «Rayado» que le propinó una fea voltereta.

La tragedia vendría en el tercero, «Cobijero», un ejemplar que desde salida hacía extraños, como si tuviera algún problema en la vista.

Cuando José González «Carnicerito de México» brindaba el toro, éste le mira, y entonces Balderas lo toca con el capote y «Cobijero» lo embiste a él.

Los momentos fueron dramáticos y el pitón del toro le partió el hígado, además de la arteria hepática.

El momento exacto de la cornada fue cuando el cuerpo del torero resbala hacia la cabeza del burel; ahí le tiró el seco derrote.


La cornada era evidentemente mortal y Alberto falleció a las 17:43 horas, en la propia enfermería del coso, donde los doctores Javier Ibarra José Rojo de la Vega nada pudieron hacer por salvarle la vida.

Y es que, en realidad, Balderas llegó prácticamente muerto a manos de los médicos.

Para los datos estadísticos, el toro «Cobijero» estaba herrado con el número 53 y pesó 516 kilos, negro de pinta. Esta corrida, a la sazón, era la quinta la temporada 1940-1941.

Las consternación entre la afición no se hizo esperar.

Pues Alberto Balderas era un personaje mucho muy querido y que se encontraba en plenitud.

Torero honrado y valiente, fue sepultado en el Panteón Moderno, no sin antes ser velado en la calle de Copenhague ante ríos de gente que le daba el último adiós, en medio de una gran consternación..

Balderas tenía apenas 30 años de edad, pues nació el 8 de abril de 1910, en la Ciudad de México.

Su padre, que era director de orquesta, se oponía a que Alberto fuera torero.

Debutó en público el 10 de enero de 1926, y debido a sus cualidades fue alcanzando cada vez mayor proyección.

Tras una brillante campaña en España, en la que incluso cortó un rabo en Sevilla, se doctoró en la plaza de Morón de la Frontera, de manos de Manolo Bienvenida y con el toro «Hocidudo», de Guadalest, el 19 de septiembre de 1930.

Confirmó en Madrid el 13 de mayo de 1931, llevando como padrino a Cayetano Ordóñez «Niño de la Palma», delante de un ejemplar de la divisa de Villamarta.


Balderas fue un hombre de mucho pundonor, carácter y raza torera.

Quizá su tarde más importante fue en mano a mano con el maestro Fermín Espinosa «Armillita», el 22 de enero de 1939, en «El Toreo», cuando le cortó orejas y rabo a los tres toros que le correspondieron en suerte, precisamente de Piedras Negras. Ahí queda eso.


El Covid se lleva a Alberto Jiménez, el recordado «Efraín» de «la María»

Alberto, en foto reciente, al lado de «El Chupo Plata»

Alberto Jiménez se fue a vivir a la Florida hace muchos años pero en Colombia dejó huella con su impecable personificación del personaje de «Efraín» en la telenovela «La María» en la que actuó María Eugenia Dávila que también partió hace varios años.

En los Estados Unidos Alberto Jiménez hizo radio, televisión, fue un combatiente por la libertad.

Armando Plata Camacho nos comunicó el deceso de Alberto víctima del Covid.

La pandemia se lleva a un magnífico Actor, Presentador, Director, y productor Cinematográfico.

No se puede olvidar que en esa época de la televisión en blanco y negro, Alberto fue uno de los primeros galanes de la pantalla chica.

Quiso ser diplomático pero las cámaras lo llamaron pronto.

Fue un taurino de pro y entre sus amigos se cuentan Jorge Herrera, los hermanos Esplá (el maestro Luis Francisco debe estar condolido).

Guillermo Romero nos cuenta otros detalles de este buen hombre que se suma a la página doliente de los taurinos fallecidos este 2020.

Fue el primer galán nacional que tuvo la televisión colombiana.

Aunque estudió Derecho y quería ser diplomático, las actuaciones le llamaron más la atención.

Se le recuerda por sus papeles protagónicos en “Cartas a Beatriz”, una producción de RTI.

Compartió papeles con Raquel Ércole, Rebeca López y el gran Julio César Luna.

En 1972 estuvo al frente de la primera adaptación de la magistral obra romántica de Colombia, “La María” de Jorge Ricardo Isaacs Ferrer, al lado de la sensacional y polifacética María Eugenia Dávila.

En 1975 estuvo en 297 capítulos de una de las novelas más largas de la televisión, “Manuela”, al lado de la debutante y sensual Amparo Grisales, en una producción de Punch Televisión.

Pero también se le vio en seriados del Teatro Popular Caracol y Caso Juzgado.

Su papel más recordado, desde luego, fue el protagónico de “Manuela” que narraba la vida de ascensión de una campesina, pobre y sin educación.

Los sueños de un joven que aspiraba que la próxima cosecha le daría resultados para darle los gustos que ella exigía.

Fue la novela de los años setenta y aunque se presentaba en blanco y negro, miles de fanáticos les seguían sus historias.

Manuela fue una obra original de José Eugenio Díaz Castro, dirigida por Felipe González y contó con una nómina difícil de alcanzar para la época.

Estuvieron, entre otros Lucero Galindo, Fabio Camero, Alicia de Rojas, Ómar Sánchez, Roberto Reyes, Margoth Velásquez, Mónica Silva, María Eugenia Penagos, Paula Peña, Margalida Castro, Delfina Guido, Carlos Barbosa, Lucy Colombia, Sofía Morales, Alfredo González, Betty Valderrama, Héctor Rivas, Gildardo Marín, Alberto Saavedra, Marina Arias, Jairo Florián, Hernán Bolívar, Edgardo Román, Argemiro Castiblanco, Eduardo Osorio, Blanca Luz Uribe, Alba Medina, Blanca Molina y Jairo Soto, entre otros.

Hacia mediados de los ochenta, Alberto Jiménez se trasladó a Miami donde fue uno de los primeros colombianos en hacer radio en esa ciudad.

Comentando fútbol y hablando de temas románticos.

“Recuerdo que años después pasó a Hollywood donde montó una empresa artística y posteriormente se trasladó a Las Vegas donde hizo un programa que se llamaba “El show de Pedro Jiménez”.

Laboró para Univisión, Telemundo, ESPN en el tema de ventas.

Era una persona muy inquieta en temas de medios de comunicación, muy alegre y conversábamos en forma regular”, comentó entristecido Armando Plata Camacho, presidente de la Asociación Colombiana de Locutores.

Juan Carlos García, nieto de don Francisco apuesta por el toro con emoción en la plaza Entrevista en tendido7

Juan Carlos García es equitador consumado y colabora en la formación de la nueva generación colombiana de hombres y mujeres, que cabalgan sobre yeguas y caballos en complejos pero bellos ejercicios.

