Category Archive : Aniversario

Festejo taurino en honor del cumpleaños de Sebastián Vargas en Puente Piedra

Animado, divertido y cumpliendo a rajatabla las normas de bioseguridad, se rindió cariñoso tributo de amistad al torero y ganadero Sebastián Vargas con ocasión de su onomástico, en la plaza de Puente Piedra en un Festival en el que torearon el propio homenajeado y sus amigos.

Manolo Castañeda sacó a los medios al cucuteño para que los aficionados le rindieran esa muestra de cariño entonando el Happy Birthday.

Sebastián Vargas acompañado de Manolo Castañeda en el ruedo de Puente Piedra recibiendo el happy birthday

Nelson Segura demostró que está en plenas facultades y como suele decirse «para reaparecer» con ese toreo clásico, de formas antiguas y con mucho contenido. Nelson fue el padrino de alternativa de Sebastián hace 27 años en Bogotá con César CAMACHO DE TESTIGO.

Novillo-toro de La Gran Vía. Nelson Segura cortó 1 oreja.

A un ejemplar de El Manzanal de don Alberto Cediel, Sebastian Vargas le cortó dos orejas.

A uno de Alta Gracia, el novillero Manolo Castañeda, siempre dispuesto y banderilleando y mostrando distintas facetas del toreo, cortó dos orejas.

Otro ejemplar de Alta Gracia para su propietario don Ricardo Arandia (él que conoce su dehesa echó uno más pequeñajo, para estar a gusto, que de eso se trataba). Vuelta al ruedo.

Otro de El Manzanal para el aficionado práctico, Douglas Gracia, quien dio una vuelta al ruedo.

Y al finalizar la lidia se «echó» un becerro para los invitados bajo la dirección y vigilancia del novillero Castañeda…

Gratos momentos se vivieron para rendirle ese homenaje a un esforzado torero que tomó la alternativa en 1994 en Bogotá en el debut en La Santamaría de la ganadería de Santa Barbara de don Carlos Barbero.

Y hasta milagros se vieron pues el picador que acompañó muchos años a Gitanillo de América, Carlos Alzate, quien vive en Bucaramanga, y quiso estar en el homenaje se salvó francamente de milagro.

En el toro de Vargas en la suerte de varas , el toro levantó «las extremidades», derribó al caballo y al arremeter cayó sobre el piquero que quedó literalmente atrapado entre el caballo y las tablas en un momento de angustia; el hombre logró reincorporarse, se montó en el jamelgo y continuó su labor, «cojitranco» pues el golpe fue tremendo.

Nadie sabe cómo logró salir del peligroso trance… La virgen de las Angustias le echó un capote, y nunca mejor expresado. Fueron instantes de mucho miedo y tensión.

Un agradecimiento especial a don Luis Miguel Londoño, uno de los propietarios de la plaza de Puente Piedra, quien facilitó el escenario para este homenaje.

Minotauro celebra 76 años de La Macarena con un documental y el recuerdo de una corrida de Zalduendo

La imagen que abre esta nota es el cartel de la celebraciòn de los 76 años de La Macarena de Medellìn …una historia que perdura en el tiempo, un documental que los jovenes colegas del Minotauro han querido proponernos para no olvidar que nuestra historia es rica, que los toros no es un acaso, ni algo del » ayer» y que està en las raìces de lo popular y de la cultura de un pueblo

A las 7 y 30 de la noche del 5 de marzo reviviremos la corrida de Zalduendo para Josè Miguel Arroyo » Joselito » , Enrique Ponce y Josè Gòmez «Dinastì «.

De seguro, Daniel Upegui, todo saldrà bien

Hay una rica historia que la cuenta el maestro de periodistas y escritor Jorge Vega Bustamante.

En la plaza principal de la Villa de la Candelaria de Ana (era el nombre del actual Medellín) se dieron corridas con ocasión del día de la Virgen (2 de febrero) en el año de 1675, siendo gobernador Juan Buesso de Valdés. Este toreaba a caballo y se atribuye a la Virgen de la Candelaria el milagro de haberle salvado de la muerte tras ser derribado del caballo. La historia la cuenta José Antonio Benítez «El Cojo», en el libro El camero de Medellín. Según testimonio del viajero Charles Saffray, en 1860 había coliseo de toros en Medellín, con dos filas de palcos. En la Breve Historia del Torero en Medellín, de Gabriel Castro «El Picador», se cita al primer cronista taurino que tuvo la ciudad: «Guerrita», seudónimo de Luis de Greiff, padre del poeta León de Greiff; de él tomamos referencias.

