Dos caras de Ponce, el de la suprema belleza y el de la vergüenza torera con un cuarto que no se le dio facilidades. Emilio de Justo, una faena de una enorme belleza y torería malograda con los aceros en su primero que era de dos orejas y estocadón con el peligroso quinto al que al final le cortó una oreja. Fortes reapareció tras 22 meses en el dique seco con un toro complicado. Sus compañeros le brindaron cada uno un toro.

El maestro Ponce abrió con un toro que tuvo un gran pitón derecho pero no quiso «ver» nada por el izquierdo. Esa solvencia, de temple, esa despaciosidad, la colocación los remates, marcan la trayectoria del torero de Chiva que se ha echado al hombro esta irregular y enigmática temporada en medio de la pandemia.

Cortó una oreja tras un estocadón.

El segundo para Emilio de Justo se devolvió tras haberse colado por debajo del caballo y perder los movimientos normales en los cuartos traseros. El palco no dudó en cambiarlo y salió el sobrero.

Qué manera de torear con el capote del extremeño. Una ramillete de mucha enjundia y a pie firme, la media, luego lo llevó por delantales y cerró con una media verónica «arrebujá» que diría un sevillano. Un a bella estampa. Poca vara y brindis de Emilio a Fortes que reapareció en Fuengirola tras dos años de retiro por un cornalón.

Faena con mimo, delicadeza, clase, sentimiento y tiento porque el toro con cualquier violencia se viene abajo y el torero lo entiende a la perfección. Compás abierto, gusto, empaque, muleta a media altura y largo y el abrochado de pecho a la hombrera contraria. Toro obediente, noble y todo por abajo y midiendo los tiempos. Pureza pura si se me permite usar estos dos vocablos unidos. Y cómo sale de la cara del toro, y esa precisa colocación para el segundo y el tercer muletazo. Suavidad y colocación, le echa los vuelos de la pañosa al hocico, y todo con temple pues un tirón sería fatal. Para concluir, de uno en uno, de frente, dando el pecho y cambio por la espalda.

Se vuelca dos veces, pincha. El segundo pinchazo «agarrado». Atronó al toro en el segundo descabello. Una faena de puerta grande (aunque no saldrá ninguno por medidas sanitarias) malograda con los aceros. Queda el aroma de un trasteo inolvidable que no culminó. “Una lástima porque era faena de premio “, dijo contrariado Emilio en Canal Sur. El torero recibe una gran ovación.

Y sabe “Asturiano” para el reencuentro de Fortes con el toreo.

Toro con las manos por delante con un malagueño muy seguro en los primeros lances y el remate de la media.

Es el tipo de toro al que hay que poderle (además cuesta arriba por fenotipo) y un Fortes  metido en faena. Y el bien torear tiene su recompensa pues algunos defectos iniciales del toro se han ido corrigiendo. Aguante en momentos en que el toro se va quedando corto y jamás «pierde el paso». El toro repone, se para, y pega un tornillazo al final del muletazo.

No es un ejemplar cómodo para triunfar. No se lo ha puesto fácil este toro para la reaparición de un esforzado torero que ha sido recibido al entrar a la plaza con una gran ovación. Se coloca, cita…… desprendida.

 El toro a la defensiva, pega ese arreón al estar descubierto el torero. Falla con el descabello. Aviso. Marra. Ponce le da un toque para que cambie el estoquillo. No es ciertamente el mejor toro para reaparecer.

Ponce cierra con el cuarto (corrido como quinto por la devolución del segundo ). “Aviador”, negro, bragao y meano.

Brinda a Fortes.

El toro derrota al final, es mirón , imprevisible en ese topetazo y como expresan en su particular lenguaje los profesionales, “ mide mucho “. Ponce le planta cara-. Incluso la faena deja los brillos de la estética a que nos tiene acostumbrado, los pitones le rozan la taleguilla y el curso del trasteo es para » enfadarse » con «Aviador» que, dicen los subalternos, es una prenda. Hay lo que señalaban los viejos revisteros » verguenza torera «

Estocadón. Toque abajo , despacito, y la espada entera. Oreja, petición de la segunda,.

Ponce en los micrófonos de Canal Sur : Oreja de peso. Me he jugado la vida, estoy satisfecho con un toro que no sabía si iba a la muleta o a mi, le he ganado la acción, le he podido » robar » los muletazos y lo he matado bien porque donde pinche!!, matizó sonriente el maestro,

Quinto toro para Emilio de Justo.

Preciosos lances y un quite que fue ovacionado. El toro por el izquierdo se para y por el derecho es preciso llevarlo » toreado «, con decisión y pegándole el toque ante las dudas del ejemplar. Incierta mas que la embestida el topetazo pues el toro » protesta «. Faena de entrega y poderío. Varias veces y ya desde el capote por el izquierdo, se cuela y pega el arreón.

Muy atento ha estado el torero en una faena de muchos recursos y gran intensidad con el corazón en un puño.. Y la estocada que no llegó en el primero, cayó en el segundo, Certero. Pero cuando las cosas no se dan, el puntillero » levanta » al toro.

Oreja al esfuerzo y la entrega.

«Toro complicado, marcaba la embestida hacia adentro, había que exponerle mucho, provocarle, he tratado de estar con actitud , y la estocada por lo menos ha sido con dignidad», dijo a Canal Sur el extremeño. Oreja. Por su fenotipo no humilla.

Fortes cierra con un toro largo, tocadito , que echa la cara arriba, sin fijeza. Distraído apenas si va al caballo. Muy rajadito, se encoge como buen manso que se va a la querencia en tablas para defenderse. y llega a la muleta con mucho peligro.Entrega del torero? Toda. Esas zapatillas clavadas en la arena y ese !!!ayyyy» en las gargantas ante su decisión. Le pone la muleta y el toro huye. Todos empujan para el triunfo del malagueño pero……No hay material. El toro aprieta

RESUMEN

Fuengirola, toros de Manuel Blazquez, de irregular juego ; el segundo y el sobrero, mejor.

Lleno para la capacidad que podía albergar el coso por las medidas Covid19

Enrique Ponce,oreja y oreja

Emilio de Justo, ovación y oreja

Jimenez Fortes, aviso y ovación