De niño bebió de la fuente prístina en la crianza del toro de lidia en la ganadería fundada por don Francisco García raído.

Don Ignacio Sanz de Santamaría como conocedor campero en esos albores que permitió dejar atrás el criollo para  levantar en las dehesas colombianas el toro bravo.

Concluida su etapa en Mondoñedo con su primo Julio de la Olla, don Francisco funda Vista Hermosa que justamente su nieto Juan Carlos prolonga haciendo honor al Santa Coloma, vía Joaquín Buendia.

El ganadero vive a caballo y nunca mejor dicho entre Italia (afincado en Bolonia) y Zipacón donde su padre acomodó toros y vacas del encaste que se fundara allá a comienzos del siglo XX.

No escapa al joven ganadero la crítica situación por la que atraviesa el sector a uno y otro lado del Atlántico.

Es optimista (si hay unidad) de que derrotaremos en Colombia ese antitaurinismo rampante que ha tocado las puertas del Congreso, con lesivos proyectos prohibicionistas de la fiesta que acabarían con un valor genético inapreciable.

La literal desaparición de este hermoso ser que es el toro de lidia.


Estimados lectores los invito a escuchar las reflexiones del ganadero Juan Carlos García

Corte Constitucional del Ecuador pospone fallo sobre regreso de la corrida integra

Festival de Belmonte. Primera corrida de toros sin muerte, en la Plaza de Toros de Quito. Horizontal. Paseíllo

La Corte Constitucional del Ecuador, realizó este jueves una audiencia sobre la prohibición de las corridas de toros en Quito, informó el Diario El Comercio.

En la diligencia, que duró cinco horas, se evidenciaron criterios contrapuestos entre abogados de la Procuraduría General del Estado y del Municipio.

La acción es impulsada por la Asociación de Toreros Profesionales del Ecuador, al considerar que la consulta popular de 2011 no tuvo un control constitucional adecuado y restringe los derechos fundamentales de las minorías.

Alí Lozada, uno de los jueces que acompañó a la ponente de esta causa, Carmen Corral, se declaró “perplejo” frente a la postura que tuvieron Camila Trellez y Karola Samaniego, delegadas de la Procuraduría General.

Advertisement Ellas solicitaron que la Corte “realice un control de fondo” sobre dicha prohibición.

Para eso, invocaron a los derechos a la cultura y participación, la seguridad jurídica, el debido proceso y que “se considere a la interculturalidad como parte fundamental del Estado ecuatoriano”.

“Lo que pedimos a la Corte Constitucional del Ecuador, como un ejercicio de tutela oficial efectiva, es que nos de los motivos, las razones si cabe o no la limitación de un derecho y que este fallo nos permita entender cómo se realiza la limitación de los derechos y si son o no válidas las limitaciones inclusive de manifestaciones culturales”, insistió Samaniego.

En cambio, Eduardo Regalado, abogado del Municipio de Quito, demandó a la Corte que desestime y archive las acciones de inconstitucionalidad, que también abarcan a modificaciones en las ordenanzas municipales sobre los espectáculos taurinos.

“Como pretensión, el Municipio de Quito solicita que la Corte declare que en este caso carece de competencia para ejercer el control de constitucionalidad abstracto, material, respecto de los resultados del plebiscito y que las ordenanzas 127 y 11 son constitucionales porque no vulneran ni contravienen ningún derecho”, sostuvo.

Además de activistas y abogados de la Fundación de Protección Animal (PAE) y Diabluma, se presentaron 35 personas.

Con criterios a favor y en contra de la actividad taurina.

Uno de ellos, Felipe Ogaz, emplazó a la jueza Corral a que se excuse de continuar con esta causa.

Pues dijo que tiene familiares dedicados a esta actividad.

La Presidencia de la República, por su lado, defendió las atribuciones que tiene un primer mandatario para convocar a consulta popular.

Después de esta diligencia la jueza Corral dio un plazo de 72 horas a las partes para legitimar sus intervenciones. A las afueras de la Corte se dio una manifestación de aficionados a esta actividad.

Roberto Domínguez, figura del toreo y apoderado de Roca Rey habla con tendido7.

Roberto Domínguez. Torero de la camada de los setentas del siglo pasado, hizo del descabello una suerte casi menor, todo un mito, Arquitecto, sobrino de torero, apoderado, tuvo su momento de gloria a mediados de los años 80″s  y se retiró en los noventas discretamente.

Es Robeto Dominguez.

Fue apoderado durante 11 años de El Juli, y hace unas semana estrena su segundo apoderamiento, el del peruano Roca Rey que va camino a ser figura de época.


Tendido7 ha entrevistado al vallisoletano Roberto Domínguez, y hemos hecho un grato repaso de su vida torera, de su tránsito por Colombia, (tiene la nacionalidad nuestra ), de la figura de nuestro querido Iván Parra.

De cómo entiende el toreo y de esta hora amarga y no solo para el toreo a raíz de la esquiva pandemia conocida como Covid19.


Maria Sierra ha hecho la producción.

Invitamos muy afectuosamente a los lectores a que disfruten de la buena parla del paisano de Miguel Delibes, de quién honró el traje de luces y de quién ama a Colombia entrañablemente.

Manolete y Silverio. Historia de un cartel por HORACIO REIBA “ALCALINO”

Manolete y Silverio. Historia de un cartel por HORACIO REIBA “ALCALINO”. A finales de 1945, el panorama de la fiesta en México era el siguiente:

Una baraja de figuras cuya diversidad, personalidad y clase no tenía precedentes ni ha vuelto a encontrar sucesión, el antecedente inmediato de una primera temporada visitada por la nueva ola hispana –luego de ocho años sin intercambio taurino entre ambos países a raíz del boicot de 1936.

En que la torería local barrió sin contemplaciones con una representación ibera corta de alcances y de ánimo, y una expectación inmensa por conocer al fin al verdadero mandón de la baraja española, un enjuto cordobés, Manuel Rodríguez “Manolete”, del que se contaban maravillas capaces de agotar la fantasía más delirante.

Pocos notaron la ausencia en el derecho de apartado de Carlos Arruza, pareja del Monstruo en los propios cosos ibéricos donde el Ciclón Mexicano cerró el año con 108 corridas, que añadidas a cuatro más en nuestro país sumaron 112, cifra sin precedentes en la historia de la fiesta.