  El Circo El Palo fue el precursor de las plazas de Medellín; estaba en pleno centro, carrera El Palo entre Bolivia y Perú; levantado en 1894 por iniciativa de los empresarios paisas Daniel Botero, Manuel J. Alvarez y Gerardo Gutiérrez, asesorados por el arquitecto Joaquín Pinillos y los artistas Dalmau y Ugueti; tema capacidad para 4.000 espectadores. Fue inaugurado en 1895 por «Morenito», «Tarro», «Chato» y «Mazzantinito». La Plaza de Flórez debió su nombre a don Rafael Flórez y estaba situada en los patios de la vieja plaza de mercado de Colombia con Berrío. En la crónica de «El Picador» aparece el primer diestro nacional: Miguel Vásquez «Bocaccio». Por la calle de los madereros (Maturín con Cundinamarca) se levantó un rudimentario circo de cañabrava: el Circo Medellín, inaugurado en 1906. Allí se presentó la trilogía de señoritas toreras: Joseita, Sorianita y Elvirita, las cuales rejoneaban en bicicleta. No mejor que el rectangular de Flórez, se levantó el Circo Norte por don Horacio Correa. Llegó de España la cuadrilla que lo inauguró con Morenito de Valencia, «Sastrillo», «Metralla» y «Chatillo». Fue demolido alrededor del año 11, por ser poco rentable: sólo 2.000 personas.

El Circo España fue el de más largo existir antes de La Macarena y en su época, de lo mejor del país. Ubicado en barrio residencial de clase alta, carrera Girardot entre calles Perú y Caracas, fue erigido merced al esfuerzo de Uladislao Escobar en 1908. No habiendo elenco de toreros en el país, lo inauguró una tropa de saltimbanquis: el Circo Palacio Real. Como coso taurino se estrenó en julio de 1910 con «Serranito», «El Americano» y «Leoncito». Actuaban aquí los mejores diestros que de España venían a Colombia: en 1912 debutó «El Papa Negro» Manuel Mejía Bienvenida, con «Litri» y Alejandro Saens «Alé». En 1921 Rufino San Vicente «Chiquito de Begoña»; luego «Campitos», Rubito de Sevilla, el mexicano Silveti y «El Gallo», en 1923.

  En 1938 llega Félix Rodríguez Antón, quien se afincaría en Colombia. En el intermedio del traslado de este circo a la orilla del río, por San Juan (1939), «Ivarito» levantó en la calle Ayacucho otro circo rústico llamado La Santamaría, inaugurado en 1942 por Félix Rodríguez y Cayetano Palomino.

Desde 1929, un grupo de empresarios encabezados por Rafael Uribe Piedrahita, motivados por la publicidad de la nueva plaza bogotana, adquirió terrenos en la margen izquierda del río Medellín y acometió la construcción de la primera plaza de concreto, que debió suspenderse por la crisis económica del año 30. En 1943, en el Club Unión, se conformó la sociedad Plaza de Toros La Macarena S.A., siendo su primer gerente Carlos I. Molina y los otros gestores, Rafael Uribe Piedrahita (gerente de Coltabaco), Luciano Restrepo y Carlos Peláez.

La moderna plaza estilo mudejar se inauguró el 4 de marzo de 1945 con este cartel: Juanito Belmente, «El Calesero» y Luis Briones; su capacidad, apenas para 10.000 personas, debido a lo pequeño del ruedo (diámetro 33 metros) por aprovechar las fundaciones viejas. De las plazas de primera en Colombia es la de menor capacidad, lo que acarrea problemas, pues sus precios deben ser los más altos. Han desfilado por La Macarena los mejores del toreo mundial que venían a la temporada de Bogotá (enero y febrero), como Manolete, Arruza, Domingo Ortega, los Dominguines, Ordóñez, Conchita Cintren y los mejores de México. Un grupo de empresarios fundó Cormacarena, que ha venido dando estos cuatro últimos años la Feria de la Macarena, destinando todas las utilidades al Hospital San Vicente de Paúl, propietario del coso. A dicha corporación le corresponderá celebrar dignamente el cincuentenario de la bella plaza el próximo 4 de marzo.