Manuel Rodríguez Sánchez «Manolete», había nacido en Córdoba (04.07.1917) y era hijo del modesto matador del mismo nombre y procedencia y de doña Angustias Sánchez, viuda a su vez de otro torero, Lagartijo Chico, de escasa nombradía.

Un antecedente curioso tenía al lado de Silverio Pérez, su padrino de confirmación en El Toreo: la novillada de principiantes en la que alternaron en Tetuán las Victorias (01.05.35), donde la poca prensa presente vio en Silverio a un chico valentón y descalificó a Manolete por codillero y soso, aun ponderada la derechura con que se tiraba a matar.

No se sabe cómo reaccionarían tales críticos cuando, a partir de su alternativa (Sevilla, 02.07.39), se convirtió en el torero que redimiría a España del marasmo y privaciones de la posguerra, provocando una conmoción no vista desde la llamada edad de oro, con Joselito, Belmonte y Rodolfo Gaona.

La corrida

Antonio Algara, el empresario de El Toreo, no mostró prisa para echar mano de su carta fuerte, y la presentación de Manolete no llegó hasta la sexta de la temporada.

Antes, el cordobés estuvo en Torrecilla, la ganadería zacatecana de la que procedía el encierro que despacharían, con el debutante cordobés, Silverio Pérez y Eduardo Solórzano. 

El llenazo se daba por descontado, largas colas de aficionados habían hecho guardia nocturna en torno a las taquillas y el papel se agotó días antes del festejo. Al sonar el clarín, no cabía nadie más en la plaza y se palpaba una tensa ansiedad en el ambiente.

Manolete vestía de celeste y oro, Silverio de rosa y oro y Eduardo un terno verde oscuro recamado del amarillo y reluciente metal. Las ovaciones los llamaron al tercio a saludar, primero Manolete y, a invitación de éste, sus alternantes mexicanos.

Se abrió el toril y apareció “Gitano”, un cárdeno oscuro muy fino y nada aparatoso.

Relato del Tio Carlos

 “Manolete –enjuto, erguido, tipo de torero de la cabeza a los pies—lanceó en varios terrenos pasándose cerca la bicho en los del lado izquierdo. Cerró con media imperiosa y precisa.

Y en quites hubo de dedicarse a la brega en vista de lo abanto del de Torrecilla. Parearon el español David y el mexicano Aguilar, y en el tercio se realizó la esperada confirmación de alternativa del hispano a manos de Silverio.

Manolete pidió la venia de la autoridad y fue a brindar al público. Ordenó que le pusieran al toro en sombra, en el tercio de contraporra…

Citó para el ayudado por alto… Y cuajó el pase sin mover ni una pestaña, repitiéndolo por el lado izquierdo. Intentó el natural, pero inmediatamente se cambió la muleta a la derecha para arrancar dos derechazos a la mínima distancia y agregar dos altos.

Y entonces puso su firma, un pase formidable por el mando y la cercanía de los pitones. Y cerró la serie con dos molinetes. Había llegado a la propia querencia natural del toro. En ese terreno, Manolete trazó tres derechazos, se echó la muleta a la izquierda y…  aquellos cuatro naturales fueron un prodigio.

Largos, mandones, suavísimos, toreando a la perfección en todo el tramo del pase, haciendo al animal revolver sobre la muleta para trazar el siguiente arco: fueron como un solo natural. Manolete liga con la izquierda como Silverio con la derecha.

El toro arrancó de pronto y Manolete, torero en todo momento… se lo llevó jugueteando hasta los medios en abaniqueo medido, pausado, preciso. Lo que en otros es un subterfugio de mala ley para eludir la faena, en Manolete fue recurso de gran torero para resolver un instante comprometido.

Momentos antes, con el toro en tablas, le había arrancado dos pases de los suyos (manoletinas) a distancia espeluznante, y se había sacado dos embestidas descompuestas con un par de molinetes –uno de ellos por detrás—verdaderamente de maestro.

Con el toro afuera ya, Manolete cambió el estoque (esto se veía en México por primera vez), citó a corta distancia, dobló la pierna izquierda y se dejó ir sobre el morrillo para media estocada que mató sin remedio.

Aquello fue el delirio, Manolete cortó las orejas y el rabo de “Gitano”, dio la vuelta al ruedo entre sombreros y prendas de vestir—que habían inundado el ruedo desde los naturales—y saludó en los medios.” (El Universal, 10 de diciembre de 1945)

Impresiones de Don Tancredo y de Roque Solares Tacubac

“Devoción litúrgica, solemnes ademanes rituales hay en el toreo de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”.

¡Y qué hondura emotiva, realzada por solemnidad inconmovible, aguante prodigioso y elegancia señorial! Lidiador de asombro, artista cuya personalidad amerita los más encendidos y apasionados elogios, justificó plenamente la fama de que vino precedido.

¡Por algo está en la cumbre de la celebridad y es el califa actual de la tauromaquia española!… Jamás la presentación de torero alguno tuvo este ambiente de frenesí… cuando se abrieron las puertas del coso, a las dos de la tarde, se precipitó la muchedumbre a los tendidos y en un instante llenó el graderío…” (La Fiesta, núm. 64. 12 de diciembre de 1945)

Don Tancredo (Roque Armando Sosa Ferreyro), era director-fundador del semanario La Fiesta, una de las mejores revistas taurinas editadas en México.

En su crónica consideró que “la media verónica con que Manolete remató sus primeros lances fue prodigiosa, monumental..”, y confirmó asimismo que ligó cinco naturales estupendos “que hicieron alfombrarse el ruedo de abrigos y sombreros”.

También invitó a “Roque Solares Tacubac” (anagrama del doctor Carlos Cuesta Baquero) a estampar su “Impresión manoletista”, como el ilustre galeno tituló un texto del cual cito algunos fragmentos:

“Manolete es la resurrección casi integral del inolvidable Antonio Fuentes (aunque) no tiene relieve en las suertes de banderillear… mas por la suficiencia para estar en el ruedo, el cordobés nos hace ver de nuevo en la arena al inmortal diestro sevillano, con igual señorío natural, ajeno a toda afectación… en lo referente a la postura que adopta para practicar los lances de capa y los pases con la muleta, no es la enteramente clásica de frente (pero) la quietud de los pies, el ritmo del movimiento de brazos y el llevar al toro bien centrado, dan a su toreo belleza escultórica y majestad… (para) la suerte de estoquear… se coloca cerca y en rectitud al cuerno derecho del toro –ayer, en el único que estoqueó no estuvo cruzado; su colocación fue enhilado y presentando el pecho.

Hizo el viaje con rectitud y sin excesiva rapidez… conforme a la manera clásica… (como) ya dije, analicé la actuación de Manolete empleando mi lupa de investigación taurina limpia y exento de prejuicios.”

“Espontáneamente agrego algo para ovacionar a Silverio. Estuvo en plan de hondo dramatismo y excelente torerismo.

Tuvo la rareza de emplear la mano izquierda para torear por naturales… En los derechazos, su especialidad, estuvo incomparable: se superó a sí mismo. Eduardo Solórzano: torerísimo en la faena de muleta al tercer toro y discreto con el quinto y el sexto” (La Fiesta, ídem).

Silverio con “Cantaclaro”

Como Solares Tacubac señala, Manolete sólo estoqueó un toro, pues su segundo, “Cachorro”, lo hirió cuando, aguantando mucho una embestida vencida, le marcaba la salida en el primer lance de capa: cornada grave de dos trayectorias en el muslo derecho.

Y el menor de los Solórzano, en la penúltima tarde de su vida torera, dio merecida vuelta al ruedo tras estoquear a “Llanero”, su primero.

Pero el otro gran suceso del día lo protagonizó Silverio Pérez que, dispuesto a vencer o morir, bordó antológico faenón con el cuarto de la tarde, “Cantaclaro”, cárdeno claro, antes de marcharse, también él, a la enfermería, con un puntazo infligido por su primero, que de “Exquisito” no tenía nada.

El Tío Carlos lo relató así:

“Es difícil de narrar… Silverio brindó a dos particulares y allá se fue, al tercio. Juntó los pies, se quedó muy quieto y ejecutó un ayudado por alto. Y uno de pecho maravillosamente iniciado en el que por desgracia perdió el trapo… Reanudó la cosa con un doblón y original adorno.

Y echándose la muleta a la izquierda, comenzó a torear por naturales. Fueron tres muy buenos, pero lo mejor del conjunto fue el pase de pecho… Siguió con un costadillo  saboreado y tres derechazos metido en el terreno del toro, citando a mínima distancia, más uno de costado aguantando la gazapeada.

Más derechazos, y tres pases de trinchera que fueron como uno solo, girando en el sentido del viaje del toro con una suavidad, una lentitud y un temple de sueño.

El cambio de muleta de una mano a la otra con que en la cara misma del socio cerró este capítulo fue de una belleza inenarrable. Continuó adornándose con medios pases y por la cara.

Y consiguió la igualada con un cambio en los propios hocicos. Y con mucha mayor rectitud de la acostumbrada tumbó a “Cantaclaro” de una estocada algo caída. Oreja, rabo, dos vueltas al ruedo. Ovación inacabable, indescriptible.

Una de las más grandes ovaciones escuchadas en El Toreo. ¡Vaya un monstruo tenemos acá! ¡Vaya un monstruo que tienen allá!” (El Universal, ídem)

Dicho por Manolete

Cuando, postrado aún en el sanatorio, alguien preguntó a Manolete sobre su cornada, el Monstruo contestó: “No fue el toro, fue Silverio.

Y en la última entrevista de su vida, publicada por el semanario valenciano “Triunfo” cinco días antes de la trágica tarde de Linares, el cuarto califa cordobés se refirió así a la tarde de su debut en El Toreo: “¿Cuál ha sido, para usted, el  momento más feliz de su vida profesional?… ¿Y el más desagradable?

Tras un instante de duda, Manolo respondió:

El día de mi presentación en México. Mi primer toro puede ser el momento agradable. Y el segundo el desagradable. En aquél corté oreja y me hice con el público mexicano. En el otro, una cornada grave me hizo pasar muy malos ratos, allí, lejos de los míos…”. (Triunfo. 23 de agosto de 1947).

Luis del Val desgrana el toreo como buen comunicador

Luis del Val es un maestro de la radio, así como excelente escritor y periodista. Ha trabajado con los grandes maestros del medio radiofónico.

Actualmente realiza un comentario diario en el programa “Herrera en Cope”, y publica un artículo semanal en ABC. En esta entrevistas Luis del Val, nos desvela algunas claves de su pasión taurina, pues es un gran aficionado.

José R. Palomar

  • ¿De cuándo data su afición a los toros?
  • Siendo niño y luego adolescente, me acercaba a las fiestas patronales de Ateca, a 14km. de donde vivía, bajo la frivolidad y el divertimento. Empecé contemplando los toros desde la distancia, y me fui
  • acercando al espectáculo a través de la literatura. He sido aficionado con vocación tardía.


Cuando ya me dedicaba al periodismo, siendo redactor jefe de deportes en una revista, teníamos una contraportada dedicada a los toros.

Escribí sobre Fermín Murillo, con quien trabé una buena amistad, quien a su vez me transmitió el legado de Nicanor Villalta.

-Tendrá pues, sus escritores predilectos que tratan lo taurino…

-Sin ir más lejos: Lorca, Borges, y sobre todo Hemingway, del que recuerdo esta hermosa metáfora: “El cielo era la plaza de Pamplona, donde había una corrida de toros.

Yo estaba en el anillo del coso, y por delante de la barrera, había un río truchero y pescaban truchas”. Más cercano en el
tiempo, he disfrutado de los artículos de Pérez Reverte defendiendo la Fiesta. Y no olvidemos al recién galardonado con el Premio Cervantes
2020 de Literatura: Francisco Brines.


-Muchos auguran la desaparición de la Fiesta.

  • Yo creo que, más que por la campaña en contra de Unidas-Podemos y demás partidos, la hacen peligrar el descenso acusado de espectadores, y que cada vez asistan menos jóvenes a los festejos.
  • En un año tan difícil- por la pandemia- hemos tenido la Gira de la Reconstrucción

¿Le parece una buena iniciativa?

  • Excelente, porque de no ser por ella estaríamos- quizá- asistiendo a las exequias de la Fiesta. Y por cierto, quiero resaltar el esmero que se ha
  • tenido en la presentación de las reses.
  • -¿Ha tenido la oportunidad- y voluntad- de ponerse delante de una becerra en el campo, o en un tentadero?
  • -¡Jamás!. Fui una vez con Manolo Molés a ver desde el callejón una desencajonada en Valencia. Y tras contemplar de cerca a un toro que levanta la testuz, te mira, y luego la emprende contra las tablas, ¡se te quitan todas las ganas! (ja, ja, ja)

-¿Tiene predilección por alguna plaza?