Celebración de los 75 años de La México será virtual

Celebración de los 75 años de La México será virtual. El aniversario 75 del coso más grande del mundo, la Plaza México, tendrá toros pero de manera virtual.

Tauroplaza México anunció este domingo tres transmisiones, a través de la página oficial de Facebook del cumpleañero escenario, para celebrar sus tres cuartos de siglo desde la inauguración el 5 de febrero de 1946.

El viernes 5 de febrero, celebramos 75 años de que la Monumental Plaza de Toros México fue inaugurada.

En aquel lejano México de las buenas costumbres, la educación y el respeto, la sociedad, desde mi punto de vista, funcionaba mejor.

Por el simple hecho de que permeaba el respeto.

Tenía problemas nuestro país, sin duda.

Pero nada a comparación de la actualidad, en la que parece estar el mundo al revés.. dice Rafael Cué en sus recuerdos.

Sinceramente me hubiese gustado vivir en aquellos tiempos.

No me quejo, lo que hay es lo que toca, pero creo que el romanticismo, cierta ingenuidad, y sobre todo la capacidad de asombro que se tenía.

Hacían de la cotidianidad algo más sencillo y menos presuntuoso.

Luis Castro “El Soldado”, Manuel Rodríguez “Manolete” y Luis Procuna, ante seis toros de San Mateo, provocaron la euforia social ante el magno acontecimiento inaugural en 1946.

Tras casi dos años de construcción en lo que eran las afueras de la entonces mancha urbana de la capital mexicana.

Neguib Simón, soñador y visionario, mexicano comprometido con el desarrollo y modernidad, se dio a la tarea a levantar la Ciudad de los Deportes.

Llegó el día y la expectación era mayúscula, las vías de acceso limitadas, y la ilusión de un México soñador el principal aliciente para llevar a cabo proyectos de esta envergadura.

El festejo inaugural comenzó unos minutos tarde, incluso los toreros llegaron justos de tiempo, dado el caos que se formó en los alrededores.

Así empezó la historia y la gran Plaza México ha sido partícipe del pasar de los años en la hoy Ciudad de México.

La sociedad se manifestó culturalmente disfrutando los toros, la sobriedad de los años 40, el auge taurino en los 50, el destape sesentero, el surgimiento del maestro Manolo Martínez, y su plenitud en los 70.

De la mano de Eloy Cavazos, Curro Rivera, Antonio Lomelín, Mariano Ramos y tantos otros que dieron solidez a nuestra baraja y con la que tantos aficionados de hoy forjamos nuestra pasión.

Mi vida personal y afición a los toros no se pueden explicar sin la Plaza México, ahí he soñado desde niño, cuando de la mano de mi padre esperaba en la calle a que llegaran los toreros.

Mi primer recuerdo es ver al matador Alfredo Leal llegar en un imponente Galaxy verde, vestido de verde y oro, saludándome moviendo la mano sin ni siquiera bajar la ventanilla.

Ese día fue mi primer “contacto” con un torero.

No recuerdo si le fue bien o mal, simplemente tengo claro en mi mente que todo lo que hizo durante la corrida me impresionó, sentía una intensa conexión con él.

En mi vida lo traté, pero son de esas cosas que te marcan cuando niño, como también me marcó un mediodía de domingo tras insistir toda la semana a mi padre que me llevara al enchiqueramiento de los toros a lidiarse por la tarde.

El que me presentara ante la figura de don Lorenzo Garza, “mira, te presento al maestro Garza”.

Fui volteando hacia arriba, era yo un niñito, y le vi, perfectamente engominado el peinado hacia atrás, con tremendo puro en la boca, me quedé perplejo y pensé: “cuando sea grande me peinaré así y fumaré puro”.

Con el tiempo mantuve ese look y comencé a fumar puro en mis tempranos 20, gusto que hoy disfruto a plenitud durante una corrida de toros.

En La México he gozado, me he emocionado hasta lo inexplicable y he sufrido al ver a amigos torear ahí.

El tiempo, el destino y mi esfuerzo de 25 años de trayectoria como profesional en el medio taurino.

Me brindan hoy la oportunidad de haber editado 10 anuarios Matador, y de formar parte del equipo de comentaristas durante las transmisiones por televisión de la Temporada Grande.

Una inmensa responsabilidad que disfruto con el honor de ser una milésima parte de la vida del gran coso.

Hace 20 años partió Julio Robles

Julio Robles cumpliría este año 70 de nacido en ese pequeño pueblo de Fontiveros, pero un toro lo dejó en silla de ruedas. Hace 20 años partió y su huella está ahí.

En América dejó una impronta pues triunfó en todas nuestras plazas incluso en casa su familia debe conservar una replica de la catedral de Manizales.

Torero exquisito, de bellas formas, muy castellano logró entrar en Sevilla.

Álvaro Rodríguez del Moral nos recuerda momentos puntuales de un torero que perteneció a esa ilustre generación de los Manzanares, Capea, Ángel Teruel, Roberto Domínguez, Curro Vázquez, los Campuzano.

El 13 de agosto de 1990 llevaba 40 corridas de toros toreadas. Aquel día se anunciaba en Beziers, uno de los escenarios fundamentales de la muy taurina Camarga francesa.

La de aquel día era, sobre el papel, una corrida más dentro del nutrido calendario veraniego del diestro charro que surcaba el mar del toreo disfrutando de su plenitud profesional.

En su agenda agosteña se habían anotado 23 contratos. Robles ya había pasado ese mes por Soria, Trujillo, Vitoria, Huesca, Palma de Mallorca y Gijón, donde llegó después de un complejo viaje y con el tiempo justo para vestirse de torero y marchar de nuevo a la plaza de El Bibio.

Alternó con El Fundi –sustituto de El Soro- y Celso Ortega para despachar una corrida de Javier Pérez Tabernero. El periodista salmantino Javier Lorenzo reconstruyó en su momento con meticulosa exactitud todo ese periplo veraniego que sentenciaría la vida del torero y sacudiría como un mazazo toda la profesión.

Robles y su tropa tuvieron que afrontar un largo viaje de mil kilómetros entre el Cantábrico y el Mediterráneo para alcanzar Beziers.

Había escogido el mismo terno pavo y oro que le había encumbrado en Sevilla en abril del 89 en otro día 13 del penúltimo mes de abril. Su nombre encabezaba un cartel que completaban Joselito y Fernando Lozano y los toros pertenecían a la divisa de Cayetano Muñoz… El primero de la tarde se llamaba ‘Timador’.

Era también el primero del lote de Robles, que acertó a darle tres o cuatro lances antes de ser cogido aparatosamente, girando sobre el pitón del animal. Cayó al suelo de mala manera, sobre las vértebras cervicales. Quedó tirado como un fardo. 

Aquel tremendo golpe no podía ser una voltereta más. “Salvadme, salvadme, no me dejéis morir…” susurraba Julio en el interminable traslado a la enfermería. No podía mover ni sentir los brazos y las piernas…

Los peores pronósticos…

Los peores pronósticos se confirmaron en el hospital de Montpellier al que Julio Robles llegó a última hora de la tarde a golpe de helicóptero.

Era el mismo centro hospitalario en el que había sido atendido Nimeño II un año antes por una lesión muy similar.

Las imágenes del percance del diestro salmantino empezaban a dar la vuelta a los telediarios mientras comenzaba una lucha muy distinta. Los trajes de luces iban a quedar atrás pero llegó la reivindicación del hombre y su legado y hasta una tímida y tenaz recuperación de los miembros superiores. 

Julio Robles había quedado impedido, condenado a una silla de ruedas pero desde el primer momento sintió el calor sincero de los suyos, los hombres del toro, y encontró una comunicación especial con uno de sus más jóvenes compañeros: Enrique Ponce.

A las 10 horas, en Manizales, misa por el tercer aniversario de la muerte de Andrés de los Ríos

En la iglesia de Chipre en Manizales a las 10 horas se realizará un oficio religioso para recordar el tercer aniversario de la partida de Andrés de los Ríos.

Una de esas raras avis que de tiempo en tiempo aparecen con la luminosidad de su toreo y cuya muerte nos privó de contar con un matador de altos vuelos.

Se fue por propia decisión y solo respeto nos merece su determinación que nos sorprendió a todos pues hablé con él horas antes de la fatal noticia y me dijo que se estaba preparando para volver a España y retomar su brillante carrera.

La última vez que le vi fue en la plaza de Palmira y como siempre dejó esos detalles que lo hicieron grande pues su estilo se enmarcaban en los parámetros clásicos de la tauromaquia y siempre quedaba un recuerdo por ese manojo de pinceladas.