  • Sin duda la Maestranza de Sevilla. Cada vez, por el contrario, me gusta menos ir a las Ventas, por ese público gritón e inoportuno, carente de
    respeto que no guarda silencio en las faenas, y a veces ni tan siquiera en el último tercio. Antiguamente ir a las Ventas representaba “un cierto estatus”, mientras que hoy la asistencia a la plaza requiere de muchas propaganda.
  • -Y “su plaza” de Zaragoza…
  • ¡La conozco bien claro!, es mi tierra. Cuando era delegado en Aragón del diario Pueblo tuve que cubrir, entre otras vicisitudes, graves orna-
  • das que se dieron en el coso de la Misericordia.

Al ser una feria de final de temporada, puede que los toreros tengan un cierto relajamiento, piensen en la campaña de América, y llegan
esas cornadas tremendas vividas ahí.

  • ¿Prefiere los toreros de arte, o los que atesoran valor?
  • No soy nostálgico, ni mitificador. Admiro a los diestros

valientes que saben dominar un toro, antes que a las figuras consagradas que aprovechan una res de carril. Y me fijo mucho en el tercio de

varas (tan apreciado en Francia) mientras que en nuestro país, es muchas veces objeto de protesta.


-Me han dicho que sigue las corridas televisadas. ¿Tiene alguna crítica que hacer a las retransmisiones de Canal Toros Movistar?


-Sí: en primer lugar que no se empecinen en las repeticiones, porque te rompen “el tempo”. Y luego, que no se obsesionen con el entretenimiento (como si fuéramos tontos), contando anécdotas de cuando hicieron la primera comunión, etcétera. Y finalmente, que sean más espartanos en el comentario.

  • ¿Es lector asiduo de algún crítico taurino?
  • En general, leo los cronistas del ABC. Me gustaba mucho Joaquín Vidal, persona maravillosa y amigo, que introdujo el sentido del humor en las crónicas. También leo con atención lo que escriben los buenos cronistas del Sur (sin citar nombres), porque tienen sentimiento literario, y les aflora la metáfora. Es como si tuvieran la pluma en un invernadero, donde es fácil que germine la flor. No he seguido tanto a los de radio, aunque fui compañero de Molés en Pueblo, y me gusta el programa de Sixto Naranjo en la Cope. De todas formas, yo asocio más lo taurino a lo audiovisual.
  • ¿Está debidamente tratada la Fiesta en la prensa escrita?

-No, pero no sólo los toros, sino la cultura en general, que actualmente es “la María de las secciones”. Ahora se les da muy poco espacio, y es más fácil que entren en la sección de sucesos (por una cornada) que en la estricta crónica taurina…

  • Y no olvide a los antitaurinos…
  • Sus argumentos provienen de la inmensa osadía, que nacen de la supina ignorancia. Si me dieran a elegir entre ser un pollo o ser un toro, elegiría sin duda al toro. Es un animal cuidado al máximo durante cuatro o cinco años, que no es nada al lado de esos 15 o 20 minutos en la plaza. No niego que experimenten dolor, pero no
  • tiene nada que ver con el dolor físico de los humanos, que lo etroracionalizan, añadiendo el componente psíquico.
  • Hace unos meses, se especuló con el “antitaurinismo” de Goya, a raíz de las declaraciones de un cuidador del Museo del Prado…
  • Lo niego: Goya era un liberal y eso le ocasionó problemas. Además, uno no pinta lo que odia.
  • ¿Alguna faena ha quedado grabada en su retina?
  • Más que una faena, creo que el momento más sublime es cuando el tiempo se detiene, y el toreo parece una reproducción a cámara lenta.
  • Destacan de usted la elegancia, su pajarita…

  • ¿Es esa virtud consustancial a los toreros?
  • Sin duda. Nunca he visto a un torero con chanclas…Y en el trato con ellos, a través de las entrevistas, me he dado cuenta de la profundidad

de sus palabras. Provienen de la superstición (cosa lógica) y de su visión de la vida, con la presencia constante de la muerte.

Luis del Val ha desarrollado una prolífica carrera en el campo de la
literatura, el periodismo y la radio.

Ha escrito libros como “La transición perpetua” y Mi querida España (ambos del 2015).

Recibió el premio Ateneo de Sevilla por su obra “Las amigas imperfectas”.
Escribió en Pueblo, Diario 16, Interviú, Tiempo, y actualmente ABC.

En el medio radiofónico, su voz ha sonado en las ondas de Radiocadena

Española (de la que fue director), la cadena SER y Cope (en la actualidad).


Tiene en su haber dos premios Ondas, el segundo por su “Carta abierta”
del espacio “Hoy por hoy”.


“A las retransmisiones taurinas les pediría eliminar las repeticiones, y un sentido más espartano del comentario”.

El Vito recrea la figura del ganadero Juan Campolargo que se lo llevó el coronavirus

El Vito recrea la figura del ganadero Juan Campolargo que se lo llevó el coronavirus. Cuando el buque Santa María atracó en el puerto de La Guaira el 27 de junio de 1957, ese mismo día en Caracas se había constituido una Junta Patriótica en la clandestinidad.

Dirigentes de diversas organizaciones políticas que adversaban al régimen de Marcos Pérez Jiménez , convocaban al pueblo con la intención de derrocar la dictadura militar, inspirados en la Pastoral de Monseñor Rafael Arias Blanco, Obispo de la Ciudad de Caracas.

Aquel 27 de junio llegó a Venezuela procedente de Portugal un muchacho, con apenas14 años de edad que había emigrado de Portugal porque su padre quería evitar su muerte segura:

Portugal tenía abiertos siete frentes de guerra en sus colonias y reclutaba muchachos para llevarlos a los frentes de guerra a “defender la patria” en el Timor portugués, Angola, en el África Oriental, Mozambique, Guinea, la India portuguesa de Goa, Diu y Dama en China.

El ejército lusitano reclutaba a quien fuera capaz de sostener un fusil en sus manos. Los militares, los reclutaban y se los llevaban al cuartel. Les entregaban la cartilla militar y los clavos para la urna, porque nadie regresaba vivo a la península.

A espaldas de una vida

Juan Campolargo dejó atrás su familia fundada por su padre y maestro Manuel da Silva Rosa, tratante de ganado y aficionado a la fiesta de los toros.

Fue su maestro da Silva Rosa, y el espejo de su conducta ante la adversidad. La madre, mujer de carácter y formación severa, amorosa siempre y vigilante por que se cumpliera el buen comportamiento de sus hijos.

Juan Campolargo trajo por equipaje dos bultos muy pesados, una maleta con ropa y un maletín lleno de chorizos y de aceite de oliva. Entre las vituallas un sobre, con 400 dólares americanos.

Desorientado en el muelle, buscando un norte al desembarcar se le acercó, ofreciéndole ayuda, un negro gigantesco al que la sonrisa le partía la cara asomándose un puñado de dientes de oro.