Recibió la alternativa en la plaza de toros de Manizales el 5 de enero de 2006 de manos del maestro César Rincón con Manuel Jesús Cid Sala ‘El Cid’ como testigo.

Emerson Pineda viste al torero en una de esas tarde de ensueño para Andrès

Fue una tarde mágica para el manizaleño.

A las 10 horas, en la iglesia de Chipre en Manizales es la cita.

Ortega Cano y la cornada en Cartagena… Recorrido de la extremaunción al enlace con Rocío Jurado

Ortega Cano ha vuelto a nacer varias veces pues no vale solo registrar que en 1953 en Cartagena, España, vio la luz por primera vez uno de los toreros imprescindibles para entender el toreo contemporáneo…

En Zaragoza y en Cartagena (la nuestra, la de las murallas, la que describen en Europa como «de Indias»), los sacerdotes le aplicaron los santos óleos y tras la recuperación volvió a los ruedos.

Hoy, a sus 68 años, tiene Covid, guarda reposo en su casa y de seguro saldrá de éste como salió tantas veces como torero en activo de los gravísimos percances porque los toros, como dijo el maestro Andrés Vázquez tienen derecho a coger…

¿CÓMO OCURRIÓ EL PERCANCE?

Ese día quien esto escribe se encontraba transmitiendo para Caracol radio la corrida con el maestro Antoñete quien dos minutos antes se anticipó : «lo va a coger». El toro era de Mondoñedo.

Se llamó «Buenmocito».

El toro se vencía por el derecho, el torero no pudo domeñar el viento caribeño (no es fácil y a veces imposible), lo descubrió, hizo lo que los profesionales llaman «un hueco » y le infirió la cornada.

Rafael Corbelle nos contó así:

El percance le afecta al costado derecho, en cuya fosa lumbar le penetró 15 centímetros el pitón derecho del primer toro de la corrida inaugural de la feria de Cartagena de Indias, celebrada el jueves.

El toro, de nombre Buenmocito y 435kilos de peso, le volteó en cinco ocasiones.

El percance fue muy espectacular porque le entró más de medio pitón y hubo instantes de tensión en la enfermería, según Rafael Corbelle, apoderado del torero, quien admite que «hubo momentos en que creímos que se moría».

Foto de archivo de una de las cornadas. Camino a la enfermería
ROCÍO TEMIÓ LO PEOR TRAS LA CORNADA EN CARTAGENA

«Ha sido un momento muy malo, pero parece que ha sido un milagro, estoy dando gracias a Dios».

«Hubo momentos en que creímos que se moría dijo su hombre de confianza, Rafael CorbeIle.

El torero será operado hoy por tercera vez, decía Rocío Jurado aquel 6 de enero de 1995 tras llegar precipitadamente para estar con su prometido con quien se casaría días después…

EL PARTE MÉDICO

El parte médico en el que se RESUMÍA que la situación del torero «es estable y sin alteración de los signos vitales».

Ortega Cano, de 41 años, permanecerá en la UCI durante 48 horas más para prevenir posibles infecciones u otras complicaciones.

Aunque hoy será sometido a una nueva intervención quirúrgica, con anestesia general, para quitarle el taponamiento de las compresas que le pusieron para evitar hemorragias, según señaló el doctor Bernal, que le atiende en el Hospital Universitario, donde se encuentra ingresado.

Será la tercera operación que sufra el torero, ya que fue intervenido en la enfermería inmediatamente después de la cogida.

Después, en el hospital, precisó el doctor Dueñas, uno de los que participó en ambas operaciones y quien calificó el estado de gravísimo en un principio.

LA BODA

17 de febrero de 1995. Una fecha grabada a fuego y que permanecerá en nuestra retina por siempre. 

Ortega Cano y Rocío Jurado se unían para siempre sin saber que la vida les tenía preparados un durísimo revés tan solo una década después, con el fallecimiento de ‘La más grande’.

Este caso demuestra por completo aquello de que ‘lo bueno se hace esperar’.

Porque la pareja tuvo que aguardar durante tres años desde que se conociesen hasta su paso por el altar.

El motivo, la obtención de la nulidad eclesiástica del matrimonio de la cantante con Pedro Carrasco.

El toreo tiene un Camino: Paco que ya es octogenario

A la izquierda el maestro Camino acompañado del escritor Andrés Amorós

El toreo tiene un Camino: Paco que ya es octogenario. El titular es un recuerdo de un titular del diario caleño El Pais que es una genialidad para señalar la trascendencia de uno de los grandes toreros del sigoXX.

Paco Camino nació el 15 de diciembre de 1940 en el pueblo sevillano de Camas.

Su padre fue el banderillero Rafael Camino, que lo acompañó un cierto tiempo como peón de confianza.

Tomó la alternativa en Valencia el 17 de marzo de 1959.


En sus 20 temporadas como matador de toros sacrificó más de 2000 animales, toreó más de 50 tardes en Las Ventas de Madrid, y salió 12 veces por la Puerta Grande.

Sufrió graves cornadas a lo largo de su trayectoria, una de las cuales llevó a administrarle los últimos sacramentos.

Torero polémico, depuradísimo estilista con el capote, magnífico con la muleta, prefería la izquierda, a la diestra.

Se retiró definitivamente de los ruedos en Valladolid el 23 de septiembre de 1983, se vistió por última vez de luces en Nimes en 1987 para dar la alternativa a su hijo Rafael.

Paco Camino acompañado de otro grande, Curro Romero

El llamado Niño Sabio de Camas se refirió a su compañero como «un referente para los toreros actuales» y resaltó el «compadreo» que existe hoy entre los matadores, algo inédito cuando él estaba en activo, donde la noble competencia dentro de la plaza era uno de los principales alicientes de la fiesta.Se han cumplido cincuenta años desde que el 4 de junio de 1970, el legendario diestro Paco Camino protagonizara la tarde más redonda de la historia de Las Ventas, cuando, en la corrida de Beneficencia, mató siete toros, cortó ocho orejas y puso «a cada uno en su sitio».

«Lo más importante para matar seis toros en Madrid -considera Paco Camino- es saber mantener fríos el corazón y la cabeza para pensar bien. No hay que hacer esfuerzos de más, sino dar a cada toro lo suyo, y torear siempre con las muñecas, no sobre las piernas. Pero sobre todo es muy importante no llevar nada preparado de antemano, porque siempre acaba saliendo mal»

67 años de taurinismo infatigable de la Barra5

La Barra5 en la entrega del premio al mejor toro de la temporada en Bogotá a don Juan Bernardo Caicedo

Llegan a los 67 años, lozanos, renovados, con mucha ilusión… Es la Barra5, entrañables aficionados, amigos y contertulios de tantas efemérides y debates sobre el acontecer en nuestra maltrecha fiesta por estas épocas de antitaurinismo y pandemias.

Me envía don Hernán Arciniegas mas que un puñado de palabras, un ramillete de nostalgias.

La foto que ilustra la nota es el acto campero en Santa Bárbara gracias a la generosidad e los ganaderos don Carlos Barbero, su hijo Juan Carlos y la matrona, doña Gloria que atiende a los invitados tan maravillosamente,.

Aunque no estuve por carencia de invitación (jajajaja), vaya mi enhorabuena a la Barra5.

A sus esfuerzos por mantener viva la fiesta y a los ganaderos que crían toros bravos como Barbero, y que pasan por estas calendas penurias pro la ausencia de festejos.

Cuando la nostalgia taurina nos embarga no escuchamos clarines ni timbales, ni pasodobles, ni el murmullo de la plaza al iniciar el paseíllo, ni los aplausos a las cuadrillas, ni la emoción del primer toro.

Definitivamente hemos sido agredidos, se ha irrespetado una tradición y a una afición.

Se ha coartado el derecho al trabajo de los toreros, banderilleros, empleados de la plaza y de los ganaderos, que tienen grandes inversiones por afición en sus fincas, no las han vuelto centros comerciales.

Mantienen su afición.

¿Qué más queda?… En el caso de la Barra Taurina Cinco, una unión permanente de pocos socios.

Nuestra posición institucional, defender la verdad y pureza de la fiesta; a nuestro juicio, no son defendibles las mentiras y los vicios.

Siempre, en los juzgamientos al mejor toro, trofeo que concedemos en todas las temporadas, el tema indiscutible es que el toro es el más honesto de la fiesta, siempre lo da todo.

Que bello y valiente es.

El grupo actual de la Barra Taurina Cinco somos los aficionados más enterados del mundillo del toro, hemos logrado mantener y aglutinar al grupo, fijando responsabilidades.

La amistad prima, es un privilegio tenernos.