Se ofreció cargarle los dos paquetes, y a los pocos minutos el muchacho estaba sólo, incomunicado por ignorar el idioma y desesperado en el puerto de La Guaira.

El estibador no era tal, era un estafador.

Juan Campolargo no entendía nada de lo que la gente decía, y a él tampoco le entendían en su atropellada desesperación. Hasta que tres días más tarde en la playa del mercado del puerto de La Guaira, entre aquel barullo surgieron palabras que sí comprendía. El que hablaba era un portugués que había ido a La Guaira para reclamar una mercancía.

Cosas de Dios, el paisano conocía a don Manuel da Silva en Coimbra y comprendiendo lo sucedido se hizo cargo del muchacho de 14 años, desamparado a su llegada a Venezuela.

Lo llevó a Chivacoa, en Yaracuy, y allí comenzó un mágico peregrinar.

El ganadero puntero

CAMPOLARGO 4

Cincuenta años más tarde de aquellos acontecimientos, Juan Campolargo es un reconocido ganadero en Venezuela.

Hombre de campo, criador de ganado y comerciante en los mercados de carne ha formado un equipo con más de 22 hombres a en diversas propiedades y oficios.

Todos tienen sus fincas propias, y son jefes de familia que educan a sus hijos en escuelas que Campolargo ha sembrado por toda la comarca, en poblaciones del Yaracuy como son Jaime y La Yuca Municipios.

Pueblos que circundan su ganadería de reses bravas y que se sirven de aguas y energía que el ganadero distribuye gratuitamente a la comunidad.

El que más lidia en Venezuela

Hoy es Juan Campolargo el ganadero de ganado bravo que más corridas lidia en Venezuela. Más de 14 corridas de toros por temporada, lo que es una producción superior a los 100 toros, novillos y becerros.

Su plaza de tientas es aula abierta para los toreros de Venezuela, matadores y novilleros que se forman en el inmenso redondel de El Paraíso, con troneras en los burladeros de un redondel rodeado de cedros y rabos de ratón, de intenso verde, como las colchas esmeraldinas de sus extensos potreros sembrados de brachiaria.

Son casi 15 las temporadas en las que se mantiene al frente de la tabla del escalafón, a pesar que las empresas de las grandes ferias le excluyen de los grandes acontecimientos de la temporada, con la manida excusa de que “las figuras no quieren sus toros”.

Perversa receta de los empresarios, que esconde grandes mentiras y oscuros intereses.

Agua y pastos a granel

3 TOROS EN EL VERDE ESMERALDINO

El mayoral Marcelo Gómez, nacido en el pueblo de La Yuca, lleva 20 años al frente de las fincas de Las Peñas y El Paraíso, asentadas en 500 y 300 hectáreas respectivamente, Campolargo ha transformado favorablemente el ambiente.

Grandes embalses, más de 75 lagunas, 105 potreros con pastos artificiales, zonas de protección de la selva virgen permanentemente vigilada, siembra de peces en lagunas y diques, protección del venado y del jaguar americano, los venados matacanes, las aves migratorias como los patos del Canadá que han hecho de las fincas de la ganadería su estación de descanso en el camino hacia el cálido sur.

Ulises Pedrozo es la mano derecha de Marcelo Gómez, quien como Gómez también es yaracuyano y conocedor, por experiencias, la ganadería de lidia. Un pretexto de Juan Campolargo para la protección de la sabana, el agua que extrae de distintos manantiales ricos y generosos, y que se distribuye en los poblados de Jaime y de La Yuca, pueblos que a diferencia del resto de la zona nunca hay época de sequía.

Todo esto además del ganado Brahman -lo llaman “blanco”- para el beneficio y la reproducción de ejemplares de primera clase, toros y vacas que sirven para fortalecer la producción de carne, leche y queso nacional.

Sin embargo, la gran pasión de Juan Campolargo es la Ganadería de Lidia.

Los sementales

Omar Cuevas, Médico Veterinario formado al lado de Julio Campolargo, hijo del ganadero quien falleció en una acción violenta del hampa venezolana, cuando defendía la integridad de su hijo, de su familia, de su patrimonio en la finca Las Peñas, nos habla de los sementales que sirven a la ganadería en estos momentos. 

Cuevas nos cuenta a manera de introducción que lo que hacemos es prolongar la voluntad de Julio (Campolargo), un entusiasta y muy entendido profesional de la genética.

Más que mi patrón o amigo

Julio fue mi amigo y cada día intentamos seguir su huella en el camino de la construcción de la ganadería.

Los primeros toros padres de la ganadería fueron un novillo de Las Mercedes, ganadería de Ernesto González Caicedo, indultado en Caracas. Otro fue un toro de Tarapío, Don Marcos, desechado casi de inmediato.

Dos toros portugueses de Mario Vinhas que le compró a Hugo Domingo Molina, y a este mismo ganadero dos toros de Torrestrella, ambos indultados en San Cristóbal: Listillo y el Número 77.

En Colombia al ganadero Luis Fernando Castro, con la intervención del matador de toros Hernán Ruiz, adquirió dos toros a Huachicono. Más tarde, un toro padre a Juan Bernardo Caicedo que El Gino tentó en Bogotá, de nombre Buena Raza, padre de un toro que hoy padrea en El Paraíso de nombre Razabuena, indultado por Bernardo Valencia en Táriba. Dos toros -Número7 y 12-, de Juan Pedro Domecq, que fueron a Colombia en vientres de vacas de esta ganadería jerezana.

El oro padre más destacado en el historial de Campolargo es Orinoco 39.

Indultado en 1998 en Ciudad Bolívar por Hernán Ruiz “El Geno”, toro padre de Bravura 842 y nieto del 7 de Jerónimo Pimentel

Hay en la actualidad en Campolargo unas 370 vacas de vientre, servidas por 8 sementales, y por un programa de inseminación artificial que conduce el veterinario Omar Cuevas, siguiendo al pie de la letra el proyecto de Julio Campolargo.

Se trata de semen adquirido en Portugal a las ganaderías de Luis Ortigao Costa y Oliveira Irmaos.

Semen de toros tentados por el matador Mario Cohelo y extraído por el veterinario Julio Campolargo, cuyos productos son de gran calidad de acuerdo a la evaluación del criador.