Seguiremos en la lucha, visitas a ganaderías, apoyo a la fiesta en provincia y
continuaremos viendo con amor, emoción y nostalgia nuestra gran Plaza de Santa María.

Deseamos compartir con toda la afición estas reflexiones con motivo de cumplirse 67 años de la fundación de nuestra entidad; acto oficialmente realizado el 24 de Noviembre de 1953 por un puñado de muchachos que en su mayoría ya se encuentran en el albero celestial compartiendo tertulias con el Maestro PepeCáceres; Manuel Rodríguez “Manolete”; Francisco Rivera “Paquirri”; José Cubero “Yiyo”; Víctor Barrio e Iván Fandiño entre otros y quienes en adelante disfrutarán de los magistrales comentarios de Don Iván Parra; todos muy bien acompañados por nuestros socios y demás amigos taurinos que se nos han adelantado en el paseíllo a la eternidad.

En este año totalmente atípico que nos ha obligado a “enchiquerarnos” no será posible reunirnos a hacer un brindis y celebrar el evento más significativo para los integrantes de la familia Barra Cinco, pero no nos hemos resignado a dejar pasaresta fecha inadvertida y es por esto que a través de este importante mediogritamos

¡¡¡¡¡FELIZ ANIVERSARIO Y UN OOOLLLEÉ POR LA BARRA CINCO!!!!!

Felicidades maestro Curro

El currismo a uno y otro lado del Atlántico está de plácemes pues el maestro Curro Romero cumple años hoy.

Francisco Romero López, más conocido como «Curro» Romero o «El Faraón de Camas»​ (Camas, Sevilla, 1 de diciembre de 1933), es un torero español. Comenzó su carrera profesional en el barrio de La Pañoleta, en Camas, el 22 de agosto de 1954 junto a Limeño.

Si alguien ha significado armonía, toreo al compás, elegancia, medida del tiempo es el camero.

Si Platón inmortalizó aquella primera Academia donde se encumbraron grandes filósofos, el maestro Curro Romero –por cierto, académico de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla– ha aportado en los ruedos, con la magia de su toreo, la dialéctica de la suavidad con la que movía su capotillo o conducía embebido al toro tras su muleta.

Es, en cierto modo, un académico de la armonía.

Una armonía de sentimientos producida por la plástica de sus lances y muletazos. Una alternancia de quietudes y leves movimientos, de valor y de caricias.

Y es que Curro Romero, que siempre buscó la despaciosidad y el arte en su toreo, como aquel Filolao de Crotona, allá por el siglo V antes de Cristo, siempre ha tenido presente que ‘Todo se hace por armonía’.

Por ello, por encima de todo, podemos afirmar que la pirámide artística y filosófica de Curro Romero El Faraón de Camas, en este 60 aniversario de su alternativa, está enmarcada por esa majestuosidad torera que le corona también como El Faraón de la Armonía.

Hace 50 años voló a la gloria eterna Agustín Lara

Mis amigos del baúl taurino me recuerdan un aniversario mas de la muerte del maestro Agustín Lara que tan cercano estuvo el creador mexicano de la tauromaquia.

Un día como hoy pero de 1970, fallece en la Ciudad de México «El Flaco de Oro»; Agustín Lara, el compositor Veracruzano fue un gran aficionado taurino. Los americanos no podemos olvidar que nos legó » Granada»

Granada, tierra soñada por mí
Mi cantar, se vuelve gitano
Cuando es para ti

Mi cantar, hecho de fantasía
Mi cantar, flor de melancolía
Que yo te que vengo a dar

Granada, tierra ensangrentada en tardes de toros
Mujer que conserva el embrujo de los ojos morosTe sueño rebelde gitana cubierta de flores

Y beso tu boca de grana
Jugosa manzana que me habla de amores

Granada, «manola» cantada en coplas preciosas
No tengo otra cosa que darte
Que un ramo de rosas

Conoció al torero español Manuel Rodríguez «Manolete» 🇪🇸 cuando inauguró la Plaza de Toros México, a Manuel Benítez «El Cordobés» quien le brindó una faena, y al torero mexicano Silverio Pérez 🇲🇽 a quien le compuso un pasodoble.

También cabe destacar que en la Monumental Plaza de Toros de la Ciudad de México existe en la actualidad la «Barra Agustín Lara», en la cual se encuentra una escultura que tiene la frase: «No cambio por un trono mi barrera de sol» (extracto del paso doble que le compuso a Silverio Pérez).


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