Los sementales en el campo de Yaracuy, que sirven a las vacas de Campolargo en la actualidad son: Jerónimo 471, colorado, de la ganadería de Jerónimo Pimentel; Andino 696, toro colorado hijo del toro 29 de la ganadería de Torrealta, Peñonsito, semen congelado en Portugal; Razabuena, 760, negro bragado, hijo del toro Buena Raza de Juan Bernardo CaicedoSorte II 811, toro colorado hijo de Orinoco 39 que fue indultado en Maracaibo por el caleño Paquito PerlazaTorbes 832, toro negro bragado, de padre y madre Campolargo; Bravura 842, castaño de padre y madre Campolargo; y Carmelo 20, castaño de Paispamba, hijo y nieto de toros indultados en esta ganadería

FICHA TÉCNICA

La ganadería tiene una población de 700 reses, entre ellas 700 vacas de vientre.

Los toros de Campolargo se lidian con divisa que lleva los colores de la bandera de Portugal, el verde y rojo.

Que arropó por años un imperio donde no se escondía el sol, y del que sus hijos.

Como es el caso del ganadero Campolargo; se han asentado en muchos países para robustecer naciones frente a los retos del desarrollo y la adversidad surgida de las circunstancias.

Las fincas de Las Peñas y El Paraíso están situadas a un mil metros de altura sobre el nivel del mar, en Latitud Norte 10° 24′ 3″ y Longitud Oeste 68° 41′ 28″, en el Municipio Cocorote, Sector Jaime del estado Yaracuy.

Las Peñas tiene 65 potreros y 70 lagunas, y El Paraiso 40 potreros y dos lagunas.

Son manantiales los proveedores de agua, distribuidas en los potreros, estantes, diques de reserva y para las poblaciones de Jaime y de La Yuca como contribución gratuita de la ganadería al pueblo de Yaracuy.

Todos los pastos son artificiales, como la Urochloa, (Brachiaria), Pasto Estrella y Guinea.

Posee grandes extensiones de leguminosas como son los árboles de Samán y Caro caro Rabo de Ratón. Los rompevientos entre los potreros son cedros y eucaliptos, sembrados hace más de 20 años. Con el añadido de sales minerales y soya como complemento alimentario. Insiste el ganadero que estas fincas son territorio libre de garrapatas, nuche, mosca y plagas.

Esta ganadería es la respuesta al proyecto genético del Médico Veterinario Julio Campolargo, y un reto para los nietos de Juan Campolargo, sus nietos Juan y Jorge Campolargo.

ORÍGENES DE LA GANADERÍA

Cuenta en su relato autobiográfico Luis Morales Ballestrasi, quien para 1977 era ganadero propietario de “Guayabita”, que él le vendió a Juan Campolargo un lote de vacas (40 vacas) con sus crías, y con el toro Don Marcos –que había sido criado en la ganadería de Tarapío con procedencia de Pinto Barreiro el padre de las crías ­­–, como obsequio. Sigue en su relato Luis Morales “Más tarde le obsequié el toro Tinterillo“. 

Guayabita (6 Toros 6, #950, 11 de septiembre 2012) fue la ganadería madre de muchos de los proyectos que en aquella época de bonanza nacieron en Venezuela.

Juan Campolargo conoció a Luis Morales en el Matadero Municipal cuando los dos vendían ganado para y tuvieron un acercamiento amistoso por su afición a la fiesta.

De aquellas 40 vacas murieron 20 en el traslado como producto de la inexperiencia en el manejo del ganado bravo. Se sacrificó el toro Don Marcos, pues sus crías no dieron buen resultado y se dejó a Tinterillo, toro de procedencia santacoloma por la vía de la ganadería del doctor Ernesto González Caicedo de Las Mercedes.

Se compraron más vacas a la ganadería de Tarapío.

y al ganadero Hugo Domingo Molina se le compraron cuatro toros, dos toros portugueses de Mario Vinha y dos españoles de la ganadería de Torrestrella, que habían sido indultados en San Cristóbal.

Para el debut de la ganadería, Campolargo se hizo empresario en San Felipe. Organizó la Corrida de la Feria de las Flores en mayo de 1980 y contrató a Antonio José GalánCelestino Correa y el triunfador de la tarde que fue Bernardo Valencia, que salió en hombros.

Eran los becerros que llegaron a pie de cría en la compra a Guayabita.

En el tiempo han padreado en la ganadería dos toros de Huachicono, del colombiano Luis Fernando Castro, un toro de Juan Bernardo Caicedo, de nombre Buena Raza. Dos toros importados en vientre a Colombia de la ganadería de Juan Pedro Domecq.

El toro Carmelo de Paispamba y el 842, Bravura hijo de Orinoco que ha sido el semental estrella de la ganadería, fue Orinoco indultado en Ciudad Bolívar en el 1998 la tarde del primer gran triunfo de la ganadería en su historia

Las luces por las fiestas de Quito, apenas una leve sombra por la ausencia de sus corridas

– Fotografía del 18 de agosto de 2017 de una entrada de la Plaza de Toros Quito (Ecuador). De tradición taurina centenaria, Quito pierde cada año entre 87 y 125 millones de dólares en ingresos turísticos generados por la fiesta brava, casi apagada tras el referendo nacional que, en 2011, suprimió el tercio de espadas. Así lo asegura el concejal del Distrito Metropolitano, Marco Ponce, también presidente de la comisión taurina de la ciudad, donde existen dos plazas históricas, una de ellas, la Monumental, ya casi en desuso.

José Diaz en el Diario El Comercio apunta sobre el declive de las fiestas aniversarias de la capital ecuatoriana al perderse la feria taurina en Iñaquito.

Las luces del derroche por estas fiestas de Quito no suplen la tradición de un festejo mortecino al que pusieron la puntilla cuando acabaron con las corridas de toros completas en nuestra ciudad.

Durante 50 años las fiestas de la capital, los desfiles, las bandas en los barrios y la presencia de las grandes figuras taurinas de España y México ,con toros españoles y nacionales atraían a turistas de todo el mundo.

Llegaban de Perú, Colombia, México. Venían de Estados Unidos y de Francia.

Los canales de televisión competían de manera legítima por la sintonía con los mejores comentaristas nacionales e invitados españoles. Los slogans decían, por ejemplo: ‘Los mejores toros y toreros del mundo para la mejor Feria de América’.

Esa era el ‘Lindo Quito de mi vida’, el del ‘Toro barroso’ y el ‘Chulla Quiteño’. Fiesta, tradición, cultura y alegría.

El ingreso en restaurantes y venta de comidas, colas, cervezas y sombreros de paja toquilla, era importante y permitía a miles de familias juntar dinero para la Navidad.

Hoy todo se ha perdido ahogado entre la moda y nuevas corrientes que no respetan la libertad ni las tradiciones.

Hoy la fiesta de los toros emigró a Latacunga, Ambato y Riobamba y los quiteños perdimos un tesoro.  

Festival de Belmonte. Primera corrida de toros sin muerte, en la Plaza de Toros de Quito. Horizontal. Paseíllo

Y José Jácome se refiere a las perdidas económicas:

De tradición taurina centenaria, Quito pierde cada año entre 87 y 125 millones de dólares en ingresos turísticos generados por la fiesta taurina, casi apagada tras el referendo nacional que, en 2011, suprimió el tercio de espadas y, como consecuencia, el adiós a la feria taurina.

Lo asegura el concejal del Distrito Metropolitano, Marco Ponce, también presidente de la comisión taurina de la ciudad, con dos plazas históricas, una de ellas, la Monumental, ya casi en desuso.

«Hay diestros que no quieren venir a torear a la usanza portuguesa. Para ellos es muy importante el tercio de muerte, es como si a Messi le pidieran jugar sin goles…¡Se negaría!», afirma tajante en una entrevista con Efe.

Construida en 1960 con un aforo de 15.000 espectadores, la Monumental es la principal de las dos plazas de Quito, fue inaugurada por Luis Miguel Dominguín y hasta 2011 se jactaba de tener los mejores carteles de toda Sudamérica.

«El aforo se incrementó y con ello llegaron las grandes figuras», recuerda Héctor Racines, histórico comentarista taurino de Quito.

El peruano Galdós indulta toro de Ortuño al cierre de Latacunga. Se cortaron 10 orejas y dos rabos en el festival de cierre de la feria

Gonzalo Ruiz (El Comercio)

La Feria en Latacunga en este 2020 tuvo su cierre con triunfo torero y ganadero de alta expresividad, torería, bravura y nobleza.

El ciclo que organizó el empresario y ganadero José Luis Cobo, fue un desafío de valor y afición, apenas correspondido en los tendidos por el público. Pero en plena pandemia se dieron los carteles más completos de América taurina.

En el cierre del festival, Antonio Ferrera fue premiado con una placa de la Viceprefecta de la provincia de Cotopaxi que el toreo quiso compartir con todos sus compañeros de cartel de la feria y cuadrillas.

La edición N°16 del Festival Virgen Esperanza de Triana no pudo ser mejor. 10 orejas y 2 rabos (uno de ellos simbólicos) dan cuenta de la gran tarde de toros de ayer.

Todo empezó con la tradicional procesión de la imagen de la Virgen llevada en andas por los toreros alternantes.

Se lidiaron novillos de Huagrahuasi, Triana, Ortuño, Valle de Bravo y Santiesteban – que debutaba.

El quinto de nombre ‘Sevillano’, de Ortuño de Renato Terán, indultado por Joaquín Galdós. Aplaudido en el arrastre el primero, de Triana, vuelta al ruedo al segundo, de Huagrahuasi y el sexto de Valle de Bravo.

La actuación de Uceda Leal fue excelente.

Arte en las verónicas, quite por chicuelinas y un toro tan vibrante como exigente al que el torero lo templó con su concepto de estética clásica y manos bajas por el pitón derecho para matarlo de una gran estocada. Dos orejas.

Antonio Ferrera dio cátedra de los tiempos y la paciencia para aprovechar la calidad de un toro que no tenía fuerza ninguna al que lo supo esperar, darle respiro y sacar un partido inusitado con su tauromaquia de arte y sentimiento excepcional.

Estocada, descabello arrojando la muleta y el clamor general que pedía y conseguía las orejas el rabo y vuelta al toro en el arrastre.

Lo de Daniel Luque fue otra demostración de los prodigios que atesora, manejando el capote con suavidad, tijerillas, verónicas, talaveranas y remates primorosos.

Y una faena que supo medir para potenciar la calidad del novillo que carecía de fuerza pero a la que supo hilvanar una labor inspirada de naturales, derechazos, luquesinas y un muletazo que ayer inventó, al que todavía no había bautizado siquiera.

Tomó el estaquillador por el pincho y dejó que el pequeño vuelo de la muleta con la mano izquierda sea toda la tela expuesta ante el toro. El público deliraba y por ello cuando pinchó y dejó una estocada atravesada se pidió con fuerza dos orejas. En el cierre de la feria.

Poco pudo hacer Álvaro Samper como no sea picar él a su toro con una buena vara y realizar un quite de chicuelinas de manos bajas (inspiradas en Manzanares padre).

El toro no humillaba y se fue a la querencia.

Samper pinchó en 6 ocasiones antes de dejar una estocada contraria. Ovación.

Si el sábado Galdós se fue de vacío, ayer tuvo el material propicio en el gran toro ‘Sevillano’ de Ortuño, un chorreado en verdugo que cantaba bravura y la transmitía. Verónicas de gran factura cosidas a chicuelinas, rematadas con rodillas en tierra.

Estupenda faena por derechazos y naturales en largas series en las que el toro humillaba y Galdós bajaba la mano con gusto y singular técnica. Un faenón y un toro indultado. Dos orejas y rabo simbólicas.

El torero y ganadero Renato Terán dieron la vuelta entre el clamor general.

Entusiasmo a tope de José Andrés Marcillo ante un bravo y exigente novillo de Valle de Bravo al que le hizo una faena variada y le cortó dos orejas.

Álvaro Mejía hizo debutar varios caballos en excelente tarde. Banderillas, quiebros, cortas y dos orejas entre la ovación del público que salió feliz, en el cierre de la feria.

RESUMEN

Domingo 6 de diciembre de 2020. 16º festival en honor a la Virgen Esperanza de Triana.

Novillos de Triana (1º, Triunfador, número 37, negro, de 410 kilos, recibió los h onores de la vuelta al ruedo; y 4º), Huagrahuasi (2º, noble y fijo, Pionero, número 6, negro, de 390 kilos, vuelta al ruedo; y 3º, Empresario, número 2, negro, de 390 kilos, calidad y vuelta al ruedo), 

Ortuño (5º, Sevillano, número 712, castaño, de 430 kilos, bravo, indultado), 

Valle de Bravo (6º, bravo Campanero, número 256, negro, de 420 kilos, vuelta al ruedo)

Santisteban (7º, para rejones). 

LOS TOREROS

Uceda Leal, dos orejas; 

Antonio Ferrera, dos orejas y rabo; 

Daniel Luque, dos orejas; Álvaro Samper, palmas; Joaquín Galdós, dos orejas y un rabo simbólicas.

José Andrés Marcillo, dos orejas; y el rejoneador Álvaro Mejía, dos orejas. 

Entrada: Aforo restringido por el coronavirus. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del coronavirus.


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